Mentoring, algo más que transmitir experiencias
Fue allá por el 2002 cuando escuche por primera vez la palabra Mentoring. Recuerdo que fue en un encuentro fugaz, en el transcurso de la reunión inicial de un Proyecto Europeo en el que participaba, y cuyo objetivo era acelerar el crecimiento de las empresas lideradas por mujeres.
En esa primer reunión se desgranaron las acciones a desarrollar en el proyecto y entre ellas estaba el Mentoring. Algo se movió en mi que me hizo preguntar por el significado de esa palabra, que me llamó tanto la atencion y sonaba también a mis oídos. La única respuesta que obtuve fue que se trataba de que empresarias con más experiencia ayudaran a otras que empezaban, aconsejándolas y transmitiéndoles sus conocimientos y experiencia.
Nadie tenia muy claro de que iba el tema y cómo llevarlo a cabo, pero algo debió tocar en mi esa palabra, el Mentoring, que me falto tiempo para decir: “no os preocupéis yo me encargo de investigar y de diseñar todas las acciones sobre mentoring”.
Nada más comenzar a investigar me di cuenta de cuánto tenía que ver el Mentoring con mi vida y con los valores que la rigen.
El Mentoring es el desarrollo del potencial a través de la guía de otra persona más experimentada, que actúa como ment@r. Y para poder llegar a desarrollar el potencial de otra persona, la primera condición es creer en él. Creer que existe en todas las personas y que con las oportunidades adecuadas, el apoyo necesario, y muchas dosis de esfuerzo se puede llegar a desarrollar.
Yo misma soy el resultado de muchas personas que desde mis primeros pasos creyeron en mí y me enseñaron a creer en mi. Y esto creo yo es el mayor regalo que se le puede dar a una persona: la fe en su potencial, en su valía. Porque solo desde la fe y la confianza en uno mismo nos podemos construir y desarrollar como personas, crear negocios prósperos y sociedades sostenibles.
Desde el momento en que un ment@r inicia la relación con su mentee, le está diciendo CREO EN TI, CONFIO EN TU TALENTO, lo veo y veo sus posibilidades, y por eso estoy aquí, para guiarte, para apoyarte, para retarte y para ayudarte.
Estoy aquí para compartir contigo todo lo que se y he aprendido de mi experiencia, para que con todo ello construyas la tuya propia. No comparto porque crea que sé más que tu, o que soy mejor que tu. Comparto porque se, que en la unión de lo que tú sabes, lo que tu tienes y lo que tu eres, con lo que yo se, yo tengo y yo soy estamos dando vida a un nuevo proyecto, a una nueva trayectoria personal y profesional. Compartir es crear.
Mi experiencia es valiosa, porque como todas las experiencias sirven para descubrir aprendizajes que pueden ser transmitidos a otros para estimular y acelerar su cecimiento. Yo te guiaré a través de mi experiencia, pero tendré siempre presente tus necesidades, tus motivaciones, tus objetivos y tus fortalezas.
Intentaré comprender tu mundo, cómo piensas, como te sientes y como te afectan las distintas situaciones a las que te iras enfrentando. Todo ello desde la máxima consideración y respeto que te mereces como persona y con el único objetivo de prestarte la mejor ayuda para ti.
Todo lo que te diga será corroborado por mis actos, te mostare como se pueden hacer las cosas con mi ejemplo, porque el ejemplo tiene mucha mas fuerza que cualquier consejo que te pueda dar y es lo que aporta credibilidad a las palabras.
Compartiré contigo mi tiempo, mis recursos y energía porque aprecio en ti el afán por mejorar que yo siempre he tenido.
Reconozco y valoro lo que eres, lo que haces y tu propósito de superarte. Juntos nos centraremos en hacer crecer tus fortalezas y tu potencial, y en hacer brillar todo aquello que haces muy bien.
Sobre todos estos valores, fe, confianza, generosidad, consideración, respeto, ejemplo, coherencia y aprecio, es sobre los que se construye la relación de mentoring y el rol del ment@r.
Muchas veces me preguntan que es lo que hacen un ment@r? Y la mejor respuesta para mi es que un Ment@r descubre y aprecia en su mentee todas sus posibilidades de mejora, desarrollo y crecimiento. Observa, escucha y pregunta para descubrir esas posibilidades y sobre ello, sobre la materia que ya existe, el potencial del mentee, trabajar para transformándolo en talento, en esa pieza única y diferente que es la mejor versión de cada uno de nosotros.
Porque transformar es trabajar sobre lo que ya existe para llevarlo a su máximo nivel de desarrollo y crecimiento.
« En cada bloque de mármol veo una estatua tan clara como si se pusiera delante de mí, en forma y acabado de actitud y acción. Sólo tengo que labrar fuera de las paredes rugosas que aprisionan la aparición preciosa para revelar a los otros ojos como los veo con los míos. » Michelangelo Buonarroti
Para lograr esto el Mentor debe tener una mirada apreciativa, que busque lo positivo, que aprecie la diferencia, que vea más allá, y debe preguntar para despejar todo lo que sobra y está impidiedo que el potencial de su mentee brille y pueda visibilizarse.
El mentoring es transformar el potencial en talento. Es descubrir ese potencial y ayudar al mentee a que desde el construya la visión de lo que quiere lograr. El mentoring es acompañar y guiar al mentee, a traves de la experiencia, las preguntas y la reflexión, desde donde esta ahora hasta donde quiere llegar. Es ayudarle a lograr sus objetivos, aprendiendo del camino, para que una vez terminado el proceso de mentoring, el mentee pueda caminar y volar solo con paso firme y vuelo alto.
En cada mentor hay alguien que un día sintió que el único propósito de sus acciones era el de inspirar a otros a soñar más, a aprender más, a hacer más y a ser mejores. Y esto es mucho más que simplemente transmitir experiencias.
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