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El 29 de Abril de este año, nuestra Directora Ejecutiva María Luisa de Miguel, impartió una webinar sobre “Responsabilidad Emocional Corporativa: claves para construir organizaciones antifrágiles” en colaboración con Seminarium Perú.

Desde que comenzó el confinamiento Seminarium Perú ha venido desarrollando con su red de Speaker y colaboradores en Latam, diversas webinar sobre temas relacionados con el aprendizaje organizacional, el liderazgo, el teletrabajo, la gestión de la incertidumbre, comunicación y reputación en tiempos de crisis, entre otros.

Estamos encantados de poder ser parte de esta iniciativa de Seminarium Perú y colaborar en ella a través de la participación de nuestra Directora Ejecutiva en la webinar sobre responsabilidad emocional corporativa. En ella hablamos sobre organizaciones antifrágiles, porque ahora más que nunca es necesario construir organizaciones fuertes y cómo la gestión emocional organizacional va a ser clave para ello.

Las organizaciones deben comenzar ya a trabajar la gestión emocional ante la nueva situación y la incierta situación futura, de ello hablamos en el 3º Encuentro Virtual Mentoring Grupal by Escuela de Mentoring “Conversaciones con Propósito”, para fortalecerse, para crear entornos donde las emociones positivas broten, sino será difícil recuperarse, seguir adelante y evolucionar.

Las empresas son responsables de cuidas la emocionalidad de sus entornos, de contribuir a una emocionalidad inteligente y de aportar las condiciones para fortalecer el capital psicológico de su gente: confianza, optimismo, esperanza, resiliencia, bienestar.

De todo ello y de cuáles son las claves para lograrlo y las estrategias para ponerlo en marcha hemos hablado en la webinar Responsabilidad Emocional Corporativa cuyo video puedes ver en este enlace:

 

El estado emocional de una organización puede ser un multiplicador o un bloqueador del talento. Haz que tu organización vibre en energía positiva para hacer vibrar el talento de tu gente. 

En esta línea te recomendamos nuestros cursos sobre Agilidad Emocional y Motivación Inteligente.

Quiero que te imagines un lugar de tu ciudad que no visitas mucho, alejado de tu atención diaria y habitual, un lugar que quizás esté algo abandonado, poco cuidado, desatendido desde hace varios años. Un día, de repente tu ciudad se ve asolada por un terremoto, de los de intensidad media-alta. Un terremoto que ocasiona una pequeña grieta en ese lugar poco visitado, que pocos ven porque pocos depositan su mirada y su tiempo en él.

La vida en tu ciudad continua después del terremoto como si nada hubiera pasado, y nadie se ocupa de esa pequeña grieta. Se suceden fuertes lluvias, seguidas de subidas bruscas de temperatura, la contaminación se dispara, y la ciudad sufre los efectos habituales del cambio climático, a los que ya estamos tan acostumbrados, que ni cambios nos parecen. Al cabo de unos años vuelve a producirse un nuevo terremoto en tu ciudad, esta vez de más intensidad que el anterior. Afecta a nuestras casas, nuestros seres queridos, nuestras empresas. Nos vemos obligados a interrumpir nuestra vida habitual, a introducir cambios repentinos en nuestras rutinas. Y, entre todo este ajetreo, aquella pequeña grieta surgida hace años para la que nadie miraba y que se fue haciendo más grande, por la continua erosión de cambios bruscos y constantes, se ha convertido en una falla geológica, que ha ocasionado una fractura de tal magnitud, que ha escindido en 2, 3 y hasta 5 fragmentos nuestra ciudad, y generado nuevas grietas.

Esta historia es nuestra historia, la de cada uno de nosotros: el 1º terremoto es la crisis económica del 2008; la grieta nuestra salud emocional; el cambio climático que ha erosionado más la grieta el estrés diario y la espiral de emociones negativas que genera y que erosionan día a día nuestra salud emocional; el 2º terremoto el coronavirus; y la falla geológica, que ha escindido nuestra ciudad en varios fragmentos, es la quiebra de nuestra salud emocional reflejada en un aumento acelerado de las bajas laborales por depresión, el crecimiento de las enfermedades auto-inmunes, los infartos, los problemas de sueño, la ansiedad, etc., etc., etc. Y aquella parte de la ciudad olvidada, a la que no visitabamos ni prestabamos atención, nuestras emociones.

Nos hemos vuelto frágiles porque a pesar de la proliferación de libros, seminarios, metodologías, cursos sobre inteligencia emocional, las emociones siguen siendo un punto ciego en la gestión empresarial, nuestra capacidad de aprendizaje emocional es muy precaria, o nos estamos equivocando sobre como se aprende a gestionar las emociones de forma inteligente. Somos frágiles porque estamos cada día a un paso de rompernos o quebrarnos ante la presencia de uno de los muchos factores externos que actúan de agente estresante y nos desestabilizan: golpes emocionales, caos, incertidumbre, desorden, cambios inesperados y continuos, falta de control, presión del tiempo, demandas que exceden de nuestros recursos para afrontarlas.

No podemos eliminar los factores externos que nos causan estrés, están fuera de nuestro control, así que la única alternativa es volvernos antifrágiles, es decir, fortalecer nuestra capacidad de crecer en la adversidad. Si no, esta crisis, además de poner de manifiesto y acrecentar la brecha digital, estará generando una brecha emocional con graves consecuencias para nuestra salud: personas con incapacidad de seguir adelante, o haciéndolo en condiciones de máxima fragilidad. Y a la vuelta nos espera un nuevo agente estresante: el regreso a la cotidianidad, un nuevo terremoto emocional. Cuando volvamos no vamos a ser los mismos, ni la vida va a ser la misma, lo que nos producirá mayor inseguridad, incertidumbre, miedo, ansiedad, tristeza, rabia, etc.

¿Cómo podemos reducir y cerrar esa brecha emocional para ser antifrágiles? Desde luego no será repitiendo errores del pasado: más producción, más venta con menos costes, más actividad, acuerdos de intervenciones precipitados en los que hay vencedores y vencidos y dejan conflictos latentes.

Creo que ha llegado el momento de mirar hacia otro lado, hacia la parte olvidada del día a día organizacional: las personas y su emocionalidad. Propongo apostar por un compromiso de ejercer la responsabilidad emocional corporativa, atender, acompañar y cuidar la salud emocional de sus organizaciones. Necesitamos contar con personas inspiradas, motivadas, comprometidas, resilientes y con capacidad de crecer y fortalecerse en la adversidad para salir de esta crisis y seguir evolucionando como personas y como sociedad, y lograr esto no solo va de dinero, productividad, costes, tecnología, conocimiento. Va de cambiar la forma en la que concebimos las organizaciones y como las gestionamos.

Te invito a comenzar a ver tu organización como una tribu: un grupo de personas que se unen en torno a un propósito común, que conviven día a día para hacer realidad ese propósito y que comparten un sentido de identidad y pertenencia que despierta sentimientos de orgullo. ¿Cómo ejerce la responsabilidad emocional una tribu para volverse antifrágil? Las tribus se reunían alrededor del fuego para conversar juntos, aprender juntos y establecer pautas de convivencia efectivas. Hoy el fuego puede ser una sala de reuniones, zoom, skype, etc., lo importante no es el medio es el fin: conversar, compartir, aprender, crear, evolucionar juntos.

Comenzar a gestionar la vida organizacional a través de conversaciones.Esta es mi propuesta, y el rol que juego en ella es el de una antropóloga organizacional y una thinking partner o socio pensante, que se convierte en facilitador del pensamiento, aliado creativo, amplificador de opciones, catalizador del cambio, guía de aprendizaje, mediador relacional… Mi misión es ayudar a las organizaciones a centrarse en un proceso de transformación que es en si una experiencia de aprendizaje organizacional:

1º.-Conversar para comprender que está pasando, como se siente la gente, que les preocupa, qué necesitan, que quieren lograr. Conversar preguntando abiertamente y escuchando empáticamente para identificar donde estás las brechas emocionales (miedo, falta de confianza, falta de esperanza, falta de inspiración, apatía, tristeza…), cual es el nivel de resonancia del liderazgo, quienes son los sensores emocionales de la organización, quienes los catalizadores del cambio. Conversar para comprender cual es el tránsito mental, emocional y conductual que necesita realizar la organización para lograr sus metas.

2º.-Concebir a todas las personas de la organización como agentes de cambio, hacerles consciente de este poder y de su aportación al logro común, apoyarles y darles recursos para que sean parte del cambio y se comprometan activamente con el cambio.Esto significa huir de implementar procesos de cambio basados en recetas externas estandarizadas y co-crear con las partes implicadas un modelo único que nace del sentir de la organización.

3º.-Diseñar Rituales organizacionales: rituales para realizar el tránsito emocional necesario para estar en condiciones de lograr el objetivo, rituales para anclar estados de ánimo y aprendizajes que nos hacen exitosos, rituales para aprender de forma optima, rituales para crear sentido de identidad y pertenencia, rituales para alinearnos en torno a una visión común.

4º.-Capacitar roles específicos para que sean verdaderos aliados del cambio: trabajando la resonancia en el liderazgo, los sensores emocionales, los catalizadores del cambio, los guías del aprendizaje, los modelos de gestión emocional.

5º.- Experimentar y aprender juntos experimentando. Puesta en práctica de los rituales, aprender de la experiencia no de la teoría. Activar la capacidad creativa a través de la reflexión sobre la experiencia, ajustar, remodelar, volver a probar, consolidar.

¿Por qué hablo de rituales? Porque las emociones y los cambios no se trabajan con un libro de recetas mágicas, de fórmulas magistrales y métodos de alto impacto diseñados en un laboratorio, en un despacho y estandarizados para encajar en cualquier persona y organización. La gestión emocional se aprende a través de su expresión verbal y su experimentación práctica dentro del contexto en el que interactuamos, escuchando las necesidades de las personas que interactúan en él, co-creando experiencias con sus protagonistas y acompañándolos para guiarlos en su proceso de aprendizaje aprovechando las oportunidades del contexto, convirtiendo a este en un aliado. La gestión emocional es un aprendizaje de ajuste diario a través del cual logramos ser competentes en la autorregulación de nuestros estados de ánimo, que influyen en nuestro pensamiento y en nuestro comportamiento. Aprendemos a identificar en qué estado emocional estamos, que estado emocional requiere la situación o reto al que tenemos que dar respuesta y como crear el estado emocional optimo para acometerlo. Todo esto tiene mucho que ver con el aprendizaje, consolidación e implementación de rituales.

Los rituales aportan seguridad, sentimiento de grupo, despiertan la creatividad a través del compartir y experimentar. Un ritual es un rito de paso, una estrategia para dejar atrás algo, incorporar algo nuevo e integrarlo para crear algo más fuerte. Un ritual integra en su diseño el pasado, el futuro y el presente, por eso genera bienestar y sostenibilidad. No rompe con el pasado, no se centra solo en el presente o no vive en el futuro alejado de la historia común y el sentir actual. El bienestar subjetivo y, por tanto, el organizacional, dependen de experimentar emocionalidad positiva con respecto a estos tres espacios temporales:

-experimentar satisfacción con el pasado, lo cual depende de nuestros logros, y cuando no los hay el aprendizaje se convierte en un logro. Esta satisfacción nos aporta sensación de logro y progreso.

-experimentar esperanza y optimismo frente al futuro, para lo que hace falta trabajar la visión, la creatividad, el reencuadre mental para ver posibilidades de realización, establecer metas. Todo ello contribuye a nuestra sensación de propósito

-experimentar bienestar con el presente, poniendo en acción nuestros aprendizajes y propósitos, hacerlos realidad, experimentar, intervenir en la realidad, ser parte del cambio, lo que nos aporta sensación de competencia, energía y bienestar.

Si todo esto lo hacemos juntos, compartiendo, conversando, cuidándonos lograremos también una sensación de pertenencia.

La responsabilidad emocional corporativa para lograr organizaciones antifrágiles no tiene que ver con con métodos sofisticados, cambios disruptivos y ágiles y cuantificación de resultados. La emocionalidad no entiende de metodologías complejas, modelos paquetizados, y soluciones con jergas incomprensibles. Tiene que ver con la esencialidad, la sencillez y la humanidad, con conversar para crear. La emocionalidad necesita tiempo y espacio, necesita de reflexión, no se entiende bien con los cambios disruptivos, las metodologías ágiles, las intervenciones cortas y rápidas. No es cuestión de adrenalina y dopamina.  No tiene que ver con el hacer desenfrenado, con esa necesidad de hacer lo que sea para justificar que estamos haciendo algo y acallar la conciencia de la responsabilidad, sino con el acompañamiento para reflexionar sobre la experiencia. Tiene que ver con experimentar para aprender y fortalecernos. La responsabilidad emocional corporativa no se cuantifica, no tiene que ver con métricas, números, impacto financiero. Tiene que ver con sentimientos y sensaciones ¿Se puede medir el valor económico de una sonrisa, de una mirada complice, de una mano que nos arropa? La responsabilidad emocional se siente no se mide, tiene que ver con sentir para resonar.

Si quieres que tu organización se vuelva antifrágil no compres recetas crea rituales, desde la Escuela de Mentoring te podemos acompañar en su co-creación, experimentación y consolidación. Te ayudamos a construir y cruzar el puente que te llevará desde lo mejor que ya es hasta lo mejor que puede ser.

Autora: Mª Luisa de Miguel

Directora Ejecutiva de la Escuela de Mentoring

Autora «Mentoring, un modelo de aprendizaje para la excelencia personal y organizacional». Ediciones Pirámide 2019.

Las emociones nos acompañan en cada segundo de nuestra vida, a veces nos hacen vibrar de alegría, otras estremecernos de miedo, y otras cuantas nos hacen sentir vergüenza, tristeza, culpa, sorpresa, amor, u orgullo. Aparecen sin avisar, en ocasiones nos visitan sin enterarnos, en otras parecen no marcharse jamas, y a veces las ansiamos y no llegan.

Las emociones simplemente son, no son ni buenas ni malas, pueden resultarnos más agradables o desagradables unas que otras, pero todas ellas nos están informando de que algo está pasando. El mayor indicador de inteligencia emocional es darnos cuenta de que estamos en presencia de una emoción, identificar exactamente cuál es, desentrañar su significado, averiguar de qué nos quiere informar, y luego canalizarla adecuadamente. Si practicamos esto a diario nos convertiremos en una persona emocionalmente resistente, y esto aporta a nuestra vida equilibrio, serenidad, claridad mental, sabiduría y mucha ecuanimidad.

Para desarrollar una personalidad emocionalmente resistente es necesario practicar 7 hábitos de manera constante y continuada.

1.- Dialoga con tus emociones: es importante que en nuestro día a día reservemos un espacio para ir al encuentro con nosotros mismos, para mantener una conversación con nuestro mundo interior. Esto nos ayudará a darnos cuenta que emociones han estado presentes en nuestro día, que nos pasa, y entablar una diálogo sereno con ellas. Cada emoción que sentimos, y nos desagrada, nos da una pista de la necesidad que no estamos satisfaciendo o del valor que estamos transgrediendo en nuestra vida. Si son emociones, de las llamadas positivas, nos informan que estamos viviendo un momento pleno, en el que nuestros valores, nuestras necesidades están siendo satisfechas.

Nuestras emociones desagradables, realmente, son un mecanismo de protección, tienen la intención positiva de protegernos de la pérdida de algo que para nosotros es importante. El problema es que a veces esa protección, cuando no es consciente, se maneja inadecuadamente. Otras queremos reprimirla, hacer como si no existiera, pero ella sigue ahí, y cuanto mas la reprimimos más protesta, y a veces lo hace con dolores en el cuerpo, reacciones desproporcionadas, estrés, y otras enfermedades.

Cuando yo ando molesta, enfadada o cabreada, ya se que es porque siento que se me está faltando al respeto, que se me está intentando coartar la libertad, que se me pretenden imponer cosas de forma directa o manipuladoramente. Eso es lo que yo siento, lo que pasa en la realidad a lo mejor no es exactamente como yo lo interpreto, pero al menos, reconocer que estoy enfadada ya me hace parar y reflexionar sobre lo que está pasando fuera y dentro de mi, y elaborar de una forma más consciente y ecuánime un significado que me permita responder de forma adecuada.

Si practicas este diálogo habitualmente descubrirás que todos tenemos patrones emocionales, cuyo origen está en nuestro temperamento, esa parte de la personalidad que es congénita. Al final todo ello te ayudará a conocerte mejor y saber en cada momento que está pasando y qué puedes hacer.

2.- Desarrolla tu Inteligencia Corporal: Escucha y observa a tu cuerpo, se consciente de donde hay dolor, frío, calor, sensación de vacío, sensación de bloqueo. Ahí hay una emoción reprimida. Si mis hombros están caídos hacia adelante y mi cuerpo inclinado hacia adelante, puede decirme que estoy soportando una carga demasiado pesada, y eso me está impidiendo avanzar, y no avanzar me frustra, y de ahí se desencadenan diferentes emociones como el enfado, la tristeza, la impotencia, etc.

Párate cada día frente al espejo, obsérvate en él de cuerpo entero, y pregúntate ¿que ves en él? ¿Ves a una persona con confianza en sí misma? ¿Ves a una persona sin fuerzas? ¿Ves a una persona contenta? ¿Ves a una persona contrariada? Este ejercicio te puede dar claves sobre las emociones que están presentes dentro de ti y que tu cuerpo las refleja.

También te puede ayudar hacer focussing utilizando la respiración. De pie, relajando el cuerpo, cerrando los ojos y respirando profunda y relajadamente, identifica esa parte del cuerpo donde sientes algo (lo que sea) y concentra tu atención y tu respiración en ella, es una forma de liberar la emoción que está apresada en tu cuerpo.

3.-Practica el reencuadre positivo: Cada situación que vivimos, por pequeña que sea, provoca una reacción por nuestra parte. Dicha reacción depende del significado que nuestra mente le da a dicha situación. Lo que nos pasa, las situaciones, no lo podemos cambiar, ahora bien, si que podemos cambiar la forma en que lo vivimos, lo interpretamos, el significado que le otorgamos.

Creo que todas las situaciones, incluso las más dolorosas o dramáticas, tienen una parte positiva y una negativa, una ganancia y una pérdida. Es importante ver ambas, y luego focalizarnos en la parte positiva, en la oportunidad o posibilidad que representa en nuestra vida. Apegarse a lo que paso, a lo que no puede ser, a lo que perdimos nos mantiene estancados y llenos de emociones negativas que nos nublan la visión, el juicio, nos matan la esperanza, la ilusión y la posibilidad de seguir creciendo.

Cuando escribí este post estaba muy triste, pues acababa de fallecer una compañera y amiga de la infancia, una persona de mi misma edad con la que compartí intensamente más de 10 años de mi vida, en los que vivimos momentos inolvidables. Compañera del colegio y el instituto durante todos esos años. Una persona con la que, a pesar del devenir de la vida que nos lleva por caminos diferentes, siempre mantuvimos la relación, lo recuerdos, el interés por saber cada una de nuestras vidas en cada nuevo encuentro. Se fue de repente, sin poder asimilarlo. Sin embargo, a pesar de la tristeza por su pérdida, logramos algo muy bonito, encontrarnos muchos de los compañeros del colegio que llevábamos, en algunos casos, más de 20 y 25 años sin vernos; implicarnos todos en encontrarnos unos a otros en lugares muy diferentes de España; crear un grupo para estar en contacto; hacer planes para volver a coincidir juntos. Enfocarnos en esta empresa nos ha ayudado a sobrellevar la pena por la pérdida y a mirar al futuro con ilusión y esperanza.

Podemos dirigir la atención, enfocarnos en lo positivo, en el futuro, en la posibilidad, y con ese simple cambio de enfoque cambian otras muchas cosas, especialmente, la forma en que nos sentimos y encaramos el mañana.

4.- Reescribe el guión: Que hayas tenido varias decepciones en tu vida, o últimamente, no significa que todo el mundo te decepcione, traicione, que no puedas confiar en nadie. Tu puedes decidir como escribes el guión de tu vida, y los guiones se cambian, se reescriben. Puedes decidir que esas personas que te han decepcionado realmente no eran importantes, y que te han enseñado a quienes dar y a quienes no dar tu confianza, con lo que a partir de ahora vas a ser una persona más selectiva con tu confianza.

Lo que has sido o hecho hasta ahora no es tu vida, ni eres tú, es simple y llanamente lo que has hecho hasta ahora, puedes cambiarlo. La forma en que piensas sobre ti, en cómo hablas de ti, en cómo te describes o describes tu vida, tiene más poder que lo que realmente pasa en ella. Comienza a elaborar el guión de tu vida: quien quieres ser, qué quieres hacer, donde quieres estar, con quien. No participar hablando en las reuniones, en los encuentros, no significa ser tímido ni pasivo, ni no participar, significa una forma particular de participar que es la tuya: escuchar más, tomar distancia para no dejarte arrastrar por los debate, observar. Puedes ponerle un nombre a este personaje, a esta forma particular tuya de participar en las conversaciones: «el oyente sereno», por ejemplo. Esa forma de describir y escribir una faceta de tu vida, cambia mucho la manera en que te sientes con respecto a ella.

5.- Hazte preguntas provocadoras: con cada pregunta que te haces creces, aprendes, cambias, creas una nueva realidad. Las buenas preguntas desarrollan nuestra sabiduría, nos ayudan a ampliar perspectivas, a ver más allá, a buscar nuevos significados y construir con ellos nuevas posibilidades para nuestra vida.  Qué diferente es preguntarse ¿Por qué me pasa esto a mi?  a preguntarse ¿Qué quiere decir esto que está pasando? En la primera buscaré mil justificaciones para explicar porque a mi, y me quedaré pegado a emociones negativas de rabia, impotencia, culpabilidad, injusticia, etc.  En la segunda buscaré otras posibles maneras de ver la situación, y ese pequeño gesto ya me generará una mayor calma, más luz, más visión. Utiliza en tu vida preguntas positivas, preguntas que busquen soluciones, que miren hacia el futuro. 

6.- Dirige tu película: Toma distancia de todas las situaciones que te ocurran, sepáralas de ti, sácalas de tu mente. Puedes escribirlas y leerlas al día siguiente, puedes proyectarlas en una pared como si fuera una pantalla de cine y observarlas, practicando la posición de espectador, en vez de protagonista. Si no te desapegas de tus experiencias, estas te controlan. Si logras colocarlas fuera de ti y contemplarlas como si fueras un tercero que está mirando la escena, puedes comenzar a ejercer control sobre ellas. Como protagonista de la escena es más difícil dirigir la película, cuando te sales emocionalmente de ella y pasas a una posición más objetiva, estas en mejores condiciones de dirigir la película de tu vida.

La objetividad nos aporta ecuanimidad y esta es esencial para valorar con más perspectiva, para no dejarnos arrastrar por el torrente emocional de la subjetividad.

7.- Domina tus disparadores y cambia la escena: Todos vivimos bajo un ciclo constante de situaciones, comportamientos y consecuencias, del que muchas veces no somos conscientes. En este ciclo es clave tener identificados cuales son los disparadores de nuestra conducta, esos diferentes estímulos que existen en nuestro mundo interno y externo y que disparan nuestra conducta, en el sentido de que nos hacen reaccionar frente a ellos de forma inconsciente, en vez de decidir cuál es la mejor forma de afrontarlos.

Los disparadores externos son esa persona que nos produce miedo, que nos irrita, que nos incomoda, los momentos de presión, los conflictos o discusiones, determinadas situaciones, formas de comunicación de otras personas, palabras, gestos. Los disparadores internos son nuestras emociones, creencias, pensamientos, prejuicios. Algunos disparadores son conscientes y otros inconscientes, unos previsibles y otros inesperados, unos beneficiosos y otros perjudiciales. La clave está en tenerlos identificados y diseñar una estrategia para controlarlos, porque aparecer van a aparecer siempre.

Si cada vez que una personalidad dominante, prepotente, agresiva rebate nuestra opinión, nos venimos abajo y dejamos de defender nuestra postura, entramos en una espiral de cesiones inconscientes, que nos llevará a acabar viviendo bajo el yugo de los criterios externos. Si yo identifico ese disparador (personas de ese perfil), ya se cual va a ser mi conducta y el efecto de la misma, con lo que puedo cambiar la escena. Primero, puedo decidir no trabajar o relacionarme con ese tipo de personas. Segundo, puedo buscar alternativas de conducta a no callarme y ceder, y preparármelas cada vez que sepa que voy a encontrarme con una persona de ese tipo.

Todas estas pistas te pueden ayudar a desarrollar una personalidad emocionalmente resistente, ahora que ya lo sabes solo depende de ti ponerlo en practica. Si necesitas ayuda en la Escuela de Mentoring te podemos acompañar.

Autora: Mª Luisa de Miguel

Directora Ejecutiva de la Escuela de Mentoring

Autora del libro «Mentoring, un modelo de aprendizaje para la excelencia personal y organizacional». Ediciones Pirámide. 2019

Las crisis, como la que estamos viviendo, generan brechas en los sistemas (familiares, organizacionales, institucionales, sociales), que pueden producir fracturas de dimensiones irreparables en las personas y en las organizaciones. El miedo, la ansiedad, la tristeza, la apatía, la frustración, la impotencia generan una espiral de energía negativa que va minando la estructura de la persona o la organización, hasta ocasionar una ruptura a modo de falla geológica. Además, este movimiento de emocionalidad negativa actúa como un virus, se contagia y erosiona el sistema volviéndolo más susceptible a las fracturas, más frágil.

Esta crisis no solo ha puesto al descubierto la brecha digital, y la está acrecentando en algunos casos, sino que está ocasionando una brecha emocional: personas con capacidad de gestionarla emocionalmente y personas que no están actuando de forma emocionalmente inteligente y se están quedando atrapadas en un mundo que no va a volver. La fragilidad o fortaleza emocional se palpa, más que nunca, en cada conversación a lo largo de este periodo de cuarentena. Y esto es solo el principio, porque cuando se produzca el regreso a la actividad diaria esa brecha emocional, esa fragilidad va a volver a sufrir otro golpe importante: no vamos a encontrar lo mismo, no somos los mismos, no vamos a vivir igual.

Por tanto, una de las primeras tareas a acometer es prepararse para la gestión emocional del regreso, y esto comienza ahora, de hecho comenzó el día 1 del aislamiento. La herramienta humana que nos hace más fuertes es el aprendizaje, y estamos en un momento de experimento individual y social colectivo que es una oportunidad única para fortalecernos emocionalmente. Es el momento de preparar, capacitar y entrenar a las personas y a las organizaciones para que sean “antifrágiles”.

Como señala Nassim Nicholas Thaleb en su libro «Antifragil», un objeto, una persona, una organización frágil es aquella susceptible de romperse o quebrarse ante la presencia de un factor externo (agente estresante) que la desestabiliza, como pueden ser un golpe emocional, el caos, el desorden, un cambio inesperado, la incertidumbre, la falta de control, etc. En el lado opuesto a lo frágil estaría lo «antifrágil», es decir, las personas, organizaciones, sistemas que ante ese factor externo en lugar de quebrarse se fortalecen porque encuentran oportunidades, posibilidades para prosperar, crecer, crear, etc. Digamos que este tipo de personas y organizaciones transforman la fuerza del golpe o movimiento externo, que reciben, en una energía positiva a su favor que les impulsa a dar un salto evolutivo y cualitativo. Podríamos pensar en la «antifragilidad» como la capacidad de crecer en la adversidad.

Libro Mentoring

Lo que ahora podríamos estar preguntándonos es si es una capacidad innata o se aprende, y cómo se aprende. Como siempre habrá una mezcla de ambas cosas, algunas personas gozarán genéticamente de ciertas ventajas, si bien también dependerá de que las usen efectivamente o no, y otras tendrán que trabajarlo más. De lo que no cabe duda es que la antifragilidad es como un músculo, cuanto más se entrene más se desarrolla. el entrenamiento de la antifragilidad es el aprendizaje de la experiencia, lo cual implica ver más allá de la situación, y contemplarla siempre como una oportunidad de aprendizaje. Para ver más allá se necesita una mente clara, y esa claridad se alcanza con la autorregulación emocional. Lo que ocurre es que nos hemos acostumbrados a lo fácil, a que otros sean los responsables de lo que nos pasa o de lograr lo que queremos, a vivir en la hiperactividad inconsciente sin reflexión y aprendizaje, a no sufrir evitando el esfuerzo, las emociones desagradables, los conflictos. Y poco a poco, sin darnos cuenta, nos hemos vuelto cada vez más frágiles, y de repente llega un virus, que de por sí ya tiene suficiente fuerza destructiva, pero que nos coge desgastados, desentrenados. Y en lugar de afrontar la situación con ecuanimidad sobre-reaccionamos, con una hiperactividad sin medida y sin sentido o nos quedamos paralizados sin saber que hacer.

La capacidad de mantener la calma, para decidir si intervenir o no, cuándo y cómo, ha brillado por su ausencia en muchos casos. Todo ello nos ha llevado a hacer y hacer, a una gestión por ocurrencias como describía Xavier Marcet hace días en La Vanguardia ,lo cual está siendo una fuente doble de desgaste: por una parte, porque el hacer sin pausa supone importantes consumos de energía y motivación, y por otra, porque el hacer sin sentido, significado y propósito es una de las mayores fuentes de pérdida de energía y motivación que existen. A todo ello se suma una infoxicación sin límites, que está poniendo a prueba de forma constante nuestra capacidad de distinguir entre la información, los datos, las señales, los movimientos relevantes y los que únicamente son más ruido contaminante. Esta incapacidad personal o intelectual de distinguir entre ruido y señal es lo que está detrás de la intervención excesiva, de la acciones sin sentido y norte, de las acciones descontextualizadas o de la parálisis total. La fragilidad sigue acrecentándose con todo ello.

Es tiempo de crear una alianza colectiva para lograr la antigragilidad organizacional, que paradójicamente se logra a través de una gestión ecológica de las fragilidades individuales, como explica Nassim Nicholas Thaleben su libro: «la evolución necesita que los organismos mueran para ser sustituidos por otros más aptos o que los menos aptos no se reproduzcan. En consecuencia, la antifragilidad de un nivel puede exigir la fragilidad y el sacrificio de un nivel inferior.» Visto en términos personales, esto implica que para evolucionar y volvernos antifrágiles necesitamos dejar atrás, dejar morir una parte de nosotros. En el contexto actual bien podría ser nuestra necesidad de certezas o de control. El crecimiento necesita dejar atrás visiones del mundo, creencias, formas de hacer, significados, interpretaciones, y esto genera dolor, sufrimiento miedo, que es mucho más fácil de gestionar en comunidad, en compañía. Se trata de cuidarnos unos a otros, de que los más fuertes, en un momento dado o en un aspecto, presten apoyo a los más débiles. Se trata de garantizar que la caída de uno no pueda arrastrar a otros. Los sistemas, las organizaciones se fortalecen cuando identifican las brechas de fragilidad en las personas que las conforman e intervienen para reducirlas, compensarlas o superarlas.

Una empresa responsable se preocupa por sus stakeholders, por sus necesidades, sus intereses y los incorpora a la gestión estratégica de la empresa. Para conocer que necesitan, que les preocupan a nuestros grupos de interés necesitamos entablar un diálogo con ellos. El objetivo de todo ello son unas mejores relaciones entre todos y un desarrollo organizacional alineado con el entorno y sus actores. Lo que también podría verse como crear un ecosistema de colaboración y una sociedad antifrágiles.

La Responsabilidad Social Corporativa tiene dos dimensiones, una externa y otra interna, y ésta última tiene mucho que ver con las necesidades, motivaciones y emociones de las personas que trabajan dentro de la organización. Las organizaciones no solo deben mirar hacia fuera para ser socialmente responsables, debe mirar también hacia dentro, hacia las personas que conviven en la comunidad organizacional. Y en ese terreno las emociones son un pilar fundamental, por eso las empresas son responsables de la emocionalidad colectiva que se desarrolla en su seno.  La emocionalidad de una organización es una combinación agregada de las emociones que experimentan sus miembros, teniendo en todo ello gran influencia la resonancia emocional de sus líderes, formales o informales, de las personas que mayor influencia tienen en la organización.

Mi sensación, derivada del trabajo con organizaciones en diversos programas, es que las emociones constituyen un punto ciego en la gestión empresarial. Un factor al que no se le presta atención, en muchos casos por la creencia de que no son importantes o influyentes en los resultados, en otros por incapacidad para gestionarlas. Pero las emociones están ahí, día a día se cuelan en nuestras decisiones, muchas veces sin darnos cuenta de ello. No podemos pretender contar en las organizaciones con personas comprometidas, emprendedoras, innovadoras, resilientes, sin trabajar la emocionalidad que requieren todos estos comportamientos. El estado emocional de una organización influye en el despliegue o bloqueo del talento porque todos somos impregnados por los estados emocionales de los grupos en los que estamos.

Un estudio del Instituto Tecnológico de Massachussets (MIT) y del El Instituto Salk de Estudios Biológicos de California señala que, a efectos cerebrales, es tan importante relacionarnos con los demás como satisfacer nuestro apetito. La falta de contacto social produce una especie de hambre emocional insatisfecha, con los efectos que esto tiene para el cerebro. Incluso podríamos pensar que esa falta de alimento emocional, se produce cuando a pesar de existir interacciones entre personas, éstas carecen de nutriente emocional. No es lo mismo una interacción, un contacto con una persona, un intercambio comunicativo, que un encuentro verdaderamente humano. 

Ahora más que nunca es necesario fomentar la responsabilidad emocional de las empresas, hacer que los líderes y directivos vuelvan la mirada al corazón de la organización, que lo representan las emociones de su gente. Necesitamos un corazón organizacional fuerte y antifragil, con la fortaleza suficiente para recuperarse de la crisis y avanzar a través de ella. Ello implica no poner solo el foco en la estrategia sino también en la intrategia organizacional.

Una organización emocionalmente responsable e inteligente es una organización inspirada, comprometida en torno a una visión y propósitos compartidos, en la que cada persona aporta su valor único y se siente parte del logro común. Una organización comprometida asume la responsabilidad de impulsar la gestión emocional de las personas que le dan vida: crea espacios para facilitar el desahogo emocional, para el compartir social de las emociones, aporta recursos para que las personas aprendan a autorregularse emocionalmente, contempla e integra el impacto emocional de las decisiones e intervenciones para que sean emocionalmente ecológicas, construye una cultura de antifragilidad.

El primer paso para llegar a la antifragilidad consiste en reducir lo desfavorable antes de aumentar lo favorable, es decir, reducir las emociones negativas, el impacto de las situaciones estresantes y transitar hacia las positivas, el aprendizaje, las metas, la visión, el propósito. La antifragilidad está antes que los objetivos, los resultados o los beneficios porque la supervivencia emocional y existencial de las personas es una condición necesaria para un éxito sostenible en el largo plazo.  «Si algo es frágil, la amenaza de que se rompa implica que todo lo que hagamos para mejorarlo o hacerlo eficiente será inútil si antes no reducimos el riesgo de rotura. Nassim Nicholas Thaleb

La antifragilidad de los directivos, accionistas, clientes de una empresa no se puede ganar a costa de la fragilidad de sus empleados, porque eso convertirá a la empresa en frágil y al final acabarán perdiendo todos.

Cuando todo vuelva a la normalidad, cuando fijen sus objetivos de venta, producción, sus metas empresariales, no olviden a continuación hacerse está pregunta ¿Cómo de emocionalmente está preparada mi gente para lograr esos objetivos? ¿Como es el nivel de fragilidad o antifragilidad de mi organización? Y empieza a intervenir por ahí, eso es responsabilidad emocional corporativa.

Si necesitas ayuda en el camino para ser una organización antifragil y emocionalmente responsable, en la Escuela de Mentoring estaremos encantados de conversar y acompañarte.

Autora: Mª Luisa de Miguel

Directora Ejecutiva de la Escuela de Mentoring

Autora libro «Mentoring, un modelo de aprendizaje para la excelencia personal y organizacional». Ediciones Pirámide 2019

«Al ignorar tus emociones les estás cediendo el control de tu vida. La agilidad emocional es un pacto existencial para alcanzar la plenitud vital.«

Nuestras emociones son un sistema de señales que debemos aprender a entender y manejar. Entablar un diálogo emocional con nosotros mismos nos ayuda a tomar mejores decisiones y a comunicarnos y relacionarnos de forma más enriquecedora con los demás. Al tomar consciencia de cómo nos sentimos, hacernos cargo de ello sin culpar a otros o responsabilizar al mundo, considerar como influye en nuestros comportamientos y resultados, estamos aprendiendo sobre nosotros mismos y abriendo la puerta hacia el crecimiento y mejora personal y profesional.

Con el curso AGILIDAD EMOCIONAL aprenderás a desarrollar tu agilidad emocional logrando que tus emociones jueguen a tu favor y sean un aliado para el logro de tus metas y tu bienestar; a decidir sabiamente integrando las emociones en los procesos de toma de decisiones para hacerlas más ecuánimes, ecológicas y efectivas; y a comunicarte de forma afectiva y efectiva para establecer relaciones sanas y equilibradas.

Te presentamos un curso único creado por Ana Sanjuán, colaboradora de la Escuela de Mentoring, experta en Inteligencia Emocional, que te permitirá descubrir y desarrollar que es la agilidad emocional, incrementar tu consciencia emocional, gestionar de forma más inteligente tus emociones, desarrollar la inteligencia relacional, ser más resiliente y antifrágil emocionalmente.  

Responsable del área de Inteligencia Emocional y mentoring educativo de la Escuela de Mentoring. Experta en Inteligencia Emocional.

Licenciada en psicopedagogía por la Universidad de Santiago, MBA por la Universidad de A Coruña. Programa de coaching ejecutivo y coaching sistémico de equipos en IESIDE.

Formadora del programa Educación Responsable de la Fundación Botín, formadora de docentes y equipos directivos de la Consellería de Educación en Galicia, y autora del programa Aprender a Ser de la editorial Santillana. Formadora de habilidades y competencias para entidades públicas y privadas.

Coach Senior certificada por Aecop y Coach Certificada en Coaching Sistémico de Equipos por ICF. Amplia experiencia profesional en el ámbito de RRHH en diferentes organizaciones en las que ha llevado a cabo el diseño y ejecución de programas de desarrollo de personas y equipos.

Colabora con diferentes entidades en el diseño y puesta en marcha de programas de mentoring. Entre otros, destacan el programa de mentoring de la Universidad de Vigo y Universidad de A Coruña, la red de mentores de la Fundación Barrié, programa de mentoring Cretus.

Durante el curso, que se desarrollará 100% en formato online a través del Aula Virtual de la Escuela de Mentoring, conocerás las claves de la neurociencia emocional y su aplicación a la agilidad emocional, trabajaras tu autoconocimiento y comenzaras a entablar un diálogo constructivo y efectivo con tus emociones,  desarrollarás tu empatía y resiliencia para convertirte en una persona antifrágil.

El curso cuenta con material en pdf y audio, ejercicios prácticos, herramientas y recursos. El curso incluye la realización de dos sesiones de mentoring grupal para trabajar de forma práctica la agilidad emocional entre los participantes.

Toda la información y detalles del curso puedes obtenerlos en este dossier. DESCARGAR DOSSIER 

El precio del curso son 300,00 Euros por persona. Si eres una empresa podemos enviarte una propuesta adaptada a tus necesidades para grupos mínimos de 8 personas.

Si deseas más información puedes contactar con nosotros en info@escueladementoring.com o a través de esta web.

El confinamiento nos está colocando en situaciones inéditas que están siendo objeto de estudio desde diversas disciplinas. En un reciente artículo publicado en El País se muestran jemplos de como lidian los astronautas y científicos polares con el aislamiento. Durante décadas, diversos especialistas han estudiado la salud mental de estas personas que viven en situaciones extremas durante largos periodos de tiempo, y como señala el artículo ahora sus lecciones son útiles para todo el planeta, con millones de personas encerradas en sus casas por la pandemia. Según Larry Palinkas, psicólogo de la Universidad del Sur de California citado en el artículo, no todas las personas puedes adaptarse fácilmente a esta situación de aislamiento y convivencia en espacios reducidos. Los síntomas más comunes en estos casos incluyen trastornos del sueño, deterioro del rendimiento cognitivo, emociones negativas y tensión interpersonal y conflicto.

Entre las herramientas que pueden ser útiles en estas situaciones se citan el articulo los diarios. Escribir un diario proporciona una válvula de escape para expresar las emociones y sensaciones, además sirve para ocupar nuestro tiempo y evitar el aburrimiento y la apatía, además de concentrar nuestra atención impidiendo que lo hagamos en el futuro incierto, la negatividad y otros factores que incrementa nuestro malestar.

En el artículo se cuenta el caso de Diego Urbina, uno de los tripulantes de Mars 500, querecomendaba hace unos días escribir cartas o emails en lugar de redes sociales: “Escribir mensajes largos y cartas ayuda a reflexionar, a hacer introspección y permite un contacto humano más profundo que el que podemos tener hoy a través de WhatsApp”. Escribir un diario nos ayuda a reflexionar, facilita un reencuadre de las experiencias, impulsa el aprendizaje y nos aporta una sensación de sentido y utilidad de este tiempo, que muchos consideran una anormalidad y una pérdida en sus vidas.

En el 3º Encuentro de Mentoring Grupal by Escuela de Mentoring «Conversaciones con Propósito», que mantuvimos el pasado 10 de Abril bajo el lema #Gestión Emocional del Regreso, se repitió de forma recurrente la misma idea: tenemos que saber aprovechar todos los aprendizajes que nos está dando este confinamiento para desarrollar nuevas competencias que nos sirvan para afrontar el futuro que viene; tenemos que aprovechar este tiempo para la reflexión, para conocernos mejor, para conectar con nuestros valores y con nuestro propósito y construir una nueva forma de vivir; tenemos que saber sostener los aprendizajes de este momento en el futuro para poder crecer como personas y como sociedad.

Desde que comenzó la cuarentena hemos estado publicando herramientas que sirva para gestionar mejor estos momentos y a la vez sean una inversión de aprendizaje y recursos para el futuro.

Como señala el filósofo británico John Gray: «Una ventaja de la cuarentena es que se puede utilizar para renovar las ideas. Hacer limpieza mental y pensar cómo vivir en un mundo alterado es la tarea que nos corresponde ahora. Para quienes no estamos sirviendo en primera línea, esto debería bastarnos mientras dure el confinamiento.» Quizás reflexionar y aprender de esta experiencia sea nuestra mejor contribución al mundo en estos momentos, no sabemos cuando nos tocará estar en primera línea y conviene que nos coja preparados.

Por todo ello hemos creado esta herramienta para aprovechar este tiempo de desaceleración, ayudando a generar reflexión y aprendizaje que lo doten de significado y sentido y que sea una herramienta para el futuro.  Puedes descargarla aquí: BITACORA DEL CONFINAMIENTO. Una brújula para el futuro.

Se trata de un diario que puedes imprimir y utilizar para reflexionar sobre las semanas que ya han pasado y sobre las que quedan por venir. Puedes adaptarlo a tu estilo y necesidades, ampliarlo, compartirlo. Cuando todo esto pase, te invitamos a a que lo vuelvas a leer para sostener los aprendizajes y trasladarlos al nuevo presente. Una parte importante de nosotros se está revelando en esta situación anómala y podemos aprender mucho de ella para crecer como personas.

Nos encantaría que nos dejaras un comentario sobre tu experiencia con el diario. Deseamos que lo disfrutes y aprendas.

El 29 de Abril a las 19:00 hora España, nuestra Directora Ejecutiva María Luisa de Miguel, estará impartiendo una webinar sobre “Responsabilidad Emocional Corporativa: claves para construir organizaciones antifrágiles” en colaboración con Seminarium Perú.

Desde que comenzó el confinamiento Seminarium Perú ha venido desarrollando con su red de Speaker y colaboradores en Latam, diversas webinar sobre temas relacionados con el aprendizaje organizacional, el liderazgo, el teletrabajo, la gestión de la incertidumbre, comunicación y reputación en tiempos de crisis, entre otros.

Estamos encantados de poder ser parte de esta iniciativa de Seminarium Perú y colaborar en ella a través de la participación de nuestra Directora Ejecutiva en la webinar que se celebrará el 29 de Abril. Maria Luisa de Miguel hablará de organizaciones antifrágiles, porque ahora más que nunca es necesario construir organizaciones fuertes y cómo la gestión emocional organizacional va a ser clave para ello.

Las organizaciones deben comenzar ya a trabajar la gestión emocional del regreso, de ello hablamos en el 3º Encuentro Virtual Mentoring Grupal by Escuela de Mentoring “Conversaciones con Propósito”3º Encuentro Virtual Mentoring Grupal by Escuela de Mentoring “Conversaciones con Propósito”, para fortalecerse, para crear entornos donde las emociones positivas broten, sino será difícil recuperarse, seguir adelante y evolucionar.

Las empresas son responsables de cuidas la emocionalidad de sus entornos, de contribuir a una emocionalidad inteligente y de aportar las condiciones para fortalecer el capital psicológico de su gente: confianza, optimismo, esperanza, resiliencia, bienestar.

De todo ello y de cuáles son las claves para lograrlo y las estrategias para ponerlo en marcha se hablará el 29 de Abril a las 19:00 hora España en la webinar “Responsabilidad Emocional Corporativa: como construir organizaciones antifrágiles.”

Si quieres participar solo tienes que inscribirte a través de este ENLACE. Nos vemos el 29 de Abril para conversar sobre antigragilidad, gestión emocional, responsabilidad emocional corporativa. Nos encantará contar contigo.

El estado emocional de una organización puede ser un multiplicador o un bloqueador del talento. Haz que tu organización vibre en energía positiva para hacer vibrar el talento de tu gente. 

Como ya contabamos hace días en nuestra web hemos iniciado un nuevo proyecto bajo el título Encuentros Virtuales de Mentoring Grupal by Escuela de Mentoring «Conversaciones con Propósito». 

Los encuentros se realizan virtualmente previa convocatoria, para crear grupos reducidos con objetivos comunes que se puedan trabajar a través de una sesión de mentoring grupal bajo la metodología INTEGRAL GENERATIVE MENTORING  y su objetivo es:

-Generar espacios de confianza para compartir necesidades, emociones, aspiraciones

-Enfocar la atención en el logro de metas comunes significativas

-Explorar nuevas posibilidades de acción en el entorno para construir un futuro mejor

-Comprometernos a ser agentes de cambio

Si quieres conocer más acerca de la filosofía de los encuentros te invitamos a descargarte nuestra Presentación Conversaciones con Propósito.

El pasado 27 de Marzo celebramos el 1º encuentro con la asistencia de 9 personas procedentes de 5 países diferentes y un perfil profesional diverso, vinculado principalmente al ámbito de la consultoría en RRHH, dirección de recursos humanos, educación, y psicología. El tema vertebrador del encuentro fue la resiliencia, y salió de las necesidades, preocupaciones y objetivos previamente verbalizados por los participantes.

Durante 1, 5 horas reflexionamos en común sobre las necesidades de resiliencia que vemos en nuestros entornos inmediatos, exploramos ideas para incrementar y fortalecer la resiliencia en las personas con las que trabajamos o colaboramos, y cada participante asumió un compromiso de acción a ejecutar tras la sesión, a fin de contribuir a mejorar la resiliencia en sus entornos inmediatos. Los diferentes compromisos asumidos fueron:

-Llevar a cabo encuentros de mentoring grupal virtual con familiares que estaban atravesando momentos difíciles por el aislamiento

-Llevar a cabo encuentros de mentoring grupal virtual con jóvenes que recién están iniciando su carrera profesional y se encuentran actualmente temerosos, desesperanzados.

-Incrementar el contacto con los clientes a través de comunicaciones enfocadas a conocer sus necesidades actuales debido a la crisis, apoyarles

-Diseñar un modelo de programa de mentoring para acompañamiento de expatriados que incluya al entorno familiar

-Sesiones semanas de mentoring grupal con médicos para trabajar la resiliencia

-Establecer un plan de acogida emocional para 200 alumnos que se van a incorporar por primera vez a clases virtuales en la universidad y abrir espacios de mentoring grupal virtual para explorar como se siente, como afrontan la situación.

Lo que más valoraron los participantes del encuentro fue:

1. Poder tener una práctica del mentoring real y comprender la metodología INTEGRAL GENERATIVE MENTORING de la Escuela y como el rol de la facilitadora/mentora es clave para generar una visión integrada sobre la que trabajar, explorar la creatividad y llevar a la acción.
2.-Muy práctico, te hace pensar en cosas que tienes delante y no las ves y te permite armar una estructura sólida para decidir y pasar a la acción.
3. Alivio emocional, seguridad, confianza. Poder intercambiar puntos de vista con otras personas diferentes y explorar opciones nuevas para enfrentar situaciones difíciles.
4. La interculturalidad del grupo y su tamaño fue clave para generar conexión, reflexión, creatividad y mucho aprendizaje.

5.- Los conocimientos transmitidos sobre mentoring, la profundidad generada en las reflexiones, las herramientas aportadas.

Estamos muy agradecidos a todas las personas que se han unido a esta iniciativa en nuestro primer encuentro, sin ellas no hubiera sido posible. Ya tenemos en marcha el 2º encuentro para el 3 de Abril con nuevos participantes bajo el título creatividad flexible en tiempos de incertidumbre. 

Queremos contribuir a convertir las amenazas en desafíos que nos enriquezcan a todos como personas y nos permitan aportar valor a nuestros entornos.

Estamos viviendo momentos duros, la incertidumbre, el miedo, la ansiedad, el tedio, la angustia, la desmotivación puede que estén comenzando a hacer presencia en nuestras vidas, o en las de nuestros seres queridos, compañeros o colaboradores. Uno de los mantras de mi padre era «resistir es vencer», hoy más que nunca me lo repito día a día.

Son tiempos para desarrollar personalidades emocionalmente resistentes, lo cual requiere consciencia y mucho trabajo diario.  Probablemente la resiliencia sea en estos momentos nuestra competencia estrella. Uno de los ingredientes de la resiliencia son las redes de apoyo, los referentes inspiracionales, la restauración de la confianza y la esperanza. Desde la Escuela de Mentoring queremos contribuir a desarrollar y fortalecer la resiliencia de las personas, queremos contribuir a convertir las amenazas en desafíos que nos enriquezcan a todos como personas y nos permitan aportar valor a nuestros entornos. Para ello estamos llevando a cabo diversas iniciativas, como los Encuentros Virtuales de Mentoring Grupal by Escuela de Mentoring: «Conversaciones con Propósito».

Hoy queremos compartir con vosotros una herramienta que hemos desarrollado en la Escuela de Mentoring inspirada en la frase del poeta Miquel Martí i Pol: «Pinta en  una pared de tu casa todos los nombres de las personas que han llenado de luz tu vida, para decirlos cada día uno a uno. Así nunca te sentirás ni abandonado ni solo.»

La herramienta se llama el «Oráculo de la Resiliencia» porque una vez la pongas en práctica encontraras en ella las respuestas a muchas de las preguntas e inquietudes que probablemente hoy te estes planteando, porque cada vez que la vuelvas a mirar te enviará poderosos mensajes para encarar el presente y el futuro, porque te llenará de fuerza y energía positiva, porque te hará sentir más acompañado que nunca y más parte del todo y de una historia común que en estos momentos hará de pegamento existencial para ti y todos los tuyos.

Te aportamos un modelo que puedes realizar en una pared, en una cartulina, en una mesa en forma de mosaico. Te invitamos a que des rienda suelta a tu creatividad en cuanto al lugar en donde hacerlo, el material o soporte para realizarlo, el formato que puede ser el que te proponemos en forma de panel, pero también un mapa mental, un collage, con tarjetitas, con postales, con herramientas digitales tipo Trello. Busca la forma más cómoda e inspiradora para ti. Te animamos a que lo hagas en familia, con tu pareja, hijos y otros familiares que tengas cerca, con tu equipo de trabajo, con tus compañeros. Esta actividad se puede convertir en una ocasión excelente para trabajar y crear juntos, para compartir una historia común, para conectarnos, para fortalecernos juntos. Puedes usar palabras, dibujos, imágenes, fotos y todo tipo de materiales que se te ocurran. La clave está en el objetivo de la herramienta: crear un oráculo para fortalecer la resiliencia.

El Oráculo de la Resiliencia

En el modelo hemos creado espacio para 7 nombres de personas, pero se trata de tu oráculo así que incluye a todas las que quieras. Para cada una de ellas piensa en que valores te transmiten, cuales son las fortalezas que admiras de ellas, qué acciones realizaron que recuerdas como significativas, cuales eran sus mantras (esas frases que parecían lemas de vida, principios por los que se guiaban y que resuenan en ti para guiarte también), que aprendiste de ellos y ellas, qué aprendizajes te dejaron. Y lo más importante cual fue su legado para ti, qué hicieron o hacen que tu quieres continuar aportando al mundo.

Cuando termines de realizar todo el trabajo, que te invitamos a que lo conviertas en una experiencia gratificante, lúdica y de aprendizaje, hazle preguntas al resultado, extrae reflexiones, en todo ello se encuentran las claves para apuntalar tu resiliencia y encarar el presente y el futuro.

Nos encantaría que nos enviaras fotos del resultado y nos dejaras tus comentarios sobre la experiencia. Puedes hacerlo a través de la web y de info@escueladementoring.com. Nos encantaría compartirlo para lanzar mensajes de esperanza de los que todos podamos nutrirnos.

«Tarde o temprano todos tendremos que enfrentarnos a sucesos que contradigan nuestras metas, que desordenen nuestra mente, amenacen nuestra personalidad y menoscaben nuestro funcionamiento» Mihaly Csikszentmihalyi

Desgraciadamente ese momento ha llegado para todos, sin avisar y sin distinguir, estamos viviendo una crisis sin precedentes, que va más allá de la salud física y la economía, está en juego nuestra salud psicológica, mental, emocional, social y existencial.

Siguiendo la filosofía de nuestra Escuela queremos contribuir a desarrollar personalidades resistentes y liderazgos consistentes  en tiempos de crisis para ponerlos al servicio de los demás, y queremos lograrlo a través de aquello que mejor sabemos hacer: mentoring.

Para ello hemos diseñado una nuevo servicio de «Talleres de mentoring grupal: conversaciones con propósito», que desarrollamos para equipos, grupos y organizaciones que quieren desarrollar una visión integrada acerca de un tema en concreto, alinear puntos de vista, generar ideas para trabajar sobre un objetivo o reto, tomar decisiones y generar cambios en torno a un objetivo. A través de la participación en un taller de mentoring grupal como organización o grupo obtienes los siguientes beneficios y resultados:

-Generar espacios de confianza para compartir necesidades, emociones, aspiraciones. Crear sentido de pertenencia y reducir brechas emocionales

-Crear una Visión Integrada y Enfocar la atención en el logro de metas comunes significativas

-Explorar nuevas posibilidades de acción para lograr el objetivo

-Comprometerse a ser agentes de cambio alineando aprendizajes, ideas, visiones.

Si quieres conocer más acerca de la filosofía de los encuentros te invitamos a descargarte nuestra Presentación Conversaciones con Propósito. Dossier Conversaciones con Propósito

Los talleres de mentoring grupal se pueden realizar presencial y virtualmente  con un máximo de 10 participantes y una duración estimada de 2,5 a 3 horas máximo.

Los talleres sirven además  para conocer nuestra metodología INTEGRAL GENERATIVE MENTORING, experimentar como es la estructura de una sesión de mentoring grupal, aprender el rol de mentor-facilitador, establecer alianzas con otras personas, aprender de las experiencias mutuas y contribuir entre todos a diseñar un futuro esperanzador e inspirador.

Queremos contribuir a convertir las amenazas en desafíos que nos enriquezcan a todos como personas y nos permitan aportar valor a nuestros entornos.

Inspirar el movimiento

Si estas interesado en participar en alguno de nuestros encuentros u organizar un taller de mentoring grupal en tu  organización escríbenos a info@escueladementoring.com y nos pondremos en contacto contigo.

La autorregulación emocional es un proceso conversacional con nosotros mismos, a través del cual alineamos pensamientos, emociones y acciones para lograr los objetivos que nos proponemos. Este tipo de conversación autorregulatoria nos ayuda a no desviar nuestra atención de la meta, a no perdernos por otros caminos o en otros proyectos que nos distraen y alejan de dicha meta. Diversas investigaciones han demostrado que ser capaz de autorregularse resulta crucial para obtener éxito en la vida. (Dignath y Büttner, 2008; Dignath, Büttner y Langfeldt, 2008; Zimmerman, 2011).

En el proceso autorregulatorio la clave está en equilibrar las metas de crecimiento y las de bienestar, según señala  Boekaerts (1999). El crecimiento completa el circuito neurobiológico de la motivación logrando la satisfacción y el bienestar. El problema está en que ambos se obtienen al final del mismo, cuando se alcanza la meta, y mientras se está en el camino de su consecución suele primar la meta de bienestar, asociada al placer y a la evitación del esfuerzo. En cada momento del viaje hacia nuestro objetivo experimentados esa duda entre continuar centrados en la meta o abandonarnos en tareas más placenteras, especialmente, cuando tenemos que realizar acciones o tareas que no nos agradan, que nos suponen esfuerzo, o cuando además hay otras alternativas más fáciles que aportan una satisfacción inmediata. Asimismo, en dicho viaje es importante no recargar el mismo de acciones que supongan un esfuerzo continuado, una obligación o un deber, puesto que nos impediría experimentar bienestar en la travesía y comprometerá nuestra motivación para perseverar hacia la meta.

La autorregulación emocional es el arte de la elección, entre aquello que me apetece hacer ahora pero me aleja de mi meta, y aquello que a lo mejor no me agrada tanto pero me acerca a mi meta. Quiero compartir contigo 7 claves que te ayudará a dominar la competencia emocional de la autorregulación a metas.

7 CLAVES PARA AUTORREGULARSE EMOCIONALMENTE

1.- Fijar una meta autoconcordante 

Una de las claves para autorregularse es anticipar la recompensa que nos va a aportar el logro de la meta. Para ello es imprescindible fijar una meta que realmente sea importante para nosotros, conectada con nuestros valores, nuestros estilos motivacionales, nuestros intereses, nuestro potencial y nuestras características personales, que sea significativa y tenga sentido para nuestra vida. Este tipo de metas se denominan autoconcordantes. Anticipar la meta supone imaginarla en el presente, visualizarla, sentirla, recrearnos en ella, y volver a esa imagen y visión cada vez que aparecen distracciones, otras metas más placenteras, dudas, miedos, etc.

Para fijar una meta autoconcordante te propongo realizar el ejercicio «objetivos con encaje».

2.- Atención selectiva

La atención es nuestra arma más poderosa. Aquello a lo que prestamos nuestra atención dirige nuestra conducta y explica nuestros resultados. Dirigir la atención nos ayuda a identificar las oportunidades que nos ayudan a lograr nuestras metas y a dejar pasar aquellas que no contribuyen a ellas. Manejar la atención nos permite filtrar la información en base a la relevancia que ésta tiene y aporta a nuestra meta, desechando toda la demás, que nos ocupa tiempo, espacio y energía. Mantener a raya nuestra atención, evitando las distracciones que nos desconcentran de la meta es todo un ejercicio de autorregulación.

3.-Selección auto-concordante de acciones

Lograr metas exige acción, el problema es que a veces no sabemos elegir bien las acciones que nos ayudarán a alcanzarla, o bien, son acciones que chocan con nuestros valores, nuestras motivaciones. Actuar, cuando además exige cambios, hacer cosas nuevas, o dejar atrás hábitos no efectivos, supone un esfuerzo y grandes dosis de motivación. Todos estamos inmersos en una red de roles y demandas que a veces nos resulta difícil de cumplir y equilibrar. La motivación es un bien muy preciado, es la energía que nos mueve para actuar, por eso es tan importante cuidarla y saber como generarla, transformarla y regenerarla.

Si la mayor parte de nuestras acciones no producen resultados que nos hagan avanzar hacia nuestra meta, aparecerá la frustración y con ella el abandono del camino hacia la meta. Si las acciones que emprendemos no tienen en cuenta nuestros intereses, motivaciones, áreas de disfrute, valores, preferencias, consumiremos mucha energía en su puesta en práctica y nos quedaremos desgastados, desmotivados. Cuando nos atrapan los estados emocionales negativos se apaga nuestra iniciativa, nuestra claridad mental, nuestra creatividad, nuestras mejores capacidades.

A la hora de elegir acciones para conseguir metas es importante evaluar si nos acercarán o alejarán de ella, cómo contribuyen al logro de dicha meta, y cómo podemos llevarlas a cabo desde una motivación intrínseca u optima.

4.-Saber distinguir entre persistir y perseverar

La trampa de la persistencia nos atrapa en una espiral de actividad sin sentido. Persistir es continuar con una actividad o un proyecto que ha dejado de tener sentido o valor para nosotros, probablemente porque cuando se estableció no se realizó de forma autoconcordante, o porque en el camino han aparecido variables que la han despojado de sentido, o bien el esfuerzo a emplear en relación al beneficio a obtener no compensa y puede comprometer el logro de otras metas, o nuestro desarrollo futuro.

Cuando iniciamos el proyecto o la actividad si tenía un valor, pero en el camino dejo de tenerlo, y por no verlo, por no querer asumirlo, seguimos insistiendo. También nos engañamos pensando únicamente en los perjuicios de abandonar, sin prestar atención a los beneficios. Es nuestra manera de justificar la persistencia. Persistir es una trampa mental porque nos lleva a seguir invirtiendo nuestro tiempo y esfuerzo en algo que ha dejado de tener sentido o de contribuir al logro de nuestros intereses y objetivos.

Sin embargo, perseverar implica firmeza en la consecución de los objetivos a pesar de las dificultades y los obstáculos. Perseverar y no persistir nos ayuda a desarrollar una personalidad resistente. Lo que te desconecte, te aleje o te desvié de tu meta, lo que ha perdido valor, abandónalo y no dejes que te atrape.

5.- Evitar la hipermotivación

Hay personas que viven iniciando nuevos proyectos, nuevas metas, pero que nunca completan el circuito de la motivación. Viven enganchados a la dopamina de la excitación del inicio, del nuevo reto, pero no saben mantener la motivación hasta el final para lograr la meta. Para sentirse “aparentemente bien” hacen y hacen, pasan de una actividad a otra, de un objetivo a otro, de un proyecto a otro, se hiperactivan, se hipermotivan, se abandonan en los brazos de la multitarea.

Para mantener una motivación optima y sana hace falta voluntad, la media naranja de la motivación, la que aporta la perseverancia en su matrimonio. Y la voluntad es reflexiva, se para, analiza, compara, elige, evalúa y rectifica si es necesario. La voluntad ahorra tiempo y energía a una motivación, a veces, descontrolada. Motivación y voluntad son la alianza de emoción y razón para el logro de nuestras metas, un uso eficiente de nuestro cerebro.

6.- Mantener un diálogo constructivo con nosotros mismos.

La forma en la que nos hablamos determina nuestros resultados. Para autorregularnos necesitamos conversar con nosotros, y esa conversación gira en torno a lo que queremos y para que lo queremos, a qué dice de nosotros, a cuales serán las mejores vías de conseguirlo, a cómo han sido los resultados, qué ha funcionado y que no, que sería necesario cambiar para mejorar.

Manejar nuestro diálogo interior, no dejar que los pensamientos rumiantes ocupen nuestra mente, analizar la experiencia y sus resultados con un enfoque a soluciones y no a problemas, centrarnos en nuestras expectativas y no en las que otros tienen de nosotros, negociar con nuestros miedos, plantarles cara, tener presentes los logros, el avance, son algunas de las estrategias para mejorar la calidad de nuestro diálogo.

El logro de metas requiere de un diálogo constructivo que refuerce nuestro capital psicológico: autoeficacia, optimismo, esperanza y resiliencia. Un diálogo que nos haga tomar conciencia de donde estamos, hacia donde vamos, qué hemos hecho, cómo ha resultado, y qué más necesitamos hacer. Debemos aprender a dialogar con nuestra experiencia para aprender de ella.

Cómo dialogar de forma efectiva con nosotros mismos

7.- Aprender de modelos

Las personas que elegimos como modelos nos inspiran y la inspiración es una fuente de metas autoconcordantes. Mihaly Csikszentmihalyi cuenta en su libro Flow que las personas que han crecido con referentes que les contaban historias de logros, retos, hazañas y experiencias importantes, suelen tener más facilidad para fijar metas autoconcordantes.

Además, el aprendizaje por observación es una estrategia que el ser humano ha utilizado de forma efectiva a lo largo del tiempo. Es más, cerebralmente hablando venimos con un mecanismo, las neuronas espejo, especialmente pensado para aprender observando e imitando. Observar e interactuar de forma continua con personas que son un ejemplo de autorregulación emocional nos permite aprender de ellas y, además, puede resultar contagioso. Según una serie de estudios realizados por científicos de la Universidad de Georgia, en Estados Unidos, dirigidos por Michelle vanDellen (2009 y 2015): las personas que observan a otras actuar con un buen nivel autorregulación y autocontrol (incluso después de observarlas cuando piensan en ellas: efecto resonante) se vuelven más propensas a auto-controlarse. 

Contar con un buen mentor o mentora nos ayuda a desarrollar nuestra autorregulación emocional para el logro de metas.

La autorregulación emocional es una habilidad que se aprende y desarrolla, si quieres comenzar a entrenarla te podemos acompañar.

Ha finalizado el primer cuatrimestre de exámenes en la Universidad de Vigo, y algunos de sus alumnos, especialmente los de primer curso, ya han sufrido su primer choque con la realidad universitaria. Los ánimos se encuentran revueltos, para algunos las cosas han ido mejor que para otros, pero para todos ha sido una prueba y un esfuerzo muy grande, que quizás no ha respondido a sus expectativas.

Cuando no logramos los objetivos, nuestras expectativas se frustran, surgen los obstáculos y las piedras en el camino, aparecen las dificultades, y todo parece que se desmorona, es el momento de parar y reflexionar cómo seguir adelante, con más fuerza, con más energía, con nuevas estrategias. Es el momento de hacer acopio de toda nuestra fuerza motivacional, y comenzar el camino para activar y recuperar nuestra motivación para afrontar los retos del siguiente trimestre.  

De motivación y, especialmente, de como recuperarla hablará el 23 de Enero la Directora Ejecutiva de la Escuela de Mentoring a los alumnos de la Universidad de Vigo: qué es la motivación, como funcional el circuito neurobiológico de la motivación, cuales son los distintos perfiles motivacionales y como gestionarlos, como autorregularse para tener una motivación óptima.

“Nada sucede hasta que algo se mueve”. Albert Einstein

La motivación es la fuerza que nos mueve a la acción, la que nos hará salir del letargo, el hartazgo, la queja, el no puedo, para comenzar a dar pasos hacia nuestro objetivo.  Descubrir lo que nos motiva y como lograr incorporarlo a nuestra vida es la clave de una buena gestión emocional y motivacional.

 Hacer lo que nos gusta es fácil, pero a veces para conseguir nuestros objetivos, la vida nos pone algún que otro obstáculo y suele ser necesario realizar otra serie de actividades que a lo mejor no nos gustan tanto. Como convertir un «tengo que» en un «quiero» es una cambio de actitud fundamental para mantener activa nuestra motivación. Trabajar día a día la motivación nos llevar a desarrollar una personalidad resistente, nadie nace con ella, se construye a raíz de un modelo de pensamiento y actitud positiva realista. Si quieres saber como desarrollar una motivación resistente, estate atento a mi blog, en los próximos días publicarle un post como resumen de la conferencia para compartirlo con todos vosotros.