Taller “Positividad, Confianza y Bienestar en las Organizaciones”

Las tendencias actuales en desarrollo organizacional apuestan por la construcción de organizaciones  positivas, felices y saludables. Hemos desarrollado una experiencia de trabajo con los responsables de recursos humanos de un grupo financiero francés, a través de la propuesta de un MODELO CORE de Organización, basado en la Confianza, el Optimismo, la Resiliencia y la Esperanza, los cuatro pilares del capital psicológico, que son claves para mejorar el bienestar y el rendimiento en las organizaciones

Es posible lograr el engagement organizacional a través del desarrollo de emociones positivas y del refuerzo del capital psicológico. De esta forma contaremos con personas con altos niveles de energía, entusiasmo, concentración, compromiso e implicación en el trabajo.

En momentos de cambio organizacional continuo, es imprescindible dotar a las personas de herramientas emocionales y de estrategias que les permitan afrontar la incertidumbre, la complejidad, la velocidad y la ambigüedad que suponen los cambios, para gestionarlos con positividad, confianza y bienestar.

En este taller trabajaremos los siguientes objetivos:

Acelerar los procesos de cambio y hacerlos más positivos y sostenibles

Crear un estado generativo que impulse la creatividad y la innovación

Concebir la organización como un espacio de posibilidades

Compartir, fortalecer y aplicar las aspiraciones colectivas

Crear culturas de aprendizaje apreciativo

Desarrollar el engagement

Fortalecer el Capital Psicológico Positivo individual y organizacional

Fomentar la responsabilidad individual como fuente del cambio organizacional

Construir una organización positiva, feliz y saludable

CONTENIDOS

1)  JOB CRAFTING, COMO DISEÑAR EL TRABAJO PARA SER FELIZ

2) INDAGAR APRECIATIVAMENTE SOBRE EL CAMBIO PARA HACERLO SIGNIFICATIVO

Cuando hablamos de cambio siempre nos preguntamos por lo que hay que cambiar, sin embargo nunca por lo que hay que conservar, lo que hay que mantener, lo que nunca cambia.

Perder de vista lo que no hay que cambiar, no solo nos puede llevar a cometer errores importantes al desechar cosas que están funcionando sino que genera una frustración y resistencia extra frente al cambio. Cada vez que  las personas oyen cambio, lo asocian a esfuerzo, problemas pérdida de valor, porque se enfoca el cambio solo hacia lo nuevo y no a lo que ya existe. Cuando a alguien le dices que hay que cambiar, es como si todo lo anterior dejara de tener valor y esto produce emociones negativas (frustración, desconfianza, desvalorización, tristeza, miedo), que son la principal fuente de resistencia al cambio.

Indagar apreciativamente sobre el cambio supone poner el foco en lo mejor que ya existe y sobre lo que hay que construir el cambio. Supone apreciar lo que existe y darle un lugar preferente en el proceso de cambio. Poner el foco en lo positivo activa las emociones positivas, que son la fuerza energética principal para hacer nacer la motivación para el cambio y sostenerla.

3) LA RUEDA DEL CAMBIO

La Rueda del Cambio es una herramienta de trabajo en equipo ideada por Marshall Goldsmith, que también se utiliza en procesos de cambio en coaching individual y que permite visualizar de forma conjunta todos los aprendizajes surgidos en las fases 1 y 2 de esta propuesta, y plasmarlos en acciones concretas para hacer del cambio una realidad sostenible y significativa.

4) COHERENCIA CARDIACA CORPORATIVA

El Instituto HeartMath de California en Estados Unidos lleva años investigando el impacto positivo a nivel de colectividad del funcionamiento integrado de mente y corazón en las personas, que ellos denomina coherencia cardiaca. Es más señalan que “El único camino para alcanzar la Inteligencia Emocional de forma permanente, es a través de la Coherencia Cardiaca”

La Coherencia es el término usado por los científicos para describir un estado de alta eficiencia psicológica en el cual los sistemas nervioso, cardiovascular, endocrino e inmune están trabajando eficientemente y en armonía. Según estas investigaciones la Coherencia Cardiaca es la base del rendimiento y de la salud óptima en el ser humano, y por tanto el primer paso para lograr el engagement en las organizaciones para hacerlas saludables.

La coherencia cardiaca nos proporciona claridad mental, mayor capacidad para tomar mejores decisiones, mejor preparación para enfrentarnos a situaciones difíciles, y mayor creatividad. La coherencia cardiaca favorece el estado de flujo (Flow) o estado de fluidez descrito por Mihály Csikszentmiháyi que se relaciona con la creatividad, el talento y la felicidad.

En base a todo ello proponemos 4 sencillas dinámicas que pueden llevarse a cabo de manera diaria e individual en cualquier organización por cualquier persona. Con ellas pretendemos potenciar hábitos de coherencia cardiaca individual que se transformen en un estado de coherencia cardiaca corporativa, creando entornos emocionalmente positivos que hagan florecer la creatividad, el talento y el bienestar personal y organizativo.  Se trata asimismo de generar consciencia sobre la capacidad y responsabilidad individual para propiciar cambios positivos en el entorno.

4.1.- Encontrar la serenidad a través de la práctica del Mindfulness

4.2.- Desarrollar la Resiliencia a través de la narración de historias compartidas de Héroes Cotidianos

4.3.- Practicar una mirada Optimista y positiva utilizando una herramienta sencilla de pensamiento positivo denominada “Afortunadamente” que además favorece la búsqueda de oportunidades y la creatividad

4.4.- Fomentar la gratitud a través de la práctica del feedback apreciativo

5) EL GUARDIAN DE LOS VALORES Y NUESTRA HISTORIA DEL CAMBIO

Los valores son el sostén del cambio y de cualquier organización. Los valores aportan sentido, dan cohesión, generan compromiso.

Nuestra propuesta es trabajar el final del taller con un mural de valores personales y organizacionales, en los que cada persona asumirá la responsabilidad y el compromiso de ser guardián del valor que quiere representar para el grupo y la organización.

Con este taller los participantes no solo han vivido el cambio durante el mismo, sino que han aprendido a valorarlo e impulsarlo, han visto sus resultados y su contribución al mismo. Todo ello contribuye sin duda a consolidar la competencia de gestión del cambio, a que el cambio  sea conceptuado como algo positivo a nivel individual y organizacional, y a garantizar su sostenibilidad futura.