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Continuamos con la colaboración en la Revista Capital Humano, a través del espacio cedido a EMCC SPAIN, con un artículo de nuestra Mentora Acreditada, Ana Sanjuán bajo el título «El efecto multiplicador del mentoring para el liderazgo», publicado en la Edición de Mayo 2022.

En el artículo Ana Sanjuán plantea la necesidad de desarrollar  un liderazgo que sea capaz de optimizar los procesos de aprendizaje, cambio y desarrollo de las personas en las organizaciones, un liderazgo multiplicador del talento y explica  el modelo de desarrollo del liderazgo de Escuela de Mentoring basado en 6 dimensiones (inspirador, resonante, conectivo, desarrollador, alquimista y cooperativo) y cómo potenciar la dimensión del liderazgo desarrollador a través de nuestra metodología Integral Generative Mentoring.

En un contexto caracterizado por la confluencia de grandes crisis globales (sanitaria, económica, bélica, social, medioambiental), que a su vez generan otras igual de importantes como la crisis de salud mental, la de confianza global, la de liderazgo o la crisis conocida como la Gran Renuncia, es más necesario que nunca que los líderes dominen las diferentes dimensiones, en especial, la desarrollativa.

La era de la incertidumbre, la complejidad y el cambio constante ha llegado para quedarse. Como señala la OCDE «Para sobrevivir, las personas, las empresas, y la sociedad necesitan aprender a la misma velocidad con que cambia el entorno; y para progresar deben hacerlo a más velocidad que el entorno». Necesitamos un liderazgo que sea capaz de optimizar los procesos de aprendizaje, cambio y desarrollo de las personas en las organizaciones, un liderazgo multiplicador del talento.

En la actualidad son necesarios los líderes que ejercen su rol teniendo en cuenta el crecimiento de las personas, los equipos, las organizaciones y la sociedad en su conjunto, además de modular su rol teniendo en cuenta las necesidades de todos ellos y las circunstancias de cada momento. En definitiva, necesitamos líderes que sepan desarrollar a otros y crear nuevos líderes. Para entrenar la dimensión desarrollativa del liderazgo y potenciar el ejercicio de un liderazgo fluido, que sepa moverse con naturalidad y eficacia en todos los estilos y dimensiones, la metodología del mentoring es una herramienta muy valiosa.

Si quieres leer el artículo completo y conocer como el mentoring puede contribuir al desarrollo sostenible del capital humano en las organizaciones puedes consultarlo en este enlace.

Las palabras y acciones de un líder provocan un gran impacto emocional. Diversos autores señalan que el clima emocional de las empresas depende entre un 50 y un 70% de las acciones del líder y que hasta un 30% de los resultados y rendimiento de un equipo se pueden ver afectados por el clima emocional. Esto supone una gran responsabilidad para el liderazgo y, por tanto, un ejercicio diario de consciencia, autorregulación emocional y reflexión para evitar proyectar malestar en las personas y procurar contagiar bienestar. La gran pregunta que tenemos que hacernos es ¿somos conscientes de cómo impactan nuestros gestos, palabras y comportamientos en nuestros colaboradores? ¿Cuántas veces reímos o sonreímos al día? ¿Cuántas miramos a los ojos en las conversaciones y cómo miramos?

Las emociones se propagan y se contagian cuando las personas están cerca las unas de las otras, cuando interactúan. Los psicólogos Howard Friedman y Ronald Riggio señalaron, hace ya más de 40 años, que incluso el lenguaje no verbal y los gestos puede afectar emocionalmente a otras personas: cuando tres extraños se sientan uno frente al otro en silencio durante un minuto o dos, el que es emocionalmente más expresivo de ellos transmite su estado de ánimo a los otros dos, sin que se hable una sola palabra. Y lo mismo ocurre en el día a día en la oficina, el lugar de trabajo, las salas de reuniones o las sesiones virtuales: de forma consciente o inconsciente todos percibimos y nos vemos afectados por el estado emocional de los otros. Caroline Bartel de la Universidad de Nueva York y Richard Saavedra de la Universidad de Michigan realizaron en el año 2000 una investigación con 70 equipos de trabajo en diversas industrias, descubriendo que las personas que se reúnen juntas por más de una hora terminan compartiendo estados de ánimo, tanto buenos como malos. Por tanto, es importante tomar conciencia de cuál es nuestro estado y  el del grupo y como líderes contribuir a crear estados emocionales que sean acordes a la situación y al objetivo a lograr respecto de la misma.

En definitiva, las personas resonamos emocionalmente, emitimos vibración emocional y está se extiende más allá del encuentro físico o virtual. Resonar es prolongar nuestro impacto más allá del momento en que se produce, es estar de forma permanente en la mente y los corazones de nuestros colaboradores. Si queremos crear climas emocionales expansivos del talento necesitaremos despertar en los demás sentimientos adecuados para ello, resonando en dicha frecuencia. Todo esto no es posible si nuestros mensajes, nuestras interacciones, nuestros gestos, nuestras conversaciones y nuestros comportamientos transmiten una emocionalidad inadecuada: apatía, frustración, enfado, vergüenza, irritabilidad, ansiedad o en disonancia con la que están experimentando los demás.

Las emociones positivas contribuyen a incrementar la conciencia de los recursos de los que disponemos para alcanzar un determinado objetivo, favorecen la creatividad y la toma de decisiones y nos disponen a la acción. Las emociones negativas nos ponen a la defensiva, nos bloquean, hacen salir a escena a nuestro ego, porque están evolutivamente pensadas para defender, proteger y sobrevivir. El ego es nuestro escudo, nuestra armadura de protección frente a las amenazas externas, es la que nos ayuda a resistir y defendernos de los golpes de la vida. Las emociones negativas secuestran nuestra atención y disminuyen nuestra capacidad de empatía y nuestra habilidades sociales.

Imaginate por un momento en una sala acristalada llena de gente amenamente conversando. De repente, se rompe uno de los cristales de la sala, formando un gran estruendo. ¿A donde se dirige nuestra atención? Hacia el lugar de donde viene el estruendo, ¿qué emoción se activa ante el caos, los cristales rotos, el tremendo ruido? El miedo, porque entramos en modo supervivencia, tememos por nuestra vida y toda nuestra atención se concentra en salir ilesos de la situación. ¿Qué probabilidades hay de que nos paremos a analizar serenamente la situación para determinar la realidad exacta del peligro? Muy pocas, si todo a nuestro alrededor es confusión, algún que otro grito, nerviosismo, personas quizás heridas. ¿Alguien será capaz de ser empático y pensar en los demás, ayudándolos a salir, a tranquilizarse?

Esa misma agresión y esa misma reacción experimenta nuestro ego cuando se ve atacado, por ejemplo, cuando alguien nos cuestiona, o no nos presta atención. Entramos en modo defensivo, porque el miedo se apodera de nosotros aunque no haya una situación de peligro real para nuestra vida. Nuestro ego se siente en peligro y reacciona ante una emoción negativa como el miedo, la vergüenza, o el enojo. Al defendernos cerramos puertas, instalamos barreras, nos atrincheramos en nuestra realidad y no dejamos entrar nada del exterior, neutralizamos cualquier entrada externa (ideas, emociones, sensaciones) porque las percibimos como amenazas. Con ello dejamos de escuchar, nos enfrascamos en un diálogo interno, dejamos de contemplar e incluso de sentir, perdiéndonos valiosísimas informaciones, puntos de vista, intercambios, experiencias. 

La resonancia negativa suele desconectarnos de los demás, porque nos atrincheramos en defender nuestro ego y nos limita la visión, y con ello la creatividad o la amplitud de mirada. Las emociones positivas, siempre que sean equilibradas y no excesivas como la euforia, por ejemplo, nos conectan, nos vinculan a los demás, generan relaciones e intercambios. Son expansivas y creativas. Pensemos en la risa o la sonrisa, que son el efecto de la alegría, y en como atrapan nuestra atención positivamente. Si llegamos a un mostrador para que nos atiendan una petición, y tenemos cuatro personas disponibles, dos de ellas con cara muy sería y otras dos sonriendo ¿a cuál nos dirigimos? ¿Cuál creemos que nos va a atender mejor?

Las emociones se mueven por una organización como los datos a través de la fibra óptica o la electricidad a través del cableado eléctrico. El liderazgo resonante no significa estar sonriendo todo el día, alegre y entusiasta, tiene más que ver con darnos cuenta del impacto de nuestro estado de ánimo en los demás y saber ajustar el mismo en consecuencia. Quien ejerce el liderazgo debe ser consciente de su emocionalidad, transitar hacia emociones más expansivas y ser muy preciso en su expresividad emocional, porque cuanto más abierto es un líder más resonante es. Esto implica que cuanto más expresa las emociones más rápidamente se producirá su contagio, tanto para las positivas como para las negativas. Un líder no puede gestionar adecuadamente la emocionalidad de la organización o del equipo si antes no lo hace con la suya.

Cuando el líder no sabe sintonizar, empatizar ni interpretar adecuadamente las emociones ajenas genera disonancia lo que es fuente de malestar. La disonancia es discordancia, falta de armonía, lo que da lugar a la desconexión. El liderazgo resonante sabe sintonizar con las emociones de sus colaboradores y encauzarlas en la dirección adecuada. Los líderes que son incoherentes porque sus actos no reflejan sus palabras y son incongruentes con los valores que predican generan disonancia, lo mismo que los que se revisten de una amabilidad fingida o los que vibran en una emocionalidad positiva cuando su entorno está vibrando en una negativa. Si el equipo está triste porque se siente derrotado ante la no consecución de un proyecto, no es aconsejable que el líder vibre en optimismo y entusiasmo. Deberá comenzar por acoger esa emocionalidad, dejar que se exprese, sostenerla y respetarla y desde ahí comenzar a transitar hacia otras emociones como la esperanza y la confianza.

Para resonar con la energía que necesita la otra persona, el equipo o la organización e inyectarla el líder necesitará estar conectado a sus fuentes de inspiración: propósito, valores, referentes, fortalezas. Gracias a todos ellos es como el liderazgo resonante ayuda a crear sentido en medio del caos y la incertidumbre y puede actuar como moderador emocional de los integrantes del grupo. Además de la energía de la pasión por aquello que nos inspira y nos motiva, para resonar hace falta también emoción y convicción. A la hora de comunicar es importante que el líder no lo haga solo desde el plano racional, utilizando hechos y datos, sino también emociones, palabras con carga emocional, historias y vivencias. Sin convicción, el mensaje no cala, no resuene. La emoción activa, mueve, capta la atención pero no perdura, por eso es importante hablar desde aquello en lo que creemos porque los sentimos y hemos reflexionado con profundidad sobre ello. Si no estamos convencidos de lo que expresamos no vamos a resultar creíbles y esto desconecta a las personas y rompe la resonancia. 

La resonancia amplifica y prolonga el impacto de las palabras, las acciones, las sensaciones, y los aprendizajes. La resonancia hace que dejes huella positiva en la mente, el corazón y el alma de las personas. Hacen que tus mensajes se mantengan presentes a pesar de la distancia, que su impronta permanezca viva a pesar del tiempo, que los aprendizajes que hayan podido provocar resuenen una y otra vez, como si estuvieran flotando en el aire. Es un sonido que vibra, que impulsa, que engrandece a las personas. Es un sonido que les penetra tan profundamente que se mantiene vivo dentro de ellas, transformándose en un aprendizaje propio y significativo, y eso es lo que hace que aflore en los momentos vitales y decisivos, convirtiéndolo en uno de sus mejores recursos para el cambio y el logro de metas.

Gestionar el cambio significa gestionar la emoción, lograr objetivos y acompañar a otros en su desarrollo para ello implica gestionar las emociones porque estas son energía que pide movimiento, son impulsoras de la acción. Las palabras, las instrucciones, los planes, las directrices no son suficientes. Si queremos lograr metas y cambios harán falta acciones y estas necesitan de las emociones adecuadas. La resonancia emocional del liderazgo es una pieza clave para acompañar el cambio en la dirección de los objetivos a lograr. Un ambiente de resonancia positiva fomenta la eficiencia mental y conductual de las personas. La resonancia de un líder es vital para hacer efectiva la responsabilidad emocional corporativa y construir organizaciones antifrágiles

¿Y tú, qué quieres como líder, sonar o resonar?  

 

El liderazgo conectivo es la tercera de las dimensiones de nuestro modelo de desarrollo del liderazgo y alude a la capacidad de construir relaciones y generar conexiones sólidas entre las diferentes personas de la organización. Con este tipo de relaciones se crea un capital social organizativo fuerte que favorece un clima de seguridad psicológica, fomenta el comportamiento prosocial, los comportamientos de ciudadanía organizativa, la cooperación, reduce los costes de transacción y apuntala el compromiso.

Para ser un líder conectivo hay que estar conectado al propósito personal, los valores, los referentes y las fuentes de inspiración. Solo estando inspirados y conectados a nuestra parte más significativa, auténtica y genuina podemos resonar positivamente. La resonancia es la primera vía de conexión con las personas, es invisible pero potente y genera una conexión permanente, incluso sin presencia física. 

La conexión en el liderazgo debe ser de 360º: a nivel personal (propósito, valores y principios guía), a nivel relacional con el resto de las personas de la organización y su entorno más próximo y a nivel sistémico y social, con la sociedad en la que vivimos y sus diferentes sensibilidades y necesidades. Un líder 360º maneja tres tipos de conocimiento: conocimiento sobre sí mismo, sobre sus emociones, motivaciones, conflictos internos, su ego, su necesidades, sus metas, su nivel de compromiso; conocimiento sobre las personas, sus diferentes motivaciones, talentos, valores, actitudes, patrones de comportamiento, emociones, influencias externas; conocimiento del entorno, en cuanto a demandas, límites, oportunidades, personas clave, historia, cultura, tendencias, información relevante, recursos, lo que se conoce como inteligencia contextual. Para conectar con nosotros mismos tenemos que practicar el autoconocimiento y la práctica reflexiva diaria sobre la experiencia, Para conectar con otros necesitamos abrirnos y ser empáticos, no juzgar, porque es la única forma de crear un clima de seguridad psicológica donde las personas se atrevan a hablar, opinar, proponer, cuestionar, relacionarse entre sí de forma cercana. 

Los líderes conectivos son capaces de conectar a las personas entre sí, sus ideas, sus conocimientos, sus necesidades, sus diferencias para promover la ampliación de perspectivas, el aprendizaje mutuo, la búsqueda de soluciones conjuntas que sean integradoras de diferentes sensibilidades, la innovación, la confianza mutua, la cooperación, el compromiso activo con el cambio y la creación de un capital social fuerte. Saben ser vehículo y canal para alinear propósitos individuales en una causa común, servir de nexo cohesionador de la diversidad y las diferencias. Son personas con la habilidad de conectar las aspiraciones con la realidad en la que deben ser realizadas. 

Lo contrario a la conexión es la desconexión, es decir, todo aquello que produce distanciamiento entre las personas. En el mundo que estamos viviendo la gente está más conectada que nunca, digitalmente hablando y, sin embargo, cada vez nos embarga una mayor sensación de soledad. La virtualización de la vida ha acrecentado la sensación de desconexión, de falta de vínculos sólidos con las personas y de pertenencia a algo más grande. Sin todo ello nos sentimos solos y aislados.  Sin saberlo en la era digital estamos viviendo un espejismo, creemos que estamos más conectados y más comunicados que nunca, cuando en realidad los vínculos son cada vez más líquidos, endebles, las conexiones menos auténticas y genuinas. A pesar de tanta interacción en redes sociales, mundos virtuales, teléfonos y pantallas, nos sentimos solos, porque tener contacto con una persona no es lo mismo que tener conexión con ella y lo que nutre al ser humano es el vínculo y la conexión, la relación cercana y profunda. 

La conexión reduce la incertidumbre, aporta seguridad, reduce los costes de transacción, aporta bienestar y amortigua el estrés. La desconexión mina la moral, la motivación y el compromiso. Por ello es importante que el líder invierta tiempo y esfuerzo en reducir los tres tipos de distancia que se producen en las organizaciones según Karen Sobel y Richard Reilly (2020): física, operacional y de afinidad. 

Dimensión de la distancia Tipos de distancia
Fisica -Separación geográfica: distintas sedes geográficas, distintas plantas, distribución de los espacios físicos.

-Distancia temporal: usos horarios diferentes, distintos horarios laborales.

-Distancia organizacional: entre departamentos, entre los distintos stakeholders.

Operativa -Distancia de comunicación producida por la falta de conversaciones sobre los temas significativos.

-Distancia generada por la multitarea y la carga de trabajo, que impide mantener conversaciones de calidad.

-Distancia de disponibilidad por falta de estructura tecnológica adecuada o escasas habilidades para el uso de la misma. 

De afinidad -Distancia cultural debida a la falta de valores compartidos, al desconocimiento o falta de comprensión y respeto de valores diferentes. 

-Distancia relacional por falta de desconocimiento e interacción con las otras personas.

-Distancia social ocasionada por las distancias entre las distintas posiciones en la organización

-Distancia de interdependencia por la falta de una sensación de futuro y destino compartido

Figura 1.- Tipos de distancia en las organizaciones (Sobel Lokeski, Karen y Richard R. Reilly, 2020). 

Para evitar la distancia y la desconexión entre las personas los líderes conectivos gestionan a través de conversaciones, basadas en una escucha empática, una comunicación apreciativa, un diálogo empoderante e integrador de las diferencias. El líder conectivo se caracteriza por invertir en empatía, confianza, comunicación apreciativa y transformadora, enriquecer los contextos relacionales y de trabajo y fomentar la colaboración a partir de una diversidad inclusiva. 

       LAS 5 PALANCAS DEL LIDERAZGO CONECTIVO

La empatía es, después de la resonancia, la mejor vía para conectar en las relaciones. Sin ella es difícil crear un clima de confianza donde las personas se abran a un nivel más personal y profundo. Sin apertura no hay posibilidad de conexión. Además, cuando las personas no se muestran abiertamente, manejan una agenda interior que es la que dirige su pensamiento y comportamiento y la forma en que se relacionan con otros. Esa agenda oculta acaba ocasionando muchos conflictos que crean más distancia y desconexión entre las personas.  

La falta de confianza suele ser una de las grandes disfuncionalidades en las relaciones, los equipos y las organizaciones. Aparece cuando falta apertura, cercanía y comprensión mutua en las relaciones. Es difícil que alguien se abra cuando no hay empatía, porque tenderemos a juzgar y eso ocasiona que las personas no interactúen de forma abierta, pues se sienten expuestas, juzgadas e, incluso, rechazadas. Si no hay confianza no hay apertura al hablar, opinar o proponer, no se producen conflictos ideológicos y se genera una armonía artificial, que deriva en la ocultación de opiniones e inquietudes, algo que socava el sentido de pertenencia y el compromiso. Ninguna persona se sube al carro, se compromete con un objetivo, cuando no ha podido exponer sus opiniones, no se siente escuchada o no siente que parte de ella ha sido tenido en cuenta a la hora de fijar dicho objetivo. Tendemos a creer que el consenso es compromiso, cuando en muchas ocasiones dicho consenso no es tal, es artificial, porque la personas implicadas no han expresado lo que realmente quieren o piensan, no han opinado, cuestionado o aportado ideas, porque no se han sentido confiadas para hacerlo. Al final parece que todos estamos de acuerdo pero es un sí con la boca o la cabeza pero no con el corazón y la convicción. Es un sí sin compromiso lo que deriva en que no se traslada en acción, no se materializa, no produce los cambios o resultados deseados. Es un sí desconectado de la persona, del objetivo y del equipo o grupo. 

Para construir confianza y conexión la comunicación, las conversaciones, son el recurso más poderoso. Una comunicación que debe estar basada en una escucha global, profunda, empática y ausente de egos. El líder conectivo no se escucha a sí mismo, sino al otro y no solo para saber, para obtener información o para conocer, sino también para comprender más allá de los datos y las palabras. Practica una escucha emocional y trascendente que es la que permite llegar a conectar verdaderamente con una persona, con lo que le afecta, le importa, le motiva, tiene sentido y significado personal para ella. 

Si realmente queremos logra el compromiso de las personas con un cambio, un reto o un objetivo debemos escucharlas de forma trascendente para encontrar sus motivos personales para el cambio, para actuar y lograr el objetivo, el sentido que tiene para ellas. Solo desde ahí se puede movilizar la energía y convicción para actuar comprometidos. 

Para cultivar una mayor calidad en nuestra escucha y ser capaces de escuchar de manera global y profunda  será necesario tener en cuenta estos siete factores:

1.-Evitar las distracciones: relajarse para bajar el nivel de diálogo interior, nuestra impaciencia, velocidad y ritmo propio del hacer, ya que la escucha es una habilidad de ritmo lento y más contemplativa que ejecutiva; apartar cualquier elemento externo que pueda desviar nuestra atención de nuestro interlocutor (teléfono, ordenador, papeles); escuchar con presencia, intención, atención, concentración y consciencia; evitar forzar la conversación para llevarla por los derroteros de nuestra agenda interna, nuestro diálogo interior, para ello lo mejor es realizar preguntas al hilo y abiertas. 

2.-Evitar hacer suposiciones, lo que requiere olvidarse de querer predecir lo que el otro va a decir a continuación, interpretar significados y enjuiciar para centrarse más en realizar preguntas al hilo de las respuestas de nuestro interlocutor, dirigidas a clarificar significados y a concretar para evitar las generalizaciones, distorsiones y sesgos. 

3.-Fijarse en las repeticiones: cuando las personas repiten frases o palabras están revelando su verdadero interés, lo que realmente les importa o afecta. 

4.-Dejar que las emociones emerjan y fluyan en la conversación y saber acompañarlas: cuando las personas expresen emociones intensas, tenemos que acogerlas y sostenerlas con serenidad y ecuanimidad, evitados reacciones viscerales e impulsivas o un secuestro amigdalar. Tampoco debemos restarle importancia a las emociones que surgen, invalidarlas o no atenderlas, evitando que se produzca su canalización y cambiando el rumbo de la conversación. Las emociones son energía que está pidiendo movilizarse, es importante permitir su desahogo, sostenerlas y transitar por ellas. Lo mejor es realizar preguntas neutras como  ¿que hace que esto sea tan importante para ti? ¿qué hace que esto te genere enfado o rabia?

5.- Conversar con la mirada: recordando el poema de Mario Benedetti, «todavía creo que nuestro mejor diálogo ha sido el de las miradas. Las palabras, consciente o inconscientemente, a menudo mienten, pero los ojos nunca dejan de ser veraces”. Para conectar con los demás, empatizar con ellos, comprender mejor todo lo que están expresando es importante mirarles a los ojos, porque los ojos hablan de forma sincera, auténtica y desde la profundidad del ser. Cuando alguien frunce el ceño, mira hacia abajo, hacia arriba, cuando se le iluminan los ojos, cuando se le abren más de lo normal, cuando miran de un lado a otro, nos está diciendo mucho más de lo que sus palabras pueden expresar. Observar con mirada empática forma parte de escuchar,  el lenguaje corporal es una parte muy importante de cualquier conversación, expresa un mensaje interior y profundo de la persona. 

6.- Adoptar una mente de principiante: si realmente queremos escuchar debemos abrirnos a la experiencia del encuentro, de la conversación, como si fuera la primera vez que hablamos con esa persona, como si no la conociéramos. Solo así podemos evitar contaminar la misma con ideas preconcebidas, suposiciones, experiencias previas. De esta forma estaremos más preparados para dejarnos guiar por lo que surja en ella para ampliar la mirada, la mente, las posibilidades, incluso la propia identidad y la percepción sobre el otro. 

7.-Hacer preguntas enriquecedoras: las buenas preguntas suelen ser sencillas y utilizar las palabras qué y cómo, son al hilo de las respuestas de nuestro interlocutor y recogen parte de sus palabras. Son preguntas que permiten ver más allá, encontrar puntos de conexión, respuestas nuevas, crear nuevas posibilidades, encontrar soluciones en conjunto, en definitiva co-crear y enriquecernos como personas mutuamente. 

El líder conectivo debe aprender a conversar escuchando más allá de esas palabras y captar el estado mental y emocional de las personas para poder modular sus interacciones de manera apropiada y alineada al mismo. De esta forma podrá mantener conversaciones ausentes de sesgos y proyecciones, para centrarlas en la búsqueda de cómo alinear propósitos, objetivos, intereses, sensibilidades, necesidades, motivaciones e ideas diferentes y crear un entendimiento mutuo. Un líder conectivo no conversa sólo para saber, para intercambiar opiniones o ideas, para dar instrucciones, conversa para crear significados mutuamente compartidos y generar una visión integrada del propósito, visión y misión de la organización. 

Las conversaciones son cruciales para que el líder esté conectado con lo que pasa a su alrededor, para ampliar su perspectiva de la organización, de lo que realmente está pasando en ella, de los problemas a resolver y las aspiraciones a canalizar. Solo a través de conversaciones basadas en la confianza, la empatía y el aprecio se produce verdadero aprendizaje organizacional. Este tipo de conversaciones pueden ser un factor motivacional más potente que el dinero porque son una forma de reconocer que empodera y transforma.  La capacidad de apertura  y conexión del líder en sus conversaciones es un amplificador del compromiso, del talento y de los resultados organizacionales.

 

Las conexiones humanas se nutren en las conversaciones, con las historias y vivencias compartidas.”

 

No soy de días conmemorativos y señalados, pero si hay uno que me gusta es el de Sant Jordi por lo que celebra: Día Mundial del Libro declarado por la ONU y promovido por la UNESCO con el objetivo de fomentar la lectura, la industria editorial y la protección de la propiedad intelectual por medio del derecho de autor, alentando a todos a descubrir el placer de la lectura y a valorar las irreemplazables contribuciones de aquellos quienes han impulsado el progreso social y cultural de la humanidad.

Si a todo ello unimos que en Sant Jordi se promueve el intercambio de rosas y libros entre parejas y personas queridas se unen dos símbolos importantes, que cada vez es más necesario recuperar: sabiduría y belleza.

Hace poco escribía Diego S. Garrocho en la Revista Ethic sobre la «belleza del pensar», recordando una frase de Platón: «El que piensa bellamente es una bella y excelente persona», que no puedo dejar de conectar con el mentoring porque un mentor, según la etimología de la palabra, es un facilitador del pensamiento. Quiero pensar que al formar mentores y mentoras como facilitadores del pensamiento estamos contribuyendo a un mundo en el que las personas piensan bellamente y son excelentes. No es casual que el título de mi libro sea «Mentoring, un modelo de aprendizaje para la excelencia personal y organizacional». 

Si hay belleza en el pensar, más aún la encuentro en el acto de escribir, porque se trata de poner en palabras visibles el pensamiento y, al menos cuando yo lo hago, no puedo dejar de pensar en el otro, en el lector, en quién va a leer mis pensamientos. Me resulta difícil escribir sin entablar un diálogo con el lector, imaginario pero diálogo, una conversación en la que pongo en jaque mis pensamientos, mi manera de expresarlos y compartirlo, tratando de empatizar con el otro, de preguntarme que le puede interesar, que puede necesitar, que le puede ayudar, de todo aquello que yo pienso y escribo, en qué forma podemos conectarnos a través de unos pensamientos, hechos palabras, que tienen que superar la distancia física y temporal para encontrarse. La lectura de cualquier libro no deja de ser un encuentro entre su autor/a y su lector/a, un encuentro del que surgen nuevas ideas, nuevas visiones, nuevas posibilidades. Como decía André Gide, el leer a un escritor no es sólo tener una idea de lo que dice, sino irse con él y viajar en su compañía. Los libros viajan, recorren el tiempo y el espacio para encontrarse con almas, mentes y corazones que los acogen, los cultivan, los repiensan, los reformulan, los hacen renacer. En todo ello hay mucho de sabiduría, de belleza y de amor.

En este día tan especial quiero aprovechar para dar las gracias a todas esas almas, mentes y corazones que han hecho posible que mi libro «Mentoring, un modelo de aprendizaje para la experiencia personal y organizacional» haya realizado un largo viaje en estos ya 2 años y medio de vida. Que haya visitado más de 16 países en 3 continentes, y pisado muy diferentes escenarios donde poder mostrar la potencialidad del mentoring para construir relaciones, tener encuentros y conversaciones de calidad, que nos permitan inspirarnos, elevarnos, crear, crecer, vibrar y resonar en toda nuestra potencialidad.

Con cada cada viaje y cada encuentro han surgido nuevas posibilidades. Sin ir más lejos este año, cuatro de las personas que están realizando la Certificación Internacional en Mentoring, han llegado a ella porque leyeron mi libro y les susurró que el mentoring era lo que querían en sus vidas. Cuatro personas muy diferentes entre sí, por edad, sexo, cultura, actividad profesional, trayectoria, y de cuatro países distintos, que a través de un libro se encuentran y comparten un propósito común: aprender a ser mentores/as para pensar bellamente y acompañar a otros en el camino de aprender también a pensar bellamente y practicar la excelencia personal y organizacional.

Comencé el viaje de escribir este libro con una frase de Mario Benedetti: “Entonces, te das cuenta de que de eso se trata el amor, de lecciones, de libertad, de aprender y enseñar. De eso se trata, de coincidir con gente que te haga ver cosas que tú no ves, que te enseñe a mirar con otros ojos.”  Y lo termine con el siguiente párrafo: «El mentoring es el aprendizaje de la sabiduría. Dentro de cada mentee hay un aprendiz de sabio, que será el germen de un futuro mentor. Dentro de cada mentor hay un sabio que mantiene viva la llama de eterno aprendiz. » Las separan 264 páginas pero la distancia física no es un distancia emocional pues en ambas resuena un mismo mensaje: aprender juntos, crecer juntos, desarrollarnos juntos, desde la diferencia pero con respeto, sumando y potenciando, apoyarnos unos en otros para construir humanidad a través de la tecnología más revolucionaria que poseemos: la conversación. 

Cada libro te lleva a otro, cuando estas escribiendo viajas al pasado: viajas a la mente de otros muchos autores, pero también al futuro porque inevitablemente se despiertan nuevas ideas, nuevos pensamientos, nuevas posibilidades de belleza, nuevas semillas para nuevos libros y nuevos viajes. Espero que mi libro sobre mentoring siga surcando cielos y mares, y llegando a muchas más almas, mentes y corazones. Espero que contribuya a aprender, todo lo que a mí me ha enseñado el mentoring sobre liderazgo, talento, aprendizaje, cambio, relaciones y conversaciones. Y espero que mi nueva apuesta como escritora, mi nuevo libro, mi nuevo viaje sea tan gratificante y apasionante como el anterior.

 

El 19 de Mayo sale a la venta mi nuevo libro «Alquimia de la motivación: cómo motivar la voluntad para vivir conectado a tu propósito» Ediciones Pirámide 2022,  con el objetivo de reivindicar el papel de la voluntad para tener una vida más plena y satisfactoria. La voluntad forma parte de nuestras funciones ejecutivas, una dimensión del desarrollo que potenciamos a través de la metodología Integral Generative Mentoring, que describo en mi libro sobre mentoring.

La alquimia motivacional, es parte de lo que enseñamos en dicha metodología, y está al servicio de  fortalecer nuestras funciones ejecutivas. Un buen funcionamiento de estas es lo que posibilita que tengamos éxito en el logro de nuestros objetivos, que seamos capaces de resolver problemas complejos para los  que no tenemos una respuesta aprendida previamente y que sepamos adaptarnos y responder ante situaciones novedosas sobre las que carecemos de experiencia previa.

 

La complejidad de nuestra sociedad actual requiere, cada vez más, una voluntad fuertemente motivada en un propósito que sea capaz de ejercer el autocontrol para resistirnos a una vida de inconsciencia e impulsos descontrolados. El estrés, el cansancio, la falta de sueño, las múltiples distracciones y el cambio constante debilitan nuestra voluntad y nos impiden ejercer nuestra libertad para realizarnos y ser felices. En cada uno de nosotros habitan dos versiones de ser humano: el yo controlado que actúa con impulsividad y busca la gratificación inmediata y el yo que controla que domina sus impulsos y sabe postergar la gratificación para proteger sus aspiraciones a largo plazo y el cumplimiento de su propósito. De nosotros depende cuál queremos cultivar y de esa decisión depende nuestra felicidad. Debemos poner en jaque nuestro pensamiento y nuestro comportamiento y reflexionar acerca de cómo estamos abordando el tema de la motivación, porque su exceso y mal uso nos está volviendo personas adictas a ella y a todos los incentivos que se utilizan para activarla. La ciencia de la motivación no puede estar al servicio de mejorar la productividad y el rendimiento, porque el ser humano no es una máquina a la que se pueda programar, cambiar las piezas, amortizar y desechar por el cumplimiento de su vida útil. Somos seres sociales que existimos para la realización personal, la felicidad y la convivencia en sociedad. Ese debe ser el norte de cualquier conocimiento, incluido el nacido en torno a la motivación. Este libro es una invitación a reflexionar sobre cómo estamos viviendo, cómo estamos ejerciendo el control sobre nuestras vidas y qué influencia tiene en ello una hipermotivación extrínseca excesiva en detrimento de una voluntad más fuerte y reflexiva. Tomarnos tiempo para parar, reflexionar y decidir con conocimiento de causa, con propósito, es ganar tiempo para vivir más felices.

Entre ambos libros hay un espacio de 2 años y medio pero están muy conectados, uno no habría sido posible sin el otro. Uno continua el viaje que emprendió el primero. A ambos los une un mismo propósito: pensar bellamente, realizarnos en plenitud, practicar la excelencia y contribuir con ello a sociedades más sanas y felices.

Autora: Mª Luisa de Miguel

Directora Ejecutiva Escuela de Mentoring

¿Te gustaría contar con el acompañamiento de un mentor/a para trabajar tu desarrollo profesional? La Escuela de #Mentoring (España y Latam) y la Red We-Evolution-Vital Voices Miami (Estados Unidos) continuan para el 2022 con su acuerdo de colaboración para permitir que esto sea posible, sin coste para ti.

 

Fieles a nuestro compromiso de impulsar el Liderazgo de las Mujeres la Escuela de Mentoring ha establecido un acuerdo de colaboración con la Red We Evolution-Vital Voices Miami para dar acceso a sus miembros a procesos de mentoring pro bono desarrollados por la Escuela de Mentoring. Fruto de este acuerdo, si eres miembro de la Red We Evolution-Vital Voices Miami, puedes contar con el acompañamiento de un mentor/a para trabajar tu desarrollo profesional durante 7 a 8 sesiones entre Mayo y Diciembre del 2022.

Las condiciones para participar en esta colaboración «Procesos de mentoring pro bono» son las siguientes:

Cupos disponibles: 60
Sin costo para miembros de la Red We Evolution-Vital Voice Miami
Plazo límite de inscripción: 10/05/2022
Fecha aproximada del inicio de los procesos de mentoring: 2º quincena Mayo.

Enviar el formulario que a continuación te puedes descargar a admon@escueladementoring.com.

Registro e inscripción:  a través de la Red We Evolution-Vital Voice Miami. DESCARGAR FORMULARIO

El mentor/a que, en su caso, se le asignará dentro de este acuerdo son personas de amplia trayectoria profesional en diferentes campos y sectores de actividad que están cursando su formación como mentores profesionales con la Escuela de Mentoring. Dentro de dicha formación para ser mentor/a profesional deben realizar sesiones prácticas de mentoring supervisadas por el equipo de la Escuela de Mentoring para obtener su titulación. Los procesos de mentoring pro bono se enmarcan dentro de este contexto de prácticas profesionales supervisadas.La solicitud presentada no significa la obligación de asignación de mentor/a puesto que la misma está supeditada a la existencia de un mentor/a que se ajuste a sus necesidades y características. Por tanto, una vez recibida su solicitud procederemos a la selección de su mentor/a en el plazo más breve posible y le comunicaremos el resultado de este proceso vía correo electrónico lo antes posible.  Los procesos desarrollados bajo la iniciativa “mentoring pro bono” siguen el protocolo ético y de calidad de la Escuela de Mentoring, se realizan bajo el principio de confidencialidad y se ejecutan bajo el marco de un acuerdo previo entre las partes en el que consta dicha confidencialidad.

 

Mucha suerte si vas a participar de esta excelente oportunidad de hacer crecer tu desempeño profesional.

Dentro de la sección, que la Escuela de Mentoring, tiene en la Revista ORH ,en el mes de Marzo, nuestra Directora Ejecutiva, Mª Luisa de Miguel escribe un artículo sobre Liderazgo bajo el título «8 preguntas para reformular el liderazgo.»

En el mismo se plantea la necesidad de desmitificar el liderazgo, lo cual no significa quitarle importancia, porque en paralelo reivindica llevarlo más allá, exigirle más. Se trata de un rol en el que la capacidad de influir es inevitable, y esto tiene impactos y consecuencias importantes en el entorno en el que se ejerce y en las personas que forman parte de él. De ahí que liderar implique una gran responsabilidad, personal y social, lo que requiere ser conscientes en todo momento de en qué queremos influir, en quién, para qué, cómo lo estamos haciendo y qué está ocurriendo con ello. Liderar debe ser un ejercicio de consciencia permanente, de autoobservación y observación del entorno, de prestar atención a lo que estamos transmitiendo con nuestra presencia, nuestro discurso, nuestros gestos y la estética de nuestro liderazgo.

En esta línea de exigencia y responsabilidad, cabe plantearse si no deberíamos cuestionarnos la forma en que estamos construyendo, concibiendo, comunicando y desarrollando el liderazgo. Es muy posible que esta excesiva insistencia en convertirlo en una especie de don provisto de unas características específicas, que algunos se han encargado de definir e institucionalizar, haya contribuido a deshumanizarlo hasta convertir al líder en un personaje de novela u obra de teatro, olvidándonos de que el papel lo representa y lo representará siempre una persona, que antes de preocuparse por ser líder debe hacerlo por realizar su plena humanidad y esta no es posible sin tener en cuenta la de los demás. Por todo ello, la autora invita al lector  a reflexionar entorno a 8 preguntas cuyas respuestas pueden llevarnos a reformular el liderazgo:

1.-¿PARA QUIÉN LIDERAMOS?

2.¿DÓNDE PONEMOS EL FOCO DEL LIDERAZGO?

3.¿PARA QUÉ LIDERAMOS?

4.¿LIDERAR DIRIGIENDO O LIDERAR ACOMPAÑANDO?

5.¿Y SI DEJAMOS DE PONERLE APELLIDOS AL LIDERAZGO?

6.-¿LIDERAZGO DE SALÓN O LIDERAZGO ENCARNADO?

7.-¿FORMAR EN COMPETENCIAS O TAMBIÉN FORMAR EN VALORES?

8.-¿LIDERAZGO DE MASAS O LIDERAZGO SELECTIVO?

Si quieres leer el artículo completo y descubrir algunas de las posibles respuestas a estos interrogantes, puedes consultarlo en el número publicado en el nº 176 de la Revista ORH Marzo 2022.  Te invitamos a suscribirte a la misma a través de este enlace y disfrutar de una amplia gama de contenido experto para la gestión del talento.

En Marzo el año 2021 realizamos diversas colaboraciones puntuales con el Observatorio de Recursos Humanos, concretamente publicamos un primer artículo en la columna de opinión de su web bajo el título “10 Estrategias para dinamizar la gestión del talento en las organizaciones y posteriormente en Mayo en su Revista Digital e Impresa un artículo sobre «Las 3 C´s del líder como generador de capital social: conectado, conectivo y consistente».

Este último artículo apareció en la portada de la Revista Digital de la edición de Mayo y en el hablábamos de la importancia de contar con líderes conectados, conectivos y consistentes, que sepan ser nexo, puente y canal de diferentes sensibilidades, ideas, conocimientos y propósitos para guiar hacia el objetivo común de forma más sólida, sostenida y sostenible. Líderes con capacidad para crear un capital social diverso y fuerte, dentro y fuera de sus organizaciones, que sirva de sostén y activador de las iniciativas, energías e ideas individuales para transformarlas en resultados organizacionales y sociales. Este tipo de líderes son generadores de capital social y basan su liderazgo en la creación de confianza, las gestión por conversaciones y la co-creación de soluciones.

Desde Marzo del 2022 inauguramos una sección propia bajo el leitmotiv «desarrollo humano sostenible» en la que cada mes, diversas personas del equipo de la Escuela de Mentoring publicarán artículos sobre diversas temáticas relacionadas con lo que es parte de nuestra filosofía: un desarrollo sostenible del capital humano y el talento en las organizaciones y la sociedad. En ella hablaremos de liderazgo, mentoring, gestión del cambio, talento, aprendizaje, diversidad… en formato artículo, entrevista, casos de éxito y mucho más.

Estamos muy ilusionados con esta nueva colaboración, de la que pronto tendréis nuestra primera publicación. Te invitamos a suscribirte a la Revista ORH a través de este enlace y disfrutar de una amplia gama de contenido experto para la gestión del talento.

Un año más nuestra Directora Ejecutiva, Mª Luisa de Miguel, forma parte del claustro de profesores del Master de Dirección y Administración de Empresas de la Universidad de Oviedo, impartiendo el módulo de Liderazgo.

Formar en Liderazgo a los alumnos de esté Master es invertir en un capital de liderazgo consistente, pues ellos serán los futuros directivos y/o propietarios de empresas del mañana. El liderazgo es uno de los temas que más nos apasionan y al que dedicamos gran parte de la actividad de la Escuela.  

Son muchos los artículos sobre liderazgo publicados en esta web y nuestro blog: liderar con sabiduríaliderazgo consistenteel lider silencioso10 competencias del lider mentorel círculo de oro del liderazgo¿qué estilo de liderazgo es más efectivo?, el el propósito hace al líder, por citar algunos.

Todos ellos tratan de poner de relieve la importancia del liderazgo, porque liderar es influir, y todos conscientemente o no influimos con nuestro discurso y nuestro comportamiento. Por eso es importante ser un líder excelente lo cual requiere presencia, consciencia y congruencia. Y todas ellas se manifiestan día a día en nuestra forma de estar en el mundo, en nuestra actitud, en nuestro comportamiento, en nuestros movimientos, en nuestro lenguaje corporal, en nuestro discurso, y en el sentido y dirección que imprimimos a todo lo que hacemos y decimos. Nuestra sociedad está gritando en silencio la necesidad de contar con personas que ejerzan un liderazgo de altura.

Liderar es influir, y por eso es tan importante ser conscientes en todo momento de en qué queremos influir y cómo lo estamos haciendo, lo cual precisa de altas dosis de atención y observación sobre nuestra presencia y nuestro discurso, sobre la imagen que estamos proyectando, y sobre lo que estamos comunicando.

La excelencia en el liderazgo requiere de una solidez flexible, de una originalidad congruente, y de una rebeldía convincente. Necesitamos una nueva ola de líderes consistentes que sepan impulsar y gestionar los cambios en esta época de turbulencias que nos ha tocado vivir. Poder contribuir a la formación de los líderes del futuro, hombres y mujeres de entre 25 y 32 años, que quieren aportar al mundo su saber, su energía, sus ideas y su trabajo a través de la dirección y gestión de empresas, es toda una responsabilidad y una oportunidad para seguir siendo parte del cambio y la transformación social que muchos buscamos y estamos construyendo.

El 1o de Marzo tendremos la oportunidad de compartir nuestra experiencia y visión del liderazgo con  25 alumnos y alumnas a los que les hablaremos de como liderar organizaciones en un entorno VUCA:

1.- El liderazgo en un entorno VUCA. Estilos de Liderazgo y Liderazgo Fluido
2.- El Líder consistente. Habilidades y Comportamientos efectivos para un liderazgo sólido y sostenible
3.-Las 5 mentalidades de un líder y como gestionarlas
4.- El líder como catalizador del cambio. Gestionar la motivación del cambio
5.- La gestión de la diversidad y las diferencias a través de la creación de una visión integrada..

Este año volvemos de nuevo a la presencialidad lo que nos permitirá vivenciar el liderazgo en el aula.

Desde Octubre estamos implementando un Programa de Desarrollo del Liderazgo para la cooperativa LagunAro, del Grupo Mondragon, en colaboración con Otalora, entidad perteneciente al Centro de Desarrollo Corporativo de la corporación.

El programa esta basado en el modelo de Liderazgo de la Escuela de Mentoring dirigido a descubrir, impulsar y desarrollar  el potencial gerencial y de liderazgo en las organizaciones, en la idea de que cultivar un liderazgo consistente favorece no solo los resultados presentes de la organización, sino que garantiza su sostenibilidad futura.

Invertir en el desarrollo del liderazgo de la actual generación de líderes es asegurar la calidad del liderazgo de las siguientes generaciones.

Desarrollar y mantener a los colaboradores no solo es más barato que buscar nuevos profesionales en el mercado, sino que permite a las organizaciones fortalecer su cultura, mantener sus valores, crear un sentido de pertenencia, impregnar su saber hacer y diferenciación y aumentar su resonancia organizacional. 

El programa se ha iniciado con la definición del perfil óptimo de liderazgo en la organización, en base a un modelo de competencias y estilos motivacionales que forman parte de de la metodología de la Escuela de Mentoring. Todo ello servirá de base para acompañar a la organización en el desarrollo de su capital de liderazgo, con el foco puesto en el objetivo de crear «Contextos Enriquecidos de Trabajo” (CET), que son el verdadero impulsor del compromiso de las personas.

Un artículo publicado en el 2021 en la Revista McKinsey señala que invertir en el desarrollo del liderazgo en toda la organización, para todos los puestos de liderazgo, es un método efectivo para cultivar comportamientos de liderazgo que mejoran la seguridad psicológica de los colaboradores, siendo esta la condición clave para fortalecer el compromiso organizacional y obtener buenos resultados. El problema es que no siempre se diseñan adecuadamente estos programas, pues la tendencia es a trabajar muchas competencias y no siempre las más adecuadas. Entre las principales habilidades a trabajar señalan todas las relacionadas con la creación de diálogos abiertos, la capacidad de saber empoderar a los colaboradores, catalizar los cambios, desarrollar un liderazgo de tipo consultivo y de apoyo, creación de climas emocionales positivos, ser un líder desarrollativo y saber crear relaciones de mutuo crecimiento.

Otra de las claves, que identifica el citado artículo, consiste en comenzar por la definición de una estrategia clara alineada con la aspiración general de la organización y un conjunto integral de capacidades que se requieren para lograrlo. Es fundamental desarrollar una taxonomía de habilidades, que no solo apoye la realización de la identidad general de la organización, sino que también fomente el aprendizaje y el crecimiento y se aplique directamente al trabajo diario de las personas.

Esto es lo que hemos realizado en primer lugar con la definición del perfil óptimo de liderazgo en la organización. La misma se ha llevado a cabo a través de un diálogo abierto entre diferentes partes de la organización y la Escuela de Mentoring hasta llegar a definir las 12 competencias clave, los comportamientos en los que se traducen y el nivel de desarrollo a alcanzar. Todo ello combinado con la identificación del perfil motivacional más adecuado para la organización. Para todo ello partimos de varias preguntas: ¿cuales son las dimensiones del liderazgo más valiosas para la organización en base a los retos a los que se enfrenta? ¿por qué son tan valiosas? ¿qué deberían hacer los participantes de manera diferente en su trabajo diario para desarrollar esas dimensiones?

A partir de aquí, se ha explorado en qué áreas trabajar para propiciar los cambios de comportamientos necesarios y desarrollar diferentes habilidades a un mayor nivel. Con todo ello se ha diseñado el plan de aprendizaje que combina 6 talleres presenciales, donde se trabajan las 6 dimensiones del liderazgo que ejemplifican dichos comportamientos y habilidades, y un proceso conversacional a nivel individual con cada uno de los participantes para acompañarles de forma más personalizada en el desarrollo de los aspectos que para ellos sean más necesarios, prioritarios o clave.

                 6 DIMENSIONES DEL. LIDERAZGO QUE CREAN CONTEXTOS ENRIQUECIDOS DE TRABAJO 

Los talleres están diseñados de tal forma que crean experiencias reales de liderazgo, situaciones en las que la carga emocional está presente y se genera el efecto sorpresa. El liderazgo es situacional, no hay fórmulas mágicas que sirvan para todas las personas y las situaciones. Es en el día a día, en el que surgen conflictos, problemas, demandas y retos, donde un o una líder se entrena y se forja. Situaciones en las que la vivencia emocional está presente, porque nos enfrentan ante lo nuevo e inesperado y porque ponen a prueba muchas de nuestras capacidades (empatía, autodominio, resiliencia, asertividad…). Por ello es necesario generar ese tipo de vivencias en el aula para poder trabajar adecuadamente el desarrollo del liderazgo. Las experiencias de aprendizaje que son inmersivas y atractivas se recuerdan con mayor claridad y durante más tiempo.

En nuestros talleres apenas hay contenido teórico, teorías o conceptos. Por lo general no es la falta de conocimiento lo que impide que los líderes alcancen todo su potencial. Por ello están diseñados para que los participantes  se involucren personal y activamente, se exponga, se muestren y afloren sus creencias, suposiciones y emociones subyacentes para lograr cambios de mentalidad duraderos. Favorecemos la introspección personal a través de preguntas que invitan a reflexiones profundas y un «darse cuenta de», un mirar hacia otro lado para ver más allá del día a día, de uno mismo, de mi visión del liderazgo.

Cada taller finaliza con un compromiso de acción articulado bajo la metodología de aprendizaje 70-20-10, lo que favorece que se puedan trasladar de manera inmediata lo aprendido en el aula al trabajo diario.  Ayudamos a los participantes a identificar acciones concretas a llevar a cabo en su trabajo en las que puedan poner en práctica cada una de las dimensiones trabajadas en los talleres. Asimismo el siguiente taller comienza con una reflexión sobre la experiencia en la aplicación de las acciones surgidas del anterior, para conocer como están cambiando comportamientos, donde están teniendo más dificultades y más éxitos, identificar más oportunidades de aplicación, encontrar nuevas formas de hacerlo mejor, para convertir la experiencia en una fuente de aprendizaje. Todo ello se ve reforzado a través de las conversaciones sobre liderazgo que se mantienen de manera individual con cada participante a lo largo de todo el programa. Dichas conversaciones se llevan a cabo bajo el modelo de conversación inteligente y desarrollativa que forma parte de la metodología Integral Generative Mentoring.
Estaremos hasta Julio acompañando a la organización y a sus líderes en esta experiencia de aprendizaje.

 

Nuestra Directora Ejecutiva, Mª Luisa de Miguel, inaugura la serie de entrevistas que se publicarán en la Edición Especial del periódico La Nueva España, a lo largo de estas semanas como parte de los actos conmemorativos del Día Internacional de la Mujer del próximo 8 de Marzo.

La citada Edición Especial, está patrocinada por el Centro de Empresas La Curtidora, bajo el título de «Mujeres Empresarias» y pretende

En el siguiente enlace puedes consultar la entrevista completa a Mª Luisa de Miguel, publicada el 19 de Febrero en La Nueva España, donde habla de sus primeros pasos como emprendedora y empresaria en el Centro de Empresas La Curtidora, qué le motivo a emprender, cómo ha sido su recorrido hasta hoy, qué considera clave para avanzar como empresaria o profesional, la importancia de contar con buenas mentoras en el camino y de estar en un entorno estimulante y enriquecedor.

Me defino como una persona muy inquieta intelectualmente, curiosa, en constante aprendizaje, con un gran interés por el comportamiento humano, por ayudar a las personas a sacar lo mejor de sí para lograr sus objetivos y hacer realidad sus aspiraciones y ser felices”.

“Me gusta decir, que he elegido vivir en el ‘lado positivo de la vida’, no suelo pensar mucho en si lo que he vivido o conseguido ha sido fácil o difícil, en el esfuerzo, no porque no haya existido, sino porque creo que cada renuncia que he hecho en el camino ha sido para ganar, cada situación dolorosa que he vivido ha sido para crecer, cada miedo vencido para ser más valiente, y cada duda despejada para confiar más en mí. Con cada decepción ha surgido una nueva ilusión, cada puerta que se cerraba ha abierto otra, cada abandono ha supuesto un nuevo encuentro.

Muchas gracias al Centro de Empresas La Curtidora por haber contado, una vez más, con nosotros para dar visibilidad al talento de las mujeres y al papel de las mujeres en el mundo de la empresa.

El pasado 10 de Febrero, tuve la oportunidad de impartir una conferencia sobre «El papel del mentor como guía para impulsar el crecimiento empresarial» en la inauguración del proyecto «Barakaldo Mentoring Klub», que la Escuela de Mentoring está desarrollando en colaboración con Inguralde y el Ayuntamiento de Barakaldo. 

A través de esta publicación me gustaría compartir alguna de las ideas transmitidas en dicha conferencia.

El lema de la Escuela de Mentoring es “Hay alguien tan inteligente que aprende de la experiencia de los demás” (Voltaire) porque esta ha sido una de las formas de aprender más efectivas en toda la historia de la humanidad. Ser emprendedor/a y empresario/a es todo un camino de aprendizaje en el que contar con la ayuda de alguien, que ya ha vivido esa experiencia, puede marcar la diferencia en nuestras vidas y en nuestros negocios. 

El mentor como socio pensante que potencia el «factor PHR»: pensar, hacer, reflexionar; un hacer reflexivo y estratégico. 

Contar con un mentor para impulsar tu negocio, tu desarrollo como emprendedor o empresario es contar con un “socio pensante”, alguien que por su mayor experiencia empresarial te puede ayudar a pensar con mentalidad de empresa, a ser más estratégico, lo que se traduce en avanzar más rápido y de forma más eficaz, perdiendo menos tiempo y cometiendo menos errores. También te permite ser más objetivo, levantar la vista del día a día y mirar más allá, evitando que tomes decisiones sesgadas. Nuestras perspectivas condicionan nuestras preguntas y nuestras respuestas. A veces es difícil darnos cuenta de ellas porque estamos presos de creencias y emociones que nos impiden ver con claridad y nos aferramos a nuestras ideas y puntos de vistas como mecanismo de defensa.  

Un mentor te ayuda a pensarlo otra vez, a ver y abordar los problemas, los retos y las situaciones desde otra óptica y perspectiva que te facilita tomar mejores decisiones. Te aporta ideas, recursos, contactos, conocimientos, experiencias en forma de píldoras de sabiduría empresarial. Te ayuda a identificar oportunidades de diversificación, crecimiento, ahorro de costes y de tiempo para tu negocio y a que sepas buscarlas y aprovecharlas para mejorar la gestión tu negocio. Y, sobre todo, te impulsa a actuar, a realizar cambios, con más confianza y seguridad porque puedes contrastar con él ideas, aprender de sus aciertos y errores, tener más perspectiva, más opciones e información. En muchos casos te formulará preguntas y cuestionara algunas de las formas en las que estas haciendo las cosas, o te propones hacerlas, para hacerte reflexionar, pensarlo otra vez, ver otras opciones que a lo mejor son más adecuadas para tu objetivo. El mentoring es una práctica que favorece la diversidad cognitiva, que es fundamental para ser más creativos, más flexibles, más innovadores y mejores tomadores de decisiones. 

Las sesiones con un mentor/a son un espacio para pararse, levantar la vista del día a día que nos come, mirar más lejos y a los lados, tomarse un tiempo para reflexionar antes de actuar y hacerlo también después para aprender de nuestras acciones y resultados. Son pausas estratégicas aprovechadas por el mentor para potenciar el Factor PHR: Pensar, Hacer y Reflexionar. Es decir, un Hacer Reflexivo y Estratégico, que cada vez es más necesario en un mundo tan cambiante y que va tan deprisa en el que nos vemos inmersos en una inercia de atender lo urgente y a veces nos olvidamos de pensar más allá del corto plazo o en las consecuencias de una decisión para el conjunto del negocio. Y si no tenemos tiempo de parar y pensar de forma estratégica antes de actuar, mucho menos lo tenemos para reflexionar sobre nuestras acciones y el resultado que producen, si lo que estamos haciendo está dando los resultados deseados, qué es lo que realmente está pasando con ello en nuestra empresa, que más o que diferente podríamos hacer las cosas.

Según Sara Canady, en el ser humano existe un código genético que incluye un sesgo a la acción, que se ve reforzado por una cultura que valora la acción y que vincula el éxito empresarial al hacer, producir y tomar acción. El entorno empresarial contemporáneo refuerza esta tendencia, al igual que el ciclo de noticias acelerado y continuo. Sin embargo, muchas veces, actuar sin pensar y sin reflexionar sobre la acción y sus resultados nos conduce a errores, malos resultados y fracasos, de los que además no sabemos aprender, precisamente por esa falta de reflexión posterior sobre la experiencia para convertirla en aprendizaje.  Según la citada autora «el sesgo de la acción nos impulsa a comportarnos de forma improductiva”. Estar atrapados en la inercia del hacer nos impide pensar bien, para ello necesitamos parar, ponernos en pausa para pensar estratégicamente.

Esta es lo que explica que tras pasar por un proceso de mentoring se produzca una renovación empresarial, y también personal, porque nos permite resetear muchas prácticas que estaban obsoletas, desaprenderlas para aprender otras nuevas, renovando así nuestra mente, nuestros conocimientos, ideas, recursos y formas de hacer, para reiniciar con más frescura, energía, fluidez y agilidad. En un mundo tan cambiante como el actual la clave no está en acumular experiencia y conocimiento, es más importante la capacidad de repensar, desaprender y reaprender. 

Beneficios y aportaciones del mentoring en el ámbito empresarial

Un mentor empresarial te aportará aprendizajes que marcarán la diferencia en tu vida y en tu negocio. Algunas de las más importantes son:

1.-Foco y estrategia: tanto cuando comienzas un proyecto empresarial, como en ciertos momentos en los que las cosas se complican, surgen dificultades, hay cambios importantes e, incluso, el negocio ha crecido muy rápido, puedes sentirte desorientado y no saber por dónde avanzar. En estos casos un mentor/a te ayuda a poner foco en lo que es clave y trazar una estrategia para conseguirlo de forma más ágil y efectiva. 

2.- Seguridad en la toma de decisiones: muchas veces la soledad del emprendedor y del empresario hace que surjan dudas, que no sepas por donde tirar, que no estes seguro de si estas tomando las decisiones adecuadas, y el mentor/a puede ser un sabio consejero para tomar mejores decisiones. 

3.-Visibilidad en el mercado: gracias a su amplia red de contactos, su visión global de cómo funciona la empresa y los mercados, un mentor/a te puede ayudar a que tu negocio sea más visible, que puedas dar a conocer al mercado tu servicio o producto de una manera más amplia, convincente y diferenciadora, de tal forma que aumente tu capacidad para a atraer la atención de potenciales clientes y con ello tus ventas. 

4.-Digitalización: puede que estes perdiendo mucho tiempo en la gestión de tus procesos de negocio, la relación con tus clientes, el trabajo en equipo, oportunidades de ventas e ineficiencia en la gestión de la información y la documentación porque desconoces las herramientas tecnológicas necesarias para optimizar todos estos procesos, ser más eficaz, eficiente y ahorrar tiempo. Contar con un mentor/a que ha atravesado con éxito un proceso de transformación digital de su negocio, será de gran ayuda para cruzar el océano digital con éxito. 

5.-Redes de contactos: contar con una red de contactos sólida es clave en el desarrollo de cualquier emprendedor y empresario, para contratar proveedores con mayor confianza, seguridad y fiabilidad, para encontrar socios o colaboradores en diferentes iniciativas y proyectos, para acceder al talento que tu empresa necesita, para contrastar ideas, para acceder a determinados nichos de mercado. Los mentores/as se caracterizan por tener una amplia, diversa y fructífera rede de contactos y alianzas, que no solo ponen a disposición de sus mentees, sino que también los ayudan a crear la suya propia, implementando la estrategia adecuada, identificando oportunidades para ello y fortaleciendo sus habilidades sociales.

6.-Dificultades en la gestión de equipos: cuando las empresas comienzan a crecer y necesitan incrementar su personal o dan un salto importante en el número de trabajadores que emplea, suelen surgir dificultades a nivel de seleccionar el talento adecuado, crear equipos eficientes, saber gestionarlos y liderarlos. Todo ello consumen ingentes cantidades de tiempo, esfuerzo y energía, además, si no se sabe hacer adecuadamente afecta a la productividad y genera alta dosis de estrés. Otra de las características de un mentor/a empresarial es que tiene amplia experiencia en este campo y la pone a disposición de sus mentees, en forma de píldoras de sabiduría empresarial. 

7.-Dificultades financieras: hay emprendedores/as y empresarios/as que son muy buenos ejecutando las tareas propias de su actividad, pero a veces la gestión de los números se les escapa, no les gusta o no le prestan la debida atención y de repente comienzan a surgir dificultades de tesorería. También puede ocurrir que debido a las crisis económicas, o como la que hemos vivido con el coronavirus, el negocio necesite financiación o ajustes económicos para aguantar y seguir adelante. O quizás quieras realizar inversiones para darle un impulso a tu negocio y tienes dificultades para acceder a la financiación necesaria. Esta es otra de las áreas donde un mentor/a marca la diferencia. 

8.-Estrés: todo lo anterior, junto a diversas circunstancias personales o empresariales que puedas estar atravesando, acaba derivando en una acumulación de problemas a resolver que producen preocupaciones y sobrecarga de tensión que afecta a tu salud y por tanto a la eficiencia de tu proyecto. En situaciones de estrés no se toman buenas decisiones porque no se piensa con claridad. Contar con un aliado que te apoya, te comprende, porque probablemente habrá vivido situaciones similares, te ayuda a gestionar este malestar, a ver con mayor claridad, reduciendo la incertidumbre e inseguridad, puede ser todo un bálsamo de bienestar y prosperidad para ti y tu empresa. 

Todos estos beneficios los he contemplado a lo largo de mis 20 años de trayectoria como mentora y como parte de diversos programas de mentoring dirigidos a emprendedores y pymes, en los que han participado más de 3000 negocios. También lo avalan estudios realizados, como el publicado en el 2018 por PricewaterhouseCoopers , sobre 2el impacto socioeconómico del mentoring», en base a los procesos de mentoring  para la consolidación empresarial llevados a cabo por Youth Business Spain durante el periodo 2013-2017 en los que participaron como mentees 1100 pymes de toda España. Algunos de los datos más significativos, que incluye dicho estudio son:

-El 87% de las empresas participantes consideran que su paso por en el programa de mentoring fue un “factor clave” para el éxito de su proyecto empresarial. 

-El nivel de satisfacción con su empresa y su trabajo se incrementó en un 80% de los participantes. 

-Un 60% de los negocios de los mentees participantes inicio su fase de crecimiento y/o expansión.

-Más de la mitad de las pymes participantes han logrado duplicar su facturación y aumentar el número de trabajadores un 60% en tan solo cuatro años.

-Los negocios participantes ha logrado un 44% más de capacidad de atracción y mantenimiento de clientes

-El 43% de las pymes ha aprendido a gestionar de manera profesional sus negocios. 

-Un 42% han mejorado su posicionamiento de mercado y su red de contactos.

-Los negocios de los mentees que han participado en mentoring tienen más del doble de probabilidades de continuidad que el resto de la economía española, con una supervivencia empresarial del 87% en el quinto año frente al 41% del promedio nacional.

Lo que destacan de sus mentores la mayor parte de los participantes es que “nos hacen muchas preguntas que nos ayudan a escoger el mejor camino para conseguir nuestros objetivos” .

 

Vivencias que nutren y relaciones que crean ecosistemas sólidos

La experiencia empresarial de un mentor sirve para nutrir de sabiduría empresarial a otras personas, que están comenzando su andadura como empresarios o que necesitan dar un impulso a sus negocios, porque al final estos dependen de las decisiones que toman quienes están al frente de los mismos, es decir, de personas que tienen sus miedos, dudas, problemas, retos: sus dilemas personales y empresariales.

Y aunque los dilemas de las personas puedan ser diferentes, por el sector de actividad, la ubicación de la empresa, el tipo de negocio, el diferente contexto temporal y social, la vivencia que se experimenta y los procesos para gestionarla adecuadamente son los mismos, porque somos humanos y tenemos los mismos sesgos cognitivos, sentimos las mismas emociones cuando nos enfrentamos a lo nuevo, a los problemas, el cambio, la incertidumbre o la complejidad. Por eso las respuestas que otros dieron a sus dilemas empresariales, de negocio o de vida nos aportan claridad y luz para los nuestros, para las preguntas que nos hacemos y para calmar nuestros desvelos. 

Un mentor te aporta una mirada externa que te ayudará a identificar mejor qué es lo importante, las prioridades, y sobre todo, a saber identificar dónde poner el foco. Esto te permitirá hacer avanzar tu negocio de forma más segura y ágil, porque te guiará en el camino evitando que cometas errores habituales. Te sentirás acompañado, lo cual reduce el estrés,  la incertidumbre y te ayudará a introducirte en redes de contactos que potenciarán la visibilidad de tu negocio. 

Un mentor es alguien que se compromete con el éxito de otra persona, de ahí que el mentoring contribuya a fortalecer los ecosistemas empresariales y sociales porque crea un círculo virtuoso de aportación de valor, generosidad, retroalimentación del conocimiento, regeneración del mismo, co-creación, eficiencia al compartir recursos, establecimiento de alianzas y aprovechamiento de sinergias. Las relaciones de mentoring van mucho más allá de la finalización del proceso formal de mentoring, porque están cimentadas sobre vínculos fuertes, sólidos, de aprendizaje y enriquecimiento mutuo.

Todo ello da lugar a la creación de un capital social empresarial que contribuye, como señaló Robert Putman, a incrementar la eficiencia y productividad de los sistemas y mejorar la distribución de la riqueza dentro de los mismos. Esto es posible gracias a la potencialidad de las redes de contactos para impulsar acciones compartidas y coordinadas. El capital social que se construye a través de las relaciones de mentoring es de carácter instrumental, es decir, basado en relaciones transversales y heterogéneas cuyo objetivo es lograr una mejor sociabilidad, permitiendo el acceso a recursos adicionales, favoreciendo la autonomía, la movilidad y la cohesión social, reduciendo los costes de transacción y generando nuevo aprendizaje (Rodríguez Carmona). 

Más y mejores relaciones de mentoring en el ámbito empresarial dará lugar a un fortalecimiento de los ecosistemas empresariales de un territorio.

Continuamos nuestra colaboración  con Sintetia, el portal de divulgación para mentes inquietas, con un artículo en su sección de economía bajo el título “Menos líderes y más creyentes para impulsar la autoeficacia.»

La salud emocional y mental se está erosionando de forma paulatina en nuestra sociedad debido a los altos niveles de estrés provocados por la presión constante del cambio, la incertidumbre, las crisis y otros muchos factores. Por ello, el gran reto de la sociedad contemporánea es reducir la brecha existente entre las demandas y expectativas del entorno y la capacidad mental para afrontarlas.

Mejorar la calidad de nuestras conversaciones para mejorar nuestra capacidad de comprensión y decisión es la mejor ayuda que hoy nos podemos prestar para enfrentar los retos presentes y futuros. Las conversaciones de calidad refuerzan las creencias de autoeficacia individual y colectiva de las personas a través de un circuito conversacional que comienza con el propósito y finaliza con la acción y el autofeedback o práctica reflexiva.

Con esta practica conversacional estaremos potenciando en nuestra vida el Factor PHR: Pensar, Hacer, Reflexionar.

  • Pensar: ¿A qué puedo contribuir o mejorar? ¿Cómo voy a hacerlo?
  • Hacer: Actuar con conocimiento de causa o propósito.
  • Reflexionar: ¿Qué he logrado, qué he aportado, que he aprendido?¿Qué puedo hacer mejor en el futuro para hacer realidad mi propósito

 

En un mundo rendido a la transformación digital, debemos recordar que la mejor tecnología para construir el futuro sigue siendo la conversación.

Te invitamos a leer el artículo completo publicado este mes de Enero en Sintetia  para conocer a fondo como liderar desde el propósito, la fe y la convicción, utilizando las conversaciones que potencian la autoeficacia personal para impulsar la autoeficacia colectiva.

En este enlace puedes acceder al artículo completo de nuestra Directora Ejecutiva, Mª Luisa de Miguel. Deseamos que lo disfrutes y estaremos encantados de contar con tus comentarios.