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A través de otros llegamos a ser nosotros mismos. Lev Vygotsky.

Acompañar a personas a través del mentoring te permite aprender mucho sobre cómo vivimos los procesos de aprendizaje, cambio y desarrollo, que nos llevan a ser esa persona que queremos ser. Ser mentora me permite aprender sobre mi misma al tiempo que aprendo de y con mis clientes y aprovechar todos esos aprendizajes para ser más útil a otros en su camino de transformación.

Fruto de la experiencia de más de 22 años como mentora he podido observar que en casi todos los procesos que he tenido con clientes hay 9 procesos clave para que se produzca una verdadera transformación:

1. Somos un mundo único rodeado de muchos otros mundos. Autoconocimiento.

No te voy a contar que «el mapa no es el territorio» y que cada uno tenemos un mapa interior único, que nos hace ver la realidad de una forma diferente. Voy a ir más allá.

Desde que nacemos ya somos únicos, a nivel intelectivo, emocional, físico, y otras muchas variables. Pero es que además nuestra educación, nuestras vivencias y experiencias van a ser diferentes. Algunas podrán coincidir y ser similares con las de otros, pero en ningún caso hay dos personas con las mismas experiencias a lo largo de toda su vida. Por si esto fuera poco, aun teniendo las mismas experiencias, la manera en la que las percibimos, aceptamos, procesamos, las vivimos y gestionamos también es diferente.

Realmente lo de ser único no es lo importante, lo importante es saber realmente cómo soy, cómo percibo, a donde dirigido mi atención, cuales son mis emociones más habituales y cómo las gestiono, cómo capto, proceso, trabajo y gestiono la información (estímulos, ideas, conocimientos, emociones), cómo me relaciono, cuales son mis valores, cuales son mis motivaciones….. Y lo más importante, qué hago con todo ello, es decir, como las combino, las utilizo, cómo juego con ellas.

Llegar a un elevado nivel de autoconocimiento no es fácil, puede ser fruto del trabajo de muchísimos años, contando con que tengas el nivel de consciencia adecuado, además de la fuerza de voluntad suficiente para no desistir en el intento.

Para mi la mejor forma de conocerse es en las relaciones con los otros, porque a pesar de ese «ser único» que late en cada ser humano, también compartimos humanidad, somos seres con emociones, con miedos, con necesidades, con pasiones…

2. Como eres importa, pero también lo que haces, lo que logras y lo que puedes ser. Aceptación y Flexibilidad.

Da igual si eres creativo, persona altamente sensible, si tienes alta capacidad, si has tenido muy mala suerte en la vida o si el sistema educativo no ha sabido captar tu talento. Todo ello pueden ser etiquetas, excusas, circunstancias, que nos condicionan pero no nos determinan.

Lo que importa es qué haces con eso que eres y qué grado de satisfacción (personal, profesional, espiritual, emocional, social, ponle todos los ámbitos que quieras) tienes con ello.

Por tanto, empieza a preguntarte qué pasa, si no estas logrando lo que deseas, o no te sientes satisfecha a pesar de lograrlo. No hay una forma de ser mejor que otra, ningún mundo es mejor que otro, simplemente hay personas que con lo que tienen logran lo que quieren y sentirse bien con ellas mismas.

Tenemos que aceptar las cartas que tenemos y con las que nos ha tocado vivir y aprender a jugar con ellas de la mejor manera posible. Cuantas más opciones de juego seamos capaces de desarrollar, mayores posibilidades tendremos. Cuánto mejor sepamos elegir los campos y compañeros de juego también nos irá mejor. Cuando las circunstancias no nos favorecen tenemos dos opciones: cambiarlas o aprender a lidiar con ellas en la forma más favorable para nuestras metas. Solo desde la aceptación podemos comenzar a trabajar la flexibilidad y no tiene porque ser un camino en solitario, esto es también parte de la aceptación y la flexibilidad, pedir ayuda, unirse a otros.

3. Cada comportamiento tiene una intención positiva. Comprensión.

Sin lugar a dudas, para mi el principio más enriquecedor de la PNL, y el que más me ha ayudado para comprender a los otros y a mí misma. Además de ser todo un descubrimiento para mis clientes en los procesos de  mentoring. Cuando son capaces de ver la intención positiva de sus comportamientos y de los demás comienza la liberación.

No es lo mismo trabajar con una persona que se comporta de forma agresiva pensando que quiere avasallarnos, que es agresivo, que es una falta de respeto, que hacerlo pensado que, a lo mejor, esa agresividad es su forma de proteger sus miedos: miedo al rechazo, miedo a sus complejos de inferioridad, miedo a que se note su falta de seguridad, su falta de conocimientos, etc. En el primer caso, estamos poniendo la atención en nosotros y nuestras acciones irán encaminadas a defendernos o contraatacar a esa persona. En el segundo, estamos poniendo la atención en el otro, y nuestras acciones irán encaminadas a comprenderlo y disipar sus miedos para que pueda comportarse en otra forma.

4. Cambia el enfoque y cambiarás los resultados. Perspectiva.

Cada experiencia que tenemos en la vida, la vivimos dos veces. Una primera vez en el mundo exterior, cuanto acontece y una segunda vez en nuestro mundo interior, cuando la procesamos (emocionalmente, corporalmente, intelectualmente). Incluso la revivimos posteriormente una y otra vez, si ha tenido mucho impacto emocional en nosotros.

La experiencia tal y como fue no la podemos cambiar. No podemos cambiar lo que nos ha pasado en la vida, pero si podemos cambiar la forma en que lo miramos, lo vivimos o lo revivimos. Dentro de cada experiencia interna hay una mezcla, a veces confusa, de emociones, pensamientos, sensaciones corporales, voces, imágenes y creencias. En el mentoring ayudamos a enfocar las experiencias de formas diferentes, facilitando al cliente que encuentre la más optima para él. Ayudamos a hacerle consciente de todos esos elementos que conforman sus experiencias, a darles orden y lugar, a posibilitar otra forma de organizarlos, de verlos y, con ello, facilitar otras formas de acción.

En el mentoring no cambiamos a las personas, nadie tiene ese poder, ayudamos a que las personas cambien su enfoque y esto trae cambios en su vida, que no es lo mismo que cambiar a una persona o cambiar la vida de una persona.

5. Todos somos agentes de cambio. Responsabilidad.

Hay cosas que no podemos evitar, el pasado no lo podemos cambiar, vivimos situaciones que no quisiéramos vivir. Todo esto nos puede condicionar, pero siempre tenemos opciones de cambio:  con nuestros actos, con nuestros comportamientos, sobre todo si son reiterados, constantes y coherentes en el tiempo, podemos cambiar nuestra vida.

No cambiamos cuando nos quejamos continuamente de lo que nos pasa pero no tomamos acción. No cambiamos cuando ponemos la responsabilidad del cambio en el otro, o la causa de nuestra situación en los demás. No cambiamos cuando hacemos de palabra pero no de acto. No cambiamos cuando queremos cambiar el entorno, a los otros y no miramos para nosotros mismos.

Si no tomas acción, por muy dolorosa que sea, por mucho que cueste, tu tienes parte de responsabilidad en la situación, relación o resultados que estás manteniendo. Los cambios solo se producen cuando actuamos con consciencia, decisión y determinación. El primer cambio es siempre interno (mental y emocional), el segundo es externo, a nivel de comportamiento y conducta. Cuando cambias el comportamiento, cambias el patrón de tus relaciones, de tus experiencias, y las cosas se empiezan a mover de otra forma a tu alrededor.

6. Eres más fuerte de lo que crees, incluso con tus debilidades. Confianza.

Conocerse y aceptarse da una fuerza interior muy grande. Te da la seguridad para decidir y actuar, asumiendo que te puedes equivocar y que esto no te paralice. No entiendo esa manía de no hablar de debilidades. Sinceramente creo que lo que más débiles nos hace es no aceptar nuestras debilidades.

Cuando aceptas una debilidad la conviertes en una fortaleza, porque si me apuras detrás de cada debilidad también hay una intención positiva, que es hacer mayor una fortaleza. Una de mis debilidades siempre ha sido el orgullo, mientras la escondía y no la aceptaba me jugaba malas pasadas, porque al estar escondida salía a reivindicarse solo y sin control. Además, un orgullo mal entendido te lleva a confundir las cosas: como no pedir ayuda porque significaría que como no puedes sola no eres lo suficientemente buena. Ahora que acepto mi orgullo y su intención positiva, apuntalar a fuego mi amor propio y afán de superación, soy más compresiva con él, le doy su espacio y acepto sus pequeñas tonterías.

Transitar holgadamente, con soltura y con aprecio, por nuestra vulnerabilidad nos da fuerza, porque nos da el sentido de quien verdaderamente somos, con lo bueno y lo malo, que todos lo tenemos. Cada uno de nuestros rasgos característicos, de nuestras emociones, tiene una contribución y una debilidad permitida. Una lleva a la otra, hay que aceptar ambas. Esto es lo que realmente nos hace fuertes y nos da confianza. Una persona segura y con confianza en sí misma no es una persona perfecta, o que lo hace todo bien, o que no tiene defectos, es una persona que se conoce, se acepta y se responsabiliza de lo que es.

7. Todo empieza por uno mismo. Amor

No se puede confiar en otros, si no confías en ti; no se puede comprender a otros, si no te comprendes a ti; no se puede aceptar a otros, si no te aceptas a ti; no se puede amar a otros, si no te amas a ti.

Si no empiezas por ti, si no tienes resueltas todas estas cosas en ti, vivirás en conflicto y lo que generas a tu alrededor, sea consciente o inconscientemente, son conflictos, malos entendidos, relaciones insanas y problemas. Muchos se abalanzan a ayudar a otros, a querer a otros, a dar a otros para escapar de sí mismos, para sentir que dan, que aman y que ayudan. Para sentir fuera lo que no pueden sentir dentro. Luego vienen las insatisfacciones, frustraciones y depresiones por no recibir lo que buscaban, por pretender que los otros van a quererlos, aceptarlos o comprenderlos como necesitan o como quieren.

A través del mentoring ayudamos a que la persona se ame, se aprecie y valore lo que es para dar eso a otros, sin buscar contraprestación o compensación. Si no damos desde el amor por uno mismo, lo que damos no es amor, y lo que creamos a nuestro alrededor tampoco. Lo que estaremos haciendo es pedir amor para compensar la falta del que no tenemos, buscaremos el reconocimiento de lo que hacemos para suplir lo poco que nos reconocemos y estimamos, pediremos que nos comprendan porque no nos comprendemos.

La generosidad empieza por uno mismo, y esto no es egoísmo, es amor. Amor sin aceptación del otro, sin comprensión del otro, sin confianza en el otro, no es amor.

8. No existen los fracasos sino las oportunidades de crecimiento. Aprendizaje

La vida es un continuo aprendizaje. Habrá cosas que nos salgan bien y otras mal. La clave está en reflexionar para aprender de la experiencia. Si tu vida es un continuo de experiencias negativas, malos resultados, igual ha llegado la hora de que te pares a pensar qué estas haciendo, qué no está funcionando, qué podrías hacer de otra forma. Puede que tengas un camino lleno de éxitos y de repente algo se tuerce. No pasa nada, si de ello extraes un aprendizaje. Aprender puede significar volver a intentarlo de otra forma, desechar un camino porque no es el adecuado, desistir de un proyecto porque no es lo mejor para nosotros o no es el momento.

Si de todo lo que te pasa logras un aprendizaje no habrá sido un fracaso, ni un error, ni una desgracia, habrá sido una experiencia de aprendizaje. En eso consiste la vida, es toda una experiencia de aprendizaje que debemos saber disfrutar y valorar.

9. Si algo no funciona, intenta otra cosa. Cambio.

Cuando persistimos en hacer algo una y otra vez y los resultados que obtenemos no son los deseados, es el momento de iniciar el camino de la transformación.  Cuando sentimos que nada funciona, que no podemos más con una situación, que no se nos ocurre que hacer puede ser el momento de parar y pensar, de comenzar por el principio: el autoconocimiento) y luego seguir el resto de pasos.

Cambiar la forma de hacer las cosas no es tarea simple. A lo mejor no sabemos por donde empezar;  sabiéndolo puede que no encaje con nosotros y nos encontramos con resistencias que nos vencen; nos puede faltar la fuerza y confianza necesarias para iniciar el camino o mantenernos en él; y otras muchas razones.

El mentoring funciona para lograr metas deseadas que se nos resistes, porque trabaja sobre estos 9 principios de una manera gradual, al ritmo de la personas, adaptándose a quién es y qué quiere, por eso es un proceso, un camino de descubrimiento, aceptación, responsabilidad, creatividad, autonomía y empoderamiento.

¿Quieres hacer el camino? Te acompaño.

Autora: María Luisa de Miguel

Directora Ejecutiva de la Escuela de Mentoring.

Cada proceso de mentoring es un viaje lleno de encuentros. De encuentros que exploran oportunidades de aprendizaje, no sólo para el cliente, sino también para el mentor. Oportunidades de aprendizaje que encierran posibilidades de transformación y crecimiento.

Desde que me inicie en el mundo del mentoring he tenido claro que soy un instrumento al servicio del cliente, un elemento catalizador de su proceso de transformación. El cambio y la transformación dependen y son responsabilidad del cliente. La catalización de ese cambio depende de mi habilidad como mentora, y de mi capacidad de profundizar en las sesiones, para que el cliente explore sus recursos, bucee en sus emociones, desentrañe sus creencias…

El cliente irá tan lejos y tan profundo como quiera ir, pero mi labor con mentora es favorecer que se abran los espacios necesarios para ello. Espacios de confianza, de apertura, de reflexión, de silencios, de consideración empática, como diría Carl Rogers. En definitiva, espacios para conectar con el ser y para poder ser.

Además de favorecer la apertura de espacios, mi trabajo como mentora es acompañar al cliente en el camino, estancia y tránsito por esos espacios, en muchos casos desconocidos, en otros encerrados, algunas veces dolorosos, otras inquietantes. Mi visión del mentoring es que para ayudar a otro a recorrer un sendero, hay que haberlo recorrido previamente. Estar acostumbrado a emprender estos viajes transformadores, a atravesar la incomodidad, el dolor, la incertidumbre, el miedo, para, realmente, poder comprender al cliente, y para que mis propios miedos, creencias y emociones no estén presentes en las sesiones impidiendo la catalización del cambio.

Solo podemos ayudar a otros a profundizar si nosotros lo hemos hecho previamente. Para posibilitar la apertura, la confianza, la comprensión y la aceptación del cliente, antes  tenemos que habernos abierto a nosotros mismos, haber confiando en nosotros, habernos comprendido y habernos aceptado. El camino de la transformación en el mentoring empieza por el propio mentor.

Para que un proceso de mentoring sea realmente un viaje de encuentros transformadores para el cliente, el mentor ha tenido que tener muchos encuentros consigo mismo.

«No podemos acompañar a alguien a un lugar a donde nosotros no estamos dispuestos a ir» 

Sólo así lograremos escuchar a un nivel profundo de hermandad en las sesiones, sin traspasar los límites de la relación de mentoring y convertirnos en amigos, terapeutas, padres, madres, etc. Para mi una de las grandes habilidades de un mentor se resume en su capacidad de «Ser hermano en la sesión, pero no en la relación».

Ese nivel de hermandad es necesario para ayudar a profundizar al cliente y permitirle explorar en 7 dimensiones: corporal, emocional, cognitiva, lingüística, energética, sistémica y transpersonal

Me gustaría compartir contigo cómo es el viaje por esas dimensiones a través del mentoring. Quizás, seas una de esa personas, que en este momento, estas sintiendo que te falta algo, que hay algo que quieres cambiar, algo que quieres conseguir, algo que quieres dejar atrás. Da igual como lo llames o de que se trate, es más importante lo que estas sintiendo: esa sensación que defino como «no ser, no estar, no encontrarse, no verse». La mayor parte de las veces «ese algo» no tiene nombre, se siente pero no se conoce, y lo que no se conoce no se puede cambiar. Sólo podemos nombrar aquello que conocemos, y eso implica ser consciente de ello, verlo, darse cuenta de.

«Sólo puedo controlar aquello de lo que soy consciente. Y aquello de lo que no soy consciente me controla a mi.»  John Withmore

Hacer emerger la consciencia

Mi trabajo como mentora comienza por ayudar al cliente a hacer emerger eso que no tiene nombre, hacerlo subir de las profundidades a la superficie, hacerlo consciente, ponerlo delante de los ojos del cliente, para que éste lo identifique, lo distinga y lo nombre. A partir de aquí se puede trabajar con ello.

Puede ser, que si sepas lo que te pasa, que lo tengas identificado y nombrado y, sin embargo, has intentado una y otra vez afrontarlo, cambiarlo o solucionarlo, sin éxito. Ha sido tanto el tiempo, el esfuerzo, la energía, las esperanzas invertidas en cambiarlo, y tan pocos los resultados obtenidos, que, probablemente, lo has abandonado en la habitación de lo imposible. Sin embargo, el problema no ha desaparecido, sigue ahí, llamando a las puertas de tu mente una y otra vez, generando un conflicto interno, del que probablemente no seas consciente, pero que te acompaña día a día, consumiendo, sin que lo sepas, tu energía y tu tiempo de vida.

En estos casos, como mentora mi misión consiste en ayudar al cliente a ampliar su mirada para que busque opciones de cambio en lugares antes no visitados. Muchas personas que han intentado cambiar algo, lo han hecho centrando sus esfuerzos en cambiar la realidad, el entorno o a los otros. Han sido esfuerzos inútiles, porque todo ello no depende de su control directo. Al ayudar al cliente a mirar hacia adentro, y descubrir posibilidades de acción, comienza también a cambiar su mirada hacia afuera, lo que le permite detectar en el entorno oportunidades de cambio, que están alineadas con sus recursos internos, que antes no veía.

«Locura es hacer siempre lo mismo y esperar resultados diferentes» Albert Einstein

Cuando el problema lleva tanto tiempo contigo, le acabas cogiendo cariño, te apegas al problema y te acabas identificando con él, hasta tal punto de adoptar de forma inconsciente el papel de víctima, que en cierta forma te produce beneficios y satisfacciones: la atención de los demás. En tu discurso diario estará presente el problema una y otra vez, porque los problemas no quieren solucionarse, quieren ser vistos, porque si se solucionan dejan de atraer la atención, y con ello dejan de importar.

Además, mientras mantienes el problema, mantienes el apego y la pertenencia al entorno, relación o situación que lo genera. Porque tu inconsciente sabe que solucionar el problema supone salir del sistema, de la relación, del patrón, del entorno, y eso implica dejar de pertenecer, entrar en un limbo en el que nos sentimos desamparados porque no sabemos que destino nos espera. En estas circunstancias no vemos el beneficio de dejar de pertenecer, de dejar de hacer, de dejar de ser, y la pérdida del beneficio que nos produce la atención, el victimismo y la pertenencia es demasiado grande para dejarla ir. Nos anclamos al problema.

Aquí, mi labor como mentora consiste en ayudar al cliente a hacerle consciente del beneficio que le produce mantener el problema, de la intención positiva que le mantiene apegado a él, de la necesidad emocional insatisfecha, que engañosamente le está cubriendo seguir con el problema. Una vez acepta esto, el siguiente paso es ayudarle a ver opciones para salir del problema, y los beneficios que va a experimentar una vez esté allí, en ese lugar donde ya no existe el problema. En estos encuentros se abren espacios para que afloren los miedos, las dudas, para que puedan ser escuchados, preguntados, y comprendidos.

«Al miedo no se le derrota eliminándolo, sino dándole voz para que puedan encontrar un lugar útil en nuestra vida.»

Cuando en la vida del cliente se abre un espacio de tránsito, se abre un espacio de incertidumbre, de desequilibrio, de desorden, porque dos mundos luchan por imponer su ley. El mundo en el que el cliente vive con su problema, y el mundo hacia el que quiere ir, donde el problema ya no existe. Puede ser algo tan sencillo, como pasar de una relación en la que lo dabas todo y recibías poco, a una relación en la que empiezas a pedir para ti, y no darlo todo, o simplemente a un lugar en el que empiezas a darte en soledad. Nadie puede pasar de darlo todo, a dejar de hacerlo de la noche a la mañana. Necesita un espacio de tránsito para ello.

Este es el espacio para la transformación que facilito como mentora, en el que acompaño al cliente para que lo pueda recorrer de una forma ordenada, equilibrada y coherente con sus 7 dimensiones. Y este es el espacio que realmente logra eso que llamamos malamente cambio, porque en realidad el mentoring posibilita la transformación. Cambiar es poner una cosa en lugar de otra, y eso genera un desequilibrio en nuestro sistema vital, porque en realidad supone una relación de vencedores y vencidos. Transformar implica convertir lo que ya existe en algo más optimo en ese momento para nosotros, conserva parte del sistema de partida, e integra de forma coherente nuevos elementos al sistema.

«En este espacio de transformación el cliente vuelve a ser siendo, integra en el presente lo mejor de su pasado y de su futuro. «

Recorrer este viaje lleno de encuentros transformadores requiere tiempo, esfuerzo y coraje. Es un viaje paso a paso, con paradas, retrocesos y avances, en el que el mentor debe saber sostener el equilibrio del cliente y ayudarle a gestionarlo. Como mentora, ser consciente de ser un instrumento al servicio del cliente, me lleva dedicar una gran parte de mi tiempo a cuidar y cultivar mi propio instrumento. Para ello, yo también exploro de manera permanente las 7 dimensiones de las que te hablaba arriba, incorporando a mi vida una cultura del equilibrio, que me ayuda a acompañar al cliente de una forma más efectiva.

    ¿Quieres emprender el viaje de la transformación?

                             Te acompaño.

 

Autora: María Luisa de Miguel

Directora de la Escuela de Mentoring

¿Qué pasa cuando una sesión de mentoring se convierte en un disparador de tu crecimiento como mentor y como persona?

Una sesión imprevista

Déjame contarte mi historia. Un martes de noviembre de este año tenía programada la sexta sesión de mentoring con una de mis mentees. Me levanté temprano para revisar mis notas sobre las sesiones anteriores y tomarme un espacio para reflexionar y empatizar de manera integral sobre su proceso.

Lorena (nombre ficticio) llevaba meses desempleada y el camino para conseguir un nuevo trabajo estaba siendo bastante complejo, al punto que esto le llevó al mentoring y este ha sido el objetivo de su proceso de mentoring: “Desarrollar herramientas que le permitan ser empleable en menos de 6 meses”. Trabajando sobre dicho objetivo, en el transcurso de las sesiones, descubrió que algunos aspectos de su vida personal repercutían de manera negativa en el logro de este objetivo así que fue ajustando el plan de acción y enfocándose en dichos aspectos.  

Como mentora, sentía alegría por sus progresos y una sensación de tranquilidad y confianza conmigo misma porque ya estábamos al final del proceso y parecía que se iba a cerrar con éxito para mi mentee. Lorena demostraba una mayor autogestión, claridad en sus metas, y una seguridad que le producía la energía suficiente para generar un impacto positivo y favorable como profesional de los recursos humanos. Sin embargo, lo que estaba por pasar en esta sexta sesión nunca lo hubiera imaginado, me cogió por sorpresa y no estaba preparada para lo que me tocó vivir en ella.

Con gran entusiasmo Lorena inició la sesión contándome que había sido convocada a un proceso de selección para el puesto de Jefe de Capacitación en una multinacional del sector retail en Latinoamérica y que ya se encontraba en la etapa final de dicho proceso. Aquí empieza mi aprendizaje como mentora…

Al igual que Lorena, yo también me encontraba desempleada desde hace algunos meses, también estaba buscando trabajo y en ese preciso momento me estaba enterando que había aplicado a la misma posición que mi mentee, pero a mí nunca me invitaron a participar del proceso de selección. Sus palabras me removieron profundamente por dentro. En cuestión de microsegundos, pude notar como mi cuerpo empezaba a paralizarse, mis latidos se aceleraban y la temperatura de mi rostro se elevaba. Sentía un choque emocional y una sensación extraña en el pecho mientras Lorena comentaba los pormenores de todas las pruebas superadas en el proceso de selección hasta llegar a la fase final. 

Lo primero que se me vino a la mente fue “Andrea controla tu expresión facial para que no note el shock emocional que estás viviendo y muestra auténtica alegría por su logro”. En paralelo, pensaba “no me puedo creer lo que me está pasando”, “qué desafíos te pone la vida cuando menos te lo esperas”;  con ironía también pensé “el proceso de mentoring está cosechando buenos frutos para Lorena, pero ahora las dos somos competencia en esta jungla llamada mercado laboral”: dos personas, en la misma situación (desempleadas), experimentando emociones similares (miedos ansiedades relacionados con la falta de trabajo y la búsqueda de empleo), luchando por el mismo objetivo; dos personas unidas a través de un proceso de mentoring, en el que yo era mentora y ella mentee, yo estaba al servicio de ella, de ayudarla a lograr su objetivo, aunque fuera el mismo que el mío. 

Mi propia sesión de mentoring (el automentoring)

En ese específico momento en que ella me transmitía su alegría por estar tan cerca de lograr su objetivo, de lograr el empleo deseado, y yo experimentaba un tsunami emocional, adquirí conciencia de lo que significa ser mentora y tuve muy presente la responsabilidad de mi rol.

Decidí tomar aire, calmarme emocionalmente, centrarme en Lorena y seguir con la sesión. Comprendí que valía la pena celebrar, genuinamente, con ella el logro obtenido y que yo había estado ahí, con ella, durante seis meses acompañándola y ayudándola, precisamente, para eso, para que lograra su sueño: conseguir el empleo deseado; comprendí que todo lo trabajado con ella en las sesiones de mentoring había impactado en su posicionamiento profesional en el mercado laboral; comprendí que ser mentora es realizarse a través de los logros y los éxitos de otros a los que acompañamos.

Todo ello me motivó a dar lo mejor de mí en esta sesión y afrontarla como si yo misma estuviera en esa situación, como si hubiera sido yo quien había logrado avanzar en el proceso de selección, conectando con las emociones que podría estar viviendo mi mentee y olvidándome de las mías. Así que me puse manos a la obra y encaré la sesión tomando posesión de mi rol de mentora, con total consciencia y foco.

Durante la sesión analizamos todos los posibles escenarios que podrían darse durante la entrevista final que iba a tener próximamente, posibles preguntas que podrían realizarle y las respuestas potentes que podría dar; trabajamos su perfil profesional para que pudiera transmitirlo con soltura y efectividad, generando el impacto que deseaba. Realmente entregué mi corazón y todos mis recursos mentales para ayudarla a superar este reto, este último paso hacia el logro de su objetivo. Debí lograrlo porque, tras finalizar la sesión, Lorena me agradeció el tiempo dedicado y todo lo trabajado, indicando que ahora se sentía mucho mejor preparada y con mayor confianza para afrontar la entrevista final.

La sesión terminó, pero mi proceso personal de aprendizaje continuó. En el transcurso de las horas siguientes a la finalización de la sesión se me desencadenó una migraña que duró 3 días, algo excepcional en mí, porque no suelo padecer de dolores de cabeza. A la misma le acompañó un fuerte dolor en la espalda y el cuello y muchos cuestionamientos respecto a mis propias capacidades y valoración profesional: “tal vez no soy atractiva para el mercado” “qué es lo que me falta para ser más atractiva” “porque no me llaman a mí ¿qué tengo de malo?”

Fue un momento doloroso que jamás había experimentado y que no era consciente de todos los significados ocultos que albergan en mí. Tal vez a otro mentor no le hubiese generado el mismo nivel de impacto que a mí, pero yo estaba pasando por un proceso de transformación personal, que aún no tenía identificado hasta ese día. Soy un ser humano que arrastra una historia de vida, patrones de crianza, ideas irracionales, etc., que me han impedido mostrar todo lo que puedo aportar como profesional de la gestión del talento. La situación vivida con Lorena, en su sexta sesión de mentoring, abrió de golpe varios de estos temas por resolver.

A pesar de todo este proceso interno propio, pude tomar distancia y, superada la confusión y la vulnerabilidad, contemplar la situación con mayor objetividad: la experiencia de mi mentee, a diferencia de la mía, estaba mucho más alineada con los requisitos del puesto y era lógico que la contrataran a ella y no a mí. Darme cuenta de ello me ayudó a desenredar mis pensamientos, a tomar perspectiva, me fui tranquilizando y la migraña se fue.

Cuando necesitas aprender algo la vida te envía a tu maestro.

Acompañar a personas a autorrealizarse es un camino complejo y de mucha responsabilidad, mientras uno mismo está luchando sus propias batallas para lograr dicha autorrealización. Con mis estudios y años de experiencia en psicología y desarrollo personal, puedo afirmar que nada me preparó para esta situación, pero agradezco haberla vivido porque comprendí el real significado de lo que es acompañar a otros a través del mentoring. Esta es mi vocación y mi propósito: ayudar a otras personas a ser felices, a estar en armonía, a encontrar sus propósitos y alcanzarlos. Esta vivencia con mi mentee también me ha servido para darme cuenta que hoy más que nunca tengo que estar muy conectada con mi lado humano y con todo lo que ello implica (miedos, valores, sueños, inseguridades, bloqueos, etc.), respetarlo, amarlo y cultivarlo para llegar a ser la persona y la mentora que visualizo ser.

Una gran reflexión que me llevo de esta experiencia es que la mejor escuela que existe para ser mentora son las situaciones que la vida te pone para aprender a crecer como persona y como profesional; las mejores clases son las sesiones de mentoring y los mejores maestros nuestros mentees. Cuando necesitas aprender algo, la vida te envía el maestro, solo tienes que saber reconocerlo y brindarle apertura. En mi caso, Lorena fue mi maestra y la lección fue que un mentor no debe dar nada por sentado, no debe pecar de exceso de confianza, ni pretender tenerlo todo controlado. 

La mentalidad de principiante y la apertura a la experiencia es la mejor actitud para ser mentora y para mejorar sesión a sesión, mentee a mentee, proceso a proceso. Estar abierto a lo desconocido, a lo retador, dejar que las experiencias que surgen en las sesiones te movilicen, abrazar tus propias luchas personales y aprender de ellas te da un equipaje de recursos único para luego movilizar a otros a superarse y lograr sus metas.

Ser consciente de tus emociones y pensamientos en la sesión, apartarlos momentáneamente para concentrarte en tu mentee, ser empática, ponerte en su lugar, olvidarte de ti durante la sesión para acompañar con plenitud a esa persona, conectar con tu propósito como ancla para autorregularse emocionalmente y llevar a buen término la sesión, son otros de los aprendizajes que me ha traído esta experiencia. 

Es muy probable que Lorena no se haya percatado de esta situación que yo viví con ella en la sesión; finalizaremos en unas semanas el proceso de mentoring y ella seguirá con su vida con nuevos y mejores recursos para seguir avanzando y haciendo realidad sus aspiraciones. Es probable que, en algún momento, se acuerde de mí, de nuestras conversaciones profundas en las sesiones, de los insights maravillosos que generaron en ella o, quizás, me olvide por completo porque la vida sigue y yo he sido un puente en su camino. Pero, para mí, esta experiencia marcó mi camino y nunca la olvidaré porque en cuestión de segundos pasé a ser mentora y mentee a la vez, sintiendo y trabajando mi propio proceso, aprendiendo de Lorena, aprendiendo de mí misma y aprendiendo del mentoring, del proceso de acompañar a otros como mentora. 

Esta experiencia forma parte de mi proceso de certificación como mentora, en ella he integrado en un instante todas las lecturas, todos los ejercicios realizados, toda mi experiencia y conocimientos previos, todos los feedbacks que recibo de mi mentora para llevarlos a otros niveles de reflexión, de autoconocimiento y consciencia. Ese nivel que quiero me conduzca a la excelencia como persona y como mentora. Por eso he querido compartirla, porque escribir sobre ella me ha ayudado a extraer más aprendizajes y porque espero que otros mentores puedan tomarla como una pequeña píldora de reflexión y aprendizaje en sus propios viajes en el mundo del mentoring.

Una vez decides transformarte en mentor ¡nunca dejarás de aprender, así que disfrútalo! Es un regalo para tu vida y para la de los demás.

Autora: Andrea Castillo Faura
Mentora en Certificación con la Escuela de Mentoring

Andaríamos mejor si no fuera porque hemos construido demasiados muros y no suficientes puentes. Dominique Georges

¿Por qué necesitamos puentes?

Los puentes, desde antiguo han sido indispensables para el desarrollo de la vida. Porque en la vida, cuando queremos avanzar y lograr un objetivo, aparecen obstáculos en el camino y para sortearlos el ser humano ha ideado la construcción de los puentes.

Un puente es un símbolo de la motivación, la inteligencia y el esfuerzo del ser humano:

-La motivación por querer alcanzar algo que está más allá de nosotros, por superarnos, por ampliar nuestros horizontes vitales. 

-La inteligencia de buscar como pasar desde donde estamos hasta donde queremos estar, de buscar la mejor manera de hacerlo, de construir la solución que nos permite realizar ese tránsito con fluidez y eficacia. 

-El esfuerzo por construir las estrategias que nos ayudarán a superar las dificultades, contratiempos y obstáculos del camino y perseverar en seguir caminando. 

El puente simboliza el triunfo de la voluntad humana, del deseo de superarnos y del coraje y el compromiso de hacerlo. Es la victoria del ser humano sobre las circunstancias.

El mentor como puente

El desafío de llegar al otro lado es amenazante, arduo, nos pone a prueba continuamente y resulta mucho más difícil y doloroso cuando no se cuenta con apoyos para afrontarlo. Afloran muchas emociones como la rabia, el miedo, la frustración, la desesperanza, la desmotivación, y la impotencia. Por eso no es lo mismo cruzar al otro lado solo que acompañado, no es lo mismo hacerlo acompañado por cualquiera, que acompañado por alguien que sabe lo que hay al otro lado, que ya ha cruzado muchos puentes. 

Muchas personas pueden estar  en un momento de su vida en el que buscan acceder a su primer empleo o mejorar el actual para hacer realidad sus aspiraciones profesionales y personales. A veces ese primer empleo o esa mejora de empleo también es un puente para una vida mejor: poder independizarse de los padres, crear una familia, tener casa propia, ir a vivir al extranjero, cumplir algún otro sueño, disfrutar de una vida más tranquila y holgada económicamente. 

En este camino un mentor ayuda a construir puentes y a caminar por ellos para lograr  metas, porque él ya ha pasado por ahí: ya sabe lo que es buscar y lograr el primer empleo, lo que es toma la decisión de dejar el actual para encontrar otro mejor; sabe lo que es cambiarse de ciudad para mejorar profesionalmente, arriesgar una situación laboral cómoda por perseguir un sueño, comenzar en una nueva empresa o en un nuevo puesto de trabajo.

Porque ha atravesado muchos puentes con éxito ha podido acumular todas esas vivencias, conocimientos, información, experiencia, recursos, contactos y habilidades que va a compartir con otros para que puedan llegar al otro lado del puente con más seguridad, confianza, rapidez, eficacia y éxito.

Un mentor te ayuda a ver donde no ves

Imagina que vas solo de noche por una carretera con el objetivo de llegar a casa y solo puedes utilizar las luces cortas del coche. ¿Cómo te sentirías? ¿Cuánto tardarías? ¿Cuánto aumentarían las posibilidades de tener una accidente? 

Las luces largas son los mentores, nos ayudan a ver donde no vemos. Saben encenderlas y apagarlas cuando corresponde. Ver donde no vemos es muy importante para tomar buenas decisiones porque si no estarán limitadas por nuestro conocimiento actual, el que tenemos a la entrada del puente. Pero para vivir bien hay que tener información adecuada y esos son los puentes que crea el mentor.

Los puentes que ayuda a construir y cruzar un mentor

  • Pasar de la dispersión y la duda al foco, de no tener claro lo que quieres, de no saber hacia dónde encaminarte profesionalmente, a qué puesto o empresas postular, a tener claro dónde está tu sitio y cómo llegar a él.
  • De la inconsciencia a la consciencia, al autoconocimiento sobre tus fortalezas, potencial y talento y dónde puede aportar más y saber como mostrarlo a las empresas que te interesan. También a ser conscientes de tus historias y tus guiones de vida y como influyen en tus expectativas, relaciones, actitudes y comportamientos para que no te gobiernen. Es bastante habitual que los mentees se den cuenta de como su perfeccionismo o su alto nivel de exigencia les hace ser rígidos y que esta actitud choca con la flexibilidad y la versatilidad que hoy quieren las empresas.
  • De una visión corta a una visión ampliada, de verte solo como periodista, porque has estudiado esa carrera y trabajado en medios de comunicación a vislumbrar que también puedes trabajar en departamentos de comunicación de las empresas e, incluso, llegar a ser director de comunicación de alguna de ellas.
  • Del desconocimiento al conocimiento, como por ejemplo conocer que es lo que valoran más las empresas en una entrevista de selección y como responder a determinadas preguntas para hacerles ver eso que valoran. 
  • De la limitación a las posibilidades, aprendiendo a identificar oportunidades y aprovecharlas. Desde hace 3 años desarrollamos un programa de mentoring para investigadores pre-doc con IMDEA ENERGÍA para prepararlos A dar el salto al mercado de trabajo tras lograr presentar su tesis doctoral y convertirse en doctores. Al inicio del programa casi todos se enfocan en buscar trabajo en institutos de investigación similares a IMDEA y nadie se plantea hacerlo en empresas, los mentores les ayudan a ver todas las posibilidades que hay para investigadores en el mundo empresarial y cómo acceder a él.
  • De la inacción a los resultados, cambiar el perfil de linkedin, hacerlo más atractivo y comenzar a ser visibles para quienes pueden contratarnos es una pequeña acción que puede cambiar tu futuro profesional.
  • De la idealidad a la realidad, porque muchas veces idealizamos trabajos y puestos y sufrimos un choque con la realidad cuando accedemos a ellos, que nos hacen tardar mucho tiempo en adaptarnos a ellos o darnos cuenta de que no son los adecuados para nosotros.
  • De la incompetencia a la competencia, desarrollando habilidades como presentarse a diferentes personas en un evento de networking, a través de la experiencia y el ejemplo del mentor.
  • De la oscuridad a la visibilidad, porque un mentor sabe como hacer visible tu talento, dónde hacerlo brillar.

El mentoring es acción

El mentor ayuda a construir el puente: a que los mentees establezcan objetivos claros, a que se conozcan mejor para saber mostrar todo su talento, a aprender a gestionar el estrés, afrontar situaciones difíciles, ser resilientes, gestionar la motivación, a entender el entorno de las empresas, del mercado laboral y saber como moverse en él para tomar decisiones sabias. 

Las sesiones y conversaciones con el mentor sirven para construir todos esos puentes y para estar más preparados para atravesarlos. También acompañará en el camino, pero el camino, el puente lo tiene que cruzar el mentee.

El mentoring es acción, son conversaciones que se transforman en decisiones, decisiones en acciones y acciones en resultados. La conversación la facilita el mentor, pero la acción la tiene que poner en práctica el mentee. Si no lo hace, si no experimenta, si no se reta a hacer cosas nuevas y diferentes, si no pasa a la acción, nunca lograrán cruzar el puente y lograr sus metas. Los mentores no son conseguidores, son facilitadores. No consiguen trabajos, ayudan a encontrarlos.

El puente más difícil de cruzar

Dentro de ese camino ayudan a cruzar el puente más difícil de atravesar, que no suele estar fuera, sino dentro de nosotros. Es el puente que nos hace dejar el miedo atrás para invertir todo nuestro tiempo, esfuerzo, recursos y energía en alcanzar aquello que amamos.

El puente más difícil de cruzar es el que va del miedo al amor. El puente entre eso que deseamos y queremos, pero no conocemos, esto que está por vivir, por crear, por lograr (lo nuevo) y lo que tememos perder, lo que somos, lo que nos cuesta dejar atrás, lo que conocemos (lo viejo) y también lo que tememos no lograr, no llegar a ser, no llegar a vivir. 

Si yo no hubiera cruzado el puente de autopublicar mi primer libro en Amazon, que llevaba un año encerrado en un cajón, hoy probablemente no estaría trabajando en más de 14 países diferentes, con grandes multinacionales, fundaciones y entidades públicas, no habría publicado 3 libros más, varias guías y un estudio de impacto socio-económico del mentoring. Si no me hubiera apoyado en un mentor para hacerlo a lo mejor nunca lo hubiera cruzado o habría tardado mucho más tiempo. 

Se lo que es el miedo a no poder lograr eso que es lo que más quieres, en mi caso escribir, publicar libros y compartir lo que significa el mentoring en la vida de una persona. Sé lo difícil que es atravesar determinados puentes, se lo que es contar con el apoyo y guía de un mentor para hacerlo, por eso los he buscado y los sigo buscando en mi vida cuando necesito pasar al siguiente nivel. Por eso creo tanto en el valor del mentoring y me dedico a compartirlo con otros. 

Al final del puente

Hace una semanas una mentee, participante en uno de los programas de mentoring que se expusieron en Bilbao Mentoring Conference, definió su experiencia con su mentora y su proceso de mentoring como: aliento y empoderamiento. El aliento es lo que tendrá cada mentee al comienzo del proceso y en cada paso del camino para cruzar el puente y empoderamiento será lo que experimentará al llegar al otro lado, al lograr su meta al final del proceso. 

El mentor experimenta lo que significa trascender, renacer a través de otro, renovarse como persona a través de las decisiones y los logros de otro, lo que es dejar huella, plantar una semilla y verla crecer. Lo que es ser parte del cambio.

Experimentar el poder de atravesar el puente, de vencer obstáculos, de descubrir nuevas posibilidades en uno mismo, de lograr lo que te propones es transformador, para el mentee y para el mentor, empodera y permanece como un aprendizaje que nunca se olvida.

Dicen que quien construye un puente gana la inmortalidad, porque el puente seguirá siempre ahí, resonará en el mentee en cada experiencia y nuevo reto a enfrentar y en el mentor cada vez que acompañe a construir nuevos puentes. 

Un proceso de mentoring es un puente que unirá a mentor y mentee de por vida, porque es una experiencia compartida, genuina, única, gratificante, enriquecedora y empoderadora.

Al final del puente hay muchos aprendizajes, mucha motivación, mucha resiliencia, mucho fortalecimiento y crecimiento como persona y una inteligencia expandida que nos ayuda a caminar por la vida con más fluidez y confianza. 

Somos la suma de los puentes que construimos, los puentes que cruzamos y las personas que nos han ayudado y ayudaremos a atravesarlos. 

Autora: María Luisa de Miguel

Directora de la Escuela de Mentoring

El próximo 12 de Diciembre, nuestra Directora Ejecutiva, Mª Luisa de Miguel, impartirá una conferencia sobre “Mentoring, un puente a tu futuro profesional” dentro de la jornada de Inauguración de la 6º Edición del Programas de Mentoring Deusto Alumni, que se llevará a cabo durante el 2025.

La jornada se llevará a cabo en la Universidad de Deusto, en Bilbao a las 18:00 y contará con varias actividades:

-Presentación a cargo de Jesus Riaño, Director de Deusto Alumni

-Conferencia «Mentoring, un puente a tu futuro profesional» a cargo de Maria Luisa de Miguel, Directora de la Escuela de Mentoring a las 18:05 horas

-Entrega de Diplomas a los mentores y mentees de la 5º Edición del Programa de Mentoring Deusto Alumni

– Networking entre todos los asistentes a partir de las 19:15 horas.

📍Estamos muy contentos de ser parte de esta celebración y dar arranque a la 6º Edición del Programa de Mentoring Deusto Alumni, que llevamos desarrollando desde sus inicios.

➡️ El evento está abierto a todos los interesados en participarnen el programa como mentor@s y como mentees y a todas aquellas personas interesadas en el mundo del mentoring.

𝗜𝗻𝘀𝗰𝗿𝗶𝗽𝗰𝗶𝗼𝗻𝗲𝘀 en: https://acortar.link/3m4ABJ

La Escuela de Mentoring ha venido colaborando desde hace años en diversos programas de mentoring para el desarrollo profesional de jóvenes con estudios superiores, favoreciendo su empleabilidad, desarrollo de habilidades, acceso a oportunidades de empleo y mejora profesional,  con excelentes resultados.

El programa de mentoring de Deusto Alumni tiene como objetivo dotar de autonomía y empoderamiento a estudiantes de último curso y alumni que están comenzando su carrera profesional (mentees), acompañados por alumni referentes en su sector y con la voluntad de compartir, de manera altruista, su experiencia, conocimientos y apoyo en su desarrollo profesional (mentores/as). Nuestra labor en la Escuela de Mentoring es acompañar a mentores y mentees en su formación inicial, así como en la supervisión de los procesos de mentoring a medida que se van desarrollando las sesiones entre mentores y mentees.

 

 

El mentoring es una de las prácticas más potentes para el desarrollo del talento, el liderazgo y las habilidades que una empresa necesita para ser competitiva. Actualmente es un nuevo perfil profesional muy demandado en el área de la consultoría y también dentro de las organizaciones en el área estratégica, corporativa y de recursos humanos.

El mentoring es una de las metologías más prácticas, rápidas y efectivas para el desarrollo de habilidades directivas. Además, cada vez más la gestión de personas en las organizaciones requiere de personas formadas en un estilo de liderazgo mentor, enfocado a explorar el potencial de sus colaboradores y sacarle el máximo provecho.

La Escuela de Mentoring es pionera en España y Latam en el campo del mentoring, en el que lleva trabajando desde el año 2002 para todo tipo de organizaciones, empresas, entidades públicas y privadas. Es la primera Escuela de Mentoring certificada de España, y trabaja con una metodología propia, Integral Generative Mentoring, que ha sido validada a lo largo de los años. Lo que la diferencia es la integración del I+D+I en el Mentoring: Investigación continua para mejorar el conocimiento sobre esta práctica, aprendizaje a través de la experiencia en el Desarrollo de programas de mentoring, e Innovación surgida de la evaluación de los programas, feedback de los participantes y nuestra red internacional de mentoring.

 

Nuestro Programa de Certificación Internacional en Mentoring, está  acreditado por la Asociación Internacional de Coaching y Mentoring (AICM) y por la Asociación Iberoamericana de Formación y Certificación (AIFYC).

 

En el 2019 la Escuela de Mentoring ha sido reconocida en los Premios Excelencia Educativa como la mejor Escuela de Negocios especializada en mentoring, así como por la innovación en sus programas formativos en mentoring.

 

Ahora tienes la oportunidad de certificarte como mentor o mentora profesional y aplicar la metodología INTEGRAL GENERATIVE MENTORING, propiedad de la Escuela de Mentoring, a tu trabajo en el ámbito de la consultoría, educación, orientación profesional, gestión del talento, RRHH, dirección de empresas, liderazgo de personas y equipos. El programa de Certificación en Mentoring se desarrollará de forma virtual a lo largo de 10 meses desde el 14/03/2025.

El programa consta de 10 módulos de contenidos teóricos, clases virtuales, ejercicios prácticos y test de autoevaluación, 45 sesiones prácticas de mentoring supervisadas y un proceso de mentoring de 8 sesiones con un de nuestros mentores profesionales acreditados y dos comunidades de aprendizaje.

 

Ser mentor o mentora será un factor de diferenciación y excelencia en un futuro que ya es presente, dentro de múltiples ámbitos: recursos humanos, liderazgo, consultoría, ámbito educativo, orientación laboral, mejora de la empleabilidad, desarrollo del talento, carrera profesional…..

Puedes consultar toda la información (contenidos, requisitos, precios, descuentos, formas de pago y plazos, calendario sesiones virtuales, etc.:) sobre el Programa de Certificación Internacional en Mentoring Virtual 2025 en este enlace: CONSULTAR DOSSIER CERTIFICACION MENTORING VIRTUAL 2025

Iniciamos el 14/03/2025 y el plazo para las inscripciones finaliza el 04/03/2025 y solo hay 14 plazas disponibles. Matrícula con precio reducido hasta 31/01/2025.

Puedes obtener más información y realizar la inscripción a través de este enlace  o escribiendo a info@escueladementoring.com

 

El 7 de Julio desarrollamos la 2º «Comunidad de Aprendizaje» con los participantes en la Certificación Internacional en Mentoring 2024, que ya han pasado el ecuador de sus procesos de mentoring, dentro de las prácticas de mentoring supervisadas que realizan para obtener la certificación. Todos ellos son mentores y mentoras en proceso de aprendizaje y certificación que se unen para compartir experiencias y aprender juntos sobre lo que está ocurriendo en sus sesiones de mentoring en prácticas.

Esta 2º «Comunidad de Aprendizaje» #Mentor@sYBS ha sido facilitada por nuestra mentora profesional acreditada Nora Alvarez, experta en el Enfoque Centrado en la Persona de Carl Rogers.

Durante 2 horas los participantes compartieron experiencias y reflexionaron juntos para mejorar su práctica como mentor@s a aprovechando la riqueza y la sabiduría del grupo.

Los participantes expresaron dificultades y obstáculos vividos durante los diferentes procesos de mentoring que están llevando a cabo (7 cada uno) y buscaron soluciones juntos, sorprendiéndose de la   diversidad de opciones que iban apareciendo al dialogar juntos. Crearon metáforas, realizaron lecturas conjuntas de sus procesos, lo que les permitió ampliar la mirada sobre los mismos y enriquecer su rol como mentores.

Se hicieron conscientes de como el desempeño del rol de mentor es un camino de largo recorrido, en el que vas aprendiendo a media que realizas sesiones y te vas encontrando con diferentes perfiles de mentees que te ponen a prueba, te hacen darte cuentas de cosas de ti mismo que te impiden ser mejor mentor, vas consolidando los aprendizajes teóricos adquiridos durante la formación, conectando teoría y práctica, entendiendo conceptos, interiorizando herramientas y dinámicas.

Una revelación, que muchos se negaban a ver, es que «hay personas que no están preparadas para vivir el mentoring» y que hay que saber también acompañar esto y no intentar convencer e insistir, por mucho que como mentores nos apasione este trabajo o creamos en los beneficios de la práctica.  Todos coincidieron en que los espacios de reflexión que brindan las «comunidades de aprendizaje» son muy necesarios dentro del acompañamiento a los mentores en el ejercicio de su rol, para «darse cuenta de lo que les pasa con lo que pasa en las sesiones y con los mentees».   Los participantes se definen como «un equipo abierto a la experiencia, con escucha reflexiva y espíritu colaborativo».

Las “Comunidades de Aprendizaje” son un punto de encuentro entre personas que desarrollan una misma actividad, como es el caso de los alumnos y alumnas que están cursando este año nuestra Certificación Internacional en Mentoring, que se implica en la resolución colaborativa de situaciones y problemas que surgen en su práctica de mentoring, profundizando en el conocimiento de dicha práctica y su rol a través de la interacción continua y compartiendo sus experiencias y saberes, a través del encuentro en torno a una conversación grupal reflexiva. El objetivo último es compartir aprendizajes derivados de la práctica y experiencia real como mentores y mentoras, para seguir aprendiendo y creciendo juntos.

Las «Comunidades de Aprendizaje» by Escuela de Mentoring son lugares de encuentro para nutrirnos y enriquecernos como personas y profesionales del mentoring, compartiendo experiencias, desafíos y éxitos en nuestra rol como mentores, todo ello con el objetivo de fomentar un nivel de consciencia, autoconocimiento y reflexión más profundo sobre nosotros mismos, nuestros mentees, las relaciones que mantenemos con ellos y los resultados de todo ello.

Los encuentros se desarrollan bajo el enfoque no directivo y centrado en la personal de Carl Rogers, que forma parte de la metodología INTEGRAL GENERATIVE MENTORING de nuestra Escuela.

Esta iniciativa está enmarcada dentro del programa formativo de la Certificación Internacional en Mentoring 2024.

Si quieres desarrollar «Comunidades de Aprendizaje» en tu organización, con mentores, líderes u otros roles profesionales, estaremos encantados en acompañarte desde nuestro modelo. Contáctanos y hablamos.

El pasado 26 de Septiembre, desde la Escuela de Mentoring, facilitamos la 1º Comunidad de Aprendizaje para un grupo de mentores y mentoras de los programas de mentoring de apoyo al emprendimiento que promueve Youth Business Spain.

Las Comunidades de Aprendizaje son espacios seguros, empáticos, colaborativos y creativos, en los que reflexionamos juntos para encontrar nuevas respuestas a problemas comunes.

En esta ocasión se reunieron 32 mentor@s, 8 mentoring managers y nuestros facilitadores Mª Luisa de Miguel y Fernando Lluro, para conversar y aprender juntos en torno a la práctica del mentoring. En una primera ronda los participantes identificaron, reunidos en grupos de 5 personas, los temas que más les preocupan dentro del ejercicio de su rol de mentor, las dificultades que más experimentan en sus procesos de mentoring, para luego ponerlas en común y comenzar a aprender juntos a partir del intercambio de experiencias, preguntas y reflexiones.

Las mayores inquietudes de los mentor@s están en torno a los siguientes temas:

-Algunos emprendedores llegan al proceso de mentoring con ideas de negocio poco aterrizadas, a los mentores les cuesta que aterricen y algunos se plantean hasta dónde llegar con el realismo.

-En muchas ocasiones se plantea un objetivo inicial para el proceso que se van cambiando a lo largo del mismo por otros.

-Los mentores no siempre tienen claro hasta donde llega su rol, qué hacer o no hacer en determinadas circunstancias: cuando el mentee necesita asesoramiento técnico específico en una materia que ellos desconocen, cuando el mentee busca que el mentor le solucione sus problemas o que le de respuesta y le diga como hacer las cosas.

-Tras las primeras sesiones los mentees no llevan a cabo lo hablado en la sesión. Los mentores lo denomina «tareas» o «deberes».

-A veces los emprendedores llegan con muchas inseguridades y resistencias al cambio, que inciden en el proceso y en el negocio.

-Qué hacer cuando se está mentorizando a varios emprendedores a la vez, porque son socios de un mismo negocio, y comienzan a surgir problemas entre ellos.

-Hay mentees que abandona el proceso tras varias sesiones, sin dar explicaciones, otros tardan en aparecer después de alguna de las sesiones, no todos vienen con el mismo compromiso y motivación y tampoco lo mantienen a lo largo del proceso.

Los aprendizajes que surgieron podemos resumirlos en las siguientes ideas:

1.- El mentor es un guía en el desarrollo de su mentee, no tiene que conocer todos los sectores de actividad, ni todas las áreas de un negocio, no tiene que ser un experto en contabilidad, finanzas, marketing, etc.  Un mentor ayuda al mentee a reflexionar para tomar sus propias decisiones, si para ello necesita información o conocimiento específico, que el mentor no puede proporcionar, dentro de su rol como conector y proveedor de recursos, puede darle acceso a otras personas de la propia red de mentores, o de su red de contactos, que se la puedan dar y luego contrastar con el en la siguiente sesión.

2.-Un mentor tiene que ayudar a ver donde el mentee no ve y comprender por qué no lo ve. A veces están enamorados de su idea y hay que empatizar con este sentimiento y ayudarles a ver poco a poco la realidad de esa idea. Una de las funciones del mentor es confrontar al mentee con la realidad, siendo empático y respetuosos, haciéndolo consciente a través de preguntas, exposición de datos objetivos, y que luego sea el mentee el que decida con toda esa información.

3.-El protagonista del proceso es el mentee, es el quien decide su objetivo, los temas a tratar y trabajar en las sesiones, lo que va a poner en práctica hasta la próxima sesión y las decisiones sobre su negocio, aunque el mentor considere que esas decisiones son equivocadas, son las decisiones del mentee. La labor del mentor es proporcionar información, hacerle preguntas para que reflexione sobre ella, sobre sus ideas, confrotarle con la realidad, pero hasta ahí. El mentor no decide por el mentee, no es su padre o madre y no debe influir, presionar o dirigir al mentee hacia la dirección qué el quiere. Los mentores acompañamos, no dirigimos. Como mentores debemos aprender a acompañar también en el error, cuando el mentee se equivoca, toma una decisión y tiene problemas, cuando va a tomarla y el mentor considera que puede ser un error.

4.- Un buen proceso de mentoring es aquel en el que se genera aprendizaje y como resultado la persona está más preparada para acometer con más efectividad retos futuros. A veces el resultado del proceso no es el esperado, porque el mentee, por ejemplo, lo abandona tras las 4 sesiones y decide no emprender. Esta puede ser la mejor ayuda que le ha prestado su mentor, si esa decisión la ha tomado tras contrastar su idea con la experiencia del mentor, la realidad y otra información. Seguramente del proceso de mentoring se lleva todas las preguntas que le hizo su mentor en relación a su idea de negocio, que no se había hecho, toda la información que su mentor le proporciono, que no había buscado, además de haberse evitado invertir su tiempo, esfuerzo y dinero en un negocio que le podría acarrear pérdidas económicas y problemas. Seguramente, la próxima vez que tenga una idea de negocio la analizará y evaluará con más profundidad.

5.- Para hacer realidad un proyecto y convertirlo en una empresa, no solo es necesario conocimiento técnico, también hace falta autoconocimiento y gestión emocional. Un mentor no es un consultor que trabaja con un negocio, es un guía que trabaja con una persona que está al frente o quiere estarlo de un negocio. Una persona que tiene miedos, ilusiones, ideas, sueños. Tenemos que saber trabajar con datos, número, informaciones, análisis y experiencias, pero también con emociones, valores y motivaciones. Y no sólo las del mentee, sino también las del mentor, sus propios miedos, frustraciones, inseguridades, certezas y necesidades.

6.-La empatía es clave en el mentoring. El mentor debe ser consciente en todo momento desde donde mira y tener en cuenta que el mentee no puede ver lo que el ve, por diferencia de edad y experiencia, habitualmente. Lo mismo le ocurre al revés, por eso el mentor debe hacer un esfuerzo por olvidarse de su posición y entrar en el mundo del mentee, para entender desde dónde mira y ayudarle desde ahí. Si como mentor para mi la valentía es un rasgo indispensable para ser emprendedor, ¿como miro y como acompaño a los mentores que no la demuestran, o que no tienen el nivel de valentía que yo espero? ¿qué concepto de valentía tengo?  ¿Si detecto miedos en el mentee que le impiden tomar acción, este mentee no es valiente? ¿Le impulso a serlo, trato de eliminar o que elimine sus miedos, de restarles importancia o entro a ayudarle a trabajarlos? ¿Cuánto miedo tenemos los mentores a trabajar con los miedos de los mentees?

Es probable que algunas inquietudes y preguntas quedarán sin trabajar o resolver, pero en las próximas Comunidades de Aprendizaje abordaremos las pendientes, dado que serán temáticas en torno a 1 o 2 temas comunes ya planteados.

El propósito es el motor de nuestra vida, nuestro fundamento último, la razón profunda y significante por la que hacemos las cosas. No solo nos mueve a actuar, con una energía creadora y contagiosa, sino que también aporta sentido a nuestros actos y a nuestro alrededor. El propósito es el «para que«, lo que da sentido a tu vida, lo que te realiza y produce satisfacción cuando lo ves materializado en acciones y resultados.

El propósito es la razón por la que estas dispuesto a luchar, a enfrentarte a todo, a dejar atrás todo. Conecta con tus valores personales irrenunciables y con tus fortalezas esenciales. Te llena, te inspira, te hace mas fuerte, una fortaleza que está basada en la convicción y el compromiso con algo en lo que crees porque es importante y merece la pena ser realizado.

Vivimos una vida en la que el «yo» está demasiado presente, el liderazgo muchas veces es más una forma de alimentar el ego, que otra cosa. Vivimos tan encerrados en él, que nos olvidamos de mirar a nuestro alrededor, de tomar conciencia del impacto que producimos con nuestras palabras y nuestros comportamientos. Sin embargo, el liderazgo es una función al servicio de la colectividad, movilizamos personas, alineamos acciones para lograr cosas en común, que son buenas para todos, y no solo para el líder.

Como dice Pablo D’Ors «Cuando el propósito es el Yo, no es posible una transformación colectiva», de ahí la importancia, que como personas, y como líderes, conectemos con un propósito vital, que siempre tiene un carácter transcendente, porque no es solamente un «para que», sino también un «para quien». Además, debemos buscar como unir propósitos, causas comunes y liderar para ellas y no para nuestro propio beneficio y gloria.

El verdadero liderazgo no se sostiene sin un propósito. Sin él acaba generando mucho dolor a su alrededor, mucha desunión, además de que el propósito es un activador del desarrollo de nuestras  capacidades y habilidades, nos hace ser mejores, aportar más valor al mundo.

Si estás liderando a un grupo de personas, un proyecto o tu propia vida es importante que de vez en cuando pares para tomar consciencia y reflexionar sobre el propósito de tu liderazgo.  Estos 5 pasos te pueden ayudar a focalizar el autentico norte del liderazgo:

1. Adquirir Conciencia Propia

¿Cuál es tu historia? Escríbela, dejando salir todo sin censuras. No se trata de pensar, se trata de dejar salir lo que hay en tu mente inconsciente sin pasarlo por el filtro y el juicio de la mente consciente. ¿Qué es tuyo en esa historia y que has tomado prestado y te roza?

A partir de ella descubre tus fortalezas y tus necesidades de desarrollo, esas potencialidades aún no realizadas y que seguramente llevas tiempo posponiendo, pero te están gritando con fuerza salir.

Para adquirir una verdadera conciencia te recomiendo la lectura y ejercicios del libro «Una mente liberada» de Steven C. Hayes, eso sí, prepárate para un viaje al centro de la tierra, a las profundidades de tu ser.

2. Descubrir Valores

¿Cuales son tus valores más profundos?

¿Qué principios guían tu vida?

3.  Hacer aflorar la Motivación 

¿Qué te motiva a ti, más allá de lo que imponen las modas, la sociedad?

¿Cómo puedes equilibrar tus motivaciones internas con las demandas y expectativas de tu entorno?

4.  Alianzas

¿Quienes son las personas en las que puedes confiar para guiarte y apoyarte en tu camino?

¿Cuál es tu tribu?

5. Vida integrada

¿Cómo puedes integrar todas las áreas de tu vida (personal, familiar, profesional, social…) y sentirte realizado?

Cuando finalices este ejercicio, vuelve sobre tus respuestas: lee tu historia tranquilamente,  deteniéndote en lo que te sorprenda, en lo que sientas que te llena y en lo que te hiere, en ambos lugares encontrarás aprendizajes. Relaciona todo ello con tus valores, principios,  motivaciones,  alianzas y con la vida que quieres, según lo que has escrito en el resto de los pasos.

Trata de conectar los puntos en común que encierran tus respuestas. Es en esa unión de los puntos, donde se revelan los insights, aparece el propósito y la forma de hacerlo realidad. 

 

Una vida feliz es una vida bien narrada, como diría Séneca, para lo cual necesita contar con un buen argumento que, como explico en mi último libro «La Alquimia de la Motivación», nos lo proporciona el propósito personal. Nuestra existencia es una novela que escribimos día a día con cada decisión que tomamos. Algunas de ellas son sencillas e intrascendentes; otras más difíciles y complejas. Pero todas suman a la hora de construir una vida.

Necesitamos conectar nuestras historias, nuestras etapas, nuestras acciones en torno a un propósito para disfrutar de una buena vida y crearla a nuestro alrededor.

 

Con este propósito, que es el que me mueve en la vida, hemos desarrollado junto a Sergio Luna, el programa «Liderar con consciencia. Vivir con consciencia», que llevaremos a cabo por primera vez en Bilbao el 8, 9 y 10 de Noviembre. Si quieres ser parte de este movimiento te invitamos a participar. Puedes inscribirte hasta el 17/10/24 aquí. Vivir esta experiencia te permitirá ser:

1.Más CONSCIENTE DE LO QUE eres

2.Más CONSCIENTE DE COMO eres

3. Más CONSCIENTE DE LO QUE necesitas

4.Más CONSCIENTE DE LO QUE quieres

5.Más CONSCIENTE DE DÓNDE estamos

6.Más CONSCIENTE DE LO QUE es

7.Más CONSCIENTE DE LO QUE necesitan los otros

8.Más CONSCIENTE DE DÓNDE estás

9.Más CONSCIENTE DE LO QUE ESTÁ bien

 

Autora: María Luisa de Miguel

Directora de la Escuela de Mentoring

Imdea Energía ha llevado a cabo desde el 2021 un programa anual para el impulso del talento de sus investigadores pre-doctorales que ha sido diseñado, implementado, coordinado, desarrollado y evaluado por la Escuela de Mentoring.

El programa ha concluido en Agosto de esta año su 3º edición con la entrega del informe de resultados por parte de la Escuela de Mentoring. Su periodicidad es anual, comenzando a finales de cada años y finalizando en Agosto del siguiente.

Contexto de intervención

Los Institutos IMDEA son centros de investigación de excelencia radicados en la Comunidad de Madrid. Se constituyeron entre 2006 y 2007 por iniciativa del Gobierno regional como fundaciones independientes. Se centran en siete áreas estratégicas para la sociedad desde el punto de vista empresarial, científico y tecnológico: agua, alimentación, energía, materiales, nanociencia, networks y software. La misión de los Institutos IMDEA es realizar y fomentar actividades de excelencia de I+D+i en la región de Madrid y, por extensión, en España, en estrecha colaboración con el sector productivo.

Imdea Energía, como Centro de Excelencia Maria de Maeztu, y dentro del Subprograma de Fortalecimiento Institucional del Plan Estatal de Investigación Científica Técnica y de Innovación, ha impulsado desde el 2021 un programa de mentoring para impulsar el desarrollo de carrera de sus investigadores pre-doctorales. 

El reto

Imdea Energía quería dotar a sus investigadores pre-doc de habilidades transversales, para completar sus competencias en investigación y ciencia, que son clave para acceder al mundo laboral tras finalizar su tesis doctoral, así como abrirles el campo de oportunidades de desarrollo de su carrera investigadora, conociendo distintos entornos (investigación pura, empresa e industria, universidad..). También desarrollar la visión a largo plazo de dichos investigadores, para que se plantearan objetivos más allá de la obtención del doctorado y comiencen a trabajar su plan de carrera investigadora cuando están en el 2º-3º año de la tesis doctoral.

La solución.

Imdea Energía pensó en la posibilidad de que los investigadores pre-doc contaran con un mentor/a que les guiara en el impulso de su carrera investigadora y estar lo mejor preparados para afrontarla con éxito, tras haber completado su estancia como pre-doc en el instituto. Para ello encargo a la Escuela de Mentoring el diseño de su Programa de Mentoring Científico para el Impulso del Talento Investigador, que elaboramos conjuntamente con ellos durante el 2020-2021 y pusimos en marcha a finales del 2021.

El programa se diseño con las siguientes fases y características bajo la metodología Integral Generative Mentoring, de nuestra escuela.

Fase 1.- Proceso de postulación: Tras una jornada anual de presentación del programa, que se realiza de forma presencial en la sede de Imdea Energía los meses de Noviembre-Diciembre, y en la que participan todos los investigadores pre-doctorales interesados del 2º y 3º año de tesis, se abre el plazo de inscripciones al programa para los mentees hasta primeros de Enero.

Fase 2.- Selección y matching: A lo largo del mes de Enero se revisan todas las postulaciones y se entrevista a todos los mentees para conocer su grado de compromiso con el mentoring, qué efectivamente es lo que buscan y necesitan en su desarrollo profesional, así como conocer su objetivo a trabajar de cara a asignarles el mentor/a más adecuado.

En función del número final de mentees seleccionados, su perfil, sus aspiraciones y objetivos se seleccionan los mentores/as y se realizan el matching, comunicando a cada mentor y mentee los emparejamientos.

Una de las peculiaridades de este programa es que los mentores/as son externos a Imdea Energía, con el objetivo de que puedan conocer visiones, ámbitos y enfoques distintos a los de su día a día laboral. Los mentores/as pertenecen a la Red Internacional de Mentores Acreditados de la Escuela de Mentoring y están especializados en el ámbito científico e investigador. Pertenecen a diferentes ámbitos: empresa, académico e investigador, si bien todos relacionados y con experiencia con el mundo de la investigación.

En las fichas de postulación y entrevistas a los mentees se incluyen preguntas sobre su preferencia por mentores/as de un ámbito u otro, en base a hacia a donde orientan sus intereses de desarrollo profesional y búsqueda de empleo. Esto nos sirve para asignar a cada mentee el mentor/a más adecuado para su perfil y objetivos.

Fase 3.- Formación: Antes de comenzar los procesos de mentoring los mentees reciben una formación inicial para que comprendan adecuadamente en qué consiste el mentoring, cual va a ser su rol y el del mentor, como va a ser todo el programa y ayudarles a enfocar el proceso de mentoring en un objetivo concreto.

Los mentores también reciben una formación inicial para alinearlos con todos los aspectos del programa, orientarlos con como trabajar con cada mentee, refrescar y actualizar conceptos, aportar nuevas técnicas y herramientas y aprender de experiencias pasadas.

Fase 4.-Desarrollo de los procesos individuales de mentoring: Desde Febrero hasta Julio los mentees llevan a cabo 7 sesiones de mentoring con sus mentores, de una hora de duración cada una de ellas en formato virtual, dado que los mentores residen en lugares diferentes del mundo.

En paralelo al desarrollo de las sesiones de mentoring los mentores reciben formación de refuerzo, supervisión, además de una sesión anterior al cierre de los procesos de mentoring para finalizar adecuadamente los mismos. También cuentan con el acceso al Aula Virtual de la Escuela de Mentoring donde tienen disponibles todos los materiales, contenidos y herramientas que forman parte de nuestra metodología y les ayudan a gestionar los procesos de mentoring.

Tanto mentores como mentees cuentan en todo momento con el apoyo y seguimiento de la Escuela de Mentoring para resolver cualquier incidencia o duda que se pueda presentar. A lo largo de los 6 meses que duran los procesos de mentoring se llevan a cabo por nuestra parte 3 seguimientos telefónicos breves, tanto con mentores como con mentees, para conocer el estado de las sesiones realizadas, el buen funcionamiento de la relación, el grado de avance de los procesos y gestionar posibles dificultades, todo ello dentro del respeto a la confidencialidad que existe sobre las sesiones de mentoring entre mentor y mentee.

En esta 3º edición 2023-2024 como novedad se han introducido 2 sesiones formativas grupales para los mentees sobre temas que se han identificado como más relevantes para su carrera profesional en base a los resultados de las dos ediciones anteriores.

Fase 5.- Evaluación anual del programa: durante el mes de Julio se recogen los cuestionarios de evaluación cuantitativa y cualitativa de los participantes, mentores y mentees, y en Agosto se lleva a cabo la evaluación del programa que se complementa con lo recogido en sesiones formativas, seguimientos y observaciones de la coordinación del programa y de los diferentes miembros del equipo de la Escuela de Mentoring que participan en el mismo. Todo ello se recoge en un informe de resultados que se entrega a l Dirección de Imdea Energía y se analiza en una reunión final de conclusiones en el mes de Septiembre, con la idea de incorporar los aprendizajes al diseño del programa del año siguiente.

Los resultados

Tras 3 años de programa, y en base a los informes anuales de resultados realizados, podemos concluir que el programa tiene una gran acogida tanto en mentores como en mentees. A continuación desgranamos los principales resultados.

1.-Datos de Participación

-En el total de las tres ediciones han participado 22 mentees pre-doctorales y en total se han desarrollado 22 procesos de mentoring, que son un total de 154 sesiones.

2.-Satisfacción con el programa.

-La satisfacción con el programa es muy alta entre los mentees, en las 3 ediciones, destacan que el programa de mentoring ha sido relevante para mejorar el desempeño y éxito futuro como investigadores y que es una buena inversión en términos de tiempo, recursos y resultados. Para todo ello ha sido clave, según sus palabras, la labor de los mentores, valoran que sean externos a Imdea Energía y toda su experiencia y conocimientos, además de su cercanía y empatía. También destacan el buen diseño del programa, todas las actividades que contiene, más allá del proceso de mentoring y el seguimiento y apoyo de la Escuela de Mentoring.

-El 95% de los mentees recomendaría a otros investigadores el programa, de hecho más de la mitad de los participantes de cada edición lo hacen por recomendación de los que lo hicieron en las anteriores.

-La satisfacción entre los mentores con el programa es también muy alta, de hecho más del 80% de ellos repiten en más de una edición, valorando mucho la formación y acompañamiento recibido de la Escuela de Mentoring y contar con una metodología clara y efectiva para llevar a cabo las sesiones.

3.-Impacto sobre los investigadores pre-doctorales

Tanto mentees, como mentores coinciden en señalar que los mayores beneficios que les ha aportado el mentoring son:

-Autoconocimiento, lo que les proporciona ser conscientes de sus fortalezas y ponerlas en valor, como de sus áreas de mejora, focalizando los esfuerzos de su aprendizaje y desarrollo. También saber lo que quieren y lo que no y definir una meta clara a medio y largo plazo.  Esto les proporciona mucha confianza y seguridad para enfrentar la búsqueda de trabajo

– Buenos consejos para la mejora de su CV, Carta de motivación, perfil en LinkedIn, así como una mejor preparación para afrontar las entrevistas de trabajo. También aprender a adaptar su perfil y su discurso a los diferentes puestos de trabajo y entidades empleadoras a los que postulan.

-Conocer el mercado, todas las  salidas profesionales  que hay para un investigador, ampliar horizontes en cuanto a posibilidades de desarrollar una carrera profesional como investigadores, saber dónde buscar ofertas de trabajo adecuadas a sus perfiles e intereses, así como acceder a ellas.

-Contar con la información adecuada para decidir en un futuro cuál va a ser su carrera profesional

Mejora en la gestión emocional ante  conversaciones y/o situaciones de estrés.

Desarrollar la visión a futuro, antes solo pensaban en el corto plazo, así como definir planes de desarrollo a más largo plazo, con tareas concretas y fechas. Han aprendido a planificar, priorizar y saber trabajar en el corto plazo para el largo plazo.

-Adoptar una actitud más proactiva en el desarrollo profesional, la visibilización de su talento y la búsqueda de empleo.

Los mentees también destacan que los mentores/as han sido una fuente de inspiración para ellos, conocer sus trayectorias profesionales y experiencias les ha ayudado mucho a conectar con sus verdaderas aspiraciones y ampliar las posibilidades para hacerlas realidad.

Los mentees de la 3º Edición han valorado muy positivamente los talleres formativos grupales, han aprendido mucho en ellos y consideran que los temas abordados son muy útiles para mejorar la búsqueda de trabajo.

Los mentores señalan que los mentees se conocen mejor, saben autoregularse emocionalmente mejor, están más motivados y más preparados para afrontar situaciones estresantes. Además, tienen las cosas mucho más claras y son más ambiciosos profesionalmente, a la par, que han aprendido a «aterrizar» las diferentes alternativas de trabajo que le gustaría realizar, localizando los potenciales empleadores que mas les encajan, identificando competencias que es necesario reforzar para mejorar su empleabilidad en ellas y empezando a posicionarse como referente en su sector a través de Linkedin.

4.-Impacto sobre las personas mentoras.

Como en todo programa de mentoring, los mentores también se ven beneficiados por su participación en él. Durante las 3 ediciones destacan que aprender a escuchar mejor, que aprenden mucho de otras personas más jóvenes y en diferentes roles a los suyos, que las conversaciones de mentoring también les ayudan a mejorar su autoconocimiento, además que les resulta muy gratificante poder ayudar a otros en su desarrollo.

5.-Impacto del programa para Imdea Energía y el ecosistema investigador español

Tanto mentores, como mentees, consideran que el programa contribuye a favorecer la imagen de Imdea Energía como centro investigador, y como cantera de investigadores de calidad, pues contar con Investigadores Pre-Doc con ideas claras y más preparados para su futuro profesional tras la tesis realizada, muestra una clara diferenciación con otros institutos investigadores. Consideran que el mentoring aporta una imagen diferencial e innovadora.

Además, también mejora la motivación y el ambiente dentro del centro. Todo lo anterior suponen un elemento muy atractor para otros investigadores, pues Imdea Energía les puede resultar mucho más atractivo para desarrollar en él su tesis doctoral, ya que ofrece posibilidades de desarrollo más allá de las habituales. 

Todos estos resultados avalan la implementación del mentoring en el ámbito de la ciencia e investigación, como apoyo a los jóvenes investigadores que están desarrollando su tesis doctoral, para mejorar su empleabilidad futura y su desarrollo profesional.

 

Autora: Maria Luisa de Miguel

Directora Ejecutiva Escuela de Mentoring

Todos tenemos sueños. Pero para hacer los sueños realidad, se necesita una gran cantidad de determinación, dedicación, autodisciplina y esfuerzo. Jesse Owens.

¿Por qué nos gusta tanto, y nos resulta tan fácil, soñar?  ¿Por qué nos cuesta tanto fijar objetivos, y nos gusta tampoco hablar de ellos?. Puedes hacer la prueba con cualquier persona de tu entorno: pregúntale por sus sueños y a continuación pregúntale por sus objetivos. Luego compara la diferencia en sus respuestas, su lenguaje verbal y su comunicación no verbal.

Gran parte de mi trabajo como mentora se dedica a ayudar a que las personas puedan transformar sus sueños, aspiraciones y anhelos en objetivos y resultados. De ello hablo, también, en mis libros: «Vine a ser Feliz, no me distraigas» o «La Alquimia de la Motivación, como motivar la voluntad para vivir conectado a tu propósito».  En nuestra metodología «Integral Generative Mentoring» disponemos de una herramienta, para trabajar en la sesiones de mentoring, que se focaliza en formular metas auto-concordantes, que son aquellas que conectan con nuestros sueños, con nuestro propósito y son viables de alcanzar, tanto desde el punto de vista personal como contextual.

Un objetivo no es un sueño. Los sueños viven en nuestra imaginación y en nuestra mente, los objetivos luchan por hacerse paso en nuestra realidad. Quizás por eso nos resulta más fácil y placentero soñar que marcarnos objetivos.

Sin embargo, es posible que sueños y objetivos convivan armónicamente. Además, creo que sólo se puede ser feliz si se les da a cada uno el espacio y la atención que les corresponden. Ser feliz es una cuestión de decisiones sabias, éstas sólo son posibles si se traducen en acciones diarias que nos acercan a nuestros objetivos. Unos objetivos que encajan con nuestra vida y tienen sentido en ella, porque están alineados con nuestros sueños y propósitos. Esta es la única forma en la que podremos disfrutar del camino que tendremos que transitar para lograr nuestras metas.

Hoy me gustaría recorrer contigo un camino de 7 pasos que te puede ayudar a transformar sueños en objetivos y que puedas materializarlos para hacer realidad tus aspiraciones:

1.- Sueña a lo grande, saborea el sueño y disfrútalo. Recréate en él, visualízalo, siéntelo, escúchalo. Soñar es gratis, no cuesta, no tiene riesgos, aprovéchate.

Genera la visión de tu sueño y plásmala. Puedes utilizar mapas mentales o collages de imágenes. También puedes construir una figura que lo represente, con plastilina o piezas de lego, o realizar un dibujo que recree el sueño.  Lo importante es generar la visión,  sacarla de la mente para darle más poder de atracción.

La visión y los sueños conectan con nuestros más profundos anhelos, pasiones, deseos, motivaciones, con aquello que queremos crear y dejar en el mundo. Tiene que ser algo que de verdad te atraiga, te enganche, que te impulse a moverte hacia ello. Nuestra visión es lo que queremos alcanzar.

2.- Pregúntate como encaja tu sueño con tu propósito en la vida. ¿Qué sentido y significado tiene ese sueño en tu vida? ¿Para qué quieres alcanzarlo? ¿Qué va a aportar a tu vida cuando lo logres? ¿Cómo va a afectar a tu entorno?

¿Tu sueño es congruente con tus valores? ¿Cómo encajan tus creencias con tu sueño? ¿Transgrede algún de tus principios vitales?

Si existen roces, discrepancias o incongruencias entre tu sueño y tu propósito, tu camino va a estar lleno de resistencias y conflictos, que te impedirán avanzar, porque te encontrarás caminando hacia el Sur, cuando te das cuenta que en realidad querías ir al Norte.

El propósito es el hilo argumental de nuestra vida, nos marca la dirección que queremos imprimirle a nuestra existencia porque nos convierte en lo que realmente queremos ser.

3.– Define el objetivo en el corto plazo, cuyo logro te va a permitir avanzar hacia tu sueño.

Sé concreto, ya no se trata de soñar, ahora es el momento de apuntalar bien el sueño. ¿En que medida ese objetivo contribuye a lograr tu sueño? ¿Está en la dirección de tu propósito?

Fíjalo por escrito y, si es posible, tenlo a la vista en un lugar visible, aumentara tu compromiso con él.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

4.- Confronta el objetivo con la realidad: recursos, limitaciones, obstáculos, motivación, tiempo.

Esta es una de las fases duras, esa en la que los sueños dejan de ser sueños para convertirse en objetivos. Esa fase en la que tenemos que enfrentarnos a la realidad para comprobar si nuestro sueño es posible, tal y como lo soñamos, o tenemos que realizar ajustas, rebajar expectativas, incrementar el esfuerzo necesario para lograrlo. Muchas veces huimos de ella para evitar la desilusión de no lograr el sueño o la vergüenza de no estar dispuestos a invertir el esfuerzo que es necesario para lograrlo o renunciar a la comodidad que tenemos. El problema es que evitarlo no hace desaparecer el malestar porque el sueño sigue dentro de nosotros y empuja para salir, nos pide explicaciones.

Los objetivos deben ser realistas. Si los recursos de los que disponemos no son suficientes para lograr nuestro objetivo, y no tenemos las posibilidades de conseguir los necesarios, es mejor adecuar nuestro objetivo a nuestros recursos, opciones y oportunidades. Sí nuestros objetivos están por encima de nuestras capacidades y recursos no serán viables, y todo nuestro esfuerzo por alcanzarlos se tornará en frustración.

Sé consciente de los obstáculos que pueden impedir, limitar o interferir en el logro de tus objetivos. No mirar para ellos, no los va a hacer desaparecer. Pregúntate ¿cómo vas a superarlos? ¿Cuánto esfuerzo te va a implicar? ¿estoy dispuesto a emplear esa cantidad de esfuerzo? ¿Me va a compensar el resultado para el esfuerzo a emplear?

¿El tiempo que me he marcado para lograr mi objetivo es suficiente? ¿Es acorde con mi ritmo de trabajo y de vida? ¿Me permite realizar otras actividades importantes para mi? ¿A que tengo que quitarle tiempo para dedicárselo a mi objetivo? ¿Estoy dispuesto a renunciar a ello? ¿Me compensa?

5.- Asegúrate de tener buenos indicadores que te guíen

Esta es otra de la etapas duras, en la que de nuevo el sueño deja de ser sueño, idea, fantasía y tiene que medirse con los hechos, los datos y los resultados.

¿Cómo vas a saber que estas logrando tu objetivo y acercándote a tu sueño? ¿Qué te lo va a indicar? ¿Cómo lo vas a comprobar?

Si mi objetivo es tener un blog de referencia para emprendedores, los indicadores pueden ser el número de vivitas diarias, el número de suscriptores a alcanzar en el año, el número de referencias a mi blog que hacen otros en redes sociales, otros blogs, etc. Y hay que medir y comprobar cada poco tiempo, para saber si voy bien y me acerco al objetivo. Si los indicadores te dicen que no, escúchalos, y replanteate tu estrategia.

6.- Diseña una buena estrategia

Los sueños requieren de imaginación e inspiración, los objetivos de estrategia. La estrategia es el mapa que organiza y dirige nuestras acciones para lograr el objetivo.

La estrategia implica diseñar lo que voy a hacer para lograr mi objetivo (acciones), cómo lo voy a hacer, qué recursos necesito, en qué entorno me muevo y cómo va a encajar en él mi estrategia, si es la adecuada o no. La estrategia debe ser coherente con el propósito porque sino el camino para hacer realidad el sueño puede generar tanto insatisfacción que lograrlo ya no compense. ¿En que clase de persona o profesional me voy a convertir llevando a cabo esta estrategia? ¿Es congruente con mis valores?

En cada momento debo estar consciente y evaluar si mi estrategia esta funcionando o no. Para ello, tienes que medir si estas cumpliendo o no los indicadores que te has marcado como guías de tu objetivo.

La estrategia si está bien diseñada te permitirá saber en todo momento que acciones te acercan o te alejan a tu objetivo, y qué oportunidades están o no en la dirección del mismo. De esta forma las decisiones y las elecciones serán más sabias, rápidas y efectivas.

7.- Persevera, persevera y persevera, pero nunca persistas.

Perseverar es una virtud y fortaleza, persistir es una trampa mental que te alejara de tus verdaderas metas y de tu propósito.

Si en el camino hacia la consecución de tu objetivo te das cuenta de que ha dejado de tener sentido o valor para ti, para y reflexiona. Vuelve a conectar con tu propósito vital. No continúes trabajando en algo que te aleja de él.

A veces los retos, las ilusiones, lo nuevo y el hacer nos impiden ver y asumir que realmente nuestro objetivo no nos llena y, por no desilusionarnos, no fallar o no admitir la equivocación, seguimos insistiendo en un camino que conduce a la deriva. Persistir es una trampa mental porque nos hace seguir invirtiendo nuestro tiempo y esfuerzo en algo que ha dejado de tener sentido o de contribuir al logro de nuestros intereses y objetivos.

Persistir es muy distinto de perseverar, la perseverancia implica firmeza en la consecución de los objetivos a pesar de las dificultades y los obstáculos porque siguen estando conectados a nuestro propósito, manteniendo su importancia y significatividad.

Lo que te desconecte, te aleje o te desvié de tu meta y tu propósito ha perdido su valor, abandónalo y no dejes que te atrape. Por encima de los objetivos y los sueños está vivir una vida con sentido, es aquí dónde reside la fuente de la verdadera felicidad.

Estos 7 pasos te ayudarán a convertir tus sueños en realidad, sin ellos es probable que sigas soñando, pero  un día te despertarás y te darás cuenta que la felicidad se te han escapado entre los sueños.

 

Autora: María Luisa de Miguel

Directora de la Escuela de Mentoring

Muchas personas que se interesan por el mentoring, que quieren ser mentores o mentoras e, incluso, ya han tenido sus primeras experiencias como tales o, como dicen algunos «yo llevo muchos años siendo mentor sin saberlo», cuando inician su certificación como mentores profesionales con la Escuela de Mentoring esperan aprender muchas técnicas, herramientas para ser mejores.

En las primeras sesiones de la certificación, que tengo el honor de facilitar, les proyecto uno de nuestros mantras y les invito a reflexionar sobre el mismo.

Cuando entiendes que el mundo es tu espejo, dejas de mirar fuera para enfocarte dentro. Lo que quieres cambiar fuera primero debes cambiarlo dentro.

Después de cierta incredulidad, incomodidad, cuestionamiento y mucho debate y reflexión se hacen conscientes que para ser un buen mentor hay que trabajar mucho sobre uno mismo. La Certificación en Mentoring más que un master de conocimiento sobre el mentoring es un master en autoconocimiento y mejoramiento humano.  Uno de los que te hace mirar hacia adentro y encontrar aspectos desconocidos sobre ti mismo, que te ponen frente al espejo de la realidad de cómo gestionas tus relaciones, cómo lideras, cómo guías y desarrollas a otros, y como te relacionas contigo mismo, especialmente, cuando comienzan las prácticas de mentoring supervisadas con sus mentees.

Como he repetido muchas veces, el mentoring es mucho más que transmitir experiencias y consejos, esa es una visión muy limitada de lo que esta práctica ha aportado a lo largo de toda la historia. Una visión muy mecanicista y económica, poco orgánica y humanista.

Mentoring es invertir en el mejoramiento humano, es ayudar a otros a que se desarrollen para ser ese ideal de persona que quieren ser, para ello es imprescindible mejorar la relación con uno mismo y con los demás, lo cual pasa por ser mejor personal, por adoptar una actitud de «perfectibilidad» como diría Hume. El mejoramiento humano ha sido una aspiración existencial desde antiguo, los filósofos griegos fueron los adalides de este movimiento a través del cultivo de las denominas «artes existenciales», vinculadas al autoconocimiento, la autoconciencia, la autorregulación y otras de las muchas habilidades que trabajamos en la formación de los mentores, para que luego ellos las trabajen con sus mentees en las sesiones. Todas ellas conforman lo que más tarde Foucault denominaría «Tecnologías del Yo» y que son claves para que nuestra verdadera esencia no quede ahogada en el mar de presiones y manipulaciones externas al que nos vemos sometidos.

Con la metodología Integral Generative Mentoring, que desarrollamos y enseñamos en nuestra Certificación Internacional en Mentoring, buscamos el funcionamiento óptimo del ser humano. Para procurarlo formamos a nuestros mentores para que experimenten mayores niveles de insight, realismo, congruencia, creatividad, positividad, bienestar y responsabilidad.

-INSIGHT: Comprensión de aspectos de uno mismo antes reprimidos

-REALISMO: Mayor integración personal y funcionamiento más eficaz

-CONGRUENCIA: Mayor sensación de ser la persona que quieren ser

-CREATIVIDAD: Más originalidad, autenticidad y expresividad

-POSITIVIDAD: Más iniciativa y confianza

-BIENESTAR: Más comprensión y aceptación de uno mismo y los demás.

-RESPONSABILIDAD: Enfrentar los problemas de la vida desde el «yo» y no desde el «tu», de una forma más responsable, eficaz y adecuada.

Estos son los aspectos que luego trabajaran en sus mentees, por eso deben comenzar por desarrollarlos en ellos mismos a un alto nivel, pues nadie puede dar lo que no tiene y no debemos olvidar que la calidad de cualquier proceso de desarrollo depende de la calidad y el nivel de desarrollo de quien lo guía.

La capacidad de crear relaciones que faciliten el desarrollo de otros, depende del nivel de desarrollo logrado por uno mismo. Carl Rogers

En la Escuela de Mentoring queremos contribuir al mejoramiento humano para contar con personas  conscientes de su poder personal y su potencial (EMPODERAMIENTO), de su sabiduría interior, en la que confía para actuar con autonomía, criterio propio e independencia (EMANCIPACIÓN) y que tienden de manera permanente a su desarrollo enfocado al logro de su propósito (REALIZACIÓN).

Mejores personas, hacen mejores sociedades. Si quieres formar parte de nuestro propósito en Marzo 2025 iniciamos una nueva Certificación Internacional en Mentoring.

Autora: María Luisa de Miguel

Directora Escuela de Mentoring.