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Las emociones nos acompañan en cada segundo de nuestra vida, a veces nos hacen vibrar de alegría, otras estremecernos de miedo, y otras cuantas nos hacen sentir vergüenza, tristeza, culpa, sorpresa, amor, u orgullo. Aparecen sin avisar, en ocasiones nos visitan sin enterarnos, en otras parecen no marcharse jamas, y a veces las ansiamos y no llegan.

Las emociones simplemente son, no son ni buenas ni malas, pueden resultarnos más agradables o desagradables unas que otras, pero todas ellas nos están informando de que algo está pasando. El mayor indicador de inteligencia emocional es darnos cuenta de que estamos en presencia de una emoción, identificar exactamente cuál es, desentrañar su significado, averiguar de qué nos quiere informar, y luego canalizarla adecuadamente. Si practicamos esto a diario nos convertiremos en una persona emocionalmente resistente, y esto aporta a nuestra vida equilibrio, serenidad, claridad mental, sabiduría y mucha ecuanimidad.

Para desarrollar una personalidad emocionalmente resistente es necesario practicar 7 hábitos de manera constante y continuada.

1.- Dialoga con tus emociones: es importante que en nuestro día a día reservemos un espacio para ir al encuentro con nosotros mismos, para mantener una conversación con nuestro mundo interior. Esto nos ayudará a darnos cuenta que emociones han estado presentes en nuestro día, que nos pasa, y entablar una diálogo sereno con ellas. Cada emoción que sentimos, y nos desagrada, nos da una pista de la necesidad que no estamos satisfaciendo o del valor que estamos transgrediendo en nuestra vida. Si son emociones, de las llamadas positivas, nos informan que estamos viviendo un momento pleno, en el que nuestros valores, nuestras necesidades están siendo satisfechas.

Nuestras emociones desagradables, realmente, son un mecanismo de protección, tienen la intención positiva de protegernos de la pérdida de algo que para nosotros es importante. El problema es que a veces esa protección, cuando no es consciente, se maneja inadecuadamente. Otras queremos reprimirla, hacer como si no existiera, pero ella sigue ahí, y cuanto mas la reprimimos más protesta, y a veces lo hace con dolores en el cuerpo, reacciones desproporcionadas, estrés, y otras enfermedades.

Cuando yo ando molesta, enfadada o cabreada, ya se que es porque siento que se me está faltando al respeto, que se me está intentando coartar la libertad, que se me pretenden imponer cosas de forma directa o manipuladoramente. Eso es lo que yo siento, lo que pasa en la realidad a lo mejor no es exactamente como yo lo interpreto, pero al menos, reconocer que estoy enfadada ya me hace parar y reflexionar sobre lo que está pasando fuera y dentro de mi, y elaborar de una forma más consciente y ecuánime un significado que me permita responder de forma adecuada.

Si practicas este diálogo habitualmente descubrirás que todos tenemos patrones emocionales, cuyo origen está en nuestro temperamento, esa parte de la personalidad que es congénita. Al final todo ello te ayudará a conocerte mejor y saber en cada momento que está pasando y qué puedes hacer.

2.- Desarrolla tu Inteligencia Corporal: Escucha y observa a tu cuerpo, se consciente de donde hay dolor, frío, calor, sensación de vacío, sensación de bloqueo. Ahí hay una emoción reprimida. Si mis hombros están caídos hacia adelante y mi cuerpo inclinado hacia adelante, puede decirme que estoy soportando una carga demasiado pesada, y eso me está impidiendo avanzar, y no avanzar me frustra, y de ahí se desencadenan diferentes emociones como el enfado, la tristeza, la impotencia, etc.

Párate cada día frente al espejo, obsérvate en él de cuerpo entero, y pregúntate ¿que ves en él? ¿Ves a una persona con confianza en sí misma? ¿Ves a una persona sin fuerzas? ¿Ves a una persona contenta? ¿Ves a una persona contrariada? Este ejercicio te puede dar claves sobre las emociones que están presentes dentro de ti y que tu cuerpo las refleja.

También te puede ayudar hacer focussing utilizando la respiración. De pie, relajando el cuerpo, cerrando los ojos y respirando profunda y relajadamente, identifica esa parte del cuerpo donde sientes algo (lo que sea) y concentra tu atención y tu respiración en ella, es una forma de liberar la emoción que está apresada en tu cuerpo.

3.-Practica el reencuadre positivo: Cada situación que vivimos, por pequeña que sea, provoca una reacción por nuestra parte. Dicha reacción depende del significado que nuestra mente le da a dicha situación. Lo que nos pasa, las situaciones, no lo podemos cambiar, ahora bien, si que podemos cambiar la forma en que lo vivimos, lo interpretamos, el significado que le otorgamos.

Creo que todas las situaciones, incluso las más dolorosas o dramáticas, tienen una parte positiva y una negativa, una ganancia y una pérdida. Es importante ver ambas, y luego focalizarnos en la parte positiva, en la oportunidad o posibilidad que representa en nuestra vida. Apegarse a lo que paso, a lo que no puede ser, a lo que perdimos nos mantiene estancados y llenos de emociones negativas que nos nublan la visión, el juicio, nos matan la esperanza, la ilusión y la posibilidad de seguir creciendo.

Cuando escribí este post estaba muy triste, pues acababa de fallecer una compañera y amiga de la infancia, una persona de mi misma edad con la que compartí intensamente más de 10 años de mi vida, en los que vivimos momentos inolvidables. Compañera del colegio y el instituto durante todos esos años. Una persona con la que, a pesar del devenir de la vida que nos lleva por caminos diferentes, siempre mantuvimos la relación, lo recuerdos, el interés por saber cada una de nuestras vidas en cada nuevo encuentro. Se fue de repente, sin poder asimilarlo. Sin embargo, a pesar de la tristeza por su pérdida, logramos algo muy bonito, encontrarnos muchos de los compañeros del colegio que llevábamos, en algunos casos, más de 20 y 25 años sin vernos; implicarnos todos en encontrarnos unos a otros en lugares muy diferentes de España; crear un grupo para estar en contacto; hacer planes para volver a coincidir juntos. Enfocarnos en esta empresa nos ha ayudado a sobrellevar la pena por la pérdida y a mirar al futuro con ilusión y esperanza.

Podemos dirigir la atención, enfocarnos en lo positivo, en el futuro, en la posibilidad, y con ese simple cambio de enfoque cambian otras muchas cosas, especialmente, la forma en que nos sentimos y encaramos el mañana.

4.- Reescribe el guión: Que hayas tenido varias decepciones en tu vida, o últimamente, no significa que todo el mundo te decepcione, traicione, que no puedas confiar en nadie. Tu puedes decidir como escribes el guión de tu vida, y los guiones se cambian, se reescriben. Puedes decidir que esas personas que te han decepcionado realmente no eran importantes, y que te han enseñado a quienes dar y a quienes no dar tu confianza, con lo que a partir de ahora vas a ser una persona más selectiva con tu confianza.

Lo que has sido o hecho hasta ahora no es tu vida, ni eres tú, es simple y llanamente lo que has hecho hasta ahora, puedes cambiarlo. La forma en que piensas sobre ti, en cómo hablas de ti, en cómo te describes o describes tu vida, tiene más poder que lo que realmente pasa en ella. Comienza a elaborar el guión de tu vida: quien quieres ser, qué quieres hacer, donde quieres estar, con quien. No participar hablando en las reuniones, en los encuentros, no significa ser tímido ni pasivo, ni no participar, significa una forma particular de participar que es la tuya: escuchar más, tomar distancia para no dejarte arrastrar por los debate, observar. Puedes ponerle un nombre a este personaje, a esta forma particular tuya de participar en las conversaciones: «el oyente sereno», por ejemplo. Esa forma de describir y escribir una faceta de tu vida, cambia mucho la manera en que te sientes con respecto a ella.

5.- Hazte preguntas provocadoras: con cada pregunta que te haces creces, aprendes, cambias, creas una nueva realidad. Las buenas preguntas desarrollan nuestra sabiduría, nos ayudan a ampliar perspectivas, a ver más allá, a buscar nuevos significados y construir con ellos nuevas posibilidades para nuestra vida.  Qué diferente es preguntarse ¿Por qué me pasa esto a mi?  a preguntarse ¿Qué quiere decir esto que está pasando? En la primera buscaré mil justificaciones para explicar porque a mi, y me quedaré pegado a emociones negativas de rabia, impotencia, culpabilidad, injusticia, etc.  En la segunda buscaré otras posibles maneras de ver la situación, y ese pequeño gesto ya me generará una mayor calma, más luz, más visión. Utiliza en tu vida preguntas positivas, preguntas que busquen soluciones, que miren hacia el futuro. 

6.- Dirige tu película: Toma distancia de todas las situaciones que te ocurran, sepáralas de ti, sácalas de tu mente. Puedes escribirlas y leerlas al día siguiente, puedes proyectarlas en una pared como si fuera una pantalla de cine y observarlas, practicando la posición de espectador, en vez de protagonista. Si no te desapegas de tus experiencias, estas te controlan. Si logras colocarlas fuera de ti y contemplarlas como si fueras un tercero que está mirando la escena, puedes comenzar a ejercer control sobre ellas. Como protagonista de la escena es más difícil dirigir la película, cuando te sales emocionalmente de ella y pasas a una posición más objetiva, estas en mejores condiciones de dirigir la película de tu vida.

La objetividad nos aporta ecuanimidad y esta es esencial para valorar con más perspectiva, para no dejarnos arrastrar por el torrente emocional de la subjetividad.

7.- Domina tus disparadores y cambia la escena: Todos vivimos bajo un ciclo constante de situaciones, comportamientos y consecuencias, del que muchas veces no somos conscientes. En este ciclo es clave tener identificados cuales son los disparadores de nuestra conducta, esos diferentes estímulos que existen en nuestro mundo interno y externo y que disparan nuestra conducta, en el sentido de que nos hacen reaccionar frente a ellos de forma inconsciente, en vez de decidir cuál es la mejor forma de afrontarlos.

Los disparadores externos son esa persona que nos produce miedo, que nos irrita, que nos incomoda, los momentos de presión, los conflictos o discusiones, determinadas situaciones, formas de comunicación de otras personas, palabras, gestos. Los disparadores internos son nuestras emociones, creencias, pensamientos, prejuicios. Algunos disparadores son conscientes y otros inconscientes, unos previsibles y otros inesperados, unos beneficiosos y otros perjudiciales. La clave está en tenerlos identificados y diseñar una estrategia para controlarlos, porque aparecer van a aparecer siempre.

Si cada vez que una personalidad dominante, prepotente, agresiva rebate nuestra opinión, nos venimos abajo y dejamos de defender nuestra postura, entramos en una espiral de cesiones inconscientes, que nos llevará a acabar viviendo bajo el yugo de los criterios externos. Si yo identifico ese disparador (personas de ese perfil), ya se cual va a ser mi conducta y el efecto de la misma, con lo que puedo cambiar la escena. Primero, puedo decidir no trabajar o relacionarme con ese tipo de personas. Segundo, puedo buscar alternativas de conducta a no callarme y ceder, y preparármelas cada vez que sepa que voy a encontrarme con una persona de ese tipo.

Todas estas pistas te pueden ayudar a desarrollar una personalidad emocionalmente resistente, ahora que ya lo sabes solo depende de ti ponerlo en practica. Si necesitas ayuda en la Escuela de Mentoring te podemos acompañar.

Autora: Mª Luisa de Miguel

Directora Ejecutiva de la Escuela de Mentoring

Autora del libro «Mentoring, un modelo de aprendizaje para la excelencia personal y organizacional». Ediciones Pirámide. 2019

Ha finalizado el primer cuatrimestre de exámenes en la Universidad de Vigo, y algunos de sus alumnos, especialmente los de primer curso, ya han sufrido su primer choque con la realidad universitaria. Los ánimos se encuentran revueltos, para algunos las cosas han ido mejor que para otros, pero para todos ha sido una prueba y un esfuerzo muy grande, que quizás no ha respondido a sus expectativas.

Cuando no logramos los objetivos, nuestras expectativas se frustran, surgen los obstáculos y las piedras en el camino, aparecen las dificultades, y todo parece que se desmorona, es el momento de parar y reflexionar cómo seguir adelante, con más fuerza, con más energía, con nuevas estrategias. Es el momento de hacer acopio de toda nuestra fuerza motivacional, y comenzar el camino para activar y recuperar nuestra motivación para afrontar los retos del siguiente trimestre.  

De motivación y, especialmente, de como recuperarla hablará el 23 de Enero la Directora Ejecutiva de la Escuela de Mentoring a los alumnos de la Universidad de Vigo: qué es la motivación, como funcional el circuito neurobiológico de la motivación, cuales son los distintos perfiles motivacionales y como gestionarlos, como autorregularse para tener una motivación óptima.

“Nada sucede hasta que algo se mueve”. Albert Einstein

La motivación es la fuerza que nos mueve a la acción, la que nos hará salir del letargo, el hartazgo, la queja, el no puedo, para comenzar a dar pasos hacia nuestro objetivo.  Descubrir lo que nos motiva y como lograr incorporarlo a nuestra vida es la clave de una buena gestión emocional y motivacional.

 Hacer lo que nos gusta es fácil, pero a veces para conseguir nuestros objetivos, la vida nos pone algún que otro obstáculo y suele ser necesario realizar otra serie de actividades que a lo mejor no nos gustan tanto. Como convertir un «tengo que» en un «quiero» es una cambio de actitud fundamental para mantener activa nuestra motivación. Trabajar día a día la motivación nos llevar a desarrollar una personalidad resistente, nadie nace con ella, se construye a raíz de un modelo de pensamiento y actitud positiva realista. Si quieres saber como desarrollar una motivación resistente, estate atento a mi blog, en los próximos días publicarle un post como resumen de la conferencia para compartirlo con todos vosotros.

La vida puede ser vista como una fuente de oportunidades y realización personal, o como un entorno amenazante y generador de estres. Y no es que sea ni una cosa ni otra, la vida simplemente es, tiene momentos, acontecimientos, situaciones, que no podemos cambiar ni controlar, solo se pueden vivir, y es precisamente cómo los vivimos lo que nos diferencia como personas.

A todos nosotros, en alguna ocasión, nos habrá tocada vivir uno de esos momentos que hubiéramos preferido no tener que experimentar, sin embargo, continuamos viviendo y tratando de sacar el mayor jugo posible a la vida, disfrutándola y amándola. Y es que, a pesar de la cara no amable que a veces nos muestra la vida, hay personas que son capaces de seguir manteniendo una perspectiva y actitud positiva ante la misma, seguir funcionando de una manera óptima y eficaz, logrando incluso superarse, desarrollarse y crecer como personas. Aunque la vida no les ofrezcan su mejor cara, ellos siguen mirándola apreciativamente.

Este tipo de personas tienen lo que los doctores Maddi y Khoshaba definieron como «Personalidad Resistente», una serie de actitudes y acciones que ayudan a transformar las situaciones estresantes de potenciales desastres a oportunidades de crecimiento. Esto autores han realizado diversas investigaciones en diferentes ámbitos (empresa, ejercito, educación, servicios comunitarios), que han revelado que la personalidad resistente protege contra la enfermedad, es un predictor del buen rendimiento académico y profesional, y un factor que favorece los comportamientos óptimos y los hábitos eficaces. La Personalidad Resistente la definen 3 actitudes clave:

CLAVES DE LA PERSONALIDAD RESISTENTE

Compromiso frente a desviculación: la persona resistente se implica en su entorno, con las personas y con las situaciones que le afectan. No se desentiendo o se desvincula, no se aisla o se retrae, al contrario, participa activamente, ésta, interviene.

-Control frente a pasividad: ante los acontecimientos la persona resistente actúa, no mira para otro lado, no se queda esperando a que algo suceda, no se instala en la queja, ni espera a que alguien venga a salvarla, sino que decide intervenir y tener influencia en lo que ocurra, en su vida.

-Reto frente a inmovilidad: aceptar la vida como es, con sus oportunidades y amenazas, y descubrir en ambas ocasiones para experimentar y aprender continuamente, y no quedarse a cubierto, resguardado y seguro, como mero espectador que contempla la vida pasar por delante sin ser parte de ella, creyendo que así puede evitar los momentos negativos, malos o dolorosos.

Estas 3 actitudes son una fuente de energía muy importante para la persona que las experimenta, y esta energía es la que explica la fuerza, la motivación, la voluntad y el coraje que suelen demostrar las personas resistentes ante los acontecimientos adversos, afrontándolos con valentía y positividad, en vez de negarlos, obviarlos, enmascararlos o victimizarlos.

Las personas resistentes saben cómo desarrollar una motivación optima, y es esta motivación la que les ayuda a afrontar las situaciones difíciles, a ver el lado positivo de las mismas, a valorar la posibilidad de crecimiento que pueden encerrar, a buscar estrategias para transformarlas en oportunidades de aprendizaje, y a perseverar en sus acciones para superarlas a pesar del tiempo y las dificultades.

Ahora bien, la Personalidad Resistente no nace, se hace, es decir, se desarrolla, y esto implica llevar a cabo una serie de acciones de manera habitual. La Personalidad Resistente, lo mismo que la Felicidad se construye día a día con decisiones y acciones. Eso sí, si bien no se nace con ella, si hay un factor impulsor muy importante de la misma, especialmente relevante en la infancia, como señalan las investigaciones de Maddi y Khoshaba: «las personas que son alentadas, por los que les rodean, a creer que ellas pueden convertir la adversidad en oportunidad, y a observarse a sí mismas haciendo que esto se haga realidad», desarrollan una personalidad resistente desde la temprana edad.

Este factor impulsor nos da las pistas de tres estrategias a desarrollar en nuestra vida para llegar a tener una personalidad resistente:

1.- Rodéate de personas que crean en ti y te ayuden a creer en ti, es decir, que refuercen lo que Albert Bandura denomina autoeficacia (creer que se puede). Este es el trabajo que como mentora y coach desarrollo con mis clientes.

2.- Experimenta, pasa a la acción para probarte, retarte y comprobar que sí puedes. Esto es lo que impulsamos en los procesos de mentoring y coaching de una forma guiada, acompañando, dando soporte y apoyo, estimulando, favoreciendo, facilitando oportunidades de aprendizaje, y ayudando a que las identifiquen y creen en sus entornos.

3.- Reflexiona sobre tus experiencias de logro y superación, pues en ellas están las fuentes de tu autoeficacia y tu fortaleza. Este es el pilar de una sesión de mentoring y coaching. En todas ellas se favorece la reflexión sobre lo realizado entre sesiones, los comportamientos llevados a cabo, los resultados obtenidos, y las estrategias de acción identificadas como efectivas que deben consolidarse.

Además de estas tres estrategias, puedes experimentar la construcción de una Personalidad Resistente llevando a cabo la siguiente dinámica que te invito a realizar: «La Resiliencia está en tus manos» , basada en el HardiTraining desarrollado por Maddi y Khoshaba.

Comenzamos:

Piensa en una situación de tu vida complicada, difícil, desagradable que te genere estrés, inquietud, ansiedad, y que quieras superar y solucionar. Coge un folio en blanco, pon tu mano boca abajo sobre él, y rodea la misma palmo a palmo con un rotulador para dibujar sobre el folio su contorno.

1.- Afrontamiento utilizando la reconstrucción situacional: Imagínate otras formas de ver esa situación, que hasta ahora no hubieras contemplado. Profundiza en ella y contémplala como espectador no como actor. Puedes usar la técnica de las posiciones perceptivas, que explica mi compañera Marta Antuña en su blog. De esta nueva perspectiva surgirán ideas nuevas para afrontar la situación, antes no vislumbradas.

Si la emocionalidad negativa es muy alta y bloquea la creatividad, trabaja sobre las emociones negativas para liberarlas, y con ello despertar la imaginación. Si no se logra romper con este patrón y no puedes afrontar la situación, la opción es aceptarla, y concentrarse en trabajar alguno de los elementos estresantes que produce y que si están a tu alcance superar, lo que se conoce como técnica de la superación personal compensatoria de Maddi.

Diseña un Plan de Acción para cambiar la situación y que deje de ser estresante. Establece una meta en base a lo que haya surgido de la fase de reconstrucción situacional, define las acciones a llevar a cabo para lograrla, y ponles fecha en el calendario. Pasa a la acción y proporciónate retroalimentación continua sobre las acciones desarrolladas, los resultados obtenidos, y los aprendizajes extraídos.

Indica sobre el pulgar de tu mano dibujada, la meta y las acciones a llevar a cabo.

2.- Apoyo social: identifica las personas de tu entorno con las que puedes contar, a las que puedes pedir ayuda para afrontar la situación, que te pueden servir de espejo o pueden hacerte ver la situación desde otras perspectivas. Acércate a ellas con empatía, solicítales ayuda, exprésales como te sientes, que necesitas. Pídeles que te den retroalimentación sobre tu plan de acción.

Indica sobre el dedo índice de tu mano dibujada a las personas a las que vas a pedir ayuda, retroalimentación o que simplemente te escuchen o aconsejen.

3.- Relajación: toma conciencia de tu cuerpo, dedica unos momentos al día para escucharle y sentirle. Puedes realizar respiraciones abdominales, algún ejercicio físico que te permita entrar en contacto con tu cuerpo (yoga, pilates, danza), meditar, pasear. Incorpora pautas de serenidad en tu día a día para vaciar la mente de pensamientos y acceder a una mayor perspectiva, positividad y creatividad. Una mente serena es una mente resistente y poderosa.

Indica sobre el dedo corazón de tu mano dibujada que pausa de serenidad vas a incorporar a tu día a día.

4.-Nutrición: una buena alimentación ayuda a mantener niveles óptimos de activación y energía que nos ayudan a afrontar el día a a día con más eficacia y bienestar. Identifica los malos hábitos alimenticios que tengas en tu vida, y aquellos buenos hábitos que quieres incorporar.

Indica sobre el dedo anular de tu mano dibujada el hábito alimenticio que has escogido incorporar o desechar de tu vida.

5.- La Actividad Física nos da energía, vitalidad, entusiasmo. Ayuda a reforzar nuestro sistema inmunológico y a hacernos más resistentes frente a la enfermedad. Piensa en una actividad física que te apetezca realizar, que te gustaría probar, que disfrutes y no te suponga una carga. Valora la hora del día en que más fácil te pueda resultar llevarla a cabo. 20-30 minutos al día son suficientes

Indica sobre el dedo meñique de tu mano dibujada la actividad física que vas a realizar y cuando

Las 3 actitudes de la personalidad resistente favorecen el desarrollo de las habilidades necesarias para llevar a cabo las acciones que te propongo en la dinámica «La Resiliencia está en tus manos», y la práctica habitual de estas acciones fortalece las 3 actitudes citadas, con lo que se crea una espiral ascendente de crecimiento personal y resiliencia. Ahora te toca a ti ponerlo en práctica, cuelga el dibujo de tu mano con tus 5 compromisos en un lugar visible donde puedas verlo todos los días, y lleva a cabo los compromisos que has dibujado en la misma. Cada día que los realices estarás poniendo un nuevo peldaño en la construcción de tu resiliencia.