El pasado 10 de Febrero, tuve la oportunidad de impartir una conferencia sobre «El papel del mentor como guía para impulsar el crecimiento empresarial» en la inauguración del proyecto «Barakaldo Mentoring Klub», que la Escuela de Mentoring está desarrollando en colaboración con Inguralde y el Ayuntamiento de Barakaldo.
A través de esta publicación me gustaría compartir alguna de las ideas transmitidas en dicha conferencia.
El lema de la Escuela de Mentoring es “Hay alguien tan inteligente que aprende de la experiencia de los demás” (Voltaire) porque esta ha sido una de las formas de aprender más efectivas en toda la historia de la humanidad. Ser emprendedor/a y empresario/a es todo un camino de aprendizaje en el que contar con la ayuda de alguien, que ya ha vivido esa experiencia, puede marcar la diferencia en nuestras vidas y en nuestros negocios.
El mentor como socio pensante que potencia el «factor PHR»: pensar, hacer, reflexionar; un hacer reflexivo y estratégico.
Contar con un mentor para impulsar tu negocio, tu desarrollo como emprendedor o empresario es contar con un “socio pensante”, alguien que por su mayor experiencia empresarial te puede ayudar a pensar con mentalidad de empresa, a ser más estratégico, lo que se traduce en avanzar más rápido y de forma más eficaz, perdiendo menos tiempo y cometiendo menos errores. También te permite ser más objetivo, levantar la vista del día a día y mirar más allá, evitando que tomes decisiones sesgadas. Nuestras perspectivas condicionan nuestras preguntas y nuestras respuestas. A veces es difícil darnos cuenta de ellas porque estamos presos de creencias y emociones que nos impiden ver con claridad y nos aferramos a nuestras ideas y puntos de vistas como mecanismo de defensa.
Un mentor te ayuda a pensarlo otra vez, a ver y abordar los problemas, los retos y las situaciones desde otra óptica y perspectiva que te facilita tomar mejores decisiones. Te aporta ideas, recursos, contactos, conocimientos, experiencias en forma de píldoras de sabiduría empresarial. Te ayuda a identificar oportunidades de diversificación, crecimiento, ahorro de costes y de tiempo para tu negocio y a que sepas buscarlas y aprovecharlas para mejorar la gestión tu negocio. Y, sobre todo, te impulsa a actuar, a realizar cambios, con más confianza y seguridad porque puedes contrastar con él ideas, aprender de sus aciertos y errores, tener más perspectiva, más opciones e información. En muchos casos te formulará preguntas y cuestionara algunas de las formas en las que estas haciendo las cosas, o te propones hacerlas, para hacerte reflexionar, pensarlo otra vez, ver otras opciones que a lo mejor son más adecuadas para tu objetivo. El mentoring es una práctica que favorece la diversidad cognitiva, que es fundamental para ser más creativos, más flexibles, más innovadores y mejores tomadores de decisiones.
Las sesiones con un mentor/a son un espacio para pararse, levantar la vista del día a día que nos come, mirar más lejos y a los lados, tomarse un tiempo para reflexionar antes de actuar y hacerlo también después para aprender de nuestras acciones y resultados. Son pausas estratégicas aprovechadas por el mentor para potenciar el Factor PHR: Pensar, Hacer y Reflexionar. Es decir, un Hacer Reflexivo y Estratégico, que cada vez es más necesario en un mundo tan cambiante y que va tan deprisa en el que nos vemos inmersos en una inercia de atender lo urgente y a veces nos olvidamos de pensar más allá del corto plazo o en las consecuencias de una decisión para el conjunto del negocio. Y si no tenemos tiempo de parar y pensar de forma estratégica antes de actuar, mucho menos lo tenemos para reflexionar sobre nuestras acciones y el resultado que producen, si lo que estamos haciendo está dando los resultados deseados, qué es lo que realmente está pasando con ello en nuestra empresa, que más o que diferente podríamos hacer las cosas.
Según Sara Canady, en el ser humano existe un código genético que incluye un sesgo a la acción, que se ve reforzado por una cultura que valora la acción y que vincula el éxito empresarial al hacer, producir y tomar acción. El entorno empresarial contemporáneo refuerza esta tendencia, al igual que el ciclo de noticias acelerado y continuo. Sin embargo, muchas veces, actuar sin pensar y sin reflexionar sobre la acción y sus resultados nos conduce a errores, malos resultados y fracasos, de los que además no sabemos aprender, precisamente por esa falta de reflexión posterior sobre la experiencia para convertirla en aprendizaje. Según la citada autora «el sesgo de la acción nos impulsa a comportarnos de forma improductiva”. Estar atrapados en la inercia del hacer nos impide pensar bien, para ello necesitamos parar, ponernos en pausa para pensar estratégicamente.
Esta es lo que explica que tras pasar por un proceso de mentoring se produzca una renovación empresarial, y también personal, porque nos permite resetear muchas prácticas que estaban obsoletas, desaprenderlas para aprender otras nuevas, renovando así nuestra mente, nuestros conocimientos, ideas, recursos y formas de hacer, para reiniciar con más frescura, energía, fluidez y agilidad. En un mundo tan cambiante como el actual la clave no está en acumular experiencia y conocimiento, es más importante la capacidad de repensar, desaprender y reaprender.
Beneficios y aportaciones del mentoring en el ámbito empresarial
Un mentor empresarial te aportará aprendizajes que marcarán la diferencia en tu vida y en tu negocio. Algunas de las más importantes son:
1.-Foco y estrategia: tanto cuando comienzas un proyecto empresarial, como en ciertos momentos en los que las cosas se complican, surgen dificultades, hay cambios importantes e, incluso, el negocio ha crecido muy rápido, puedes sentirte desorientado y no saber por dónde avanzar. En estos casos un mentor/a te ayuda a poner foco en lo que es clave y trazar una estrategia para conseguirlo de forma más ágil y efectiva.
2.- Seguridad en la toma de decisiones: muchas veces la soledad del emprendedor y del empresario hace que surjan dudas, que no sepas por donde tirar, que no estes seguro de si estas tomando las decisiones adecuadas, y el mentor/a puede ser un sabio consejero para tomar mejores decisiones.
3.-Visibilidad en el mercado: gracias a su amplia red de contactos, su visión global de cómo funciona la empresa y los mercados, un mentor/a te puede ayudar a que tu negocio sea más visible, que puedas dar a conocer al mercado tu servicio o producto de una manera más amplia, convincente y diferenciadora, de tal forma que aumente tu capacidad para a atraer la atención de potenciales clientes y con ello tus ventas.
4.-Digitalización: puede que estes perdiendo mucho tiempo en la gestión de tus procesos de negocio, la relación con tus clientes, el trabajo en equipo, oportunidades de ventas e ineficiencia en la gestión de la información y la documentación porque desconoces las herramientas tecnológicas necesarias para optimizar todos estos procesos, ser más eficaz, eficiente y ahorrar tiempo. Contar con un mentor/a que ha atravesado con éxito un proceso de transformación digital de su negocio, será de gran ayuda para cruzar el océano digital con éxito.
5.-Redes de contactos: contar con una red de contactos sólida es clave en el desarrollo de cualquier emprendedor y empresario, para contratar proveedores con mayor confianza, seguridad y fiabilidad, para encontrar socios o colaboradores en diferentes iniciativas y proyectos, para acceder al talento que tu empresa necesita, para contrastar ideas, para acceder a determinados nichos de mercado. Los mentores/as se caracterizan por tener una amplia, diversa y fructífera rede de contactos y alianzas, que no solo ponen a disposición de sus mentees, sino que también los ayudan a crear la suya propia, implementando la estrategia adecuada, identificando oportunidades para ello y fortaleciendo sus habilidades sociales.
6.-Dificultades en la gestión de equipos: cuando las empresas comienzan a crecer y necesitan incrementar su personal o dan un salto importante en el número de trabajadores que emplea, suelen surgir dificultades a nivel de seleccionar el talento adecuado, crear equipos eficientes, saber gestionarlos y liderarlos. Todo ello consumen ingentes cantidades de tiempo, esfuerzo y energía, además, si no se sabe hacer adecuadamente afecta a la productividad y genera alta dosis de estrés. Otra de las características de un mentor/a empresarial es que tiene amplia experiencia en este campo y la pone a disposición de sus mentees, en forma de píldoras de sabiduría empresarial.
7.-Dificultades financieras: hay emprendedores/as y empresarios/as que son muy buenos ejecutando las tareas propias de su actividad, pero a veces la gestión de los números se les escapa, no les gusta o no le prestan la debida atención y de repente comienzan a surgir dificultades de tesorería. También puede ocurrir que debido a las crisis económicas, o como la que hemos vivido con el coronavirus, el negocio necesite financiación o ajustes económicos para aguantar y seguir adelante. O quizás quieras realizar inversiones para darle un impulso a tu negocio y tienes dificultades para acceder a la financiación necesaria. Esta es otra de las áreas donde un mentor/a marca la diferencia.
8.-Estrés: todo lo anterior, junto a diversas circunstancias personales o empresariales que puedas estar atravesando, acaba derivando en una acumulación de problemas a resolver que producen preocupaciones y sobrecarga de tensión que afecta a tu salud y por tanto a la eficiencia de tu proyecto. En situaciones de estrés no se toman buenas decisiones porque no se piensa con claridad. Contar con un aliado que te apoya, te comprende, porque probablemente habrá vivido situaciones similares, te ayuda a gestionar este malestar, a ver con mayor claridad, reduciendo la incertidumbre e inseguridad, puede ser todo un bálsamo de bienestar y prosperidad para ti y tu empresa.
Todos estos beneficios los he contemplado a lo largo de mis 20 años de trayectoria como mentora y como parte de diversos programas de mentoring dirigidos a emprendedores y pymes, en los que han participado más de 3000 negocios. También lo avalan estudios realizados, como el publicado en el 2018 por PricewaterhouseCoopers , sobre 2el impacto socioeconómico del mentoring», en base a los procesos de mentoring para la consolidación empresarial llevados a cabo por Youth Business Spain durante el periodo 2013-2017 en los que participaron como mentees 1100 pymes de toda España. Algunos de los datos más significativos, que incluye dicho estudio son:
-El 87% de las empresas participantes consideran que su paso por en el programa de mentoring fue un “factor clave” para el éxito de su proyecto empresarial.
-El nivel de satisfacción con su empresa y su trabajo se incrementó en un 80% de los participantes.
-Un 60% de los negocios de los mentees participantes inicio su fase de crecimiento y/o expansión.
-Más de la mitad de las pymes participantes han logrado duplicar su facturación y aumentar el número de trabajadores un 60% en tan solo cuatro años.
-Los negocios participantes ha logrado un 44% más de capacidad de atracción y mantenimiento de clientes
-El 43% de las pymes ha aprendido a gestionar de manera profesional sus negocios.
-Un 42% han mejorado su posicionamiento de mercado y su red de contactos.
-Los negocios de los mentees que han participado en mentoring tienen más del doble de probabilidades de continuidad que el resto de la economía española, con una supervivencia empresarial del 87% en el quinto año frente al 41% del promedio nacional.
Lo que destacan de sus mentores la mayor parte de los participantes es que “nos hacen muchas preguntas que nos ayudan a escoger el mejor camino para conseguir nuestros objetivos” .
Vivencias que nutren y relaciones que crean ecosistemas sólidos
La experiencia empresarial de un mentor sirve para nutrir de sabiduría empresarial a otras personas, que están comenzando su andadura como empresarios o que necesitan dar un impulso a sus negocios, porque al final estos dependen de las decisiones que toman quienes están al frente de los mismos, es decir, de personas que tienen sus miedos, dudas, problemas, retos: sus dilemas personales y empresariales.
Y aunque los dilemas de las personas puedan ser diferentes, por el sector de actividad, la ubicación de la empresa, el tipo de negocio, el diferente contexto temporal y social, la vivencia que se experimenta y los procesos para gestionarla adecuadamente son los mismos, porque somos humanos y tenemos los mismos sesgos cognitivos, sentimos las mismas emociones cuando nos enfrentamos a lo nuevo, a los problemas, el cambio, la incertidumbre o la complejidad. Por eso las respuestas que otros dieron a sus dilemas empresariales, de negocio o de vida nos aportan claridad y luz para los nuestros, para las preguntas que nos hacemos y para calmar nuestros desvelos.
Un mentor te aporta una mirada externa que te ayudará a identificar mejor qué es lo importante, las prioridades, y sobre todo, a saber identificar dónde poner el foco. Esto te permitirá hacer avanzar tu negocio de forma más segura y ágil, porque te guiará en el camino evitando que cometas errores habituales. Te sentirás acompañado, lo cual reduce el estrés, la incertidumbre y te ayudará a introducirte en redes de contactos que potenciarán la visibilidad de tu negocio.
Un mentor es alguien que se compromete con el éxito de otra persona, de ahí que el mentoring contribuya a fortalecer los ecosistemas empresariales y sociales porque crea un círculo virtuoso de aportación de valor, generosidad, retroalimentación del conocimiento, regeneración del mismo, co-creación, eficiencia al compartir recursos, establecimiento de alianzas y aprovechamiento de sinergias. Las relaciones de mentoring van mucho más allá de la finalización del proceso formal de mentoring, porque están cimentadas sobre vínculos fuertes, sólidos, de aprendizaje y enriquecimiento mutuo.
Todo ello da lugar a la creación de un capital social empresarial que contribuye, como señaló Robert Putman, a incrementar la eficiencia y productividad de los sistemas y mejorar la distribución de la riqueza dentro de los mismos. Esto es posible gracias a la potencialidad de las redes de contactos para impulsar acciones compartidas y coordinadas. El capital social que se construye a través de las relaciones de mentoring es de carácter instrumental, es decir, basado en relaciones transversales y heterogéneas cuyo objetivo es lograr una mejor sociabilidad, permitiendo el acceso a recursos adicionales, favoreciendo la autonomía, la movilidad y la cohesión social, reduciendo los costes de transacción y generando nuevo aprendizaje (Rodríguez Carmona).
Más y mejores relaciones de mentoring en el ámbito empresarial dará lugar a un fortalecimiento de los ecosistemas empresariales de un territorio.