Listado de la etiqueta: aprendizaje

Todo el equipo de la Escuela de Mentoring quiere desearos una Feliz Navidad y un 2025 lleno de encuentros inspiradores.

Terminamos un año más cargados de aprendizajes e iniciamos un nuevo año renovando nuestro compromiso con el mejoramiento humano a través del mentoring para seguir, juntos, haciendo crecer el talento.

Queremos aprovechar estos últimos días del año para agradecerte haber formado parte de nuestra comunidad en torno al mentoring, a  pesar de las dificultades seguimos avanzando en construir un mundo de personas realizadas que pueden aportar todo su talento y valor a la sociedad.

¿Qué pasa cuando una sesión de mentoring se convierte en un disparador de tu crecimiento como mentor y como persona?

Una sesión imprevista

Déjame contarte mi historia. Un martes de noviembre de este año tenía programada la sexta sesión de mentoring con una de mis mentees. Me levanté temprano para revisar mis notas sobre las sesiones anteriores y tomarme un espacio para reflexionar y empatizar de manera integral sobre su proceso.

Lorena (nombre ficticio) llevaba meses desempleada y el camino para conseguir un nuevo trabajo estaba siendo bastante complejo, al punto que esto le llevó al mentoring y este ha sido el objetivo de su proceso de mentoring: “Desarrollar herramientas que le permitan ser empleable en menos de 6 meses”. Trabajando sobre dicho objetivo, en el transcurso de las sesiones, descubrió que algunos aspectos de su vida personal repercutían de manera negativa en el logro de este objetivo así que fue ajustando el plan de acción y enfocándose en dichos aspectos.  

Como mentora, sentía alegría por sus progresos y una sensación de tranquilidad y confianza conmigo misma porque ya estábamos al final del proceso y parecía que se iba a cerrar con éxito para mi mentee. Lorena demostraba una mayor autogestión, claridad en sus metas, y una seguridad que le producía la energía suficiente para generar un impacto positivo y favorable como profesional de los recursos humanos. Sin embargo, lo que estaba por pasar en esta sexta sesión nunca lo hubiera imaginado, me cogió por sorpresa y no estaba preparada para lo que me tocó vivir en ella.

Con gran entusiasmo Lorena inició la sesión contándome que había sido convocada a un proceso de selección para el puesto de Jefe de Capacitación en una multinacional del sector retail en Latinoamérica y que ya se encontraba en la etapa final de dicho proceso. Aquí empieza mi aprendizaje como mentora…

Al igual que Lorena, yo también me encontraba desempleada desde hace algunos meses, también estaba buscando trabajo y en ese preciso momento me estaba enterando que había aplicado a la misma posición que mi mentee, pero a mí nunca me invitaron a participar del proceso de selección. Sus palabras me removieron profundamente por dentro. En cuestión de microsegundos, pude notar como mi cuerpo empezaba a paralizarse, mis latidos se aceleraban y la temperatura de mi rostro se elevaba. Sentía un choque emocional y una sensación extraña en el pecho mientras Lorena comentaba los pormenores de todas las pruebas superadas en el proceso de selección hasta llegar a la fase final. 

Lo primero que se me vino a la mente fue “Andrea controla tu expresión facial para que no note el shock emocional que estás viviendo y muestra auténtica alegría por su logro”. En paralelo, pensaba “no me puedo creer lo que me está pasando”, “qué desafíos te pone la vida cuando menos te lo esperas”;  con ironía también pensé “el proceso de mentoring está cosechando buenos frutos para Lorena, pero ahora las dos somos competencia en esta jungla llamada mercado laboral”: dos personas, en la misma situación (desempleadas), experimentando emociones similares (miedos ansiedades relacionados con la falta de trabajo y la búsqueda de empleo), luchando por el mismo objetivo; dos personas unidas a través de un proceso de mentoring, en el que yo era mentora y ella mentee, yo estaba al servicio de ella, de ayudarla a lograr su objetivo, aunque fuera el mismo que el mío. 

Mi propia sesión de mentoring (el automentoring)

En ese específico momento en que ella me transmitía su alegría por estar tan cerca de lograr su objetivo, de lograr el empleo deseado, y yo experimentaba un tsunami emocional, adquirí conciencia de lo que significa ser mentora y tuve muy presente la responsabilidad de mi rol.

Decidí tomar aire, calmarme emocionalmente, centrarme en Lorena y seguir con la sesión. Comprendí que valía la pena celebrar, genuinamente, con ella el logro obtenido y que yo había estado ahí, con ella, durante seis meses acompañándola y ayudándola, precisamente, para eso, para que lograra su sueño: conseguir el empleo deseado; comprendí que todo lo trabajado con ella en las sesiones de mentoring había impactado en su posicionamiento profesional en el mercado laboral; comprendí que ser mentora es realizarse a través de los logros y los éxitos de otros a los que acompañamos.

Todo ello me motivó a dar lo mejor de mí en esta sesión y afrontarla como si yo misma estuviera en esa situación, como si hubiera sido yo quien había logrado avanzar en el proceso de selección, conectando con las emociones que podría estar viviendo mi mentee y olvidándome de las mías. Así que me puse manos a la obra y encaré la sesión tomando posesión de mi rol de mentora, con total consciencia y foco.

Durante la sesión analizamos todos los posibles escenarios que podrían darse durante la entrevista final que iba a tener próximamente, posibles preguntas que podrían realizarle y las respuestas potentes que podría dar; trabajamos su perfil profesional para que pudiera transmitirlo con soltura y efectividad, generando el impacto que deseaba. Realmente entregué mi corazón y todos mis recursos mentales para ayudarla a superar este reto, este último paso hacia el logro de su objetivo. Debí lograrlo porque, tras finalizar la sesión, Lorena me agradeció el tiempo dedicado y todo lo trabajado, indicando que ahora se sentía mucho mejor preparada y con mayor confianza para afrontar la entrevista final.

La sesión terminó, pero mi proceso personal de aprendizaje continuó. En el transcurso de las horas siguientes a la finalización de la sesión se me desencadenó una migraña que duró 3 días, algo excepcional en mí, porque no suelo padecer de dolores de cabeza. A la misma le acompañó un fuerte dolor en la espalda y el cuello y muchos cuestionamientos respecto a mis propias capacidades y valoración profesional: “tal vez no soy atractiva para el mercado” “qué es lo que me falta para ser más atractiva” “porque no me llaman a mí ¿qué tengo de malo?”

Fue un momento doloroso que jamás había experimentado y que no era consciente de todos los significados ocultos que albergan en mí. Tal vez a otro mentor no le hubiese generado el mismo nivel de impacto que a mí, pero yo estaba pasando por un proceso de transformación personal, que aún no tenía identificado hasta ese día. Soy un ser humano que arrastra una historia de vida, patrones de crianza, ideas irracionales, etc., que me han impedido mostrar todo lo que puedo aportar como profesional de la gestión del talento. La situación vivida con Lorena, en su sexta sesión de mentoring, abrió de golpe varios de estos temas por resolver.

A pesar de todo este proceso interno propio, pude tomar distancia y, superada la confusión y la vulnerabilidad, contemplar la situación con mayor objetividad: la experiencia de mi mentee, a diferencia de la mía, estaba mucho más alineada con los requisitos del puesto y era lógico que la contrataran a ella y no a mí. Darme cuenta de ello me ayudó a desenredar mis pensamientos, a tomar perspectiva, me fui tranquilizando y la migraña se fue.

Cuando necesitas aprender algo la vida te envía a tu maestro.

Acompañar a personas a autorrealizarse es un camino complejo y de mucha responsabilidad, mientras uno mismo está luchando sus propias batallas para lograr dicha autorrealización. Con mis estudios y años de experiencia en psicología y desarrollo personal, puedo afirmar que nada me preparó para esta situación, pero agradezco haberla vivido porque comprendí el real significado de lo que es acompañar a otros a través del mentoring. Esta es mi vocación y mi propósito: ayudar a otras personas a ser felices, a estar en armonía, a encontrar sus propósitos y alcanzarlos. Esta vivencia con mi mentee también me ha servido para darme cuenta que hoy más que nunca tengo que estar muy conectada con mi lado humano y con todo lo que ello implica (miedos, valores, sueños, inseguridades, bloqueos, etc.), respetarlo, amarlo y cultivarlo para llegar a ser la persona y la mentora que visualizo ser.

Una gran reflexión que me llevo de esta experiencia es que la mejor escuela que existe para ser mentora son las situaciones que la vida te pone para aprender a crecer como persona y como profesional; las mejores clases son las sesiones de mentoring y los mejores maestros nuestros mentees. Cuando necesitas aprender algo, la vida te envía el maestro, solo tienes que saber reconocerlo y brindarle apertura. En mi caso, Lorena fue mi maestra y la lección fue que un mentor no debe dar nada por sentado, no debe pecar de exceso de confianza, ni pretender tenerlo todo controlado. 

La mentalidad de principiante y la apertura a la experiencia es la mejor actitud para ser mentora y para mejorar sesión a sesión, mentee a mentee, proceso a proceso. Estar abierto a lo desconocido, a lo retador, dejar que las experiencias que surgen en las sesiones te movilicen, abrazar tus propias luchas personales y aprender de ellas te da un equipaje de recursos único para luego movilizar a otros a superarse y lograr sus metas.

Ser consciente de tus emociones y pensamientos en la sesión, apartarlos momentáneamente para concentrarte en tu mentee, ser empática, ponerte en su lugar, olvidarte de ti durante la sesión para acompañar con plenitud a esa persona, conectar con tu propósito como ancla para autorregularse emocionalmente y llevar a buen término la sesión, son otros de los aprendizajes que me ha traído esta experiencia. 

Es muy probable que Lorena no se haya percatado de esta situación que yo viví con ella en la sesión; finalizaremos en unas semanas el proceso de mentoring y ella seguirá con su vida con nuevos y mejores recursos para seguir avanzando y haciendo realidad sus aspiraciones. Es probable que, en algún momento, se acuerde de mí, de nuestras conversaciones profundas en las sesiones, de los insights maravillosos que generaron en ella o, quizás, me olvide por completo porque la vida sigue y yo he sido un puente en su camino. Pero, para mí, esta experiencia marcó mi camino y nunca la olvidaré porque en cuestión de segundos pasé a ser mentora y mentee a la vez, sintiendo y trabajando mi propio proceso, aprendiendo de Lorena, aprendiendo de mí misma y aprendiendo del mentoring, del proceso de acompañar a otros como mentora. 

Esta experiencia forma parte de mi proceso de certificación como mentora, en ella he integrado en un instante todas las lecturas, todos los ejercicios realizados, toda mi experiencia y conocimientos previos, todos los feedbacks que recibo de mi mentora para llevarlos a otros niveles de reflexión, de autoconocimiento y consciencia. Ese nivel que quiero me conduzca a la excelencia como persona y como mentora. Por eso he querido compartirla, porque escribir sobre ella me ha ayudado a extraer más aprendizajes y porque espero que otros mentores puedan tomarla como una pequeña píldora de reflexión y aprendizaje en sus propios viajes en el mundo del mentoring.

Una vez decides transformarte en mentor ¡nunca dejarás de aprender, así que disfrútalo! Es un regalo para tu vida y para la de los demás.

Autora: Andrea Castillo Faura
Mentora en Certificación con la Escuela de Mentoring

Andaríamos mejor si no fuera porque hemos construido demasiados muros y no suficientes puentes. Dominique Georges

¿Por qué necesitamos puentes?

Los puentes, desde antiguo han sido indispensables para el desarrollo de la vida. Porque en la vida, cuando queremos avanzar y lograr un objetivo, aparecen obstáculos en el camino y para sortearlos el ser humano ha ideado la construcción de los puentes.

Un puente es un símbolo de la motivación, la inteligencia y el esfuerzo del ser humano:

-La motivación por querer alcanzar algo que está más allá de nosotros, por superarnos, por ampliar nuestros horizontes vitales. 

-La inteligencia de buscar como pasar desde donde estamos hasta donde queremos estar, de buscar la mejor manera de hacerlo, de construir la solución que nos permite realizar ese tránsito con fluidez y eficacia. 

-El esfuerzo por construir las estrategias que nos ayudarán a superar las dificultades, contratiempos y obstáculos del camino y perseverar en seguir caminando. 

El puente simboliza el triunfo de la voluntad humana, del deseo de superarnos y del coraje y el compromiso de hacerlo. Es la victoria del ser humano sobre las circunstancias.

El mentor como puente

El desafío de llegar al otro lado es amenazante, arduo, nos pone a prueba continuamente y resulta mucho más difícil y doloroso cuando no se cuenta con apoyos para afrontarlo. Afloran muchas emociones como la rabia, el miedo, la frustración, la desesperanza, la desmotivación, y la impotencia. Por eso no es lo mismo cruzar al otro lado solo que acompañado, no es lo mismo hacerlo acompañado por cualquiera, que acompañado por alguien que sabe lo que hay al otro lado, que ya ha cruzado muchos puentes. 

Muchas personas pueden estar  en un momento de su vida en el que buscan acceder a su primer empleo o mejorar el actual para hacer realidad sus aspiraciones profesionales y personales. A veces ese primer empleo o esa mejora de empleo también es un puente para una vida mejor: poder independizarse de los padres, crear una familia, tener casa propia, ir a vivir al extranjero, cumplir algún otro sueño, disfrutar de una vida más tranquila y holgada económicamente. 

En este camino un mentor ayuda a construir puentes y a caminar por ellos para lograr  metas, porque él ya ha pasado por ahí: ya sabe lo que es buscar y lograr el primer empleo, lo que es toma la decisión de dejar el actual para encontrar otro mejor; sabe lo que es cambiarse de ciudad para mejorar profesionalmente, arriesgar una situación laboral cómoda por perseguir un sueño, comenzar en una nueva empresa o en un nuevo puesto de trabajo.

Porque ha atravesado muchos puentes con éxito ha podido acumular todas esas vivencias, conocimientos, información, experiencia, recursos, contactos y habilidades que va a compartir con otros para que puedan llegar al otro lado del puente con más seguridad, confianza, rapidez, eficacia y éxito.

Un mentor te ayuda a ver donde no ves

Imagina que vas solo de noche por una carretera con el objetivo de llegar a casa y solo puedes utilizar las luces cortas del coche. ¿Cómo te sentirías? ¿Cuánto tardarías? ¿Cuánto aumentarían las posibilidades de tener una accidente? 

Las luces largas son los mentores, nos ayudan a ver donde no vemos. Saben encenderlas y apagarlas cuando corresponde. Ver donde no vemos es muy importante para tomar buenas decisiones porque si no estarán limitadas por nuestro conocimiento actual, el que tenemos a la entrada del puente. Pero para vivir bien hay que tener información adecuada y esos son los puentes que crea el mentor.

Los puentes que ayuda a construir y cruzar un mentor

  • Pasar de la dispersión y la duda al foco, de no tener claro lo que quieres, de no saber hacia dónde encaminarte profesionalmente, a qué puesto o empresas postular, a tener claro dónde está tu sitio y cómo llegar a él.
  • De la inconsciencia a la consciencia, al autoconocimiento sobre tus fortalezas, potencial y talento y dónde puede aportar más y saber como mostrarlo a las empresas que te interesan. También a ser conscientes de tus historias y tus guiones de vida y como influyen en tus expectativas, relaciones, actitudes y comportamientos para que no te gobiernen. Es bastante habitual que los mentees se den cuenta de como su perfeccionismo o su alto nivel de exigencia les hace ser rígidos y que esta actitud choca con la flexibilidad y la versatilidad que hoy quieren las empresas.
  • De una visión corta a una visión ampliada, de verte solo como periodista, porque has estudiado esa carrera y trabajado en medios de comunicación a vislumbrar que también puedes trabajar en departamentos de comunicación de las empresas e, incluso, llegar a ser director de comunicación de alguna de ellas.
  • Del desconocimiento al conocimiento, como por ejemplo conocer que es lo que valoran más las empresas en una entrevista de selección y como responder a determinadas preguntas para hacerles ver eso que valoran. 
  • De la limitación a las posibilidades, aprendiendo a identificar oportunidades y aprovecharlas. Desde hace 3 años desarrollamos un programa de mentoring para investigadores pre-doc con IMDEA ENERGÍA para prepararlos A dar el salto al mercado de trabajo tras lograr presentar su tesis doctoral y convertirse en doctores. Al inicio del programa casi todos se enfocan en buscar trabajo en institutos de investigación similares a IMDEA y nadie se plantea hacerlo en empresas, los mentores les ayudan a ver todas las posibilidades que hay para investigadores en el mundo empresarial y cómo acceder a él.
  • De la inacción a los resultados, cambiar el perfil de linkedin, hacerlo más atractivo y comenzar a ser visibles para quienes pueden contratarnos es una pequeña acción que puede cambiar tu futuro profesional.
  • De la idealidad a la realidad, porque muchas veces idealizamos trabajos y puestos y sufrimos un choque con la realidad cuando accedemos a ellos, que nos hacen tardar mucho tiempo en adaptarnos a ellos o darnos cuenta de que no son los adecuados para nosotros.
  • De la incompetencia a la competencia, desarrollando habilidades como presentarse a diferentes personas en un evento de networking, a través de la experiencia y el ejemplo del mentor.
  • De la oscuridad a la visibilidad, porque un mentor sabe como hacer visible tu talento, dónde hacerlo brillar.

El mentoring es acción

El mentor ayuda a construir el puente: a que los mentees establezcan objetivos claros, a que se conozcan mejor para saber mostrar todo su talento, a aprender a gestionar el estrés, afrontar situaciones difíciles, ser resilientes, gestionar la motivación, a entender el entorno de las empresas, del mercado laboral y saber como moverse en él para tomar decisiones sabias. 

Las sesiones y conversaciones con el mentor sirven para construir todos esos puentes y para estar más preparados para atravesarlos. También acompañará en el camino, pero el camino, el puente lo tiene que cruzar el mentee.

El mentoring es acción, son conversaciones que se transforman en decisiones, decisiones en acciones y acciones en resultados. La conversación la facilita el mentor, pero la acción la tiene que poner en práctica el mentee. Si no lo hace, si no experimenta, si no se reta a hacer cosas nuevas y diferentes, si no pasa a la acción, nunca lograrán cruzar el puente y lograr sus metas. Los mentores no son conseguidores, son facilitadores. No consiguen trabajos, ayudan a encontrarlos.

El puente más difícil de cruzar

Dentro de ese camino ayudan a cruzar el puente más difícil de atravesar, que no suele estar fuera, sino dentro de nosotros. Es el puente que nos hace dejar el miedo atrás para invertir todo nuestro tiempo, esfuerzo, recursos y energía en alcanzar aquello que amamos.

El puente más difícil de cruzar es el que va del miedo al amor. El puente entre eso que deseamos y queremos, pero no conocemos, esto que está por vivir, por crear, por lograr (lo nuevo) y lo que tememos perder, lo que somos, lo que nos cuesta dejar atrás, lo que conocemos (lo viejo) y también lo que tememos no lograr, no llegar a ser, no llegar a vivir. 

Si yo no hubiera cruzado el puente de autopublicar mi primer libro en Amazon, que llevaba un año encerrado en un cajón, hoy probablemente no estaría trabajando en más de 14 países diferentes, con grandes multinacionales, fundaciones y entidades públicas, no habría publicado 3 libros más, varias guías y un estudio de impacto socio-económico del mentoring. Si no me hubiera apoyado en un mentor para hacerlo a lo mejor nunca lo hubiera cruzado o habría tardado mucho más tiempo. 

Se lo que es el miedo a no poder lograr eso que es lo que más quieres, en mi caso escribir, publicar libros y compartir lo que significa el mentoring en la vida de una persona. Sé lo difícil que es atravesar determinados puentes, se lo que es contar con el apoyo y guía de un mentor para hacerlo, por eso los he buscado y los sigo buscando en mi vida cuando necesito pasar al siguiente nivel. Por eso creo tanto en el valor del mentoring y me dedico a compartirlo con otros. 

Al final del puente

Hace una semanas una mentee, participante en uno de los programas de mentoring que se expusieron en Bilbao Mentoring Conference, definió su experiencia con su mentora y su proceso de mentoring como: aliento y empoderamiento. El aliento es lo que tendrá cada mentee al comienzo del proceso y en cada paso del camino para cruzar el puente y empoderamiento será lo que experimentará al llegar al otro lado, al lograr su meta al final del proceso. 

El mentor experimenta lo que significa trascender, renacer a través de otro, renovarse como persona a través de las decisiones y los logros de otro, lo que es dejar huella, plantar una semilla y verla crecer. Lo que es ser parte del cambio.

Experimentar el poder de atravesar el puente, de vencer obstáculos, de descubrir nuevas posibilidades en uno mismo, de lograr lo que te propones es transformador, para el mentee y para el mentor, empodera y permanece como un aprendizaje que nunca se olvida.

Dicen que quien construye un puente gana la inmortalidad, porque el puente seguirá siempre ahí, resonará en el mentee en cada experiencia y nuevo reto a enfrentar y en el mentor cada vez que acompañe a construir nuevos puentes. 

Un proceso de mentoring es un puente que unirá a mentor y mentee de por vida, porque es una experiencia compartida, genuina, única, gratificante, enriquecedora y empoderadora.

Al final del puente hay muchos aprendizajes, mucha motivación, mucha resiliencia, mucho fortalecimiento y crecimiento como persona y una inteligencia expandida que nos ayuda a caminar por la vida con más fluidez y confianza. 

Somos la suma de los puentes que construimos, los puentes que cruzamos y las personas que nos han ayudado y ayudaremos a atravesarlos. 

Autora: María Luisa de Miguel

Directora de la Escuela de Mentoring

En un mundo cada vez es más individualista ser mentor es un acto revolucionario porque ejemplifica valores como la generosidad, la solidaridad, la cooperación, el cuidado de unos a otros y el valor de la relación para progresar juntos. 

En un proceso de mentoring la transmisión de información, conocimiento y experiencia es importante, pero lo es aún más la construcción de una relación en la que se siente aprecio,  reconocimiento, confianza, seguridad psicológica y empatía. 

No lo digo yo, lo dicen 3745 personas, mentees y mentores, participantes en el Estudio de “𝙀𝙫𝙖𝙡𝙪𝙖𝙘𝙞𝙤́𝙣 𝙙𝙚𝙡 𝙄𝙢𝙥𝙖𝙘𝙩𝙤 𝙎𝙤𝙘𝙞𝙤𝙚𝙘𝙤𝙣𝙤́𝙢𝙞𝙘𝙤 𝙙𝙚𝙡 𝙋𝙧𝙤𝙜𝙧𝙖𝙢𝙖 𝙈𝙚𝙣𝙩𝙤𝙧𝙞𝙣𝙜 𝙙𝙚 𝙖𝙥𝙤𝙮𝙤 𝙖𝙡 𝙚𝙢𝙥𝙧𝙚𝙣𝙙𝙞𝙢𝙞𝙚𝙣𝙩𝙤”, promovido por Youth Business Spain. Para los mentees, emprendedores y empresarios, la mayor satisfacción con el mentoring se da con respecto a la relación creada con la persona mentora y su empatía para entender sus circunstancias y adaptarse a ellas a la hora de guiarlos, por encima de otros aspectos como la transmisión de conocimientos y experiencias. Esa relación, basada en la conversación empática y reflexiva les ayuda a tomar mejores decisiones para su vida y para su empresa.  

Asimismo, más del 75% de mentores señalan que acompañar a emprendedores a través del mentoring ha contribuido mucho a mejorar su empatía y su capacidad de establecer mejores relaciones con otras personas. 

La semana pasada, en Barcelona, un mentor compartió, con cierta frustración e inquietud, que en alguna sesión de mentoring se había sentido poco útil, porque había aportado muy poco a su mentee, ya que se había limitado a escucharle y el mentee tras haber compartido sus inquietudes y problemas había encontrado él sólo la solución. 

Yo le dije :“solo no”, contigo, porque tu estabas ahí, acompañando y escuchando; porque con tu escucha atenta le diste un espacio para expresar sus inquietudes; con tus silencios le diste un espacio para escucharse y repensar; y de todo ello surgió una solución, dándole así el espacio para ser creador de la misma, protagonista de su historia de superación.

Le damos mucha importancia al hablar y poca al estar, mucha importancia al saber y poca al ser y mucha importancia al hacer y poca al acompañar. Ser, estar, acompañar, escuchar, conversar, compartir historias de vida, aprender juntos, todo eso nos enseña el mentoring. 

La experiencia no compartida es una experiencia empobrecida, porque le falta la riqueza de la mirada del otro:  no es lo mismo el autoconocimiento surgido a través de una conversación con un mentor, que aquel que obtenemos tras leer un libro o realizar un test; no es lo mismo conseguir el logro de un objetivo, que la experiencia de compartir ese logro con tu mentor. 

Cuando conversamos sobre nuestras vivencias y experiencias volvemos a vivirlas, a revivirlas, a repensarlas, a dotarlas de otro significado y sentido y a convertirlas en aprendizaje. Es en ese diálogo en el que se conectan las experiencia de dos personas diferentes donde surge lo impensado y nos transformamos mutuamente. 

Las buenas relaciones son terapéuticas. Maslow. 

Una relación de mentoring no es solo un trasvase de información, consejos y soluciones prácticas, es un espacio en el que el mentee puede aliviar su malestar, superar conflictos internos y externos, rebajar su nivel de estrés y aprender a manejarlo, encontrar una orientación y dirección para sus decisiones y su vida, sentirse apreciado, reconocido, acompañado. Todo ello es vital para que pueda pensar mejor y tomar decisiones más sabias, que mejorarán su vida. Las relaciones de mentoring son terapéuticas.

Si, como también dijo Maslow, una buena sociedad es aquella en la que se fomentan e impulsan las buenas relaciones humanas, sin duda, todos los que estamos comprometidos con el mentoring estamos contribuyendo a mejorar la sociedad, poniendo en valor las relaciones a través de la conversación reflexiva y la escucha empática. 

Discurso bienvenida VII Edición Bilbao Mentoring Conference 25 Noviembre 2024.

Autora: María Luisa de Miguel Corrales

Directora Científica Bilbao Mentoring Conference

El próximo 12 de Diciembre, nuestra Directora Ejecutiva, Mª Luisa de Miguel, impartirá una conferencia sobre “Mentoring, un puente a tu futuro profesional” dentro de la jornada de Inauguración de la 6º Edición del Programas de Mentoring Deusto Alumni, que se llevará a cabo durante el 2025.

La jornada se llevará a cabo en la Universidad de Deusto, en Bilbao a las 18:00 y contará con varias actividades:

-Presentación a cargo de Jesus Riaño, Director de Deusto Alumni

-Conferencia «Mentoring, un puente a tu futuro profesional» a cargo de Maria Luisa de Miguel, Directora de la Escuela de Mentoring a las 18:05 horas

-Entrega de Diplomas a los mentores y mentees de la 5º Edición del Programa de Mentoring Deusto Alumni

– Networking entre todos los asistentes a partir de las 19:15 horas.

📍Estamos muy contentos de ser parte de esta celebración y dar arranque a la 6º Edición del Programa de Mentoring Deusto Alumni, que llevamos desarrollando desde sus inicios.

➡️ El evento está abierto a todos los interesados en participarnen el programa como mentor@s y como mentees y a todas aquellas personas interesadas en el mundo del mentoring.

𝗜𝗻𝘀𝗰𝗿𝗶𝗽𝗰𝗶𝗼𝗻𝗲𝘀 en: https://acortar.link/3m4ABJ

La Escuela de Mentoring ha venido colaborando desde hace años en diversos programas de mentoring para el desarrollo profesional de jóvenes con estudios superiores, favoreciendo su empleabilidad, desarrollo de habilidades, acceso a oportunidades de empleo y mejora profesional,  con excelentes resultados.

El programa de mentoring de Deusto Alumni tiene como objetivo dotar de autonomía y empoderamiento a estudiantes de último curso y alumni que están comenzando su carrera profesional (mentees), acompañados por alumni referentes en su sector y con la voluntad de compartir, de manera altruista, su experiencia, conocimientos y apoyo en su desarrollo profesional (mentores/as). Nuestra labor en la Escuela de Mentoring es acompañar a mentores y mentees en su formación inicial, así como en la supervisión de los procesos de mentoring a medida que se van desarrollando las sesiones entre mentores y mentees.

 

 

El próximo 3 de Diciembre, las entidades participantes (Fundación Tomillo, Fundación Nantik Lum, Fundación Incyde y Autoocupació) en el proyecto europeo promovido por The European Microfinance Network, desarrollan una sesión formativa para los mentores y mentoras participantes en el mismo, con el objetivo de aprender a impulsar la resiliencia de sus mentees (emprendedores y emprendedoras), especialmente, en los casos en que atraviesan situaciones complejas y dificultades en sus negocios.

El Taller será impartido por nuestra mentora acreditada Ana Sanjuan, experta en Inteligencia Emocional, en formato virtual de 16:30 a 18:00.

Los mentores y mentoras participantes en la sesión aportan un acompañamiento voluntario y altruista a las personas emprendedoras que participan en este programa, cuyo objetivo es dar apoyo a negocios que estén que estén en una situación compleja, abordando aspectos de resiliencia financiera, personal y del negocio. El programa estará vigente de septiembre de 2024 a septiembre de 2025.

Durante la jornada abordaremos los siguientes contenidos:

-16 situaciones para trabajar la resiliencia a través de un enfoque amplificante: empatizar, ampliar mirada, retar.

-Fuentes de la resiliencia y como activarlas en la persona emprendedora. El oráculo de la resiliencia.

-Desarrollar una personalidad resistente en la persona emprendedora.

Estamos encantados de seguir contribuyendo a la mejora de la capacitación de las personas mentoras que acompañan a emprendedores y emprendedoras que quieren consolidar sus negocios.

La Escuela de Mentoring ha venido colaborando desde hace años en diversos programas de mentoring para el apoyo al emprendimiento con excelentes resultados. Recientemente hemos elaborado, junto al equipo de investigadores universitarios pertenecientes al Observatorio Mundial del Emprendimiento en España el estudio de «Evaluación de Impacto SocioEconómico del Programa de Mentoring de Youth Business Spain» durante los años 2018 a 2022. El programa tiene como objetivo apoyar el emprendimiento y la consolidación de pequeñas y medianas empresas y se lleva a cabo desde el 2013 en todas España, gracias al trabajo de una red de entidades sociales de apoyo al emprendimiento, presentes en las diferentes Comunidades Autónomas, que forman parte de la Comunidad YBS.

 ¿Somos mentores nadadores o mentores buceadores?

En una sesión de supervisión con mentores, un mentor me pidió una herramienta para ayudar a los emprendedores a delegar mejor, ya que era una dificultad que surgía con frecuencia en las sesiones con mentees, cuyas empresas habían crecido y contaban con una plantilla de más de 10 personas. 

Podría haberle explicado muchas de las técnicas que utilizo para delegar, o que usamos en las formaciones y procesos de mentoring de la Escuela y, seguramente, le hubieran resultado útiles. En lugar de eso, le pregunté ¿qué le pasa exactamente a tus mentees con la delegación? ¿qué es lo que les cuesta exactamente a la hora de delegar? ¿cómo están delegando? ¿cómo se sienten delegando? No supo responderme a la mayor parte de estas preguntas, porque no se las había hecho nunca a los mentees, había optado por explicarles como delegar, en base a su experiencia o a las técnicas que conocía.  

Esta historia muestra la diferencia que puede marcar un mentor en las sesiones de mentoring: quedarse en la superficie o profundizar, esta es la diferencia entre ser útil y ser trascendente, lo cual impacta en el tipo de aprendizaje que experimenta el mentee:

  • Un aprendizaje útil que genera satisfacción

Aportar una solución, una demostración de cómo «yo mentor» lo hago, cómo «yo mentor» delego, darle una herramienta o una de las múltiples técnicas que existen para delegar es útil y seguramente satisface la necesidad inmediata del mentee de hacer algo con lo que le pasa: dificultades para delegar. 

Pero, también, es bastante probable que no solucione esa dificultad, pues cuando el mentee ponga en práctica la técnica o herramienta para delegar con sus colaboradores comenzarán a surgir otras dificultades que están bajo la superficie: no encuentra el momento de hacerlo o lo procrastina, lo intenta pero no se siente cómodo con algunas de los pasos que se indican en la herramienta, la usa pero no funciona porque su equipo no para de preguntarle como hacer cada tarea que les delega y al final se desespera y acaba realizando las tareas que delegó.  

Sin embargo, cuando profundizas en ¿qué le pasa al mentee con lo que le pasa? ¿qué le pasa al emprendedor con la delegación de tareas? no a su equipo, no con la herramienta o técnica en sí, sino con el hecho de delegar y lo que se deriva de ello, es cuando comienzan a emerger otras dificultades más profundas: no confía en su equipo, cree que no lo van a hacer tan bien como él, no tiene paciencia para explicar las cosas y repetirlas, cuando las personas de su equipo le transmiten dificultades o quejas, se siente cuestionado y las evita asumiendo el control y realizando las tareas que delegó.  

¿Que te hace no confiar en tu equipo? Es una de esas preguntas que un mentor hace para bucear en las profundidades de las vivencias internas del emprendedor. Lo que puede aflorar a la superficie, tras esta inmersión, son cosas como no me gusta depender de nadie, me siento más seguro cuando tengo el control total de las cosas. 

Es ahí donde las dificultades para delegar (superficie) se convierten en una “necesidad de control” sin la que se siente inseguro. El solo hecho de de hacer aflorar esto ya es un aprendizaje significativo y trascendente para el emprendedor y lo será mucho más cuando trabaje sobre ello en las sesiones y lo supere, porque, probablemente, esta “necesidad de control” lleva afectándole durante toda su vida y en muchos ámbitos de la misma. Cuando se enfrente a delegar desde su «necesidad de control» y supere o aprenda a gestionar de otra forma esta necesidad toda su vida va a cambiar y también va a cambiar la persona que es: pasará de ser una persona controladora a ser una persona que confía en el talento de su equipo, que confía en las personas, que sabe apoyarse en ellas para avanzar en la vida. 

Pasar de no delegar a delegar bien es un paso importante. Pasar de ser una persona controladora a una persona que confía en el talento de los demás para lograr cosas juntos es una transformación. 

Mentoring es mucho más que transmitir conocimientos y experiencias, es desarrollar la sabiduría.

Desde antiguo la práctica del mentoring está vinculada al desarrollo de la sabiduría, que es el escalón más elevado de la escalera del aprendizaje, según Norman Longworth, uno de los mayores expertos mundiales en Lifelong Learning; el nivel más elevado de inteligencia, según Robert Sternberg, uno de los psicólogos más reputados en temas de inteligencia y que tiene un libro dedicado a la Sabiduría, y de Howard Gardner, el padre de las inteligencias múltiples.

Podríamos decir que es una inteligencia holística, en el sentido que integra diversos saberes, los propios y ajenos, el autoconocimiento, la empatía y el conocimiento contextual, lo emocional, intuitivo y racional, los efectos en el corto y el largo plazo, las diferentes dimensiones de una situación o solución. Es un saber integrador.

Hoy en día desarrollar la sabiduría es más importante que nunca porque el funcionamiento del mundo es cada vez más complejo como consecuencia de los avances tecnológicos y científicos, la globalización, el cambio constante, la diversidad, lo cual exige más sofisticación cognitiva para gestionarlo. 

En un mundo cambiante el conocimiento se queda obsoleto y deja de servir, la sabiduría no.  Zygmunt Bauman.

El ritmo de vida que tenemos y el uso de la tecnología está mermando nuestra concentración y alterando nuestra capacidad de atención, con lo que el pensamiento es cada vez menos profundo. El psiquiatra Augusto Cury considera que el mal de este siglo es «el pensamiento acelerado», que lo padecen entre el 70% y el 80% de la población: el exceso de información, la multitarea y el estrés han vuelto ansiosa a nuestra mente, que se acelera y nos vuelve impulsivos en la toma de decisiones y en nuestros comportamientos. 

Cuando no pensamos bien tomamos decisiones aceleradas, adoptamos soluciones rápidas, que no siempre son las más efectivas y sostenibles en el tiempo. Desarrollar la sabiduría, el pensamiento pausado y profundo se vuelve vital. 

Alquimia conversacional para desarrollar la sabiduría

¿Cómo desarrollamos la sabiduría del mentee? ¿Cómo impulsamos aprendizajes significativos? A través de un patrón conversacional que el mentor debe aplicar y repetir en cada sesión de mentoring para potenciar aprendizajes significativos y transcendentes.

1.- Crear el clima emocional necesario que aporte seguridad y apertura

Utilizando preguntas abiertas y exploratorias al inicio de la sesión, como ¿qué tal estas? ¿cómo te ha ido desde la anterior sesión? ¿cómo te ha ido con …. (los compromisos de acción que surgieron en la anterior sesión)?

Incorporando los silencios para facilitar el desahogo emocional, para hacer emerger la agenda oculta del mentee, que muchas veces actúa como un diálogo paralelo que distorsiona la comunicación: sus preocupaciones, sus malestares, los problemas que ha tenido, sus inquietudes, ansias, ideas.

Escuchar, sin interrumpir, sin juzgar o cuestionar. Escuchar de forma empática y profunda teniendo en cuenta que cada mensaje que una persona nos comparte encierra 4 tipos de mensaje:

un mensaje sobre el contenido, sobre lo que se informa (datos, hechos, descripciones).

un mensaje sobre las emociones que están presentes, es decir, cómo se siente respecto a lo que nos está contando, cómo lo está viviendo internamente. 

un mensaje sobre las motivaciones, sobre lo que realmente quiere lograr el mentee, lo que de verdad le importa, valora, le mueve.

un mensaje sobre la identidad, sobre quién es esa persona, desde dónde habla, quién es, qué rasgos revela de su personalidad, cuáles son sus valores, sus creencias, la forma en que se ve a sí misma.

El desahogo de la fase inicial de la conversación de mentoring facilita al mentee el sosiego emocional sin el que es imposible tener claridad mental para pensar y crear. Al mentor le ayuda a comprender ¿qué le está pasando realmente al mentee con…? 

2.- Indagar apreciativamente

Utilizar preguntas al hilo, preguntas que enlazan con lo que acaba de responder el mentee y recogen sus sentires, sus palabras, sus motivaciones.  

Preguntas provocadoras, que le ayudan a mirar hacia otro lado, hacia un lugar en el que nunca ha mirado, porque es ahí donde están los aprendizajes. Por ejemplo ¿qué podrías dejar de hacer para delegar mejor?. Esta pregunta provoca pensar en ¿qué dejar de hacer? algo que habitualmente no nos planteamos en los procesos de aprendizaje, cambio y desarrollo, porque nos enfocamos demasiado en hacer cosas nuevas, hacer más, aprender más, aplicar una nueva técnica, en lugar de «dejar de hacer». 

Las preguntas son facilitadoras del pensamiento para transformarlo en acción. Cada pregunta provoca diferentes procesos mentales. Hay preguntas para hacer pensar, para elevar el nivel de consciencia, para reflexionar, para propiciar el autoconocimiento; preguntas para desbloquear estados emocionales o mentales, para fijar metas y objetivos, para decidir; preguntas para ampliar la visión, para generar ideas, preguntas para buscar recursos dentro o identificar oportunidades fuera. 

Para preguntar bien hay que escuchar bien.

3.- Enfocar y focalizar

La efectividad de una conversación de mentoring se logra cuando el mentee se centra en un tema a trabajar en la sesión, que está relacionado con el objetivo del proceso. Una vez se ha producido el desahogo emocional y surgen varios temas de interés en el mentee es importante plantearle ¿cuál de ellos quieres trabajar en esta sesión? y mentenerle focalizado en él. 

Adicionalmente, el mentor puede utilizar diversas estrategias, como la técnica 3R,  propuesta por Judith E. Glasser: replantea, reenfoca y reorienta, para que el mentee no se instale en la queja, la responsabilidad de los demás, lo negativo, el pasado y puedan avanzar hacia la búsqueda de soluciones.

Replantea los mensajes negativos de forma positiva: “No soy capaz de hacer entender a mi equipo lo importante que es cumplir las normas de calidad de la empresa”. ¿Qué te ayudaría a lograr que lo entendieran?

Reenfoca la conversación hacia el objetivo: ¿En qué medida esto que comentas contribuye a resolver la situación planteada? 

Reorienta hacia el futuro, la acción, la responsabilidad personal, cuando la conversación se quede bloqueada en el pasado, las emociones negativas, la queja o en los demás que no están en esa conversación: Mis clientes no valoran el servicio que les doy ¿Qué podrías hacer tu para que lo valoren? 

4.- Estimular la creatividad 

Las ideas del emprendedor que andan rondando su cabeza pero no se atreve a verbalizar, o se ha olvidado de ellas, necesitan espacio para abrirse camino. El trabajo que hace el mentor en las 3 fases anteriores facilita ese espacio que la creatividad necesita para emerger y mostrarse. En ellas el mentor actúa como Sócrates, despejando la maleza de la mente para alumbrar la verdad que cada uno lleva dentro.

La creatividad se favorece con preguntas del tipo ¿Qué podrías hacer en esta situación? ¿Cómo podrías afrontar este reto? ¿Qué otra cosa podrías hacer que no hayas probado hasta ahora? ¿Qué se te ocurre que podría funcionar?  También se pueden utilizar las hipótesis, planteando situaciones o posibilidades que el otro no ve e invitarle a analizarlas: ¿Qué pasaría si pudieras………? ¿Cómo sería si…?  

Las conversaciones tienen que ser creadoras, tienen que generar una nueva posibilidad, una nueva idea, una nueva alternativa, una nueva perspectiva. El estímulo de la creatividad es fundamental para reforzar el empowerment de las personas, cuando sienten que son autoras de sus propias soluciones logran la confianza necesaria para usarla en otras ocasiones. 

5.- Ampliar el pensamiento

Muchos mentores se impacientan con tanta pregunta, con tanta escucha, con tanto esperar a aportar su conocimiento y experiencia. Además de que la experiencia y el conocimiento no sirven solo para transmitir o instruir, sino que sirve para hacer buenas preguntas, un buen mentor se caracteriza por saber cuando aportamos su experiencia, sus ideas o su conocimiento. 

Todas ellas deben ir siempre por detrás de las del mentee, después de haber estimulado su pensamiento, de hacerle reflexionar sobre su experiencia, de generar su propio conocimiento, sus propias respuestas e ideas. Un mentor complementa o completa al mentee, no lo sustituye, por eso es importante que primero se esfuerce por conocer al mentee, por estimular al máximo todos sus recursos, que los ponga en juego, ver hasta dónde llega si le retan y dónde no llegue y sea necesario el mentor amplía y complementa. 

El mentor con sus aportaciones ampliar el pensamiento, la inteligencia y la mente del mentee, después de  haber ensanchado, previamente, esa mente, estimulando su creatividad.

En el proceso de ampliar el pensamiento podemos intervenir ayudando a concretar, pidiendo ejemplos más específicos, realizando preguntas del tipo ¿Cual sería un ejemplo de esto que te pasa o que describes? ¿Exactamente qué significa esto para ti? Ejemplo, si el mentee comparte «tengo problemas con mi equipo para que se adapten al nuevo sistema de trabajo que hemos implantado con el CRM.» El mentor puede preguntar ¿Con cuántas personas del equipo se está dando el problema? ¿Qué problema se están dando exactamente? 

En el mundo de lo abstracto, lo genérico y lo intangible no se puede pensar con claridad ni decidir con seguridad.

El mentor también puede aportar compartiendo experiencias, conocimientos, información, ejemplos, historias, puntos de vista, recursos, ideas y retroalimentación. También ayudando a ampliar la perspectiva, utilizando  ¿Y si pruebas a ….? ¿Y si pudieras hacerlo…?

Cuando ampliamos el pensamiento aportamos mayor seguridad y ecuanimidad en la toma de decisiones, lo que favorece un paso más rápido a la acción. 

Las nuevas ideas, opciones y alternativas que surgen en esta fase, las del mentee más las del mentor, deben dar paso a un proceso de reflexión y análisis sobre las mismas, sobre sus pros y contras, beneficios y pérdidas, contribución o no al logro del objetivo o viabilidad práctica, para tomar la decisión óptima. Aquí se puede utilizar otra pregunta de análisis y enfoque que suele ayudar bastante: esta idea que propones ¿cómo te acerca o te aleja de tu objetivo?

Cuando aportamos es importante hacerlo sin dirigir o imponer, invitando al mentee a cuestionarlo, a reflexionar sobre ello, a ponerlo en conexión con sus experiencias previas y con sus necesidades, a valorar su aplicación y utilidad. Por eso, tras aportar el mentor debe preguntar ¿cómo lo ves?, ¿qué te parece ?, ¿qué utilidad le ves?, ¿qué te aporta?, ¿cómo puede ayudarte?

6.-Impulsar la toma de decisiones y la acción 

Una conversación transformadora debe finalizar siempre con una llamada a la acción, pues sin acción no hay ni aprendizaje, ni cambio. Para ello, hacia el final de la sesión, conviene recapitular todas las ideas surgidas en las etapas anteriores y realizar preguntas como ¿cuál vas a poner en práctica para solucionar el problema?, ¿qué vas a hacer al respecto hasta la próxima sesión? 

 El mentoring es un ritual conversacional empoderador

La alquimia conversacional muestra una estructura de conversación que cuándo se repite sesión a sesión, crea en el mentee un patrón de pensamiento que le sirve para dirigir su comportamiento de forma efectiva. Dicho patrón contiene una estructura dramática y un acto de catarsis, al puro estilo de las tragedias griegas, que servían para producir aprendizajes significativos:

-Fase de introducción de la conversación: situación a superar por el mentee, con sus problemas y dificultades. 

-Fase de desarrollo: búsqueda y análisis de alternativas, dando un peso importante al mentee como creador de las mismas, generación de una catarsis, un antes y un después en como ve la situación el mentee o como se ve asimismo ante la misma, descubriendo nuevas posibilidades de enfrentarla y nuevas posibilidades de ser otra persona.

-Fase de cierre: al final de la sesión, cuando el mentee se da cuenta que ha sido capaz de encontrar una nueva forma de hacer y decide ponerla en práctica es cuando se siente “vencedor de sí mismo”, como diría Don Quijote: un héroe, una persona con la capacidad de superar, a través de sus propios recursos (estimulados por el mentor), su problema, su obstáculo y avanzar hacia el logro de su objetivo.

Cuando alguien pasa de verse como controlador a verse como una persona capaz de confiar en su equipo y, por tanto, comenzar a delegar mejor y, seguramente, también a vivir mejor, porque tendrá más tiempo para dedicar a cosas que  le gustan, es cuando se siente vencedor de sí mismo.

Cuando este patrón, esta estructura de conversación se repite una y otra vez, sesión a sesión, como un ritual se producen varios efectos para el mentee:

interioriza y adopta este patrón de funcionamiento, de manera de pensar para tomar decisiones sabias y transformarlas en acciones efectivas y resultados significativos. 

experimenta sesión a sesión su capacidad de ser “vencedor de sí mismo”, “héroe de sus circunstancias”, lo que aumenta la motivación, la confianza y desarrolla una mentalidad de crecimiento. 

las sesiones de mentoring se convierten en un gimnasio cerebral, como diría Santiago Ramón y Cajal, en las que se entrenan nuevas formas de pensar y hacer, que recablean nuestro cerebro y nos hacen cambiar como personas. Nos hacen crecer, avanzar y elevar nuestro nivel de desarrollo competencial.

El mentee que llega a la sesión no es el mismo que se va, sale de ella como vencedor de sí mismo, como un persona mejorada, que ha experimentado un cambio durante la sesión, que se siente y se ve de otra manera: más positivo, más seguro, más motivado, con más claridad, más conectado a lo que realmente quiere. 

Cuando logramos esto, logramos pasar de la utilidad a la trascendencia en el mentoring. Pasamos de transmitir información y experiencia útil a transformar una vida. Para ello la historia del mentor no puede opacar la historia del mentee. El protagonista, la historia más importante es la del mentee, la del emprendedor: sus sueños, sus aspiraciones, sus miedos, sus dificultades, sus errores, sus aciertos, sus ideas, sus soluciones, sus decisiones, sus experiencias. 

Además, el mentor no debe quedarse en la superficie sino sumergirse y profundizar en las vivencias del mentee para que se produzca la transformación: permitir que el mentee puedan contarse su historia de otra forma, trascender de una visión corta y limitada sobre el mismo a otra más constructiva. Esto influye en su identidad, en cómo se enfrenta al mundo, en cómo se muestra a los demás y, por tanto, en sus comportamientos y resultados. 

Autora: Mª Luisa de Miguel

Directora de la Escuela de Mentoring

 

El próximo 16 de Diciembre impartiremos un «Taller de Mentoring Grupal» by Escuela de Mentoring «Conversaciones con Propósito»» con el equipo de mentores y mentoras del Programa de Mentoring de PWN Bilbao para formarles en la metodología Integral Generative Mentoring aplicada al mentoring grupal que hemos desarrollado desde la Escuela de Mentoring.

Durante las 2,5 horas de duración del taller, los participantes podrán aprender de una manera totalmente vivencial y experiencial la metodología de Mentoring Grupal creada por la Escuela de Mentoring, que es una forma de trabajo con equipos y grupos que favorece la generación de visiones compartidas, propósito común, estimulación de ideas, co-creación de soluciones, toma de decisiones y compromisos de acción concretos e individuales en torno al propósito común de cambio. Con nuestras dinámicas de mentoring grupal todos los participantes se convierten en agentes de cambio en torno a una visión compartida que quieren impulsar.

El mentoring es aprendizaje de la experiencia a través de la reflexión y la conversación y co-creación de aprendizaje entre personas diferentes, cuando lo elevamos al nivel grupal los hallazgos se multiplican.  Con el mentoring grupal los equipos, las personas, las organizaciones aprenden haciendo, conversando, observando, escuchando y además generan compromisos de acción a ejecutar en torno al tema de trabajo u objetivo de la sesión. Por tanto, se produce una alineación de aprendizajes, ideas y acciones.

En esta ocasión con PWN Bilbao trabajaremos como impulsar el aprendizaje y proactividad de las mentees participantes en su programa de mentoring para que ejecuten los compromisos de acción necesarios para su aprendizaje, cambio y desarrollo profesional

Aprender juntos multiplica nuestras potencialidades creativas, reflexivas y ejecutivas. El mentoring grupal es un multiplicador del talento.

Estamos muy contentos de poder acompañar por tercer año a los mentores y mentoras de PWN Bilbao en el desarrollo de sus habilidades como facilitadores del aprendizaje de grupos.

Nuestra Directora Ejecutiva, Mª Luisa de Miguel ha sido entrevistada por Gustavo Calveiro, mentor acreditado de la Escuela de Mentoring, para su nuevo blog acerca del poder de las conversaciones en el mentoring. 

Probablemente, eso que los clásicos griegos llamaban una buena vida, debe ser una vida llena de conversaciones en las que hay una voluntad de realizar un propósito que nos une, que no es de uno, sino que es de todos, porque en él confluyen valores, formas de hacer, intereses y todos pueden aportar su granito de arena para hacerlo realidad.

María Luisa nos transmite el poder de las conversaciones para el aprendizaje, para el desarrollo del talento, para la mejora de nuestras relaciones, de nuestro pensamiento y de nuestra vida en general.

Aprendemos conversando. Nuestro cerebro se desarrolla a través de las conversaciones con uno mismo y con los demás.  El comportamiento lo dirigimos con una conversación interna, dependiendo de su calidad será la calidad de nuestros comportamientos y resultados y del impacto que tenemos en los otros, en nuestro entorno.  Mejorar la calidad de la conversación interna es mejorar decisiones, conductas, hábitos, resultados, convivencia.

Aprendemos a conversar con calidad a través de conversaciones inteligentes y significativas con otros, como las que enseñamos en la Escuela de Mentoring en nuestra formación de mentores, dirigida al desarrollo de la Inteligencia Relacional y Conversacional.

Buenas conversaciones traen buenos aprendizajes. Conversando aprendemos a crear, a pensar, a empatizar, a convivir. Es en la interacción con los otros dónde está la esencia de la vida, del aprendizaje, del desarrollo, de la transformación.

Te invitamos a leer la entrevista completa en este enlace: https://acortar.link/AMB2rA

 

 

Para ahondar más sobre la práctica del mentoring y sus beneficios te invitamos a leer el libro de Maria Luisa de Miguel «Mentoring, un modelo de aprendizaje para la excelencia personal y organizacional» Ediciones Pirámide 2019, o a realizar alguna de nuestras formaciones en mentoring, que puedes consultar en este enlace.

El próximo 20 de Noviembre, nuestra Directora Ejecutiva, Mª Luisa de Miguel, impartirá una conferencia sobre “Mentoring, de la utilidad a la transcendencia” dentro de la jornada de celebración del 10º Aniversario de los Programas de Mentoring para apoyo al Emprendimiento de Autoocupació.

La jornada se llevará a cabo de 17 a 21 horas en el Palau Dalmases en Barcelona y contará con varias actividades:

-Conferencia «Mentoring, de la utilidad a la transcendencia» a cargo de Maria Luisa de Miguel, Directora de la Escuela de Mentoring a las 17:15 horas

-Mesa testimonial «Hablemos con vosotros»
Un espacio para escuchar las vivencias, experiencias y anécdotas en el programa, donde una serie de parejas compartirán momentos y anécdotas que nos recordarán la fuerza de este proyecto.

– Networking entre todos los asistentes.

Todo el evento será moderado por el emprendedor y comunicador Joaquin Guerrero, que dará ritmo a la velada y nos hará disfrutar de un encuentro dinámico y enriquecedor.

📍Estamos muy contentos de ser parte de esta celebración y compartir con todos los mentor@s y emprendedores participantes en los programas de mentoring, que ha venido impulsando Autoocupació durante estos 10 años.

➡️ El evento está abierto a todos los mentor@s y emprendedor@s de la comunidad de mentoring de Autoocupació. 𝗜𝗻𝘀𝗰𝗿𝗶𝗽𝗰𝗶𝗼𝗻𝗲𝘀 hasta el 15 de Noviembre: https://acortar.link/3m4ABJ

La Escuela de Mentoring ha venido colaborando desde hace años en diversos programas de mentoring para el apoyo al emprendimiento con excelentes resultados. Recientemente hemos elaborado, junto al equipo de investigadores universitarios pertenecientes al Observatorio Mundial del Emprendimiento en España el estudio de «Evaluación de Impacto SocioEconómico del Programa de Mentoring de Youth Business Spain» durante los años 2018 a 2022. El programa tiene como objetivo apoyar el emprendimiento y la consolidación de pequeñas y medianas empresas y se lleva a cabo desde el 2013 en todas España, gracias al trabajo de una red de entidades sociales de apoyo al emprendimiento, presentes en las diferentes Comunidades Autónomas, que forman parte de la Comunidad YBS, entre las que se encuentra Autoocupació, que además es una de las tres entidades fundadoras de dicha red.

Puedes consultar los resultados del estudio en este enlace.

La Escuela de Mentoring y Bridge for Billions han  firmado un acuerdo de colaboración uniendo propósitos y esfuerzos para crear un mundo en el que cualquier persona, independientemente de su raza, sexo, ubicación o procedencia, pueda tener la oportunidad de emprender.

Para ello la Escuela de Mentoring brindará formación, herramientas, recursos, contenidos, asesoramiento y acompañamiento a los más de 4000 mentores y mentoras que Bridge for Billions tiene en todo el mundo y que están apoyando a miles de emprendedores y emprendedoras en diferentes países para que hagan sus sueños realidad.

Bridge for Billions es una empresa social que ofrece a agentes internacionales experiencia en impacto social y diseño de programas de incubación. Cuenta con un equipo multicultural de expertos ubicados en todo el mundo, comprometidos con generar un cambio. Fue fundada en 2015 por Pablo Santaeufemia, Jessica Kou, Julie Murat y Jaime Mateo con el propósito de empoderar a emprendedores locales en regiones subdesarrolladas para impulsar el desarrollo económico, desafiando la idea de que el emprendimiento es solo para los privilegiados.

Registrada como PBC en Nueva York, con oficinas en España y Latam, la organización actúa como experta en impacto social, ofreciendo consultoría y resultados accionables a través del diseño e implementación de programas de incubación para emprendedores en fase inicial, mediante una metodología de aprendizaje activo inspirada por el MIT, basada en una plataforma en línea y programas flexibles y culturalmente adaptados, para que emprendedores de todo tipo puedan tener éxito, sin importar su origen, género o procedencia.

La Escuela de Mentoring y Bridge for Billions unen esfuerzos, experiencia y metodologías para brindar el mejor acompañamiento a los emprendedores. Dentro del marco de este acuerdo la Escuela de Mentoring facilitará procesos de mentoring probono con nuestros mentores en proceso de certificación para los emprendedores de la comunidad de Bridge for Billions.

Este acuerdo de colaboración ha sido posible gracias a nuestra embajadora y mentora acreditada Mayte Varela, quien desde hace años colabora con Bridge for Billions y nos permite seguir contribuyendo a nuestro propósito de hacer crecer el talento emprendedor a través del mentoring. 

 

 

El pasado 22 de Octubre, nuestra Directora Ejecutiva, Mª Luisa de Miguel firmo el acuerdo de colaboración entre AIFYC (Asociacion Iberoamericana de Formación y Certificación) y la Escuela de Mentoring, en la reunión mantenida con el presidente de AIFYC, Martín Fernández, quien se desplazo desde México para entregar  a la Escuela de Mentoring su homologación como centro acreditado de formación para Iberoamérica. 

AIFYC es la Red de servicios profesionales de Formación, Consultoría, Coaching y Mentoring con mayor crecimiento en España y el Continente Americano y se integra por personas y/o Centros de Formación Empresarial e Instituciones Educativas en al menos 8 países entre los que se cuenta España, México, Estados Unidos de América, Costa Rica, Colombia, El Salvador, Guatemala, Chile, Argentina.

Fruto de este acuerdo la Escuela de Mentoring contará con la certificación de AIFYC para sus programas formativos, que están basadas en metodologías y estándares internacionales de la Organización Internacional del Trabajo, Hisp, Instituto Europeo de Formación de Formadores, European Mentoring & Coaching Council, Instituto Latinoamericano de Comunicación Educativa, y la World Confederation of Businesses, entre otros. Sus procesos de certificación de programas formativos están basados en estándares internacionales y los lineamientos de la Norma ISO 10015 que marca los lineamientos para la gestión de competencias y desarrollo de la personas. Además, forman parte de RED CONOCER de Centros Evaluadores de Competencias Labores reconocido por las Secretarias de Educación y Trabajo y Previsión Social del Gobierno de México.

Con este acuerdo la Escuela de Mentoring añade un reconocimiento internacional más a la calidad de sus programas y refuerza su apuesta por ofrecer formaciones con altos estándares de excelencia para aportar a sus alumnos y alumnas experiencias de aprendizaje únicas y diferenciadoras.

Confiamos en que esta nueva colaboración internacional siga estrechando lazos con Iberoamérica, donde la Escuela de Mentoring se haya fuertemente implantada, desarrollando programas de formación en diferentes multinacionales y empresas en países como Uruguay, Argentina, Venezuela, Chile, Perú, México, Panamá, Colombia, Ecuador, entre otros.