La directora de la Escuela de Mentoring, Maria Luisa de Miguel, conoció a Rosa Allegue en Bilbao Mentoring Conference, donde tuvieron la oportunidad de conversar sobre Liderazgo y Dirección, y de algo más que les une mucho: el papel de las mujeres en la empresa. La invitó a ser ponente en TEDxAvilesWomen, y en sus horas compartidas de camerino conversaron sobre los temas que les apasionan: mentoring, liderazgo, dirección de personas, mujeres directivas. Rosa Allegue es una referencia en todo ello, ha sido seleccionada como una de las mejores directivos/as financieros y de RRHH en el 2015 y 2016, es premio ALARES en Conciciliacíon y RSC, y es una de las TOP 100 Mujeres Líderes en España. Conversar con ella es un lujo que hemos querido compartir con todos vosotros a través de esta entrevista.
1.- ¿Cuáles son las claves del éxito en la dirección de personas?
Dirigir personas requiere de mucha flexibilidad porque precisamente cada persona y sobre todo cada situación necesitan un liderazgo distinto.
Para conectar con cada persona, es fundamental conocerla, saber qué busca, qué persigue, cuáles son sus objetivos. Por eso creo que las cualidades del buen líder son la observación, la capacidad de empatía y sobre todo la escucha, la escucha activa.
No es lo mismo trabajar con una persona joven que quiere comerse el mundo y que quizá muchas de sus amistades están en la empresa y comparten hobbies, que trabajar con una persona que tiene tres hijos y necesita recogerles del colegio puntualmente.
Las conversaciones con ellos son diametralmente opuestas, la forma de motivarles también y conseguir que formen un buen equipo es esencial. Tan importante es conocer tú a tus colaboradores como que se conozcan, y sobre todo que se respeten y valoren, entre ellos. Solo cuando sabes y entiendes qué le preocupa al que tienes enfrente, puedes tomar las decisiones adecuadas.
2.- ¿Qué cambios has observado en los últimos 10 años en materia de liderazgo en las empresas?
El liderazgo está en constante cambio, adaptándose a cada situación y cada persona, es el llamado liderazgo situacional. Poner la frontera en 10 años se me hace difícil porque los cambios se van sucediendo de forma continua y pierdo la noción del tiempo. Sí recuerdo hace 25 años cuando comencé a trabajar, que el líder era el jefe, hablábamos de un líder jerárquico pero con el tiempo he visto que va cambiando la concepción del líder y de forma natural se van configurando líderes entre los propios empleados.
La gente joven, los millennials, no aceptan tan fácilmente el “ordeno y mando” como asumían quizá nuestros padres sin preguntarse si la instrucción recibida era la más adecuada o no. Las empresas eran reflejo de las familias donde el padre mandaba y nadie se cuestionaba su autoridad.
Hoy, al igual que en nuestras casas, se requiere más diálogo, no puedes dar una instrucción a alguien si no lo entiende, te hará un montón de preguntas y no se sentirá cómodo hasta que dé su propio punto de vista. Tienes que estar preparado como líder para mantener conversaciones. Además debes estar dispuesto a aprender de tu equipo, a ser humilde, y eso hace unos años era difícil de ver.
3.- ¿Qué crees que han aportado las mujeres al mundo de la empresa en la forma de liderar?
Diversidad. Nuevas formas de pensar.
Creo que tras la incorporación masiva de la mujer al mundo laboral, se ve con más naturalidad mostrar sensibilidad por las personas, y no porque el hombre no la tenga, que te aseguro que tienen mucha sensibilidad, pero les han educado para no mostrarla, y las mujeres creo que estamos facilitando precisamente esa liberación, el hombre ahora cada vez más puede expresar sus sentimientos sin que por ello le tachen de ser menos hombres. Aunque aún queda mucho camino por recorrer.
También creo que la mujer ha aportado la necesidad de conciliación y flexibilidad en las empresas que se ha hecho extensiva a todos los trabajadores. Queremos vivir además de trabajar. Queremos jornadas razonables. Queremos disfrutar de nuestras familias, de nuestras aficiones. Y ahora esto lo queremos todos, no solo las mujeres.
4.- ¿Cuáles son los retos de futuro a los que se enfrenta el liderazgo, y cuales serían para ti los cambios a emprender para afrontarlos?
Entender el liderazgo situacional de hoy como un liderazgo colaborativo. El trabajo en equipo cada vez tiene más fuerza. Los silos están desapareciendo. El experto de antes que era por largo plazo, hoy ya dura muy poco tiempo.
Tenemos que aprender a trabajar con varias generaciones a la vez, con distintos objetivos vitales. Conseguir buenos equipos entre personas distintas es todo un reto.
Los cambios a realizar, básicamente escuchar, y dejarse aconsejar. Hay que preguntar al equipo qué necesitan de ti como líder. A veces te sorprenden y siempre mejoras tu estilo de liderazgo.
5.- ¿Cómo ha sido la experiencia de ejercer como mentora?
Como siempre que se ayuda a alguien, la experiencia es muy gratificante. Si bien cada relación de mentoring es distinta, única. Por eso me resulta difícil contestar a esta pregunta.
Donde tengo más experiencia es en mentorazgo de emprendedores, por mi colaboración en la red de mentores de Madrid. En este caso es un mentoring funcional, aporto mis conocimientos en finanzas, RRHH o temas legales. Hablamos mucho de negocio y menos de temas personales (aunque al final algo siempre cae…, a fin de cuentas es una conversación entre dos personas…). Me satisface contribuir en un negocio que está empezando, siento que tengo un pedacito de cada una de esas empresas. Sufro cuando veo que el negocio no sale adelante a pesar del esfuerzo enorme que pone el emprendedor, pero me contento sabiendo que de esos errores habrá sacado su mayor aprendizaje.
En el mentoring a directivas la experiencia es muy distinta, hablamos mucho de temas personales, de crecimiento, de miedos, inseguridades, etc… Me gusta ver el cambio que se opera en solo 6 meses, las mentorizadas ganan en seguridad, emprenden nuevos retos. Es fascinante.
Algunas veces, las menos, la experiencia ha resultado decepcionante, pues me parecía tener yo más interés en la relación de mentoring que mi propio mentee. En un caso tuve que decir al mentee que no continuaba con la relación. No me resultó agradable.
6.- ¿Qué te ha aportado ser mentora en tu trabajo como Directiva, y en la forma de ejercer tu liderazgo?
Todo lo que aprendes en el terreno personal al final lo aplicas en el trabajo y con tu equipo. Mi trabajo como mentora ha mejorado mi capacidad de escucha, me ha permitido conocer a gente con ideas muy distintas a las mías pero sobre todo me ha permitido estar al día con las nuevas tecnologías, conociendo nuevos proyectos y nuevas personas, de perfiles muy distintos a los que me rodean a diario. He aprendido a ser generosa y a pedir ayuda cuando la necesitas, y lo aplico a diario con mi equipo.
7.- ¿Dirigir o Liderar? ¿Tu qué opinas?
He tenido que buscar en el diccionario ambas palabras. Son sinónimas, pero ahora parece que está mal vista la palabra dirigir, pues se asocia más al liderazgo autoritario de antaño mientras que liderar está de moda porque parece que se liga al empoderamiento hacia los demás, a la colaboración para integrar toda la diversidad del equipo.
Cualquiera de las dos implica para mí un trabajo en equipo donde el que dirige o lidera consigue que el resto del grupo se integre, se vea como unidad, donde el líder es uno más que consigue sacar de cada miembro del equipo lo mejor de sí mismo para que el valor aportado por el grupo sea mayor que la suma de lo aportado por cada uno.
Coincidimos con Rosa Allegue que Liderar y Dirigir es un proceso continuo de aprendizaje en el que todos aprendemos de todos, en el que la diversidad aporta riqueza, amplia posibilidades y descubre nuevas formas y nuevos caminos. Dirigir y Liderar personas, ser mentora de otros es probablemente el mejor camino de aprendizaje como personas y profesionales que podemos tener: nos reta, amplia nuestro límites, expande nuestras fronteras, nos revive, nos activa, nos motiva, nos impulsa a dar lo mejor de nosotros a los demás y a sacar lo mejor de otros.