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Dice Nassim Taleb en su -a estas alturas- muy comentado libro Cisne Negro que “el problema de la confirmación es un asunto omnipresente en nuestra vida moderna, ya que en la raíz de muchos conflictos se halla el siguiente sesgo mental: cuando los árabes y los israelíes ven las noticias, perciben historias diferentes en la misma sucesión de hechos. Asimismo, demócratas y republicanos miran a partes distintas de los mismos datos y nunca convergen las mismas opiniones. Una vez que en la mente habita una determinada visión del mundo, se tiende a considerar sólo los casos que demuestren que se está en lo cierto. Paradójicamente, cuanta más información tenemos, más justificados nos sentimos en nuestras ideas”.

Lo cierto es que la psicología viene hablando desde hace décadas del denominado sesgo de confirmación, tan acertadamente descrito por Nassim Taleb en esta cita. Junto al mismo, la pandemia que seguimos sufriendo ha puesto sobre la mesa otro estilo distorsionador que denominaría como de “explicación univariante” (y en la que el sesgo de confirmación actuaría como un pertinaz e interesado confirmador, que seleccionaría solo evidencias a favor de la causa escogida). Esta forma de razonar pretende explicar procesos complejos -como es el caso de la pandemia- desde la incidencia de una sola variable independiente causante de la variable dependiente analizada. Tal es así, que he leído a gente con una contrastada habilidad para pensar de forma mínimamente “sofisticada”, defender la idea de que lo que ha pasado en España se explica (sin más) porque somos un país muy turístico…

Hace algunos años, Joseph O´Connor nos previno de esta tentación univariante cuando afirmaba que “tiene más sentido pensar en factores determinantes que en causas. En el pensamiento sistémico es la relación entre los elementos los que los convierte en causas o efectos, y esa relación depende de la estructura del sistema”.

El concepto de estructura del sistema me parece de enorme interés. Tanto es así, que me he planteado hacer en este artículo una aproximación a qué elementos pueden componerla y que sean explicativos del comportamiento humano. Por tal (estructura del sistema) entiendo -a efectos del presente artículo- el conjunto de factores que interaccionan de manera dinámica para generar experiencias o condiciones que determinan nuestra forma de comportarnos. La evidencia más palmaria de la existencia de esta estructura interaccionante podrá ser comprobada a medida que aborde los elementos que he considerado en la misma. Las menciones a otros elementos serán constantes. Y por una simple razón: es imposible desligar los unos de los otros. Dicho lo cual, el inventario de elementos propuestos no pretende ser, desde luego, exhaustivo.

Experiencias tempranas. He sido testigo en los últimos años de cómo ha vuelto con fuerza la idea de que los modelos de apego nos determinan en muchos sentidos. En ellos podría estar la clave de procesos de sensibilización al estrés. Muchas de las consultas que se abordan en los gabinetes de psicología clínica tienen que ver con la reactivación de formas de actuar ante la presencia de ciertos estímulos -difusos en muchos casos- que se interpretan, sin embargo, como similares o incluso idénticos a los que estuvieron presentes en ciertos sucesos traumáticos vividos durante la infancia. Así que la respuesta dada por el paciente refleja, en mayor o menor medida, la activada en aquella etapa de su vida. La estrategia terapéutica pasa, precisamente, por “extraer” esas reactivaciones de la cotidianidad del paciente y revivirlas en el contexto clínico. El objetivo es reprocesarlas en condiciones de “seguridad”, atenuando así su capacidad para seguir interfiriendo en nuestra vida.

Estrés. Dice Robert Sapolsky que el “estrés es el lugar de intersección entre la biología y la psicología”. En el estrés actual hay una especie de “desvío adaptativo” que genera una exagerada producción de corticoides, como es bien sabido. En su producción recurrente y no contingente está la raíz de algunos de los problemas a los que nos enfrentamos. Nos remite también a las experiencias tempranas, por cuanto que la vulnerabilidad (o “susceptibilidad” si se prefiere) genética se encuentra con estímulos diana que activan, por ejemplo, un gen que determina a su vez la degradación temprana de la serotonina. Una cuestión nuclear es saber si la actual naturaleza del trabajo opera a favor de una cronificación del estrés o no. La respuesta que habría que dar es que sí. Las razones pueden ser varias: la reproducción de viejos modelos de producción por distintos medios, el debilitamiento de las redes de apoyo, la pérdida de control sobre las propias tareas, el manejo de ciertas capacidades cognitivas que se ven exigidas al límite y la consecuente experimentación del “sobrepasamiento” etc. Cierto es que no todos estos factores inciden en todas las nuevas ocupaciones, pero en todas ellas sí podemos constatar la presencia -como mínimo- de alguno de ellos.

Cultura. Podemos concebir la cultura como un conjunto sistemático de costumbres y hábitos, de carácter atemporal y transgeneracional. Así, por ejemplo la cultura askenazi propicia la estimulación temprana hacia actividades ligadas al conocimiento. “Lee, fórmate, prepárate” es algo más que un mantra, que además permite que los jóvenes encuentren en sus comunidades ejemplos y referentes que se constituyen como modelos. Por su parte, la cultura española (y en general la del sur de Europa) es fundamentalmente “extrovertida” y marcada por una intensa interacción, donde la conversación -off y online- es permanente. Eso quizás genera una capacidad para aproximarse y contactar con otros especialmente acentuada, y que considero además históricamente avalada. Podríamos hablar, también, de una “cultura de la violencia” que activa la versión mala del gen MAOA. E incluso de una cultura propiciadora de la atención esmerada y de detalle, como es el caso de ciertas culturas orientales (que precisamente, según algunos autores, ha permitido disponer de filtros preventivos frente a estímulos ambientales potencialmente perniciosos). La cuestión aquí está en determinar si un conjunto sistemático de estímulos activa determinadas versiones (“malas”, pero también “buenas”) de ciertos genes. En la medida en que ello suponga una exposición sistemática a estímulos concretos, la respuesta debe ser que sí.

Tribu. Con la posmodernidad, las “tribus” ha regresado con fuerza. Es este un asunto donde liberales (tanto de izquierda como de derecha) como Berlin o Popper se enfrentan en su visión -”de facto”- a teóricos de la posmodernidad como Baudrillard, Lyotard o Mouffe. En ese regreso hay una evidente crisis de la racionalidad propiciada por la Modernidad, así como del concepto de ciudadanía y de Estado-nación. La cuestión es, simplemente, por qué ha vuelto. Y podríamos volver la vista de nuevo al correlato orgánico, ya que el sentido de pertenencia (y la ilusión de protección que nos brinda la tribu con la que nos identificamos y a la que incluso nos afiliamos) estaría detrás de la producción de péptidos cerebrales. El efecto anestesiante está servido, y mucha personas lo necesitan para su estrategia de afrontamiento diario de las exigencias que la vida nos impone.

Inteligencia. Como es sabido, desde hace décadas nos manejamos con modelos que o bien hacen más hincapié en el factor general de inteligencia o, por el contrario, en las denominadas inteligencias múltiples. En cualquier caso, las evidencias de su heredabilidad son abundantes. Su mejora parece haberse detenido en los países más avanzados (lo que supondría de facto un agotamiento del efecto Flynn). Alguien me dijo una vez que “sin fricción no hay posibilidad de progreso”. Quizás entonces cabría preguntarse si escuchar -sin más- un audiolibro hace más por nuestra inteligencia que subrayar pasajes, redactar notas y construir por nuestra cuenta un relato explicativo. El agostamiento de la curva de la inteligencia que han constatado Teasdale y Owen podría significar -quizás- que las condiciones ya han hecho su trabajo y ahora tocar pensar en otra maneras de seguir incentivándola. Y soy de los que piensa que ello pasa por diluir la frontera que separa el trabajo manual del intelectual.

Alimentación. Siempre se ha dicho que en España se ha tendido a desayunar mal. Muchos expertos en nutrición ya aconsejan el “desayuna como comes o cenas”. Mi experiencia personal  al respecto es que la proteína debería de estar presente en nuestro desayuno. La diferencia en cuanto al rendimiento intelectual que te ofrece es incuestionable. Sabemos que el funcionamiento cerebral es claramente dependiente de la metabolización de la proteína. Pero no solo. La necesidad de fabricar insistentemente colágeno también. Lo que nos deriva a la evidencia de que sin condiciones óptimas, no hay funcionamiento óptimo. Lo contrario sería llevarnos a la falacia de “el fantasma en la máquina”. Por cierto, ciertos estudios atribuyen la mejora en el coeficiente de inteligencia de los niños japoneses durante las últimas décadas al incremento del factor proteico en su dieta.

Conciencia. Como bien dice Eric Kandel, la conciencia es la “última frontera” en el conocimiento de cómo funciona nuestro cerebro. Nadie hasta el momento ha propuesto un modelo lo suficientemente convincente de dónde reside o cuáles son los mecanismos que la subyacen. Pero lo cierto es que en muchos procesos de mejora y aprendizaje el factor conciencia es central. Y lo es porque se ha de estar continuamente “provocando” el cerebro de tu cliente para que traiga de nuevo a conciencia recursos no tenidos en cuenta en el momento presente (y esto es algo que te hacen ver frecuentemente como un impulsor definitivo de su avance). El fenómeno de la conciencia también nos deriva hacia la cuestión de la “calidad de la experiencia”, concepto tan bien retratado por Mihaly Csikszentmihalyi en sus trabajos. Se trata, a su vez, de un concepto indirectamente vinculado al de la fragmentación de la experiencia postulado desde la posmodernidad. Ante esa evidencia, queda el recurso a una experiencia gobernada-desde-la-conciencia, que impone el orden y el concierto necesarios para seguir teniendo opciones de una vida que valga realmente la pena.

Carácter y temperamento. Definir bien los términos tiene en este caso una especial importancia y transcendencia. Por ejemplo, Mariano Sigman define temperamento como un “término vago que incluye aspectos como la emotividad, la persistencia o el foco” (entre otros). Otros apuntan a que el carácter seria lo propio, lo idiosincrásico, que determina patrones de respuesta más o menos estables ante la presencia de determinados estímulos. Quizás, entonces, el carácter y temperamento pueda determinar la intensidad (asociada a esa persistencia y ese foco anteriormente mencionados) con la que profundizamos en ciertas actividades o aficiones. El ser un experto podría ser la consecuencia de un temperamento-carácter empeñado en dominar todas las técnicas, argucias y habilidades vinculadas a una determinada actividad. El porqué precisamente en ésa y no en otra podría podría estar relacionado con la propia naturaleza de la actividad. Y seguramente con experiencias tempranas que crearon un vínculo íntimo con las mismas que, como ningún otro, es síntoma de una motivación netamente intrínseca -y de un cierto “enamoramiento” de la relación creada-. Ese vínculo, además, no está lejos del concepto de flujo del que precisamente nos hablaba Csikszentmihalyi.

Contexto tecnológico. Hoy en día, posicionarse en contra de los excesos de la presente revolución tecnológica es pasaporte seguro, en determinados ambientes, a que seas etiquetado como un ser retrógrado o fuera simplemente del tiempo. Considero que esta es una argucia magníficamente desarrollada para generar la menor disidencia posible al respecto. Lo cierto es que el actual contexto tecnológico no es inane: los cambios profundos que está generando ya se puede observar por doquier. Nicolas Carrha hablado profusamente sobre ello. La cuestión aquí es si renunciamos a ejercer nuestra inteligencia o la seguimos usando, aun cuando ésta esté sometida a las distorsiones que ciertos estados emocionales (por ejemplo) le infligen. Lo que no llevaría a debatir si es más rentable la perfección o la imperfección. O, si la perfección vendría a ser algo así como “el fin de la historia” y la imposibilidad de cualquier dialéctica superadora.

Guiones o “bucles. Paradójicamente, hablar de guiones o “bucles” podría formar parte de mi propio guión. En cualquier caso, y asumiendo esa posibilidad, si hay algo que he constatado desde la razonable distancia que te da observar otros comportamientos de personas con las que tratas habitualmente, es la contumaz tendencia a reproducir ciertas fijaciones, ciertos tics, ciertas obsesiones. La pregunta que hay que hacerse entonces es si no estaremos interpretando el mismo papel de la misma obra, y sin tener consciencia de ello. Queda en el limbo de lo desconocido saber si algunos “incidentes” o sucesos críticos de nuestra infancia nos llevaron a adoptar ese guión. Mi intuición me dice que sí.

A modo de conclusión. Haber profundizado en el comportamiento humano a lo largo de décadas ha supuesto abrirme a la evidencia de que cualquier interpretación causal basada en una sola variable supondrá indefectiblemente caer en un reduccionismo absurdo. La tentación de seleccionar datos que avalen una hipótesis predeterminada -desconsiderando al mismo tiempo evidencias que la cuestionen o directamente la invaliden- es una tentación muy presente en los diseños de investigación. Mi convicción es que el comportamiento humano ha de ser lugar de encuentro de muy diversas disciplinas que sepan anteponer la ambición por mejorar nuestras vidas a cualquier otra posible consideración.

 

Autor: Lucas Ricoy Riego

Psicólogo

Equipo de mentores de la Escuela de Mentoring

En 1999 Dave Snowden creo la teoría Cynefin, cuando trabajaba para IBM Global Services, para explicar que existen diferentes tipos de contextos (simples, complicados, complejos, caóticos y desordenados) que demandan respuestas diferentes y, por tanto, enfoques de pensamiento, actitudes y comportamientos diferentes.Cada contexto tiene sus reglas de actuación y nuestra manera de percibirlo influye en cómo interactuámos en él. No se puede actuar en un contexto sin conocerlo y comprenderlo antes. Tomar decisiones correctas y adoptar estrategias efectivas depende de identificar en qué tipo de contexto estamos y cuáles son las prácticas que funcionan en él.

El contexto laboral no es ajeno a estas reglas. El modelo Cynefin nos ayuda a comprender como las estrategias en la búsqueda de empleo, la mejora de la empleabilidad y el desarrollo de la carrera profesional han cambiado y necesitamos resetear actitudes, comportamientos y hábitos, si verdaderamente queremos impulsar el talento, especialmente, de los más jóvenes.

1. Contexto laboral simple: las reglas están claras, son conocidas por todos y no sufren alteraciones. Es el reino de lo obvio. En estos contexto están establecidas unas prácticas estandarizadas que se repiten dentro de una serie de pasos lógicos que se ejecutan de forma reiterada, una y otra vez. Se sabe como actuar, qué hacer y cómo, y se hace de forma automática. Serían aquellos tiempos en los que para cada puesto de trabajo existían unos estudios reglados concretos. Si querías trabajar en un despacho de abogados estudiabas derecho, terminabas la carrera, buscabas ofertas en la prensa, te escribías en la oficina de empleo, usabas algún contacto próximo a la familia, enviabas el cv y esperabas a que te llamaran para una entrevista, que más o menos todo el mundo sabía en que consistía y era estructurada.  El agente mediador solía ser el Estado a través de las oficinas de empleo.

2. Contexto laboral complicado: los problemas y las demandas son más o menos las mismas y se repiten, pero existen múltiples soluciones correctas, por lo que la clave es identificar bien las situaciones y aplicar buenas prácticas, que se han ido aprendiendo en base a la experiencia previa. Los expertos adquieren protagonismo en estos contextos, pues son buenos en identificar las situaciones, investigar diferentes alternativas y planteen la solución en base al conocimiento técnico y la experiencia. Me estoy refiriendo al momento en el que surgen nuevos canales de oferta de empleo (web, rrss, portales de empleo, medios comunicacion), las entrevistas por competencias, los diferentes formatos de cv en cuanto a la configuración de la información, la aparición de nuevos agentes mediadores, como las empresas de trabajo temporal o de reclutamiento. Esto comienza a demandar la existencia de profesionales especializados en la orientación profesional que establecen las pautas a seguir para realizar el cv, enfrentarse a una entrevista de trabajo, diseñar estrategias para la búsqueda de empleo, creando un conjunto de buenas prácticas en materia de empleabilidad.

3. Contexto laboral complejo: los problemas, las situaciones comienzan a ser diversas, cambiantes, múltiples y, por tanto, los resultados de cada alternativa son más impredecibles. No existen ni mejores ni buenas prácticas catalogadas para las situaciones frente a las cuales nos podemos encontrar.  Una solución es útil hoy y mañana no, valorada en un sector y en otro no. Este es el dominio de las prácticas emergentes. La complejidad requiere más experimentación que, conocimiento y técnica, creatividad, innovación, interacción, movilidad y comunicación. No sabemos con anticipación si una determinada solución va a funcionar o no, es el terreno de la prueba, del ensayo y error, hay que poner en práctica algo sin saber si va a funcionar y aprender de los resultados de forma ágil. Es el mundo en el que vivimos desde hace años, en el que siguen aumentado los canales de oferta y demanda de puestos de trabajo (RRSS, Páginas Web de las empresas, Portales de Empleo generales y especializados); los formatos de los cv se vuelven creativos (videos, power point, relatos, infografías…); los procesos de selección se sofistican con chabot, simuladores, plataformas virtuales; las entrevistas y pruebas cada vez son más diversas y buscan el efecto sorpresa (escape room, juegos de rol); se crean puestos de trabajo continuamente algunos de los cuales ni sabemos en qué consisten; los agentes mediadores cada vez son más (múltiples entidades con fines sociales desarrollando programas para la empleabilidad, diversos organismos públicos, agencias de colocación, talleres de empleo, planes de empleo); las competencias le ganan la batalla al título académico en el CV y éste pasa de ser único a múltiple, uno para cada sector, perfil puesto, etc. Se multiplican los expertos que intervienen en el apoyo a la búsqueda empleo (expertos en RRSS, en marca personal, en elaboración de cv, orientación laboral, orientación profesional, rrhh…)

4. Contexto laboral caótico: Se llega a ellos normalmente por crisis repentinas, requieren respuestas inmediatas que restablezcan el orden y el equilibrio para salir del caos. Es más importante la inmediatez que la calidad, el cumplimiento del procedimiento o el análisis exhaustivo. Una vez fuera del caos se evaluará los resultados y se refinarán las respuestas para darles mayor solidez. En estos contextos la improvisación es una competencia clave, lo que implica una alta tolerancia a la ambigüedad y la incertidumbre. A nadie se le escapa que hemos vivido recientemente un contexto caótico provocado por la crisis del «coronavirus», que ha puesto patas arriba, entre otras muchas cosas, todo lo relacionado con el trabajo (teletrabajo, ERTES y ERES masivos, prevención de riesgos laborales, cobro de prestaciones….). A medida que se va controlando la situación vamos pasando a un contexto complejo, lo que está ocurriendo con la regulación del teletrabajo es un ejemplo: primero se paso a la virtualización masiva y repentina del trabajo como respuesta rápida ante el confinamiento y ahora se va a comenzar a regular esa medida en base a las experiencias adquiridas durante su puesta en práctica.

5. Contexto laboral desordenado: Nos movemos en el espacio desordenado cuando no sabemos en qué dominio estamos, es como vivir en estado de incompetencia inconsciente. Lo que suele ocurrir es que actuamos en base a preferencias personales, creencias muy arraigadas del pasado, y que nuestros esquemas mentales, valores, creencias, auto-concepto limitan nuestra percepción e interpretación adecuada de cual es el contexto y la respuesta. El gran peligro del dominio desordenado es actuar de manera diferente a la que se necesita para resolver los problemas que surgen. Es lo que ocurre cuando estamos en un contexto complejo y respondemos a él desde estrategias propias del contexto simple. Cuando nos encontráramos en el espacio de lo desordenado, la estrategia es parar, observar, ampliar la percepción e identificar cual es el contexto en el que realmente estoy y moverme hacia él utilizando sus reglas. En crisis del Covid-19 estabamos inicialmente en un contexto desordenado y no entendimos que era un contexto caótico y pretendimos responder a él primero desde lo simple, luego desde lo complicado y ahora estamos comenzando a asumir que es complejo.

 

Por mi experiencia, trabajando en la mejora de la empleabilidad y desarrollo de carrera profesional de los jóvenes que se encuentran  en la búsqueda de su primer empleo o con el objetivo de mejorar un primer o segundo empleo infracualificado, siento que se encuentran en el terreno de lo desordenado. Las sensaciones que comparten es que no entienden lo que pasa y que todo lo que saben o les dijeron ya no sirve: El pasaporte tradicional para el acceso a un empleo de mayor calidad, el título universitario, ahora solo es un elemento de criba, lo que valoran las empresas son comportamientos como la proactividad, la creatividad, la inteligencia emocional, el trabajo en equipo, la flexibilidad, la capacidad de adaptación, y la comunicación, ¿y donde se aprende todo eso? ¿En la Universidad? ¿como se demuestra? ¿En el cv ? ¿con el título de un curso en habilidades de comunicación, liderazgo o similar?  Yo estudie ingeniería para ser ingeniero/a y ahora resulta que tengo que ser líder, ser comunicador, etc. Nuestros jóvenes están desorientados, confundidos. No deberíamos olvidar que fueron educados por personas que han vivido la mayor parte de su vida en un contexto simple a complicado, y la educación que reciben apenas les prepara para un contexto complicado. De repente se ven abocados a un contexto laboral complejo aunque siguen operando con prácticas obvias o buenas prácticas, que en la mayor parte de los casos se han quedado obsoletas, y para colmo no solo han vivido la crisis económica del 2008 sino que les ha tocado de lleno el caos de la reciente crisis sanitaria mundial debida a la situación de pandemia.

Es probable que estemos ante un nuevo Renacimiento y que todos necesitemos  «Atrévernos a ser, pensar y actuar como Leornardo Da Vinci»y eso requiere muchos cambios a nivel emocional, mental y conductual.

Como mentores podemos convertirnos en los guías de nuestros jóvenes para navegar en los mares de la incertidumbre y la complejidadayudándoles a identificar el norte, su propósito, conectar con él, y poniendo a punto su brújula y su radar.El mundo de la complejidad es un mundo sin certezas y esto para el ser humano genera una gran ansiedad, el propósito personal y vital será la única y gran certeza a la que aferrarnos, la que dará sentido a nuestra existencia y nos guiará en la toma de decisiones. El propósito es el norte, y este se irá concretando en metas y objetivos, esto es lo que permite salir del desorden y el caos y poder entrar a manejar la complejidad y la incertidumbre.

Podemos ayudarlos  a cultivar la curiosidad, la experimentación práctica, la versatilidad, la empatía, la intuición, con el objetivo de que puedan hacer un matching efectivo entre sus aspiraciones, sus motivaciones, sus capacidades individuales (potencial + características personales) y las oportunidades que el entorno ofrece para que puedan desarrollarse y lograr sus metas. En la combinación adecuada de esos cuatro elementos está la intersección del éxito de cualquier carrera personal y profesional. Para ello será necesario que les impulsemos a explorarse y explorar el entorno, a comprenderse y comprenderlo, a experimentar e ir identificando las estrategias que les ayudan a progresar y lograr sus objetivos. Es importante incentivarles a adoptar una actitud de conspiración proactiva en el mercado de trabajo: conversar, empatizar, co-crear, experimentar, reflexionar, aprender. Establecer un diálogo fluido con el contexto laboral preguntándolo que necesita, escuchando de forma reflexiva, identificando tendencias, creando y experimentando lo creado, aprendiendo de la experiencia para ir adaptándonos a los cambios que emergen, llevar a cabo, lo que en antropología se llama, una observación participante, seguida de una inmersión práctica activa en base a ella.

Desde nuestro rol de mentor, y sus 7 dimensiones, podemos aportar a los jóvenes comprensión, creatividad, perspectiva, e inspiración en el desarrollo de sus carreras:

1.- Rol acompañante: comprender lo que está pasando fuera y comprender lo que está pasando dentro de ellos, sus preocupaciones, frustraciones, aspiraciones, motivaciones.

2.-Rol Indagador: Cuestionar y cuestionarse muchas de las creencias y dogmas en las que fueron educados, la primera de todas ellas que el título no les define porque son mucho más que un título.

3.- Rol Explorador y Amplificador de opciones: Estimular la creatividad, ampliar las perspectivas, amplificarlas alternativas y opciones, como comenzar a mirar más allá del título y explorar que competencias me ha aportado y donde pueden ser necesarias y valoradas.

4.-Rol Informador, Consejero y Proveedor de Recursos: Amplificar el conocimiento y expandir el aprendizaje sobre cómo funciona el mundo laboral, las empresas, qué hay que entender y saber, donde obtenerlo.

5.- Rol Impulsor: Activar la motivación, movilizar a la acción y la experimentación. Cada día se valora más la experiencia y esa no la dan los títulos ni las formaciones. Es importante que los jóvenes adquieran experiencia para poder adquirir competencias y ambos no solo se obtienen en los trabajos remunerados. Ayudarles a identificar oportunidades para experimentar y animarles a hacerlo.

6.- Rol Conector: Visibilizar el talento de los jóvenes, tejer redes de apoyo y crecimiento.

7.- Rol Modelo de Comportamientos: Inspirar a través de historias compartidas y el ejemplo, modelar comportamientos, que no es lo mismo que modelar personas.

Todos tenemos un proyecto personal que da sentido a nuestra vida, descubrirlo y realizarlo lo cambia todo. Nuestros jóvenes necesitan rescatar esa ilusión y esa esperanza, nuestra misión como mentores es inspirarlos y guiarlos para lograrlo. Somos #Rescatadores de Esperanza

El pasado 29 de Mayo celebramos el 5º Encuentro Virtual de Mentoring Grupal by Escuela de Mentoring «Conversaciones con Propósito» bajo el título de #Mentores del Talento De nuevo nos reunimos un grupo diverso de personas de diferentes países, esta vez España, Suiza, Portugal, Argentina para compartir inquietudes, ideas, aspiraciones y sobre todo compromisos de acción para actuar como #agentesdecambio en nuestros entornos a través del mentoring.

En esta ocasión el grupo estaba conformado por todos los 10 participantes en el Curso Online «Iniciación al Mentoring» que comenzamos el 1 de Abril y finalizamos el 31 de Mayo. De nuevo el encuentro comienza con una pregunta: ¿Qué queremos lograr como futuros mentores? Las respuestas fueron variadas, pero en todas ellas se apreciaban algunos puntos de conexión: como transmitir toda la potencialidad del mentoring, como hacer ver la diferencia frente a otras prácticas o metodologías, cómo aplicarlo a mi trabajo diario, cómo enriquecer mi rol a través del mentoring. En el grupo confluían personas del ámbito de la orientación laboral, de la consultoría, de la formación de idiomas, apoyo a emprendedores, tercer sector, formación.

Tras esta primera parte llega el momento de ponerle foco a la sesión y explorar opciones en torno a él: ¿Qué ideas proponeis para contribuir a la difusión del mentoring y sus beneficios en vuestros diferentes ámbitos Y las ideas empezaron a brotar:

Se habla de la importancia de sistematizar nuestras experiencias vitales al afrontar retos como la reinvención profesional, la adaptación a vivir en un nuevo país, comenzar un negocio o proyecto nuevo, para que sirvan de verdadero aprendizaje para aquellos a los que queremos acompañar como mentores.  Todos coinciden en la necesidad de tener muy claras las diferentes dimensiones del rol de mentor y cultivar aquellas que son más específicas de este rol como informador, consejero, proveedor de recursos, conector y modelo de comportamientos porque contribuyen a enriquecer muchos los procesos de mentoring. Estas dimensiones son un elemento diferenciador que aporta mucho valor a otros y es importante trabajarlas estando al día de conocimientos, herramientas, recursos, siendo conscientes de cómo influimos en otros a través de nuestro comportamiento, o diversificando nuestros contactos y relaciones.

Pero pensar no es suficiente, desear no es suficiente, los cambios solo se producen en la acción, los objetivos solo se logran en la realidad, actuando. Así que llego el momento de plantear la pregunta que suele cerrar toda sesión de mentoring: ¿Que vas a hacer a partir de mañana para contribuir a impulsar la figura del mentor/a?   De todo ello surgieron acciones precisas y con propósito, compartimos algunas de ellas.

  • Publicar un artículo sobre las diferencias entre mentoring y coaching desde una visión de la experiencia personal en ambos roles.
  • Publicar un artículo sobre como el mentoring puede contribuir en el aprendizaje de un nuevo idioma.
  • Diseñar un curso de formador de formadores basado en la metodología del mentoring
  • Escribir un artículo sobre una experiencia concreta de aplicación del mentoring en el acompañamiento a emprendedores
  • Incluir en los perfiles de linkedin, cv, bio y demás soportes la formación en mentoring recibida y darle relevancia al rol de mentor/a

El mentoring es aprendizaje de la experiencia a través de la reflexión y la conversación. Es co-creación de aprendizaje entre personas diferentes, cuando lo elevamos al nivel grupal los hallazgos se multiplican.  

Un nuevo encuentro muy enriquecedor, lleno de reflexiones, ideas y aprendizaje, pero lo más importante de compromisos de acción para liderar cambios en nuestros entornos. Muchas gracias de nuevo a todos los participantes.

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«Cada persona posee un perfil motivacional único que caracteriza su forma de estar y hacer en el mundo. Descubrirlo lo cambia todo.«

 

Despertar la motivación es conectar con los deseos, sueños, pasiones, intereses, necesidades, y aspiraciones en nosotros y en el otro. Despertar la motivación es saber encontrar lo que tiene sentido y verdaderamente nos importa en la vida, y trabajar para que su realización sea posible a través del diseño de actividades y experiencias motivacionales.

La capacidad de motivarse a uno mismo y ayudar a otros a conectar con su motivación es una de las competencias emocionales clave en la vida y en el desarrollo profesional.

Con el curso MOTIVACION INTELIGENTE aprenderás a entender las bases de la motivación y la conducta humana para aplicarlas a la mejora personal y profesional, a tomar conciencia de lo que te motiva y desmotiva, a motivarte y comprender las diferencias con las motivaciones de los demás, a reconocer el valor de la diversidad y mejorar las relaciones con los otros.

Te presentamos un curso único creado por Beatriz Valderrama, colaboradora de la Escuela de Mentoring, y creadora del Modelo Motivacional Rueda de los Motivos, que te permitirá descubrir tu perfil motivacional y las claves que te impulsa a iniciar acciones, involucrarte en actividades, focalizar tu pensamiento y tu comportamiento en torno a metas y  perseverar en él para lograrlas.

Beatriz Valderrama

Doctora en Psicología Organizacional y Dirección de RRHH por la Universidad Complutense de Madrid y PDG (Programa de Dirección General) por el IESE .

Coach/Mentor Senior Practitioner por EMCC (European Mentoring & Coaching Council). Psicólogo experto en Coaching y Supervisión por Colegio Oficial de Psicólogos. Vicepresidenta de EMCC Spain, Madrid.

Especialista en Motivación, Coaching de Equipos Directivos, Gestión del Cambio, Coaching Ejecutivo, Mentoring, Creatividad, Liderazgo e Inteligencia Emocional. Creadora del Modelo Rueda de los Motivos y del Test Perfil Motivacional.

Autora de, entre otros libros, “Motivación Inteligente”, “Creatividad Inteligente”, y “Gestión del Talento en la Era Digital”.

Premio XVIII  TEA Ediciones por su cuestionario APM, Análisis del Perfil  Motivacional, basado en su modelo Rueda de Motivos.

Colabora como docente con Escuelas de Negocio y Universidades (EOI, LaSalle, ESCP Europe, UPM/CEPADE, Escuela de Mentoring).

 

Durante el curso, que se desarrollará 100% en formato online a través del Aula Virtual de la Escuela de Mentoring, conocerás los fundamentos científicos, las bases neurobiológicas de la motivación, cuales son los diferentes tipos de motivos que conforman el perfil motivacional de una persona, cómo descubrirlos en ti y en los demás y ponerlos al servicio del desarrollo de tu talento.

El curso cuenta con material en pdf y audio, ejercicios prácticos, herramientas y recursos. El curso incluye la realización del test perfiles motivacionales y la obtención de un informe con tu perfil motivacional, así como una sesión de mentoring grupal para trabajar los diferentes perfiles motivacionales de los participantes.

Toda la información y detalles del curso puedes obtenerlos en este dossier. DESCARGAR DOSSIER

El precio del curso son 300,00 Euros por persona. Si eres una empresa podemos enviarte una propuesta adaptada a tus necesidades para grupos mínimos de 8 personas.

Si deseas más información puedes contactar con nosotros en info@escueladementoring.com o a través de esta web.

Abiertas las Inscripciones para la 2º Edición hasta el 12/06/2020 a través de nuestra Boutique Online en este enlace.

El confinamiento nos está colocando en situaciones inéditas que están siendo objeto de estudio desde diversas disciplinas. En un reciente artículo publicado en El País se muestran jemplos de como lidian los astronautas y científicos polares con el aislamiento. Durante décadas, diversos especialistas han estudiado la salud mental de estas personas que viven en situaciones extremas durante largos periodos de tiempo, y como señala el artículo ahora sus lecciones son útiles para todo el planeta, con millones de personas encerradas en sus casas por la pandemia. Según Larry Palinkas, psicólogo de la Universidad del Sur de California citado en el artículo, no todas las personas puedes adaptarse fácilmente a esta situación de aislamiento y convivencia en espacios reducidos. Los síntomas más comunes en estos casos incluyen trastornos del sueño, deterioro del rendimiento cognitivo, emociones negativas y tensión interpersonal y conflicto.

Entre las herramientas que pueden ser útiles en estas situaciones se citan el articulo los diarios. Escribir un diario proporciona una válvula de escape para expresar las emociones y sensaciones, además sirve para ocupar nuestro tiempo y evitar el aburrimiento y la apatía, además de concentrar nuestra atención impidiendo que lo hagamos en el futuro incierto, la negatividad y otros factores que incrementa nuestro malestar.

En el artículo se cuenta el caso de Diego Urbina, uno de los tripulantes de Mars 500, querecomendaba hace unos días escribir cartas o emails en lugar de redes sociales: “Escribir mensajes largos y cartas ayuda a reflexionar, a hacer introspección y permite un contacto humano más profundo que el que podemos tener hoy a través de WhatsApp”. Escribir un diario nos ayuda a reflexionar, facilita un reencuadre de las experiencias, impulsa el aprendizaje y nos aporta una sensación de sentido y utilidad de este tiempo, que muchos consideran una anormalidad y una pérdida en sus vidas.

En el 3º Encuentro de Mentoring Grupal by Escuela de Mentoring «Conversaciones con Propósito», que mantuvimos el pasado 10 de Abril bajo el lema #Gestión Emocional del Regreso, se repitió de forma recurrente la misma idea: tenemos que saber aprovechar todos los aprendizajes que nos está dando este confinamiento para desarrollar nuevas competencias que nos sirvan para afrontar el futuro que viene; tenemos que aprovechar este tiempo para la reflexión, para conocernos mejor, para conectar con nuestros valores y con nuestro propósito y construir una nueva forma de vivir; tenemos que saber sostener los aprendizajes de este momento en el futuro para poder crecer como personas y como sociedad.

Desde que comenzó la cuarentena hemos estado publicando herramientas que sirva para gestionar mejor estos momentos y a la vez sean una inversión de aprendizaje y recursos para el futuro.

Como señala el filósofo británico John Gray: «Una ventaja de la cuarentena es que se puede utilizar para renovar las ideas. Hacer limpieza mental y pensar cómo vivir en un mundo alterado es la tarea que nos corresponde ahora. Para quienes no estamos sirviendo en primera línea, esto debería bastarnos mientras dure el confinamiento.» Quizás reflexionar y aprender de esta experiencia sea nuestra mejor contribución al mundo en estos momentos, no sabemos cuando nos tocará estar en primera línea y conviene que nos coja preparados.

Por todo ello hemos creado esta herramienta para aprovechar este tiempo de desaceleración, ayudando a generar reflexión y aprendizaje que lo doten de significado y sentido y que sea una herramienta para el futuro.  Puedes descargarla aquí: BITACORA DEL CONFINAMIENTO. Una brújula para el futuro.

Se trata de un diario que puedes imprimir y utilizar para reflexionar sobre las semanas que ya han pasado y sobre las que quedan por venir. Puedes adaptarlo a tu estilo y necesidades, ampliarlo, compartirlo. Cuando todo esto pase, te invitamos a a que lo vuelvas a leer para sostener los aprendizajes y trasladarlos al nuevo presente. Una parte importante de nosotros se está revelando en esta situación anómala y podemos aprender mucho de ella para crecer como personas.

Nos encantaría que nos dejaras un comentario sobre tu experiencia con el diario. Deseamos que lo disfrutes y aprendas.

Durante la semana recibí una invitación, que sabía no debía dejar pasar. Maria Luisa de Miguel, directora de la Escuela de Mentoring, me invito a una sesión de Mentoring Grupal «Conversaciones con Propósito»: #creatividad flexible en tiempos de incertidumbre,  con más de 12 personas que no teníamos lugar de origen, edad, género, profesiones en común, pero si algo que nos unía: el mentoring

En esta nueva iniciativa de la Escuela de Mentoring en modelo grupal y virtual, una vez mas recibimos claridad. Para quienes no conocen a Maria Luisa de Miguel, ella es el símil del profesor en la casa de papel, la diferencia radica en que no te dice o planea las cosas por y para ti ,por el contrario, terminas tu aprendiendo que y cómo hacerlo, con lo cual el aprendizaje queda en ti para siempre.

Todo empezó con una pregunta: ¿Qué nos preocupa, que vemos, que problemas detectamos en nuestros entornos en este momento de crisis mundial? Las respuestas fueron variadas, pero en todas ellas estaba presente una misma vivencia: incertidumbre:

  • Problemas de adaptación a la nueva situación, la pandemia y la cuarentena llegaron de golpe, sin avisar. 
  • Las empresas están preocupadas por sus proyectos, sus negocios, por cómo sobrevivir, en qué pasará y si todo regresara a ser como antes
  • Industrias como restaurantes y hoteles están pensando en como darle continuidad a su actividad. ¿La gente volverá a salir a comer? ¿Viajara? ¿Usara hoteles?
  • En el mundo de la abogacía todo esta “suspendido” pero se preve un aluvión de trabajo y de situaciones de conflicto a gestionar tras la vuelta a la normalidad
  • En el sector inmobiliario se han parado las compras, las obras, no hay avances. 
  • Preocupación por como este proceso generara un problema social mayor y  su posible efecto en cuanto al incremento de la informalidad, la inseguridad, el conflicto. 
  • Se siente mucho enfado e ira contra gobiernos, instituciones, y algunos líderes.
  • Muchos directivos/as adictos al micromanagement y enfermos del control, desconfiaban y se quejaban del tele trabajo y del home office, sin embargo, es lo que en estos momentos esta dando continuidad a los negocios.
  • Se percibe que mucha gente está paralizada, sin saber que hacer, sin tomar decisiones, sin actuar. 

Antes que todo se convirtiera en una catarsis sobre el status quo o en una oda al pesimismo, Mª Luisa de Miguel, como facilitadora, pone foco a la sesión: La gestión de la incertidumbre necesita foco, porque lo que genera es la sensación de NO saber que hacer; NO saber que va a pasar en el futuro, y seguidamente nos pregunta: ¿Cuál queremos que sea nuestro foco ahora? Y las ideas empezaron a brotar:

  • He definido una posición en mi partidor, y estoy trabajando para llegar a ese momento de la mejor manera
  • Ayudar a personas de mi entorno que no se encuentra con buen animo organizando reuniones virtuales con ellas
  • Ayudar a las personas a resolver problemas con el trabajo en remoto 
  • Revisar el pasado, errores a corregir, problemas sin resolver y centrarme en acometerlos ahora.
  • Identificar todo esas ideas, proyectos que he dejado aparcado y retomarlos 
  • Ordenar archivos de PC, organizar papeles, documentos.
  • Definir un listado de cosas que quiero ver que he hecho cuando acabe todo esto
  • Aprender, Leer, meterme a clases virtuales
  • Definir un plan B de redefinición profesional por si al final de la cuarentena no puedo seguir en mi trabajo. 
  • Terminar de documentar las sesiones prácticas de mentoring del Programa de Experto en Mentoring online para finalizar mi formacion como mentora y estar en la mejor disposición para acompañar a otros.

Cuando pensábamos que todas estas ideas daban respuesta y nos sentíamos unos genios, Maria Luisa nos pregunta ¿y que podéis  hacer para lograr vuestros objetivos? ¿Que ideas se os ocurren? 

Surgen ideas, dudas, cuestionamientos y Maria Luisa nos hace reflexionar sobre ¿COMO podéis comenzar a hacer cosas de manera diferente? Quizás no se trata tanto de qué cosas hacer sino de cómo hacerlas, y de no imitar o replicar, sino de aportar nuestra manera diferente de hacer. Lo importante es que nuestra forma de hacer las cosas encaje con quienes somos, lo que valoramos, nuestro propósito. El cambio y la evolución vendrá de un nuevo cómo más personal y auténtico y a la vez más cercano a las necesidades reales de las personas y organizaciones a las que  nos dirigimos. 

Como seres humanos, no nos planteamos objetivos realistas, que encajen con nosotros y el entorno en el que nos movemos, si esto no lo hacemos lo que pasara es que todo lo que haga, estará vencido o destruido antes que empiece. 

Después de explorar opciones y posibilidades, pasamos a la parte final de la sesión de mentoring grupal: LA ACCION: ¿Que vas a hacer a partir de mañana que no hayas hecho hasta ahora para lograr tu objetivo?  ¿Qué vas a hacer para aportar y mejorar en tu entorno? Acciones concretas, que se puede aterrizar a la realidad, que se ve a quién están dirigidas y para qué se ponen en marcha. De todo ello surgieron acciones precisas y con propósito

  • Realizar el diseño de un taller de capacitación y entrenamiento en liderazgo y resiliencia para emprendedores aplicando la metodología del mentoring grupal  para impartir tras la cuarentena
  • Hacer reuniones virtuales con personas que se encuentran solas o con cuarentena fuera de su país que les permita catalizar la frustración y depresión
  • Brindar ideas de como organizar el trabajo remoto que permitan organizar una agenda diaria con objetivos tangibles
  • Listar los errores, problemas y contingencias pasadas. Listarlas por relevancia, armar un plan de solución, resolverlos y sentar las bases en el negocio para no volver a cometerlos
  • Lista de todo lo que he postergado, priorizarlo y depurar la lista en base a lo que quiero lograr en lo que queda de cuarentena
  • Ordenar los archivos de PC personal, la nube y compartir esta metodología con el equipo de trabajo para lograr un compromiso de continuidad en este orden
  • Hacer una evaluación integral de mi carrera profesional, trabajar un FODA personal. Identificar mis valores y propósitos y diseñar mi plan profesional en fase a ello

Algunos de los hallazgos descubiertos durante la sesión de mentoring grupal y compartidos por los participantes fueron:

-Este proceso ayuda a descubrir cómo voy postergando lo que realmente me gusta y me motiva. Tomar contacto con ello te llena de energía por lo que es importante descubrir porque las postergamos (para no volver hacerlo). 

– No dejar lo más importante para después por falta de tiempo u otras excusas, porque lo que realmente estamos postergando es a nosotros mismos a nuestro propósito. 

-Cuando queremos hacer algo que nos motiva muchas veces ponemos de pretexto que necesitamos más tiempo para hacerlo PERFECTAMENTE, esto nos impide acabarlo y ponerlo en marcha. La pandemia mundial que estamos viviendo nos ha enseñado que la perfección no existe, que no hay soluciones perfectas y no podemos esperar a tenerlas, hay que pasar a la acción y aprender de la experiencia de forma continua para mejorar y superarnos. 

-Pedir ayuda también es actuar. Pensemos en a quien podemos pedir ayuda para los proyectos en los que estamos trabajando o queremos impulsar en el futuro para seguir avanzando, ayuda para empezar. La humildad debe estar presente, siempre.

Les dejo unas preguntas que me ayudaron bastante: Cuando pase todo esto ¿QUE QUIERO VER QUE HE HECHO? ¿A CUANTA GENTE AYUDE? Debemos ser capaces de sacar algo de esta situación, ¿de que me voy a sentir orgulloso? ¿ me me hará sentir bien?

Feliz cuarentena, #YoMeQuedoEnCasa

Autor: Arturo Merino Lucar

Gerente General Adjunto en Pacific Holding S.A.

Un proceso de mentoring es una mediación consciente y deliberada para favorecer y acelerar los procesos de aprendizaje, cambio y desarrollo de habilidades, roles, afrontamiento de retos y cambios, logro de objetivos y metas. El mediador y guía de aprendizaje es el mentor/a, que con su intervención impulsa todo el proceso y lo convierte, a través del despliegue de una serie de destrezas de inteligencia relacional y conversacional y la aplicación de una metodología, en un aprendizaje inteligente, ágil y estratégico.

La mediación acelera y optimiza el aprendizaje cuando es intencionada y guiada por un experto, que tiene mayor nivel de desarrollo, un mejor manejo del lenguaje, e interactúa de una forma más ágil y efectiva en el contexto de aprendizaje del mentee. De esta forma la relación intencionada y consciente, que se establece entre mentor y mentee, se convierte en la fuente de aprendizaje para éste último, a través de la utilización de un modelo de conversación basada en el diálogo reflexivo.

libro mentoring

 

En el modelo  “Integral Generative Mentoring”, que describo en mi último libro «Mentoring, un modelo de aprendizaje para la excelencia personal y organizacional», explico cuales son las características de esta mediación para que produzca resultados efectivos. Hoy, dada la complejidad de los retos que todos estamos afrontando y vamos a tener que superar, quiero compartir las claves de las relaciones de aprendizaje efectivas.

 

 

 Intencionalidad: El proceso de mentoring se instrumenta a partir de una relación orientada intencionalmente al aprendizaje, y el mentor ejerce un rol de guía de aprendizaje de forma consciente. No se trata de relaciones de ayuda, apoyo, consejo, sin más. El mentor actúa con un propósito deliberado de ayudar al mentee a lograr su objetivo, lo que le lleva a crear una relación con él, que aporte las condiciones necesarias para que dicha ayuda sea efectiva, así como una fuente de motivación para implicar al mentee en la experiencia de aprendizaje. 

Trascendencia: Los aprendizajes adquiridos durante el proceso, su impacto  y efectos se extienden más allá de su duración, y tienen transcendencia en el desarrollo futuro y en la vida del mentee. Si bien la mediación del mentor inicialmente responde a una necesidad inmediata: el objetivo a lograr en el proceso, su intencionalidad y efectos se extienden más allá. El proceso de mentoring está diseñado para utilizar todo el aprendizaje adquirido, durante el mismo, en retos futuros durante toda la vida. Hay un desarrollo metacognitivo que permite aprender a aprender para alcanzar de forma autónoma y autodirigida estadios superiores de desarrollo.

Significatividad: Todo el proceso gira en torno a una meta que es importante, relevante y significativa para el mentee, que se conecta con su propósito vital. La mediación del mentor va dirigida a crear el hábito de fijar metas autoconcordantes, tomar decisiones sobre la mejor manera de lograrlas, buscando siempre el sentido de lo que se hace y su conexión con la meta a lograr. 

Sentido de competencia: El proceso de mentoring no solo satisface la necesidad de competencia sino que incrementa el sentido de competencia del mentee, su confianza y seguridad en sí mismo. La mediación del mentor se centra especialmente en reforzar las creencias de autoeficacia, potenciando en el mentee la capacidad de aprender y el deseo de superarse. Posibilita, además, que el mentee experimente una sensación de competencia derivada de la puesta en marcha de acciones que le acercan al logro de las metas elegidas. El aprendizaje se construye a través de logros sucesivos, que son hábilmente identificados y emergidos por el mentor, para reforzar el sentido de competencia y la creencia de autoeficacia.

Autorregulación: El proceso de mentoring es un entrenamiento para fortalecer la voluntad. La mediación del mentor en las sesiones de mentoring, al estar basadas en un diálogo reflexivo, reduce la impulsividad, hace emerger una mayor consciencia, favorece hábitos de pensamiento efectivos, una evaluación continua del aprendizaje, entrena la metacognición, focaliza la atención en la meta y ayuda a identificar y mantener de estrategias de aprendizaje que funcionan.

Reciprocidad colaborativa: Los procesos de mentoring posibilitan la co-creación de ideas y soluciones y la regeneración del conocimiento. La mediación del mentor está basada en una relación colaborativa de aprendizaje, en la que éste aporta su intención de ayudar a través de su expertise y el mentee su compromiso de experimentar y reflexionar para aprender. Se comparten reflexiones, ideas, experiencias. Se establece un vínculo de aprendizaje mutuo que incrementa el capital intelectual y experiencial de las organizaciones.

Individualización y diferenciación psicológica: Los procesos de mentoring favorecen la autorrealización de las personas. La mediación del mentor se lleva a cabo bajo la premisa del respeto a las características personales del mentee, aplicando la aceptación incondicional positiva definida por Carl Rogers (2011). Mediar significa estar lo más cerca posible de cada persona en función de sus características individuales, contextuales, ideológicas, motivacionales, valorativas, e intereses, y en base a ellas, facilitarle que sea creativo, que amplíe sus marcos de pensamiento y visión. La mediación no es directiva, sino orientadora, centrada en las necesidades del mentee.

Enfoque de progreso: Los procesos de mentoring generan resultados medibles. El proceso de mentoring está focalizado en torno a una meta, que además debe ser medible y evaluable. El mentor debe facilitar la comparación y evaluación de los diferentes logros alcanzados, durante el mismo, con el estándar fijado como objetivo. Todo el proceso debe basarse en una puesta en práctica de acciones conectadas a la meta, y mantener el mismo enfocado a futuro, a posibilidades de acción. Las sesiones son para trabajar temas conectados al logro de la meta, no para intervenir en la resolución de las necesidades inmediatas o del día a día del mentee.

Impulso del reto: A través de un proceso de mentoring se eleva el nivel competencial de las personas. El mentor fomenta la superación del miedo a lo nuevo y a experimentar cosas nuevas, planteando retos, formas diferentes de hacer, que encierren una complejidad asumible y alcanzable pero retadora para el mentee. Asimismo, media para desarrollar la flexibilidad y capacidad  de adaptación del mentee ante lo nuevo, ante los cambios. 

Consciencia y propiedad sobre el cambio: Un proceso de mentoring favorece el compromiso con el cambio y la consciencia de ser agente de cambio. La mediación del mentor debe evocar en el mentee la visión de la posibilidad del cambio, hacerle consciente de su logro, de cómo lo ha alcanzado, y de cómo puede transferir todo lo aprendido en el proceso a otros ámbitos de su vida o a otros retos futuros. El mentee debe sentir que ha sido autor y actor de su propio cambio.

Encuadre positivo: Un proceso de mentoring convierte cualquier experiencia en fuente de aprendizaje y resiliencia. La mediación del mentor se centra en trabajar un reencuadre positivo de las experiencias, incluso cuando no se logra lo deseado, haciendo ver que el logro en esos casos es el aprendizaje y un mayor nivel de preparación para conseguir el objetivo en el futuro. 

Dimensión sistémica: El mentoring desarrolla la contextología: el arte de convertir el contexto en un aliado del desarrollo y el cambio. El mentor ayuda al mentee a hacerle consciente del lugar que ocupa en su comunidad de práctica, en el contexto en el que interactúa, y que existe una influencia mutua del entorno sobre él, y de él sobre el entorno, así como las repercusiones de todo ello en su proceso de desarrollo. Esto favorece la adopción de la perspectiva sistémica a la hora de tomar decisiones, actuar, interpretar, o valorar situaciones por parte del mentee. 

Nos jugamos mucho si no contamos con personas preparadas para afrontar los retos y cambios que se nos presentan. Debemos aprender a optimizar de forma rápida y efectiva los procesos de aprendizaje, cambio y desarrollo. El mentoring es una herramienta efectiva para ello, tal y como describo en mi libro «Mentoring, un modelo de aprendizaje para la excelencia personal y organizacional». 

© Copyright. Los contenidos de este artículo están protegidos por derechos de autor a favor de Mª Luisa de Miguel Corrales, para su uso y/o reproducción por cualquier medio se requiere el permiso previo y por escrito del titular del copyright y la cita del autor. Agradecemos tu colaboración.

Continuamos con los videos grabados con motivo de nuestra participación en el Programa Mentoring Deusto Alumni.  En esta ocasión nuestra Directora Ejecutiva, Mª Luisa de Miguel, explica que caracteriza a un buen mentee, cuales son las actitudes que caracterizan a la persona que es mentorizada, y cómo influyen en el éxito de un proceso de mentoring.

Deusto Mentoring Alumni es un proceso constructivo entre mentor/a y mentee, buscando la optimización de su aprendizaje, la confianza y el desarrollo máximo de su potencial humano. El mentoring no existiría si no hubiera personas, los mentees, que quieran invertir tiempo, energía y esfuerzo en el desarrollo de su capital personal para impulsar su carrera.   En este vídeo, la experta mentora Mª Luisa de Miguel  explica quién puede serlo y con qué actitud e implicación deben involucrarse en un proceso de mentoring para obtener de él el máximo provecho. Puedes ver el video en este enlace.

En las próximas semanas compartiremos las entrevistas realizadas a María de la Herrán y Jon Bastero Miñón, dos de los mentores participantes en el Programa Mentoring Deusto Alumni, que se están formando con la Escuela de Mentoring.

Llevamos años desarrollando programas de mentoring en el ámbito universitario para impulsar el desarrollo del talento, la mejora de la empleabilidad y el impulso de la carrera profesional de los estudiantes universitarios y de formación profesional. En el libro «Mentoring, un modelo de aprendizaje para la excelencia personal y organizacional» encontrarás ejemplos de algunos de los resultados de dichos programas.

Son muchas las voces que señalan la necesidad de incorporar de nuevo el mentoring al ámbito universitario, como en su día estableció la Universidad de Oxford con el sistema educativo conocido como tutoring, cuyo objetivo es «crear personas capaces de pensar de una manera independiente y creativa». En España estamos avanzando en este sentido, cada vez son más los programas de mentoring que se implantan dentro de las universidades. La Escuela de Mentoring se haya fuertemente comprometida con la misión de convertir al mentor en el nuevo agente educativo de la era del aprendizaje. 

El 28 de Junio del 2019, nuestra Directora Ejecutiva, Mª Luisa de Miguel participo como ponente en la clausura el programa «Mujeres Roca» promovido por la Cámara de Comercio Canadá-Peru y la Organización Mundial para la Educación.

El acto de clausura se celebró en la Embajada de Canadá en Perú, en el marco del Canadá Day, con la asistencia del Presidente de la República del Perú.

Mujeres-Roca es un programa que busca promover la participación de la mujer en puestos ejecutivos en el sector minero-energético del Perú. La meta es brindarles orientación profesional y potenciar su talento y habilidades, preparándolas para forjarse una trayectoria ejecutiva en el sector, conectándolas con las principales empresas mineras del país.

Mª Luisa de Miguel clausuró el programa con la conferencia «La Aventura del Talento» sobre desarrollo del talento y carrera profesional, en la que transmitió su experiencia como mentora en el desarrollo de carreras profesionales. La conferencia fue grabada en video en las instalaciones de OMA en Perú para su posterior visionado durante el acto de clausura del programa. Puedes disfrutar del video pinchando sobre la fotografía. Como parte previa a la conferencia y relacionada con ella se proyecto el video «Mujeres en la historia» que guionizo nuestra Directora Ejecutiva para el TEDxAvilesWomen que dirigió en el 2016. Puedes ver el video pinchando en este enlace.

 

Clausura Programa Mujeres Roca Perú

Para la Escuela de Mentoring, fue un placer poder compartir con otras mujeres, a través de la experiencia de nuestra Directora Ejecutiva, algunas claves de como diseñar y gestionar una carrera, cómo sacarle provecho a todo su talento, cómo aprender a ser mujeres influyentes con capacidad de gestionar cambios, y cómo ejercer su liderazgo.

En Perú se está desarrollando un importante lobby de mujeres que están realizando numerosas iniciativas para impulsar la presencia de mujeres en todos los sectores de actividad, fortalecer su liderazgo y facilitar el acceso a puestos de dirección en diferentes empresas, así como visibilizar su talento. Dentro de estas iniciativas OMA es un referente en el Peru, apostando por una educación en igualdad de oportunidades, brindando un apoyo extra al sistema educativo, trabajando las habilidades sociales y el liderazgo de muchas mujeres jóvenes que inician su andadura en el ámbito laboral.

Nos resulta muy grato poder participar de muchas de estas iniciativas, continuando así en Latinoamérica nuestra labor de apoyo a la visibilidad y empoderamiento de las mujeres. Hace apenas un año impartimos otra conferencia sobre «Mujeres Liderando el Milenio: influencia, poder y presencia» para Women In CEO Peru, y hemos apoyado el «Global Mentoring Walk» celebrado este año en Lima, además de la que  organizamos en España.  Asimismo estamos desarrollando Programas de Mentoring para el impulso de la carrera profesional de las mujeres en el ámbito de la mineria a través de nuestra colaboración con OMA Peru.

Como Directora de la Escuela de Mentoring desde el año 2002 dedicándome al mentoring. Inicialmente lo compatibilizaba con mi otro proyecto dedicado al asesoramiento jurídico de empresas. De esta etapa de mi vida aprendí a conocer muy bien a las empresas, su funcionamiento, sus diferentes características, sus problemáticas, necesidades, dificultades, potencialidades, como es el mundo empresarial, su cultura, su lenguaje, sus costumbres y reglas no escritas. Y también aprendí a conocer y comprender a las personas que están detrás o delante, según se mire, de esas empresas: como son, como sienten, como deciden, como actúan, como dirigen, como gestionan, como trabajan con otros, como se comunican. Mi expertise como asesora jurídica era técnica, muy basada en el conocimiento y, también, en la capacidad de analizar situaciones y darles respuesta. A ella unía las competencias que he desarrollado como mentora: escuchar de forma global, profunda y reflexiva, preguntar para facilitar el pensamiento y provocar la acción, transmitir conocimientos para que el otro pueda usarlos, acompañar emocionalmente, reencuadrar positivamente, activar la motivación, entre otras cosas.

Cuando llegó la crisis, y con ella los despidos, los ERES, los impagos, las dificultades para afrontar pagos, la pérdida de ingresos, los embargos, las quiebras, los cierres o la reducción del tamaño de la empresa a la mínima expresión, mi trabajo como asesora jurídica desde luego fue de ayuda, era por lo que me pagaban, pero sin duda lo que yo creo que más valor aporto, y a mi me genero más satisfacción, fue mi rol como mentora, como persona que acompaña a otros en tránsitos difíciles y toma de decisiones en situaciones complejas y complicadas. Decisiones que van muchos más allá de los empresarial porque afectan a tu identidad, a tu carrera profesional, a tu autoestima, a tu futuro, a tus sueños, en definitiva a tu vida entera, presente, pasada y futura.

He visto como personas de larga trayectoria empresarial, con éxitos comprobables, referentes en su sector, muchos y muchas podrían ser mis padres o madres por edad, algunos y algunas fueron mis mentores empresariales y profesionales, se derrumbaban, les inundaba la desesperanza, les consumía el estrés y la ansiedad, se quedaban bloqueados por el miedo, aprisionados en las continuas demandas y problemas que surgían, presos de la inacción por no saber que hacer, que camino seguir, o desbordados por una frenética sucesión de decisiones, acciones y retrocesos por no contar con la calma y claridad suficiente para reflexionar y decidir. He visto como personas decididas, asertivas, emocionalmente inteligentes, seguras de si mismas, con las ideas claras se venían abajo y no eran capaces de desplegar todas esas habilidades que siempre les había acompañado.

En todo ese tiempo mi rol fue ser soporte, fui la persona que les ayudo a ver con claridad y descubrir más opciones, a tomar decisiones realistas, a gestionar la emocionalidad de esas decisiones, a mantener la esperanza en el futuro a pesar de las dificultades del presente, a no sentirse solos, a no sentirse fracasados, y lo que es más importante a reorientar su vida de forma satisfactoria. Muchos tuvieron que vender la empresa a precio 0, otros cerrarla ahogados por las deudas, otros despedir a sus trabajadores de muchos años y quedarse solos ante el peligro defendiendo el fuerte empresarial, ver reducido su patrimonio, afrontar embargos y causas judiciales y, a pesar de todo ello, la vida sigue y merece seguir siendo vivida con dignidad, satisfacción y bienestar. Por esta parte de mi trabajo nadie me pagaba y puedo asegurar que ocupo muchas más horas al teléfono, en reuniones, que la más técnica o jurídica.

Los momentos vividos durante la crisis me hicieron reflexionar mucho acerca de mi papel, mi verdadero rol, mi aportación de valor en el mundo de la empresa. La idea que me venía continuamente a la cabeza es que quizás había demasiados asesores empresariales, demasiados consultores de empresa y pocos asesores personales. Muchas herramientas, técnicas, servicios para dar apoyo y soporte a la empresa pero ¿y quien le da soporte a la persona o personas que sostienen la empresa? ¿quien se preocupa de hacer ver como una decisión empresarial puede afectar a la vida personal, al ecosistema de relaciones personales, la realización personal, la propia identidad, nuestra felicidad?  ¿cuantos decisiones de negocios ha acabado con parejas, matrimonios, familias, relaciones entre amigos? ¿merece la pena? ¿realmente lo prioritario en nuestras vidas es el negocio, el mercado, la facturación, el crecimiento de la empresa? ¿donde queda todo lo demás? Ser empresario/a, emprendedor/a,  ingeniero/a, tecnólogo/a es ser antes persona. ¿Quién nos forma como personas para afrontar las demandas actuales?

«La vida contemporánea es como una escuela y el curriculum a aprender es el complejo juego de responsabilidades y expectativas que debemos atender» Rober Kegan «Desbordados»

Todo ello me hizo dejar el mundo de la asesoría jurídica empresarial y dedicarme por entero al mentoring, que para mi es la metodología que ayuda a personas y organizaciones a lograr sus metas, desarrollando todo su potencial y sintiéndose felices, satisfechos, orgullosos, a gusto consigo mismo y con el mundo. Porque la felicidad va de eso, de metas y de potencial. ¿Cómo lo hago? a través de algo tan aparentemente simple pero tan profundamente complejo como es la conversación. En el mentoring practicamos la conversación inteligente: transformamos conversaciones en decisiones, decisiones en acciones y acciones en resultados. Trabajando con la persona o con las personas, poniendo a la persona en el centro: sus valores, sus motivaciones, sus intereses, sus emociones, sus aspiraciones, su red de relaciones, sus oportunidades, sus límites y el entorno en el que se mueve o podría moverse. Damos soporte a la persona o personas que tienen que mover la empresa, para que la muevan en la mejor dirección, con los mejores resultados y en la forma que es más acorde para permitirles vivir la vida que quieren.

Con el mentoring ayudamos a clarificar, definir y priorizar metas y objetivos, a evaluar como encajan con el resto de dimensiones de nuestra vida; apoyamos en la gestión emocional que implican las decisiones difíciles, complejas, importantes, con impacto en el futuro o en el entorno, los cambios, los retos, enfrentar situaciones nuevas, aprender nuevos roles; removemos los obstáculos internos y externos que impiden a las personas lograr sus metas, alcanzar sus objetivos, avanzar, aprender cosas nuevas, adaptarse a diferentes contextos, relacionarse con personas diversas; ampliamos opciones, facilitamos descubrir nuevas posibilidades, identificar y crear oportunidades, establecer alianzas estratégicas con otras personas, incrementar y reforzar las redes de apoyo; entrenamos en habilidades clave como la gestion de uno mismo o autoliderazgo, la autorregulación emocional, la creatividad, la gestión del tiempo y la energía, la iniciativa, la comunicación intra e interpersonal, el liderazgo de otros, la colaboración y negociación en la relaciones, la toma de decisiones; compartimos experiencias que pueden servir de aprendizaje o referencia para la toma de decisiones, conocimientos que no suelen estar al alcance de todos porque no son visibles o porque necesitan muchos años de prueba y error para adquirirlos, recursos, contactos, formas de hacer; despertamos la motivación, el optimismo, el pensamiento positivo, la energía necesaria para la acción; facilitamos el aprendizaje de la experiencia y ayudamos a identificar estrategias efectivas para el aprendizaje y el logro de metas.

¿Quieres emprender? ¿Quiere decidir hacia donde enfocar tu carrera profesional? ¿Quieres hacer crecer tu empresa? ¿la quieres internacionalizar? ¿quieres diversificar? ¿quieres vender o cerrar tu empresa y dedicarte a otra cosa? ¿quieres cambiar de trabajo? ¿quieres tomarte un año sabático? ¿quieres  dar entrada a un socio, firmar un acuerdo de colaboración, cambiar el modelo de negocio? ¿quieres hacerte visible, mejorar tu posicionamiento en el mercado, trabajar la marca personal? Nuestros mentores pueden acompañarte para focalizar tu meta, tomar las decisiones que contribuirán a lograrla, y guiarte en la puesta en marcha de las acciones necesarias para ello, ayudándote a reflexionar sobre la experiencia y extraer estrategias de aprendizaje, de acción efectivas para el logro de tus metas.

¿Quieres identificar personas de alto potencial en tu empresa? ¿desarrollar el talento? ¿preparar lideres de equipo para el futuro? ¿planificar la sucesión empresarial o el relevo generacional? ¿mejorar el clima laboral? ¿incrementar la innovación en tu empresa? ¿gestionar el conocimiento? ¿gestionar la diversidad? Te acompañamos como mentores y antropólogos organizacionales para guiar a tu organización hacia el éxito, a través del diseño e implementación de programas de mentoring en los que construimos una visión integrada, alineamos objetivos individuales y organizacionales, creamos comunidad y permitimos que la organización sean el lugar de realización personal y cumplimiento de propósitos de las personas.

Somos mentores personales y organizacionales, guías del aprendizaje personal y organizacional. Alineamos vidas y organizaciones. Nuestra cuenta de resultados no está compuesta de números, cuotas de mercado, trabajadores. Nuestra cuenta de resultados está conformada por el aprendizaje, la satisfacción y realización de personas y organizaciones. Nuestro beneficio está hecho de los beneficios experimentados por muchas personas y organizaciones que han aprendido a vivir en su elemento, a conectar su pasión y su talento y tener vidas inspiradas e inspiradoras.

libro mentoring

Todo ello tiene que ver con el desarrollo de un modelo de aprendizaje, cambio y desarrollo efectivo, que enseñamos y se aprende, y permite a las personas establecer objetivos, tomar decisiones y lograr resultados de forma satisfactoria, realizándose en cada logro y construyendo día a día la vida que quieren vivir, ocupando su lugar en el mundo. Se aprende a través de la relación que se construye con el mentor, y las conversaciones que de forma ritual se desarrollan en las diferentes sesiones de mentoring, que existen en un proceso. Un modelo conversacional que facilita el pensamiento, despierta la creatividad, clarifica la mente, gestiona las emociones, impulsa a la acción, agudiza la observación del entorno, reflexiona sobre la experiencia propia y ajena para aprender y mejorar. Pero sobre todo un modelo conversacional que te enseña a como hacerte buenas preguntas, porque sin buenas preguntas no hay buenas respuestas,  sin buenas respuestas no hay buenos resultados, y sin buenos resultados no hay éxito personal.

Hay muchas personas que queremos impulsar una transformación, casi diría revolución humanística en la era de la transformación digital. Poniendo a la persona, sus necesidades, valores, aspiraciones, propósito, emociones, motivaciones, en el centro de toda la toma de decisiones. Poner cualquier cambio, cualquier herramienta, cualquier técnica o metodología, cualquier acción al servicio de un desarrollo humano más pleno, y no del mercado. Un desarrollo humano que nos permita dar rienda suelta a nuestra creatividad, aportar valor, inspirarnos e inspirar, compartir con otros lo que sabemos y hacemos, conversar para co-crear, aliarnos para crecer juntos, experimentar satisfacción y bienestar. Queremos que las personas vuelvan a reconectarse con el trabajo como fuente de satisfacción, realización y desarrollo personal. Queremos que las empresas y las organizaciones sean un lugar para que todas estas cosas ocurran.

Autora Elena Menéndez

Estas son algunas de las ideas que tuve la oportunidad de compartir el viernes 28 de Febrero con las más de 128 personas que estuvieron presentes en el encuentro de networking organizado por #AsturiasAfterWork by The Power MBA en el Hotel Artiem en Quintueles. Una maravilla de evento, que además me dejo un regalo precioso, además de todas las maravillosas conversaciones y encuentros que mantuve con muchos de los asistentes: un dibujo resumen de mi intervención realizado por la artista Elena Menéndez www.dearmissprosperity.com, una de esas personas a las que he tenido el placer de acompañar como mentora en el camino de su realización personal y profesional.

 

 

 

Queremos humanizar el mercado, los negocios, las empresas, las organizaciones, la sociedad, el mundo, la vida. ¿Te apuntas?

El talento es una mezcla, casi misteriosa diría yo, de potencial innato, oportunidades de desarrollo y mucha práctica y experimentación. De las tres variables, sobre la que más control tenemos es la de la práctica deliberada, consciente, continua y monitoreada. El potencial innato nos viene dado, las oportunidades en cierta forma dependen mucho del entorno en el que interactuamos, que hasta cierto punto y determinada edad está condicionado por el lugar y la familia en la que nacemos. Ahora bien, lo de practicar es algo que podemos hacer siempre, con más o menos oportunidades, más o menos acierto, o más o menos tiempo. Es verdad, que si la práctica no está bien focalizada, dirigida y no se realiza una reflexión continua sobre la misma para aprender de la experiencia, puede ser una total pérdida de tiempo y deviene en inútil e incluso estéril para nuestro talento.

Que nuestro talento brote y aporte valor depende de alcanzar la intersección del éxito: un matching óptimo entre aspiraciones (metas), capacidades (potencial), motivaciones y oportunidades. El potencial centra nuestro ámbito de práctica, las oportunidades serán las diferentes opciones para practicar, la meta dirigirá y orientará nuestras acciones en el sentido de decidir el camino de práctica a seguir, y la motivación será la gasolina para encender el motor que nos hará comenzar a practicar.

Sin embargo, este matching, y lograrlo no es tarea fácil, no es suficiente.  Hay que hacerlo realidad día a día a través de nuestras acciones, es decir, trabajando, experimentando, practicando. Y aquí hace falta mucho más que un buen coche, una buena ruta y gasolina para encender el motor. Hace falta un conductor/a atento, concentrado, focalizado, consciente y comprometido dispuesto a realizar muchas horas de trayecto. No se si las famosas 10.000 horas del psicólogo K. Anders Ericsson son muchas o pocas, dependerá de los casos, pero si tengo claro que sin práctica el talento no brota, no se actualiza y puede llegar a quedar oxidado. Nadal no es Nadal solo por su talento innato para el tenis, sus buenos entrenadores o las oportunidades que ha tenido, hay muchas horas detrás de la raqueta para llegar a donde ha llegado y seguir conquistando nuevos retos.

El talento es como un músculo que hay que ejercitar con inteligencia y constancia para que aporte el rendimiento adecuado en cada etapa vital. Desarrollar nuestro potencial para convertirlo en talento y autorrealizarnos es una necesidad vital, como dijo Maslow. Todos compartimos el deseo de hacer realidad nuestro potencial, lo que ocurre es que el deseo no es suficiente, es solo una parte de la ecuación. Eldesarrollo del talento requiere también la capacidad de mantener el curso de acción adecuado para perfeccionar nuestro potencial. El deseo de realizarse es la motivación y la capacidad de perseverar en ello, a pesar de las distracciones, los estímulos o el placer efímero y fácil, es la voluntad.

La gran tragedia para el talento ha sido la separación de motivación y voluntad, como si fueran dos procesos diferentes y aislados, asociando la motivación a lo emocional y energético, y la voluntad a la parte más intencional, racional y ejecutiva. Entre otras derivas esta separación ha dado lugar a que se insista en demasía sobre la necesidad de trabajar y hacer aquello que nos gusta, con lo que disfrutamos, fluimos, etc. Con ello olvidamos que, si bien esto es deseable no siempre es posible, que para lograr una meta que nos motive intrínsecamente tendremos que realizar tareas que nos gusten y para las que estamos motivados intrínsecamente y tareas que no nos gusten. Que cuando aparecen éstas últimas aparecen las excusas, las distracciones, la procrastinación, las desviaciones, los abandonos, etc., etc., etc. Sin ir más lejos, a mi dedicar 5 horas diarias a escribir un libro me motiva intrínsecamente, pero revisar las faltas ortográficas y errores de lo que he he escrito no me motiva nada. Sin embargo, para poder publicar un libro son necesarias ambas tareas.

El culto al deseo, al placer, la recompensa inmediata, tan instaurado en la vida líquida, ha ocasionado que el esfuerzo y la responsabilidad, pilares de la voluntad, dejen de estar de moda. Ya lo dijo Nietzsche, parece haber una tendencia moderna empeñada en debilitar la voluntad. La consecuencia: nos hemos convertido en un rebaño de acólitos de tendencias, modas, experiencias emocionales excitantes, y otros artilugios manipuladores varios. La motivación es más maleable, más influenciable y más manipulable que la voluntad. No es de extrañar que desde hace más de 30 años la motivación haya ocupado el espacio público arrinconando a la voluntad, mucho más comprometida y afanosa.

Si queremos verdaderamente desarrollar el talento necesitamos volver a unir motivación y voluntad dentro de un proceso motivacional-volitivo único, donde se trabaje la parte energética de la motivación (activación) y la parte sostenida de la voluntad (dirección y perseverancia), es decir, los aspectos emocionales y ejecutivos.En el modelo de desarrollo del talento que trabajo ambos conceptos se unen: La motivación establece las metas y la voluntad aporta la energía, esfuerzo y control necesario para alcanzarlas (Gollwitzer, 1990). La voluntad es capaz de convertir una falta de motivación o una motivación extrínseca en una motivación cuasi-intrínseca, a través de un proceso autorregulatorio que logra la motivación optima para el desarrollo de la acción. Para entender como funciona todo el engranaje describo a continuación como son las tres dinámicas clave del proceso:

1.- Punto de Partida (necesidad-motivo): Aparece un deseo, una necesidad (el motivo). Por ejemplo, siento que quiero cambiar algo en mi vida porque no me encuentro satisfecho con ella, no me siento realizado.La necesidad sigue siendo la base de la motivación, nos movemos por necesidades.  Esa necesidad se siente ante una situación x (tiempo, contexto, actividades) y está asociada al desarrollo de nuestro potencial, a necesidades socio-emocionales como el reconocimiento, el poder, la autonomía, sentido competencia, afecto, etc. Continuamente estamos experimentado necesidades, nuestras emociones son una fuente de información sobre ellas.Las diversas situaciones por las que transitamos en nuestro día a día nos hacen experimentar sensaciones afectivas respecto a las mismas: un juicio de valor casi instantáneo, y muchas veces no consciente, de atribución agradable/desagradable, según nuestra escala de valores. Ello genera una respuesta afectiva que da lugar a una tendencia, que en términos generales puede concretarse en acercamiento a la situación (valoración de agrado) o alejamiento de la situación (valoración de desagrado). Esa tendencia general se concreta más adelante en una intención de hacer algo al respecto de ella (objetivo).

A veces los problemas en el desarrollo del talento surgen en esta fase porque no existe consciencia de las verdaderas necesidades y se actúa bajo los efectos de la inconsciencia, solo se siente un malestar pero no se identifica ni la emoción ni la necesidad concreta, lo que suele derivar en fijación del objetivos desalineados de nuestras necesidades.

2.-Punto de llegada (objetivo): Establezco un objetivo para saciar esa necesidad porque creo que lográndolo voy a obtener una recompensa que me va a satisfacer. El objetivo es el fin de mis acciones y a la vez el incentivo de las mismas, pues lleva implícita la recompensa. Por ejemplo, el objetivo en el caso anterior puede ser cambiar de trabajo e incluso lograr un trabajo específico porque con ello creo que me voy a sentir mejor y más realizado. Los objetivos para satisfacer la misma necesidad podrían ser muy diferentes: cambiar de ciudad, comenzar a hacer deporte, comenzar a pintar, cogerme un año sabático…. Elegir un objetivo u otro depende de las características personales de cada uno (lo que me gusta, me importa, se hacer), de las recompensas que asocio a dicho fin y su importancia y significado para mi, y de las oportunidades que tengo al alcance.

El objetivo es el aspecto direccional de la motivación, en el que intervienen las funciones ejecutivas encargadas de identificar las posibles formas de satisfacer la necesidad (metas), valorar su adecuación o no, su posibilidad de realización, su importancia y ponderación, su selección y formulación adecuadas. En esta valoración nuestra mente tiene en cuenta aquellos objetivos que concuerdan más con nuestras capacidades, necesidades, motivaciones, valores, y son más viables en el contexto en el que operamos. Es esta valoración la que asegura que una meta sea autoconcordante con nuestra esencia biológica o yo ideal, y garantiza, por tanto, que existan más posibilidades de lograrla porque nuestra energía será mayor. La recompensa o beneficio de una meta tiene un valor objetivo y un valor subjetivo (asociado al propósito vital, valores personales, necesidades), y este segundo tiene un peso mayor en la formación de la voluntad. Una meta es una necesidad emocional elaborada cognitivamente y en ello tiene mucho que ver la voluntad.

El objetivo en un momento inicial es un deseo, un ideal, una representación mental vaga, que requiere de creatividad y un ajuste realista en base a las posibilidades propias y las del entorno para lograrlo. En nuestro modelo de desarrollo del talento una de las funciones clave del mentor es ayudar a formular un objetivo con encaje (alineando necesidades, capacidades, oportunidades), para ello trabajamos el autoconocimiento, la exploración de opciones, y la identificación de oportunidades, entre otras.  Un objetivo formulado así se convierte en un «asunto personal»: es mi fin, mi proyecto, contiene mi identidad. Esta es la razón por la que los objetivos así formulados son la herramienta para autorregular la conducta, para perseverar en la acción, para mantener el esfuerzo y superar los obstáculos. Los objetivos con encaje o metas autoconcordantes son una pieza angular de la voluntad del talento, son la pieza que puede decantar la tensión entre desarrollo y seguridad en favor del primero.

3.-Fase ejecución (acción y autorregulación): En ella se llevan a cabo las diferentes acciones ideadas para lograr el resultado esperado (logro del objetivo y del beneficio asociado a él). En el ejemplo ya citado, las acciones para cambiar de trabajo pueden ser contratar un proceso de mentoring, realizar cambios en el perfil de linkedin, asistir a encuentros de networking, realizar una formación X, y muchas más. En la identificación, selección y puesta en marcha de acciones también están presentes la motivación y la voluntad. Digamos que cada acción es un micro-objetivo o micro-fin en que debe alinearse las necesidades emocionales, capacidades y oportunidades a fin de elegir la más adecuada para avanzar en dirección al objetivo.

El proceso motivacional no finaliza con el logro de la meta, o con la conclusión de la acción (logro parcial de la meta o micro-objetivo). Existe una fase post-acción de suma importancia para la motivación, en sus aspectos de satisfacción y autoeficacia. Se trata de la fase de evaluación de la acción consumada y el resultado obtenido con ella, la reflexión sobre la experiencia para generar aprendizaje consciente. Esta fase tiende un puente entre el pasado y el futuro, permite que el sujeto capitalice la experiencia para planificar y conducir mejor futuras acciones.

 

libro mentoring

Entrenar la atención para focalizarla en la selección de la información relevante para el logro del objetivo, evitando las distracciones, infoxicación, dispersión, etc.Nuestra voluntad se forja a través de un diálogo mental reflexivo y deliberado que dirige nuestra energía emocional, mental y conductual hacia el logro de la meta, especialmente cuando surgen obstáculos, contratiempos, distracciones, nuevas oportunidades, necesidades, conflictos de intereses, etc.  Las conversaciones inteligentes que trabajamos en nuestro modelo Integral Generative Mentoring están diseñadas para fortalecer la voluntad a través del uso de estrategias y procesos mentales adecuados en cada una de las fases descritas anteriormente. Algunas de esas estrategias y procesos son:

  1. Autorregulación motivacional óptima: realización de una reconsideración y reevaluación continua de los motivos para la acción, del valor de la meta y de las expectativas positivas respecto del logro de la misma, a fin de tomar decisiones en orden a mantener la intensidad del compromiso con la acción y la meta, cuando sigue conteniendo el significado y valor otorgado inicialmente, o bien abandonarlo de forma más ágil y flexible cuando ya no es relevante porque ha perdido su valor, evitando caer en la trampa de la persistencia. 
  2. Autogestión emocional,tratando de impedir que nos absorban las emociones negativas y de enfatizar las que facilitan la eficacia de la acción, a través de una relectura y reinterpretación de las experiencias que dan origen a las primeras.
  3. Evitar la hiper motivación, es decir, el compromiso simultáneo con diversas metas que distrae nuestra atención y compromete nuestra energía y esfuerzo, además de nuestra efectividad. Se trabaja con la gestión del tiempo y la priorización.
  4. Evitar estados rumiantes, como el sobre-análisis acerca de las propias acciones y resultados, la atención excesiva a las expectativas sociales acerca del desempeño propio, el apego irracional al objetivo, y otras trampas mentales
  5. Explorar opciones: se promueve una mirada constante al entorno para la identificación de oportunidades que estén relacionadas con el objetivo a lograr, a fin de ampliar las posibilidades de acción e identificar mejores cursos de ejecución para alcanzar la meta.
  6. Gestión de la energía y el esfuerzo:La cantidad de esfuerzo a invertir para seguir perseverando hacia el logro de la meta depende del esfuerzo disponible en cada momento, y este está condicionado por los esfuerzos ya asumidos y el esfuerzo que exige la próxima acción. Trabajamos la consciencia sobre el estado de energía, ayudamos a identificar cuales son las fuentes de recarga energética y las fuentes de fuga energética y cómo gestionarlas, así como a calcular el esfuerzo necesario para cada acción y como afrontarlo.
  7. Adquisición e incremento del autodominio personal : Trabajamos sobre el capital psicológico de la persona, su creatividad y resiliencia para incrementar su sensación de control sobre si mismo y sobre el ambiente para impulsar su intervención en él de forma segura y eficaz.

Una fuerte motivación inicial no es suficiente para el desarrollo del talentorequiere ser actualizada permanentemente a través de la perseverancia en la acción, la voluntad. Realmente muchos de los fracasos en el logro de los objetivos, muchas de las frustraciones, bloqueos en el aprendizaje, dificultad en el desarrollo de habilidades no se deben a falta de motivación, sino a la falta de una voluntad fuerte y decidida.